Carta a Misawa

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DESERTACIÓN DEL PRESIDENTE IKEDA ACERCA DEL
GOSHO DE NICHIREN DAISHONIN
Carta a Misawa
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DISERTACIÓN DEL GOSHO DE NICHIREN DAISHONIN 2 CARTA A MISAWA 2 Disertación 3 El emblema de un auténtico maestro del budismo es poder vencer al Rey Demonio 6 La fe es una lucha contra los tres obstáculos y los cuatro demonios 9 La oscuridad fundamental se manifiesta a través de una función llamada “Rey Demonio”
11 “Ni una sola vez pensé en retroceder” 15 Propagar la grandiosa enseñanza para la iluminación de todas las personas. 18 1
Disertación del GOSHO DE NICHIREN DAISHONIN
Carta a Misawa
Vencer la función destructiva más poderosa mediante la fe intrépida:
Heredar la bravura independiente y resuelta de Nichiren Daishonin
Cuando una persona común de la última época está preparada
para lograr la Budeidad, cuando ha comprendido la esencia de
todas las enseñanzas sagradas expuestas por el Buda a lo largo
de su vida y ha entendido el corazón de la importante enseñanza
contenida en Gran concentración e introspección (de T’ìen-t´ái),
este demonio reacciona con sorpresa. Se dice: “¡Qué
contrariedad! Si dejo que esta persona permanezca en mis
dominios, no sólo se liberará de las aflicciones del nacimiento y
la muerte en forma personal, sino que además, guiará a otros a
la iluminación. Luego se apoderará de mi reino y lo convertirá en
una tierra pura. ¿Qué debo hacer?”. Entonces, el Rey Demonio
convoca a todos sus súbditos de los tres mundos del deseo, la
forma y lo informe, y les dice: “Ahora, irán a hostigar a ese
devoto, cada uno valiéndose de los mejores recursos que posea.
Si no logras hacer que abandone la práctica budista, se
apoderarán de la mente de sus discípulos, benefactores laicos o
coterráneos, y de este modo tratarán de disuadirlo o de
intimidarlo. Si estos intentos resultaran infructuosos, yo mismo
bajará y tomaré posesión de la mente y el cuerpo de su
soberano, para perseguir a ese devoto. Juntos, ¡no cejaremos
hasta impedirle que logre la Budeidad!”.
Yo, Nichiren, tengo conciencia de esto desde mucho tiempo; por
eso, sé cuán difícil le resulta a una persona común, en la última
época, llegar a ser un buda en esta existencia.
***
2
Con respecto a mis enseñanzas, considere que las que transmití
antes de mi exilio a la provincia de Sado equivalen a las enseñanzas
del Buda previas al Sutra del loto. (…)
La noche del duodécimo día del noveno mes, en el octavo año de
Bun´ei (1271), estuve a punto de morir decapitado en Tatsunokuchi.
Entonces, me compadecía de mis seguidores, pensando que todavía
no había revelado a ninguno de ellos mi verdadera enseñanza. Con
esta idea, secretamente la transmití a mis discípulos desde la
provincia de Sado. Después de la muerte del Buda, hubo grandes
estudiosos y maestros que conocieron esta enseñanza, como
Mahakashyapa, Ananda, Nagarjuna, Vasubandhu, T´ien-t´ai, Miaolo, Dengyo y Gishin, pero la mantuvieron en reserva y no la
expresaron en forma verbal. Y la razón es que el Buda les había
prohibido propagarla, señalando: “Después de mi muerte, esta gran
Ley no deberá ser revelada hasta que llegue el Último Día de la Ley”.
Tal vez yo no sea un enviado del Buda, pero mi aparición en este
mundo coincide con la era del Último Día. Además, en contra de lo
que yo hubiera esperado, llegué a tomar conciencia de esta
enseñanza, y hoy la expongo para allanar el camino a un venerable.
Con la aparición de esta enseñanza, todas las doctrinas postuladas
por los estudiosos y maestros del budismo durante los días Primero y
Medio de la Ley serán como estrellas después del amanecer o como
un torpe aprendiz al lado de un maestro consumado. Está escrito
que, una vez que esta enseñanza se revele en esta era. Las
imágenes del Buda y los sacerdotes de los templos construidos en
los días Primero y Medio perderán su poder de beneficiar a las
personas, y sólo esta gran enseñanza se propagará en toda la tierra
de Jambudvipa. Dado que todos ustedes poseen un lazo con ella,
deberían sentirse tranquilos y seguros.
Disertación
Mi maestro, Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai, a menudo
decía: “A la hora de luchar contra un grave karma o a hacer nuestra revolución
humana, los grandes obstáculos y adversidades pueden ser un poderoso
impulso que nos empuje a avanzar. Uno no cambia su karma paseando por un
3
camino liso y llano”. Cuando mayores son las dificultades y los obstáculos que
enfrentamos, mas elevado es el estado de vida que llegamos a cultivar. Por lo
tanto, no debemos dejarnos intimidar por los “tres obstáculos y cuatro
demonios”, 1 es decir, por los impedimentos y resistencias que invariablemente
se alzan frente a nosotros cuando llevamos a cabo la práctica budista.
Con la sabiduría derivada de la fe, debemos detectar estas funciones, reconocer
su verdadero propósito y naturaleza tal como explican las enseñanzas de
Nichiren Daishonin, y considerar su aparición como una oportunidad para
transformar el karma. Debemos ponernos de pie con mayor coraje y convicción
que nunca, hacer daimoku con determinación rotunda y arremeter hacia
delante, dispuestos a triunfar.
El Daishonin dice: “Invariablemente aparecen los tres obstáculos y los cuatro
demonios, pero cuando ello sucede, los sabios se regocijan, mientras que los
necios se echan atrás”.
No hay medias tintas: o avanzamos o retrocedemos. O nos acobardamos y
dejamos vencer por estas funciones destructivas –la negatividad propia de
nuestra vida o de la vida ajena- o les plantemos desafío y profundizamos nuestra
convicción en la fe. Esta diferencia en nuestra determinación definirá el
resultado final.
El Daishonin se vio personalmente expuesto a pruebas tremendas, como la
persecución de Tatsunokuchi y el exilio a Sado, pero las enfrentó con total
compostura y confianza.
1
Tres obstáculos y cuatro demonios: Diversos impedimentos y obstáculos que perturban la
práctica del budismo. Se los enuncia en el Sutra del nirvana y en el Tratado sobre la gran
perfección de la sabiduría, de Nagarjuna.. Los tres obstáculos son 1) el obstáculo de los
deseos mundanos: es decir, las resistencias que derivan de los tres venenos (odio, codicia y
estupidez); 2) el obstáculo del karma, es decir, resistencias derivadas de un karma adverso
resultante de haber cometido alguna de las cinco faltas capitales o de las diez malas
acciones; 3) el obstáculo de la retribución; es decir, obstáculos causados por los efectos
negativos de actos cometidos en los tres estados más bajos de la vida (infierno, hambre y
animalidad). Los cuatro demonios son: 1) el impedimento de los cinco componentes, es decir,
las obstrucciones causadas por nuestras funciones físicas y psicológicas; 2) el impedimento
de los deseo mundanos, es decir, obstrucciones causadas por los tres venenos (odio, codicia
y estupidez); 3) el impedimento de la muerte, es decir, el debido a la propia muerte del
practicante o a la muerte prematura o intempestiva de un creyente, que provoca dudas en los
demás; 4) el impedimento del Rey Demonio del Sexto Cielo, una función destructiva que se
vale de diversas personas y circunstancias para hacer que uno abandone la práctica del
budismo. Se dice que este último “demonio” o resistencia es la más difícil de superar.
4
Cuando un ser humano lucha contra grandes adversidades, puede establecer un
estado de vida interior de felicidad indestructible. Su ejemplo, a la vez, puede
incentivar a incontables otras personas a liberarse también de sus sufrimientos.
La esencia de las funciones destructivas es privar a las personas de sus
beneficios y hasta de su vida. Esto se logra debilitando la determinación de la
gente. Estas funciones buscan destruir en las personas el deseo de buscar el
Camino hacia la iluminación o de seguir avanzando por él.
En consecuencia, aquellos que perseveran en la fe y mantienen su firme
compromiso con este avance son invulnerables a los ataques de estas funciones
negativas. El verdadero propósito de nuestra práctica budista yace en cultivar
esta clase de determinación interior.
En el escrito que estudiaremos esta vez, Carta a Misawa, el Daishonin exhorta a
sus seguidores a seguir esforzándose junto a él por el kosen-rufu sin dejarse
intimidar por ninguna dificultad; es decir, a librar la lucha entre nuestra
naturaleza de Buda y nuestra propia negatividad inherente.
Julio es el mes en que los primeros tres presidentes de la Soka Gakkai- unidos
por los lazos de maestro y discípulo- se pusieron de pie a enfrentar la naturaleza
diabólica del poder. Este mes (julio de 2008), a través de este escrito del
Daishonin, estudiemos y desarrollemos la fe intrépida que hace falta no sólo
para vencer al Rey Demonio del Sexto Cielo,2sino para vivir esencialmente la
inseparabilidad entre el mentor y el sucesor.
Cuando una persona común de la última época está preparada para
lograr la Budeidad, cuando ha comprendido la esencia de todas las
enseñanza sagradas expuestas por el Buda a lo largo de su vida, y
ha entendido el corazón de la importante enseñanza contenida en
Gran concentración e introspección Concentración e introspección
(de T´ien-t´ai), este demonio reacciona con sorpresa. Se dice “¡Qué
contrariedad! Si dejo que esta persona permanezca en mis
dominios, no sólo se liberará de las aflicciones del nacimiento y la
muerte en forma personal, sino que, además, guiará a otros a la
iluminación. Luego, se apoderará de mi reino y lo convertirá en una
tierra pura. ¿Qué debo hacer?” Entonces, el Rey Demonio convoca
2
Rey Demonio del Sexto Cielo: También llamado “Rey Demonio” o “Demonio Celestial”. Rey de
los demonios, que habita en el sexto cielo, el más elevado de los seis mundos del deseo. Se
lo llama El Que Goza Manipulando a su Voluntad el Producto de las Cosas Conjuradas por
Otros, es una función que goza manipulando impunemente el fruto del esfuerzo y de la mente
de los demás.
5
a todos sus súbditos de los tres mundos del deseo, la forma y lo
informe, y les dice : “Ahora, irán a hostigar a ese devoto, cada uno
valiéndose de los mejores recursos que posea. Si no logran hacer que
abandone la práctica budista, se apoderarán de la mente de sus
discípulos, benefactores laicos o coterráneos, y de este modo tratarán
de
disuadirlo o de intimidarlo. Si estos intentos resultaran
infructuosos, yo mismo bajaré y tomaré posesión de la mente y el
cuerpo de su soberano, para perseguir a ese devoto. Juntos, ¡no
cejaremos hasta impedirle que logre la Budeidad!”.
Yo, Nichiren, tengo conciencia de esto desde hace mucho tiempo; por
eso, sé cuán difícil le resulta a una persona común, en la última
época, llegar a ser un buda en esta existencia.
El emblema de un auténtico maestro del budismo es poder
vencer al Rey Demonio
Al comienzo de Carta a Misawa, el Daishonin describe de manera muy simple la
naturaleza del Rey Demonio del Sexto Cielo, que él comprende cabal y
esencialmente. Lo hace para explicar que él mismo ha tenido que enfrentar una
gran persecución tras otra debido a esta función demoníaca, y para indicar que
la persona que vence totalmente al Rey Demonio está calificada para ser un
genuino maestro del Budismo del Último Día de la Ley.
Carta a Misawa (escrito en Minobu) data del 23 de febrero de 1278. Fue dirigida
a un seguidor de ese nombre, un señor feudal que vivía y administraba feudos
en Misawa, distrito Fuji, provincia de Suruga (actual prefectura de Shizouka). A
juzgar por el contenido de la carta, podemos suponer que Misawa y el Daishonin
llevaban un tiempo sin mantener contacto. Esta falta de contacto pudo deberse a
un debilitamiento en la fe de Misawa, o bien pudo haber sido que el Daishonin,
preocupado por diversas circunstancias en la provincia de Suruga, haya querido
tomar cierta distancia (para proteger a los creyentes).
6
Suruga era una región de importancia estratégica para el gobierno de
Kamadura, no sólo para el transporte civil, sino también para el desplazamiento
militar. Allí se extendían vastos faustos bajo control directo de miembros del clan
gobernante Hojo. Los seguidores del Daishonin –cuyos movimientos eran
seguidos de cerca por las autoridades del gobierno- debían moverse con
extrema cautela y prudencia en dicha región. A estas circunstancias hay que
sumarle un factor en el distrito Fuji de la provincia de Suruga) desde 1278, año
en que esta carta fue escrita, y que alcanzaría su momento más crítico al año
siguiente.3
Es evidente, a juzgar por este escrito, que las circunstancias imperantes en
Suruga sugirieron al Daishonin emplear cautela y prudencia, para cerciorarse de
no causar involuntariamente a Misawa una persecución a manos del gobierno
militar. Sin embargo, cuando llegó un mensajero de este seguidor, de quien no
tenía noticias de este hacía mucho tiempo, al parecer el Daishonin decidió
aprovechar la oportunidad para ofrecerle aliento y enseñanza que le ayudaran a
fortalecer su fe.
En esta carta, esclarece tres puntos principales: En primer lugar, explica que su
batalla contra el Rey Demonio del Sexto Cielo lo ha llevado a provocar o
despertar absolutamente sobre el Rey Demonio. En esta parte, el Daishonin
esclarece el significado de los obstáculos que surgen en la práctica budista y
esboza los requisitos que debe tener un verdadero maestro del budismo. A la
vez, desde el punto de vista de los preocupantes sucesos que estaban
desarrollándose en Atsuhara, le transmite a Misawa la esencia de la Ley Mística,
para que su discípulo, armado de una fe bastante firme, resista él mismo toda
adversidad inminente.
El amor compasivo de un genuino maestro budista es como el tierno afecto de
una madre, que cálidamente abraza y alienta a los que están sufriendo. Al
mismo tiempo, es también como el amor riguroso de un padre, que forja una
actitud independiente y resuelta en los demás para que todos sean capaces de
construir su propia felicidad. En las referencias a su propia lucha extrema, el
3
Persecución de Atsuhara: Sucesión de amenazas y actos de violencia perpetrados contra los
seguidores del Daishonin en la aldea de Atsuhara, distrito Fuji de la provincia de Suruga, que
comenzaron en 1275 y persistieron hasta 1283, aproximadamente. En 1279, veinte
campesinos fueron injustamente arrestados y enviados a Kamakura. Allí debieron someterse
la brutal interrogatorio de Hei no Saemon, quien les exigió que renunciaran a su fe. A los
pocos días, tres de los campesinos fueron ejecutados : los hermanos Jinshiro, Yagoro y
Yarokuro. Se los conoce como los “tres mártires de Atsuhara”.
7
Daishonin le imparte a Misawa importantes
enseñanza, vemos su estricto amor paterno.
lecciones sobre la fe. En esta
En segundo lugar, el Daishonin afirma que el conjunto de sus enseñanzas debe
clasificarse en dos períodos: antes de Sado y después de Sado. Así como las
enseñanzas de Shakyamuni se dividen en doctrinas provisionales, anteriores al
Sutra del loto, y en la doctrina esencial del Sutra del loto, también el Daishonin
señala que hay que trazar una distribución crítica entre lo que él enseñó antes
de su exilio a Sado y lo que expuso desde ese momento en adelante.
Así como el primer punto se refería al inmenso estado de vida del Daishonin, y
se centraba en el aspecto de la Persona, ese segundo punto se refiere a la
clasificación de las enseñanzas del Daishonin en “antes de Sado” y “después de
Sado”, y está centrado en el aspecto de la Ley.
En rigor de verdad, las doctrinas que incluimos en la categoría “después de
Sado” son todas aquellas que él expuso desde el momento en que descartó su
identidad transitoria y reveló su identidad verdadera,4 durante la persecución de
Tatsunokuchi, cuando logró su victoria absoluta en la lucha contra el Rey
Demonio del Sexto Cielo.
A la vez, la diferencia más notable entre las enseñanzas del Daishonin
anteriores y posteriores a Sado es que las últimas mencionan explícitamente al
Gohonzon, el objeto de devoción.
El Daishonin inscribió el Gohonzon para encarnar la suprema iluminación –el
estado de vida más noble y elevado- que había establecido en su propio ser, sin
dejar de existir como persona corriente y moliente, de carne y hueso. De esta
forma, nos brindó un límpido espejo donde ver reflejada la iluminación de todos
los seres humanos. El Gohonzon es un espejo y una guía para que las
personas del Último Día de la Ley puedan tomar conciencia de la dignidad y la
nobleza incomparable que hay en su propia vida. Corporifica la “gran
enseñanza que se propagará en toda la tierra” en el Último Día.
4
Descartar lo transitorio y revelar lo verdadero: Es el acto por el cual un buda revela su genuina
condición o identidad y deja a un lado su identidad transitoria de buda provisional. Aquí se
aplica al Continúa… Daishonin en la persecución de Tatsunokuchi, cuando descarta su
“identidad transitoria” de “persona en el estado de los que escuchan el nombre y las palabras
de la verdad” y revela su “identidad verdadera”, la del “Buda de la alegría ilimitada que ha
estado iluminado desde el tiempo sin comienzo”, sin dejar de vivir como un ser humano
corriente.
8
En este escrito, el Daishonin informa a Misawa la diferencia entre sus
enseñanzas antes y después de Sado, y lo alienta diciéndole que “debe sentirse
tranquilo y seguro” de haber entablado un lazo con estas últimas.
En cuanto al tercer punto, el Daishonin señala inconfundiblemente que las
enseñanzas erróneas de la escuela Palabra Verdadera -a cuyas oraciones había
recurrido el gobierno para vencer a los mongoles- conducirían, en realidad, a la
destrucción del país. Para corroborar estas afirmaciones, cita ejemplos de
gobernantes anteriores de la China y del Japón que habían depositado
equivocadamente su fe en las enseñanzas de la escuela Palabra Verdadera, con
el único saldo de provocar su propia ruina. De esa forma, busca hacer que
Misawa reconozca el error de las autoridades, y pueda reflexionar sobre el grave
peligro que amenza al país. Podemos inferir que el Daishonin quería despertar la
conciencia de Misawa para que su fe no se viera afectada, si se llegaba a
producir un debate público entre los discípulos del Daishonin y los sacerdotes de
la escuela Palabra Verdadera.
El Daishonin ya había analizado, estos tres puntos en varias oportunidades, en
escritos como La apertura de los ojos, redactados durante y después de su exilio
a Sado. Ellos constituían doctrinas de gran importancia que, en tiempos como
aquellos, sólo podían transmitirse y mencionarse con extrema cautela y
prudencia. Por esta razón, aparentemente, el Daishonin no había querido
comentarlos en detalle a Misawa, un residente de la región de Suruga que corría
alto riesgo de ser perseguido por las autoridades.
Ya que la sombra de la persecución se cernía ominosamente sobre la
comunidad de creyentes de la provincia de Uruga, el Daishonin quería, con su
enorme amor compasivo, ayudar a Misawa a fortalecer su fe, impartiéndole un
resumen sucinto de los puntos más importantes de la enseñanza budista.
La fe es una lucha contra los tres obstáculos y los cuatro
demonios
En carta Carta a Misawa, el Daishonin emprende un análisis detallado de la
función que llamamos Rey Demonio del Sexto Cielo, apuntando a su naturaleza
esencial
Comienza notando que, aunque son muchos los que estudian el budismo, en
realidad hay muy pocos que logran la Budeidad, en primer lugar, porque es difícil
encontrar un maestro correcto, y en segundo lugar, porque los que consiguen
9
practicar correctamente están sujetos a encontrar, sin falta, los tres obstáculos y
los cuatro demonios.
Cuando practicamos la enseñanza correcta del budismo, sin falta aparecen los
tres obstáculos y los cuatro demonios, “así como la sombra sigue al cuerpo o
como la lluvia se ve acompañada de nubes”. El más temible de esos tres
obstáculos y cuatro demonios es el Rey Demonio del Sexto Cielo, el último de
los cuatro demonios. En este escrito, el Daishonin indica que aunque uno haya
podido repeler la función de los tres obstáculos (obstrucciones o resistencias
provocadas por los deseos mundanos, el karma y la retribución), y ser inmune a
los primeros tres “demonios” (el impedimento de los deseos mundanos, el de los
cinco componentes y el de la muerte), así y todo uno no podrá lograr la
iluminación si sucumbe a la acción negativa del “Rey Demonio”.
En una disertación sobre Carta a Misawa, el señor Toda comentó: “Si uno puede
practicar correctamente la fe, en tal caso también puede vencer la resistencia
provocada por el impedimento de la muerte. Hasta puede prolongar la vida.
Conozco a mucha personas que lo han hecho […[ Podrán vencer el
impedimento de la muerte. El más temible es el último [de los cuatro
“demonios”]: el Rey Demonio. Si examinan la vida de todos los que abandonaron
la fe, verán que, en general, se han dejado manipular por la función del Rey
Demonio”.
El señor Toda siempre impartía sus orientaciones con una tremenda convicción.
En otra oportunidad, nos dijo: “Mientras tengan fe, podrán vencer mediante la
fe”. Es algo que el señor Toda demostró personalmente, y por eso siempre nos
exhortaba a tener conciencia de la forma insidiosa y sutil con que actuaba la
función del Demonio del Sexto Cielo.
En verdad, el rey Demonio es nuestro más grande enemigo en la gesta por
lograr la Budeidad, porque representa la oscuridad fundamental 5 inherente a
nuestra propia vida.
5
Oscuridad fundamental: También conocida como ignorancia primordial. Ilusión más
hondamente arraigada e intrínseca a la vida, que da origen a todas las demás las demás
ilusiones. La oscuridad fundamental es la incapacidad de ver o de reconocer la verdad, en
especial, la verdadera naturaleza de nuestra vida. El Daishonin interpreta la oscuridad
fundamental como ignorancia de la Ley suprema, o ignorancia de que nuestra vida es una
manifestación de la Ley; es decir, la Ley de Nam-myoho-renge-kyo.
10
La oscuridad fundamental se manifiesta a través de una función
llamada “Rey Demonio”
El Daishonin dice: “La oscuridad fundamental se expresa como el Rey Demonio
del Sexto Cielo”. La oscuridad fundamental alude a la ignorancia primordial, a la
incapacidad de ver que tanto nosotros como los demás- y, de hecho, todas las
cosas del universo- son entidades o manifestaciones de la Ley Mística.
Esta ignorancia esencial es el origen de todas las otras ilusiones que causan
sufrimiento y dolor. También se manifiesta en oscuros impulsos que generan
actos negativos y destructivos. Ya que la ilusión profunda de la ignorancia
fundamental es la más difícil de reconocer y de identificar, puede ejercer una
influencia perniciosa en nuestra vida sin que lleguemos a darnos cuenta siquiera
de que está actuando sobre nosotros. Y ya que la oscuridad fundamental es
inherente a todas las formas de vida, no sólo dispara impulsos oscuros en
nosotros, sino también en los demás.
Esta poderosa función negativa obra en forma increíblemente sutil e insidiosa, y
manipula a los demás a su antojo; por eso se la nombra con la denominación
metafórica de “Rey Demonio”, o El Que Goza Manipulando a Su Voluntad el
Producto de las Cosas Conjuradas por Otros.
Sin embargo, en última instancia y pese a toda su influencia destructiva o
negativa, la oscuridad fundamental no es más que ignorancia, y por eso puede
ser derrotada mediante la sabiduría. Buda es aquel que hace surgir la sabiduría
necesaria para disipar esa ignorancia. La sabiduría suprema para lograr esta
victoria se encuentra en la enseñanza correcta del budismo, es decir, es el Sutra
del loto de Shakyamuni y en la enseñanza de Nam-myoho-renge-kyo de las
Tres Grandes Leyes Secretas, 6expuesta por Nichiren Daishonin.
Podemos vencer la oscuridad fundamental tal como somos, como personas
comunes mediante la fe en la enseñanza correcta que nos permite obtener la
sabiduría del estado de Buda. O sea, reemplazando la sabiduría por fe.7 El
6
Tres Grandes Leyes Secretas: Principios centrales del budismo de Nichiren Daishorin. Son 1)
el objeto de devoción, 2) la entonación o daimoku de Nam-myoho-renge-kyo, y 3) el santuario
o lugar donde uno entona el daimoku frente al objeto de devoción. Véase la explicación más
detallada en la nota al pie Nº13.
7
Reemplazar sabiduría por fe: Principio que asegura que la fe es la verdadera causa para
obtener sabiduría suprema, y que basta con la fe para llegar a la iluminación. En general, el
budismo afirma que la causa para obtener la iluminación es la sabiduría suprema. Pero de
acuerdo con el Sutra del loto, hasta Shariputra, el más prominente de los diez discípulos
11
poder que nos permite vencer la oscuridad fundamental es, únicamente, la
fuerza de la fe, nuestra postura de fe, para activar la sabiduría iluminada
inherente que hay en nuestra vida.
En esta carta, el Daishonin esclarece la naturaleza realmente temible y
portentosa de este Rey Demonio del Sexto Cielo. Con el ejemplo de sus propias
acciones, nos muestra que nuestra lucha espiritual interior es la fuerza que
derrota a ese Rey Demonio.
Indica que este mundo saha en que vivimos es un territorio dominado por el Rey
Demonio. El mundo humano –configurado por las funciones del deseo, los actos
físicos, y las actividades espirituales e intelectuales (que reflejan los tres mundos
del deseo, la forma (materia) y lo informe (espiritual)- está sujeto a un ciclo
interminable de sufrimiento derivado de la oscuridad fundamental, y por ese
puede ser visto como el territorio del Rey Demonio.
¡A qué teme el Rey Demonio, más que a ninguna otra cosa? A la posibilidad de
que las fuerzas del Buda se multipliquen y le arrebaten sus dominios. Cuando
logra la iluminación un devoto de la Ley Mística, la enseñanza correcta del
budismo, no se detiene en su propia conquista personal; antes bien,
precisamente porque se ha iluminado busca liberar a otros de este yugo
destructivo representado por al oscuridad del Rey Demonio. Por eso, el Rey
Demonio echa mano de todos sus secuaces y funciones subsidiarias, y hace
cuanto esté a su alcance para hostigar a ese devoto.
A estos secuaces o funciones subordinadas de la ignorancia fundamental, a
menudo se los llama “los diez ejércitos” del Rey Demonio. Representan el
conjunto de ilusiones o deseos que surgen de la oscuridad fundamental para
obstruir la práctica budista, y que se manifiestan, uno tras otro, como un sinfín
de adversidades endemoniadas. Los impedimentos de esta naturaleza se
expresan en forma de: 1) ansias o codicia; 2) aflicciones y preocupaciones: 3)
hambre y sed; 4) amor al placer o lujuria; 5) languidez e inercia; 6) miedo; 7)
dudas y remordimientos; 8) enojo; 9) obsesión por la riqueza y la fama, y 10)
arrogancia y menosprecio a los demás.
Si el devoto de la enseñanza correcta no se deja intimidar por estas funciones,
afirma el Daishorin, el Rey Demonio les ordenará a estas últimas entrar en la
vida de los discípulos del devoto, o en sus seguidores laicos, en otras personas
principales del buda Shakyamuni por su sabiduría, pudo obtener la iluminación sólo mediante
la fe, y no a través de su saber.
12
de su comunidad, y hará que estos la persigan. Esto significa que se activa o se
estimula la oscuridad fundamental inherente en la vida de estas personas, y las
impulsa a obrar como funciones negativas.
En la India, por ejemplo, Devadatta,8 Sunakshatra9, y el rey Ajatashatru10 fueron
detractores y enemigos del buda Shakyamuni, mientras que en el Japón,
algunos de los que actuaron contra Nichiren Daishonin ex discípulos totalmente
faltos de fe, como Sammi-bo,11 la monja laica de Nagoe12 y otros. La causa
esencial de su deslealtad y de su traición es que todos se habían dejado
derrotar por los ejércitos del Rey Demonio.
Hasta los cinco sacerdotes principales –a quienes el Daishonin había designado
custodios de sus enseñanzas, junto con Nikko Shonin- con el tiempo se
volvieron contra su maestro. Ninguno de ellos entendió la insistente exhortación
de Nikko Shonin a que practicaran con el mismo espíritu que el Daishonin.
A criterio del Daishonin, las razones por las cuales Sammi-bo, la monja laica de
Nagoe y otros traicionaron y abandonaron la fe fueron la cobardía, la arrogancia,
la codicia y el escepticismo. Todos ellos sucumbieron a la influencia de los
“ejércitos” del Rey Demonio: la “obsesión por la fama y la riqueza”, la “vanidad y
el menosprecio a los demás”, el “miedo”, la “duda y el arrepentimiento” y el
8
Devadatta. Primo de Shakyamuri que, inicialmente, fue seguidor de Shakyamuni, pero luego
se dejó ganar por su arrogancia y, declarándose su enemigo, cometió diversos actos de
extrema maldad, como intentar asesinar al Buda. Se dice que sus graves faltas lo llevaron a
caer vivo en infierno.
9
Sunakshatra: Uno de los hijos que tuvo Shakyamuni antes de renunciar a la vida secular.
Aunque Sunakshatra también emprendió la vida religiosa como discípulo del Buda, se dejó
influenciar por malos maestros y cultivó ideas distorsionadas. Se dice que cayó vivo en el
infierno.
10
Rey Ajatashatru: Monarca de Magadha, en la India, coetáneo de Shakyamuni. Incitado pr
Devadatta, mató a su padre, el rey Bimbisara –quien era seguidor de Shakyamuni –para
usurparle el trono. Atentó contra la vida del Buda y de sus discípulos soltando en dirección a
ellos una estampida de elefantes furiosos, persuadido de esta maldad por Devadatta.
11
Sammi-bo: Uno de los primeros discípulos de Nichiren Daishonin. Aunque tenía grandes
conocimientos y capacidad para debatir, y ayudó a Nikko Shonín en sus actividades de
propagación en el área de Fuji, su vanidad y su ambición de obtener reconocimiento social y
prestigio terminaron perdiéndolo. En varias oportunidades, el Daishonin se vio ante la
necesidad de llamarle la atención sobre esta flaqueza. Durante la persecución de Atsuhara,
Sammi-bo renunció a la fe en las enseñanzas del Daishonin y se volvió contra este y sus
seguidores. En varias cartas, el Daishonin se refiere a la muerte trágica y prematura de
Sammi-bo, aunque se desconocen los detalles.
12
Monja laica de Nagoe: Seguidora de Nichiren Daishonin oriunda de Nagoe, en Kamakura. Se
dice que abrazó la fe en las enseñanzas del Daishonin en los primeros tiempos de la
propagación. Continúa…Aunque no se conocen los detalles, se sabe que luego abandonó la
fe, junto a Sho-bo y a Noto-bo, dos discípulos que, con posterioridad, se volvieron detractores
del Daishonin.
13
“enojo”. De resultas de ello, no pudieron continuar en el mundo puro de la fe. En
síntesis, dejaron que se destruyera su fe. Pero, como eran incapaces de admitir
su propia derrota, su reacción fue el resentimiento y la calumnia hacia aquellos
que practicaban correctamente.
En épocas más recientes, los individuos miserables que no sólo abandonaron a
los dos primeros presidentes. Tsunesaburo Makigushi y Josei Toda, sino que
además hablaron mal de ellos, fueron todas personas exactamente así.
Alrededor de 1950. Los negocios del señor Toda cayeron en la peor crisis de
toda su historia. En ese momento, personalmente ví cómo personas que hasta
ese momento llamaban al señor Toda su “mentor”, de un buen día para el otro
cambiaban totalmente de actitud y tornaban a menospreciarlo y a hacerlo objeto
de críticas malsanas. Qué
desagradecidos pueden ser algunos… Esta
experiencia me permitió comprender, en su triste realidad, lo vulnerable que es
el ser humano a la acción insidiosa de su propia oscuridad fundamental. Juré
firmemente que enfrentaría a todos los ingratos que devolvieron la inmensa
bondad del señor Toda con maldad y traición.
Olvidar las deudas de gratitud y renegar de lo mucho que uno debe a su maestro
en la fe demuestra la debilidad de los que sucumben a la función del Rey
Demonio del Sexto Cielo. Cuando decidimos no apartarnos jamás del camino de
maestro y discípulo, podemos desarrollar la capacidad de reconocer estas
funciones no bien comienzan a asomar, y refutarlas de cuajo.
Yo mismo decidí mostrar cabalmente qué significaba el agradecimiento real al
maestro en la fe, y resolví traducir en actos esta gratitud. Y porque fui capaz de
actuar así creo yo, tuve oportunidad de experimentar en mi propia vida la
verdadera fortaleza interior que deriva de vencer la ignorancia y la oscuridad
profundas. Estoy convencido, también, de que pudimos transmitir con seguridad
las enseñanzas humanísticas del budismo de Nichiren Daishonin en todo el
mundo y propagar sus ideales y principios, precisamente porque nunca nos
desviamos de este camino de maestro y discípulo, y porque triunfamos en cada
contienda de la Soka Gakkai contra las funciones demoníacas.
El budismo de Nichiren Daishorin es una enseñanza que ilumina el significado
de la vida como ser humano. Es una filosofía centrada en el ser humano, que
nos enseña a cultivar nuestro humanismo en su expresión más elevada, librando
esta titánica lucha espiritual contra la propia ignorancia, contra el “Rey Demonio
del Sexto Cielo”.
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Volviendo al pasaje que estamos estudiando de Carta a Misawa, el Daishonin
afirma que sí las funciones subsidiarias del Rey Demonio –los “ejércitos
demoniacos”- fracasan en su afán de influenciar al devoto de la enseñanza
correcta y no logran hacer que éste abandone la fe, en dicho caso el propio Rey
Demonio desciende en persona de su morada celestial y se vale del cuerpo del
gobernante para perseguir al devoto. Esto representa la activación de la
naturaleza diabólica inherente al poder.
¿Cuál es la naturaleza diabólica del poder? Es la función negativa suprema
manifestada por la oscuridad fundamental, que rechaza la noción de que todos
los seres humanos son entidades de la Ley Mística de nobleza incuestionable.
Más específicamente, denota medios para procurar fines malignos. La
naturaleza diabólica del poder es la manifestación más potente de las funciones
negativas que impregnan el mundo humano, que cobra forma cuando se activa
la oscuridad o ignorancia primordial.
Cuando el Daishonin sostiene que el Rey Demonio se valdrá del cuerpo del
gobernante, está diciendo que las funciones negativas derivadas de la oscuridad
fundamental dominarán la vida de las autoridades. También expresa que la
sociedad en su conjunto –cuya figura prominente son los gobernantescomenzará a actuar basada en la ilusión y la negatividad, derivada de esta
ignorancia u oscuridad profunda. En suma, la sociedad estará controlada por
personas de mente nublada por la distorsión y la confusión. (En su tratado Sobre
el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra) el
Daishonin declarará que esta situación es un claro ejemplo del pasaje del sutra
donde se lee: “Demonios malignos tomarán posesión de los demás”, y “(Cuando
el desorden se instala en un país) los espíritus son lo primero que nuestras
señales de desenfreno”.
“Ni una sola vez pensé en retroceder”
En Carta a Misawa, después de explicar lo difícil que es resistir los obstáculos
causado por el Rey Demonio del Sexto Cielo, el Daishonin analiza su propia
lucha colosal. En particular, menciona que aun antes de dar a conocer su
enseñanza, tenía plena conciencia de la aparición inevitable de este Rey
Demonio, allí donde alguien se pone de pie resuelto a lograr el kosen-rufu
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El Daishonin dice, luego, que aquel que expone la enseñanza budista correcta
en el Último Día de la Ley se expone sin falta a enfrentar grandes
persecuciones, y que ellas serán “cien, mil, diez mil, un millón de veces mayores
que en tiempos del Buda”. No obstante –afirma-, si uno tiene conciencia de esta
enseñanza pero no la propaga, se destina a caer “en la gran ciudadela del
infierno del sufrimiento incesante”.
Así pues, el Daishonin descarta toda idea de preservar o escatimar su vida y se
pone de pie, decidido a emprender el sublime camino de guiar a todos los seres
a la iluminación. En este momento, toma una importantísima resolución. Escribe:
“En esta existencia, supe que, si me proponía de verdad soportar las pruebas
más duras, en tal caso debía hablar con coraje”. Gracias a este profundo
juramento de no retroceder ni un solo paso ante ningún obstáculo, pudo abrir el
camino para que esta filosofía budista centrada en el ser humano, se propagara
hacia el eterno futuro del Último Día de la Ley.
En este escrito, el Daishonin declara que ha tenido que verse ante un sinfín de
de menor trazo de recriminación o arrepentimiento. Aquí vemos la esencia de la
fe que vence al Rey Demonio del Sexto Cielo: una fe autónoma que no depende
de nada externo. La lucha no depende de nadie más, sino de nosotros mismos.
Somos nosotros los que debemos determinar ponernos de pie y enfrentar todas
las adversidades. Sólo entonces podremos propagar el budismo del Daishonin
ampliamente a todas las personas.
La fe autónoma e independiente es una fe que no retrocede ante nada.
Debemos decidir seguir avanzando, por muchos obstáculos que intenten
debilitarnos. ¡Aunque nos encontremos sometidos a pruebas inesperadas o a
dificultades tremendas, apretemos las muelas, plantémonos bien firmes en la
realidad y rehusemos ser vencidos!. El primer paso hacia el futuro progreso yace
en plantarnos firmes hasta que el poder del Rey Demonio se extinga. Tenemos
que avanzar hacia delante con valor, pase lo que pase. Debemos fortalecer
mucho más nuestra resolución interior, como las olas, que cobran potencia al
embestir contra las rocas. La clave para vencer los ataques de las funciones
negativas es armarnos del espíritu de triunfar
pase lo que pase,
incondicionalmente, sin que nuestra determinación vacile en lo más mínimo.
El Daishonin nos mostró esta actitud con su propio ejemplo; él nos dio pruebas
de que se puede superar cualquier función demoníaca y cualquier negatividad. Y
nos enseñó que el kosen-rufu se propaga cuando aparecen discípulos
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dispuestos a recorrer el camino hacia el logro de la Budeidad basados en la
enseñanza correcta, con la misma postura que su maestro.
En otro escrito, el Daishonin señala: “Ni una vez he pensado en retroceder” .
Como indican tales palabras, nunca pensó en abandonar su lucha contra el Rey
Demonio del Sexto Cielo. Aun durante la persecución de Tatsunokuchi -una
manifestación de la función diabólica del poder, sumada a la influencia
intimidante del impedimento de la muerte-, el Daishonin triunfó sobre la
situación con admirable compostura. Cuando dice “Sobreviví incluso a la
persecución de Tatsunokuchi”, está haciendo una verdadera declaración de
victoria como persona y como individuo, capaz de vencer frontalmente la lucha
suprema contra el Rey Demonio.
Con respecto a este triunfo, el Daishonin también anuncia: “A estas alturas, el
Rey Demonio ha de estar profundamente desalentado”. Son palabras de
profundísimo significado. Que el poderoso, perverso y astuto Rey Demonio esté
absolutamente desmoralizado, creo yo, no sólo indica la propia victoria personal
de Nichiren Daishonin; significa, también que él pudo transmitir triunfalmente a
las personas de las futuras generaciones la clave de la sabiduría genuina para
vencer la oscuridad fundamental. Esto se torna evidente cuando el Daishonin
afirma que, aunque después de su muerte las fuerzas restantes del Rey
Demonio envíen nuevos ejércitos, la mayoría de ellas, ya se han rendido sin falta
ante él. ¡Es tanto y tan inmenso, lo que debemos todos al Daishonin!
¿Cuál es, entonces la clave de la genuina sabiduría que el Daishonin nos legó
para que pudiéramos vencer la oscuridad fundamental? Es el Gohonzon, el
objeto de devoción que corporifíca la inseparabilidad de la Persona y la Ley. La
Diferencia principal entre las enseñanzas del Daishonin anteriores y posteriores
a Sado yace, precisamente, en la inscripción de este Gohonzon.
***
Con respecto a mis enseñanzas, considere que las que transmití
antes de mi exilio a la provincia de Sado equivalen a las enseñanzas
del Buda previas al Sutra del loto.[…]
La noche del duodécimo día del noveno mes, en el octavo año de
Bun´ei (el 12 de setiembre de 1271), estuve a punto de morir
decapitado en Tatsunokuchi. Entonces, me compadecí de mis
seguidores, pensando que todavía no había revelado a ninguno de
ellos mi verdadera enseñanza. Con esta idea, secretamente la
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transmití a mis discípulos desde la provincia de Sado. Después de
la muerte del Buda, hubo grandes estudiosos y maestros que
conocieron
esta enseñanza, como Mahakashyapa, Ananda,
Nagarjuna, Vasubandhu (de la India), T´ien-t´ai, Miao-lo (de la
_________________________
13 Jambudvipa:
Según la antigua cosmovisión india, Jambudvipa es la totalidad del mundo donde
habitan los seres humanos y donde se propagará el budismo.
Con la aparición de esta enseñanza, todas las doctrina postuladas
por los estudiosos y maestros del budismo durante los días Primero
y Medio de la Ley serán como estrellas después del amanecer o
como un torpe aprendiz al lado de un maestro consumado. Está
escrito que, una vez que esta enseñanza se revele en esta era, las
imágenes del Buda y los sacerdotes de los templos construidos en
los días Primero y Medio perderán su poder de beneficiar a las
personas, y sólo esta gran enseñanza se propagará en toda la
tierra de Jambudvipa, (es decir, el mundo entero).13 Dado que
todos ustedes poseen
un lazo con ella, deberían sentirse
tranquilos y seguros.
Propagar la grandiosa enseñanza para la iluminación de todas
las personas.
La parte antes citada de Carta a Misawa es sumamente conocida, porque
contiene la especificación personal del Daishonin de que debe trazarse una
distinción entre enseñanzas anteriores y posteriores a Sado.
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Aquí, habiendo triunfado sobre el Rey Demonio y habiendo revelado su
verdadera identidad como Buda del Último Día de la Ley, el Daishonin declara a
sus seguidores que se consagrará más seria y sinceramente que nunca a
propagar la gran enseñanza para la iluminación de todas las personas.
La sublime enseñanza de Nam-myoho-renge-kyo propagada por el Daishonin es
la verdad eterna y suprema sobre la vida. Es profundamente significativo que, en
Sado, haya elegido revelar tanto el objeto de devoción desde el punto de vista
de la Persona como el objeto de devoción desde el punto de vista de la Ley.
En esta parte de Carta a Misawa, es como si el Daishonin proclamará: “¡Ha
llegado el momento de propagar esta gran enseñanza!”. “¡Hasta que aparezca
un venerable, yo lo haré!”. Este pasaje, cabe interpretar, esclarece que, a los
fines prácticos, el Daishonin es el “señor de la enseñanza del Último Día de la
Ley”. También declara el significado de la enseñanza que él está dando a
conocer.
El budismo de Nichiren es el budismo del sol. El Daishonin predice, con total
convicción, el ascenso de la enseñanza correcta y la declinación de las
enseñanzas provisionales, explicando que cuando aparece la gran enseñanza
de Nam-myoho-renge-kyo, las enseñanzas de los días Primero y Medio de la
Ley, otrora influyentes, son “como estrellas después del amanecer”. El sol
imparcialmente ilumina y alumbra todas las cosas. La luz del sol tiene el poder
de disipar la penumbra.
Una época oscura reclama una enseñanza capaz de activar y liberar el infinito
potencial del ser humano, una enseñanza poderosa que pueda dar a la gente el
medio para romper la oscuridad generalizada y la negatividad que prevalece en
la sociedad, y triunfar sobre la función del Rey Demonio, corporificación de la
oscuridad fundamental.
El budismo del Daishonin es una filosofía de esperanza, que enseña que la vida
de cada ser humano es infinitamente preciada y digna de respeto, y que cada
persona puede y debe resplandecer como el sol. El mundo de hoy anhela una
filosofía de auténtico humanismo. Ha llegado, por fin, la época de que el
budismo de Nichiren Daishonin irrumpa en el brillante escenario de la historia
humana como un sol naciente.
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El Daishonin concluye esta parte diciendo: “Dado que todos ustedes poseen un
lazo con ella, deberían sentirse tranquilos y seguros”. Nichiren Daishonin
siempre atesoraba al máximo a cada uno de sus seguidores.
La SGI es una organización directamente relacionada con el Daishonin.
Nuestros miembros, en cada lugar, son valientes Bodhisattvas de la Tierra que
asumen voluntariamente la lucha contra toda clase de funciones negativas, e
iluminan nuestro mundo problemático con la luz de la Ley Mística, una
enseñanza de esperanza y de revitalización. ¡Qué la gloria, la dicha y el triunfo
sean de ustedes! Esta es mi ardiente oración y mi clamor más ferviente.
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