Colegio Los Olivos Historia de España COMENTARIO DE TEXTO Nº 9 Proyecto constitucional de 1873 Se trata de una selección del articulado del Proyecto de Constitución presentado el 17 de julio de 1873, que pretendía que se adaptara al nuevo sistema político y actualizara la estructura institucional del Estado, ya que en las Cortes de junio de 1873 obtienen mayoría los republicanos federales, siendo Pi y Margall, principal defensor del federalismo, el presidente del nuevo gobierno. Pero este proyecto no llega a aprobarse. Se trata de una fuente histórica directa y primaria, de naturaleza jurídico-política, y documento público, Como toda constitución, el autor de la misma es un colectivo de juristas y políticos que constituidos en comisión redactan el texto constitucional, que debe ser aprobado por la asamblea constituyente. Expresa la correlación de fuerzas políticas e ideologías mayoritarias en la Asamblea constituyente, aunque su principal redactor fue Emilio Castelar. El destinatario del documento es el pueblo español, pues se trata de la constitución que debería regir a partir de su promulgación el marco legal y político del país. En cuanto al análisis y comentario, encontramos en esta selección los siguientes principios constitucionales: En el articulo 1º se establece la organización territorial de la Nación española, dividida es diversos Estados, los correspondientes a las regiones tradicionales peninsulares e insulares, excepto en la caso de Andalucía que queda dividida en dos por criterios geográficos, a los que se suman Cuba y Puerto Rico, quedando establecida así su integración en la Nación y perdiendo, por tanto, el carácter colonial. Es decir, una organización territorial basada en 17 Estados federados, entre ellos Cuba, además dotados de una autonomía a todos los niveles, económico, administrativo y político, pero acorde a la idea de Nación (artículos 92 y 96). Posteriormente, en los artículos 39 y 40 recogidos en este fragmento se hace alusión al modelo de gobierno y su organización. El proyecto constitucional de 1873 establece una República Federal como modelo de gobierno y una jerarquía político– territorial en la que el Estado–Nación queda constituido y representado por la Federación y las Regiones, establecidas en el artículo primero, conforman los Estados federados., que podrán además tener su propia Constitución siempre y cuando sea compatible con el presente texto Constitucional, como indica también el artículo 96. Además de estos principios constitucionales recogidos en esta selección, podemos destacar también otros de este Proyecto Constitucional como son: la separación entre la Iglesia católica y el Estado, que no se compromete a la subvención de ningún culto; la ampliación del derecho de asociación; el tipo de soberanía queda determinado en el artículo 42 que establece la soberanía popular. Asimismo, en este artículo se establece el sufragio universal como sistema para la elección de los representantes de los ciudadanos en las instituciones republicanas. Hay que señalar que dicho sufragio universal es, aun en 1873, exclusivamente masculino. También hay que destacar como principio de este proyecto constitucional es la la división de poderes: como es preceptivo en sistema democrático, el proyecto constitucional de 1873 establece la división de poderes. legislativo, ejecutivo y judicial –los tres poderes clásicos–, y un cuarto poder, el Poder de relación entre los anteriores y que es ejercido exclusivamente por el Presidente de la República. Este cuarto poder es novedoso en el constitucionalismo español y está determinado por el carácter federal del sistema político que intentó establecer este proyecto constitucional. 1 Colegio Los Olivos Historia de España Se enmarca históricamente en el Sexenio Democrático (1868-1874), pero, más concretamente en la I República Española bajo la presidencia de Francisco Pi y Margall. Amadeo I abdica el 11 de febrero de 1873. Ese mismo día, el Congreso de los Diputados y el Senado, reunidos en sesión conjunta, y a pesar de estar prohibido por el artículo 47 de la Constitución de 1869, se declaran en Asamblea Nacional y proclaman la I República española. La I República nace de una frágil alianza entre radicales y republicanos unitarios. Las sucesivas disputas entre federalismo y unitarismo, en cuanto a la concepción del Estado, caracterizan un periodo afectado por una crisis política generalizada, en el que se suceden cuatro presidentes (Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar), en apenas once meses. A la crisis política se añade una crisis económica que tiene como resultado más directo el impago de los intereses de la Deuda pública en 1873. El primer presidente del ejecutivo es Estanislao Figueras, que dirige un Gobierno en el que figuran personajes ilustres del republicanismo español: Castelar asume la cartera de Estado; Pi y Margall la de Gobernación, y Salmerón, la de Justicia. Pero las tentativas desestabilizadoras encuentran enseguida terreno propicio. El alcalde de Madrid, el radical Cristino Martos, pone en marcha un intento fallido de golpe de Estado con la anuencia de Serrano y Sagasta, pero apenas consigue movilizar a unos pocos batallones de soldados, ante lo cual el sector federalista del Gobierno se ve obligado a disolver las Cortes y convocar elecciones. Éstas dan el triunfo a las candidaturas republicano-federales ante la inhibición de las demás fuerzas políticas: alfonsinos, obreristas y radicales. El 10 de junio, Figueras abandona España camino de París. El día 11 de junio se forma el Gabinete de Francisco Pi y Margall, que se presenta ante las Cortes con un programa de gobierno en el que destacan las transformaciones para mejorar la situación de la Hacienda pública, la independencia de la Iglesia y el Estado, la abolición de la esclavitud en Cuba, la creación de jurados mixtos, la limitación del trabajo infantil y la reforma de la venta de los bienes nacionales para dar tierras a los jornaleros. Las Cámaras legislativas elaboran un proyecto de Constitución, motivo de este comentario y compuesto de 117 artículos recogidos en 17 títulos, que se presenta en julio de 1873, y que como hemos indicado anteriormente, no llega a aprobarse. Pi y Margall, como presidente de la República, tiene que hacer frente a la insurrección cantonalista, pero contrario a acabar con este levantamiento por la fuerza y acosado por el recrudecimiento de la guerra carlista, dimite el 18 de julio. Como conclusión, podemos señalar que este proyecto constitucional no llegó a aprobarse por el estallido de los movimientos cantonalistas, la conflictividad social, la extensión de la guerra carlista y el problema cubano, que desestabilizaron el régimen y que dieron paso, a finales de julio de 1873, tras la dimisión de Pi y Margall, a un nuevo gobierno, el de Nicolás Salmerón, de tendencia conservadora. Castelar llevará a cabo un giro conservador en la República. Suspende las garantías constitucionales y clausura las Cortes hasta el 2 de enero. A la reapertura de las Cámaras, la oposición federalista le exige una moción de confianza, que Castelar pierde por 100 votos a favor y 120 en contra. En la madrugada del 3 de enero de 1874, las Cortes contemplan con asombro la llegada de las fuerzas del general Manuel Pavía, capitán general de Madrid, que, conociendo el resultado de la votación, y con la ayuda de la infantería, disuelve el Congreso de los Diputados.El general Serrano asume el poder ejecutivo, con una cierta indefinición en cuanto al modelo de régimen, puesto que queda en suspenso la Constitución de 1869 y no se 2 Colegio Los Olivos Historia de España ha promulgado la de 1873, lo que origina, a corto plazo, un vacío legislativo que crea el clima favorable para la unión de las fuerzas conspiradoras que quieren la vuelta de los Borbones. A finales de año, el 29 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos se pronunció en Sagunto y restableció la dinastía borbónica en la persona de Alfonso XII, quien contaba con el apoyo de un amplio sector de la burguesía conservadora liderado por Antonio Cánovas y se había dirigido al país en el Manifiesto de Sandhurst. Con la entrada de Alfonso XII en Madrid en enero de 1875 concluyó el Sexenio Democrático y comenzó la Restauración. El Sexenio vino a mostrar la debilidad de los apoyos sociales e institucionales con que contaba la democracia en España. La burguesía atemorizada por el desarrollo del movimiento obrero y el peligro carlista, se replegó a posiciones conservadoras y autoritarias. 3