PDF (Tesis) - Repositorio Institucional Centro Atómico Bariloche e

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TRABAJO ESPECIAL
CARRERA DE INGENIERIA NUCLEAR
Estudio numérico de la transición a la
turbulencia en flujos paralelos, por el método
de elementos finitos
Gabriel Sebastián Campo
Director
Dr. Fernando Guillermo Basombrı́o
Co-Director
Dr. Enzo Alberto Dari
Instituto Balseiro
Comisión Nacional de Energı́a Atómica
Universidad Nacional de Cuyo
Junio 2005
A mi gente, a la que está
y a la que ya no...
V
Resumen
En el presente trabajo se estudia numéricamente la transición subcrı́tica que experimentan
los flujos paralelos al pasar del regimen laminar, estacionario, al estado de turbulencia plena. En
particular, el estudio está orientado al flujo Couette plano desarrollado entre dos placas planas
con velocidad relativa entre sı́ y, especialmente, al flujo de Hagen-Poiseuille dentro de un tubo.
Ambos están caracterizados por una dinámica semejante descripta por la teorı́a de los sistemas
dinámicos, que es uno de los marcos conceptuales del trabajo junto con la mecánica de fluidos.
La técnica numérica utilizada consiste en el método de elementos finitos con igual interpolación
para velocidad y presión, estabilizado en forma consistente.
Este estudio abarca el modelado de la transición subcrı́tica, pero está especialmente enfocado a
observar y documentar las dificultades numéricas que presenta el cálculo de órbitas turbulentas,
dada su condición de caoticidad, caracterizada por exponentes de Lyapunov negativos y positivos. Esta dificultad trae aparejada la inviabilidad de obtener cálculos puntuales de velocidad en
forma confiable en flujos turbulentos. En consecuencia, sólo se puede realizar un estudio parcial
de la dinámica del sistema, observando los aspectos no-normales y no-lineales caracterı́sticos
del mismo, la formación de los denominados “streaks” y la desestabilización de los mismos, que
llevan al sistema a un estado turbulento, el cual sólo puede ser abordado en forma cualitativa.
Es importante notar el hecho de que los trabajos sobre modelado numérico de flujos turbulentos,
en general no se interesan por valores puntuales de velocidad, sino por magnitudes estadı́sticas,
que comparan razonablemente bien con valores experimentales. Sin embargo, esta concordancia
es de hecho, y no cuenta con un sustento teórico adecuado que permita afirmar que cálculos con
errores lleven a resultados estadı́sticos provenientes del problema fı́sico que se desea modelar.
VII
Abstract
This work is concerned with the numerical study of the subcritical transition to turbulence
in shear flows. In particular, it considers plane Couette flow between paralell moving walls and
Hagen-Poiseuille pipe flow, which are both expected to experiment similar dymamics.
The conceptual framework of this study is based on the fluid dynamics and dynamical systems
theories.
The stabilized finite element numerical technique has been used, with equal order in velocity
and pressure interpolation.
This study deals with the analysis of the subcritical transition with a focus on numerical difficulties that arise in computations of chaotic-turbulent orbits and the no-feasability of trustable
results.
These difficulties only allow us to carry out a partial study of the dynamics of the system, observing its main issues. Non-normality and non-linearity features are observed, followed by the
formation of “streaks” and their breakdown, driving the system to a turbulent state which leads
to a qualitative study of this last stage.
An important issue must be addressed, concerning the fact that in computational fluid dynamics of turbulent flows, no attention is paid to the velocity in a particular point of the domain,
and only statistical mean values are taken into account which agree with experimental data.
However, there are no sound theoretical results that bear the fact that solutions with numerical errors lead to acceptable statisticals results interpreting the physics of the problem to be
modelled.
Índice general
1. Introducción
1.1. La experiencia de Reynolds . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.1.1. Dispositivo experimental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.1.2. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.2. Modelo del sistema en estudio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.3. La transición desde el punto de vista de la teorı́a de los sistemas dinámicos
1.3.1. Conceptos relevantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.3.2. Un sistema dinámico simple: La ecuación de Landau . . . . . . .
1.3.3. Escenario global en donde se desarrolla la transición del flujo
Hagen-Poiseuille y Couette plano . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.3.4. El estado turbulento pensado como una estructura dentro del espacio de fases . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.4. El método de elementos finitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.5. Motivaciones y objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.5.1. Motivación general para el estudio de los mecanismos de transición en distintos flujos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.5.2. Motivación del presente trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.5.3. Objetivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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9
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2. Caos transitorio y su computabilidad
2.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.2. Modelo reducido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.2.1. Condiciones iniciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.2.2. Herramientas de cálculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.2.3. Errores numéricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.3. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.3.1. Precisión de cálculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.3.2. Sensibilidad de la vida media a perturbaciones en la condición
inicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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3. Perturbaciones 2D sobre el flujo Hagen-Poiseuille
3.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. Trabajo de referencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.3. Aspectos del cálculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
33
33
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34
IX
26
32
ÍNDICE GENERAL
X
3.3.1. Algunas definiciones
3.3.2. Mallas . . . . . . . .
3.3.3. Condición inicial . .
3.4. Resultados . . . . . . . . . .
3.5. Conclusiones . . . . . . . . .
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4. Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
4.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2. Aspectos del cálculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2.1. Algunos conceptos y definiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2.2. Mallas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2.3. Condición inicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.3. Resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.3.1. Parámetros numéricos y convergencia de los resultados . . . . .
4.3.2. Comparación de la performance del código de elementos finitos
con la de uno espectral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.3.3. Aspectos de la dinámica del sistema ante perturbaciones (2D+3D)
4.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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5. Conclusiones generales
75
A. Detalles del modelo utilizado en el capı́tulo 2
A.1. Vector aleatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A.2. Ecuaciones del modelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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B. Aspectos organizativos y económicos del trabajo especial
B.1. Planificación del proyecto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
B.2. Aspectos económicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
85
85
86
65
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74
Bibliografı́a
87
Índice de Figuras
91
Índice de Tablas
97
Agradecimientos
99
Capı́tulo 1
Introducción
En muchos flujos la transición a la turbulencia se desarrolla vı́a una secuencia de
bifurcaciones supercrı́ticas hacia estados de mayor complejidad, tanto espacial como
temporal. En particular, en algunos flujos como, por ejemplo, el desarrollado entre dos
placas planas y calentado por debajo (flujo convectivo de Rayleigh-Bénard), o el flujo
entre dos cilindros que rotan en forma relativa, el estudio analı́tico y experimental de
ellos ha llevado a la identificación y verificación de varias rutas a la turbulencia, que
tı́picamente involucran una transición desde un flujo laminar estacionario a otro modulado espacialmente y luego hacia estados más complicados. Un ejemplo de ello, es la
ruta clásica de Ruelle-Takens que siguen los flujos mencionados anteriormente [1][2].
Sin embargo, los llamados flujos paralelos no parecen seguir el proceso descripto. En
ellos la transición se da, en general, en forma repentina, sin pasar por estadı́os intermedios de incremento gradual de complejidad. Más aún, flujos como los de HagenPoiseuille dentro de un tubo o Couette plano entre dos placas planas paralelas con velocidad relativa entre sı́, tienen la particularidad de ser linealmente estables para todo
valor del número de Reynolds, por lo que no se espera una sucesión de bifurcaciones
a partir de la desestabilización del estado laminar base. Sin embargo, los experimentos
y la vida diaria muestran claramente que estos flujos presentan estados turbulentos.
Para ubicar en forma resumida los alcances del trabajo, diremos que se aborda el estudio de estos flujos, en particular el de Hagen-Poiseuille, en forma numérica, explorando los mecanismos que generan la transición. Paralelamente, se analiza la confiabilidad
de los cálculos DNS (Direct Numerical Simulation), en particular para la computabilidad
de órbitas turbulentas.
Este capı́tulo introductorio tiene como fin establecer los elementos principales que hacen al entendimiento del presente trabajo.
En primer término, se describe la experiencia de Reynolds como una introducción
histórica al problema del estudio de la transición a la turbulencia que experimenta
el flujo de Hagen-Poiseuille dentro de un tubo, ya que Reynolds, en 1883, publicó sus
experimentos sobre dicha transición, dando el puntapié inicial para su investigación.
Luego se presenta el modelado fı́sico del problema, basado en la mecánica de fluidos,
estableciendo el problema matemático que se debe resolver.
Posteriormente, se presenta la teorı́a de los sistemas dinámicos como el marco conceptual en el cual se enmarca el trabajo. Además, basados en trabajos previos, se describe
Gabriel S. Campo
2
el escenario donde ocurrirı́a la transición.
Prosiguiendo, se hace una presentación e introducción de la herramienta de cálculo.
Luego se expresan las motivaciones generales que llevan a estudiar la transición en
distintos flujos y, en particular, las motivaciones del presente trabajo, lo que lleva al
planteo de los objetivos del mismo.
1.1. La experiencia de Reynolds
Osborne Reynolds nació en Belfast, Irlanda, el 23 de agosto de 1842 en el seno de
una familia perteneciente al clero y con antecedentes dentro del ámbito académico, ya
que tres generaciones de Reynolds fueron rectores de Debach-with-Boulge, incluido su
padre, un sacerdote de la iglesia anglicana y matemático graduado en Cambridge en
1837.
Figura 1.1: Osborne Reynolds (1842-1912).
Luego de recibir su educación secundaria, Reynolds entró en 1861 de aprendiz en
una firma de ingenierı́a en la que permaneció por un año, ya que en 1862, y por una
fuerte tendencia hacia la ingenierı́a y las matemáticas reflejada en sus propias palabras:
“my attention (was) drawn to various mechanical phenomena, for the explanation of which I
discovered that a knowledge of mathematics was essential.”
ingresó a Cambridge para estudiar matemática, donde se recibió en 1867.
Un año después de recibirse, Reynolds se presentó para ocupar el cargo recién creado
de profesor de ingenierı́a en el Owens College, que posteriormente se convertirı́a en la
universidad de Manchester. En ese ámbito es donde se desarrolló profesionalmente.
Sus trabajos iniciales fueron en el área de la fı́sica básica, ya que al principio la institución no contaba con instalaciones experimentales, y en temas de electromagnetismo y
teorı́a cinética de los gases. Luego, a partir de 1873, se concentró en temas de hidraúlica e hidrodinámica, donde sus contribuciones han sido extremadamante importantes
para lograr el avance en dichas áreas e inclusive, alguna de ellas, como su teorı́a de
lubricación, son usadas ampliamente hoy en dı́a.
Introducción
3
Uno de sus trabajos más importantes y recordados es uno publicado en 1883 [3]:
‘An experimental investigation of the circumstances which determine whether the motion of
water shall be direct or sinuous and of the law of resistance in parallel channels’.
Philosophical Transactions of the Royal Society of London.
Es un muy lindo trabajo en el que describe su famoso experimento con el cual estudia,
por primera vez en la historia, la transición a la turbulencia, “sinuous flow” denominaba
Reynolds a este régimen, que experimenta el flujo dentro de un tubo de sección circular,
dando los aspectos más relevantes de esta transición. A continuación se describe su
experiencia.
1.1.1. Dispositivo experimental
El dispositivo experimental utilizado originalmente por Reynolds se muestra en la
figura 1.2. En él se puede observar un tubo de vidrio largo, transparente para facilitar
la visualización del flujo a través de la inyección de colorante por su extremo izquierdo. En este mismo extremo tenı́a una embocadura suave en forma de trompeta, hecha
de madera, para evitar perturbaciones al entrar el fluido, que era agua.
El otro extremo estaba unido a un caño de hierro por el cual se realizaba la descarga,
controlando finamente el caudal con el gran brazo de palanca de la válvula ubicada en
su terminación.
El tubo de vidrio se encontraba dentro en un gran tanque de vidrio para facilitar la
inyección de colorante, y para tener una gran masa de agua que evite variaciones de
temperatura durante el experimento. La medición de caudal se realizaba indirectamente midiendo el nivel de la superficie. Además se tomaban mediciones de temperatura
en varios puntos del tanque.
Todo el conjunto se encontraba a aproximadamente 2 m del suelo y a 1.20 m se hallaba
una plataforma para los observadores.
Figura 1.2: Bosquejo del dispositivo experimental utilizado por Reynolds para el estudio de la transición laminar-turbulenta del flujo dentro de un tubo de sección circular
(Del trabajo original de Reynolds [3], Fig. 13).
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1.1.2. Resultados
Lo que observó Reynolds se sintetiza en las siguientes lı́neas, desprendidas de su
propio trabajo:
Cuando la velocidad era suficientemente baja, el colorante se extendı́a en una
lı́nea recta a lo largo del tubo (Fig.1.3 a).
Si la velocidad era incrementada gradualmente, se llegaba a una situación en la
que en algún punto del tubo, lejos de la entrada, el colorante se mezclaba con el
agua de su alrededor, ocupando de ahı́ en más todo el tubo (Fig.1.3 b). Luego,
un incremento en la velocidad generaba que el punto de mezcla o ruptura se
acercara a la entrada, pero con ningún valor de velocidad se conseguı́a llegar
a ella. Observando el flujo con una lámpara estroboscópica, se puede notar el
patrón de flujo en la zona de mezcla en forma de vórtices (Fig.1.3 c).
Si se mantenı́a una temperatura constante, la velocidad crı́tica a la cual aparecı́an
los vórtices era proporcional a la inversa del radio del tubo.
En un tubo dado, la velocidad crı́tica disminuı́a al aumentar la temperatura, y lo
hacı́a según lo hallado en el experimento de Poiseuille años anteriores: Tomando
"!"#%$ .
T la temperatura en grados Celsius, La ley que regı́a el comportamiento de la velocidad crı́tica era:
/ ' 1023 , valor hallado experimentalmente.
&(' +) $ *-.,
, con
Figura 1.3: Bosquejos originales del trabajo de Reynolds ([3], Fig. 3, 4 y 5) en los cuales
muestra los patrones de flujo que observaba al cambiar la velocidad u otros parámetros.
Introducción
5
/
El valor de ' es proporcional a lo que hoy se conoce como el número de Reynolds. Obteniendo el coeficiente de proporcionalidad, el valor hallado por Reynolds
del número que hoy en dı́a lleva su nombre para el cual ocurrı́a la transición, fue de
11301. Sin embargo, él intuyó que el valor de la velocidad crı́tica asociada a ese Reynolds era muy alta. Además notó que los resultados eran muy susceptibles a perturbaciones, lo que se desprende de sus propias palabras:
“...; and it was only by the greatest care as the uniformity of the temperature of the tank and the
stillness of the water that consistent results were obtained. This showed that the steady motion
was unstable for large disturbances long before the critical velocity was reached...” (Pag. 943)
También notó que el flujo era inestable ante perturbaciones finitas de cierta magnitud y estable para otras menores, y describió además el fenómeno de intermitencia
precediendo a la turbulencia. Este comportamiento era más marcado en los tubos de
menor diámetro y se manifestaba apareciendo turbulencia en un cierto punto del tubo,
en forma local, que se extiguı́a un tiempo después, volviendo a reaparecer; esto podı́a
suceder en varios puntos según retrató Reynolds en su trabajo (Fig.1.4).
Figura 1.4: Bosquejo del trabajo original de Reynolds ([3], Fig. 16) en el cual muestra el
carácter intermitente del flujo precediendo a la turbulencia. Este comportamiento era
más marcado en tubos de menor diámetro.
Posteriormente, Reynolds obtuvo otro valor del parámetro crı́tico del orden de
2000, bajo condiciones menos controladas. Este valor fue obtenido partiendo de una
condición turbulenta, disminuyendo la velocidad.
De la experiencia de Reynolds se pueden extraer las primeras caracterı́sticas del flujo
cuya transición se intenta describir. Ellas son:
El sistema presenta una dinámica gobernada por un parámetro adimensional, el
número de Reynolds.
Existe un valor del número de Reynolds, denominado crı́tico, a partir del cual el
flujo de Hagen-Poiseuille se desestabiliza, pasando a un régimen turbulento.
El número de Reynolds crı́tico hallado experimentalmente es sensible a perturbaciones. Luego la transición depende del nivel de ellas.
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6
1.2. Modelo del sistema en estudio
El sistema en estudio es un fluido incompresible y homogéneo dentro de un tubo
de sección circular de radio y longitud infinita, simulando esta caracterı́stica a través
de condiciones de contorno periódicas impuestas sobre las tapas de un cilindro de longitud L (Fig.1.5).
Y
r
Z=L
R
geff
X
Vista superior
L
R
Z
Z=0
X
Vista lateral
Figura 1.5: Esquema del dominio de cálculo.
Las ecuaciones que modelan el sistema son las ecuaciones de continuidad (1.2.1) y
la de Navier-Stokes incompresible (1.2.2):
(1.2.1)
(1.2.2)
donde y son
los campos de velocidad y presión respectivamente, la viscosidad
cinemática y
la fuerza externa por unidad de masa. Los campos mencionados dependen tanto del espacio como del tiempo, utilizando como coordenadas espaciales
! . Estas ecuaciones tienen asociadas condiciones de borcoordenadas cilı́ndricas:
de que son velocidad nula en las paredes del cilindro y de periodicidad en sus tapas.
Introducción
7
Para asegurar la unicidad de la solución, dado que la presión está definida a menos de
una constante, ya que en (1.2.2) aparece su gradiente, se fija esa constante como cero,
imponiendo ese valor en algún punto del dominio. Además se deben dar los valores
iniciales de los campos. Matemáticamente, todas estas condiciones quedan expresadas
por:
!
!(1
!
1 ! ! "! 1
! ! !
(1.2.3)
donde los subı́ndices “0” indican un valor fijo dado.
Resulta interesante adimensionalizar la ecuación de Navier-Stokes incompresible
(1.2.2), ya que al hacerlo aparece como único número adimensional el número de Reynolds, que es, según se desprende de la experiencia de Reynolds, el parámetro que
gobierna la dinámica del sistema. Para realizar la adimensionalización, se toma una
velocidad de referencia & y una longitud caracterı́stica . Luego en base a estas magnitudes, las cantidades dimensionales pueden ser definidas en función de las adimensionales, indicadas con supraı́ndice “*”, como:
& (1.2.4)
Introduciendo estas magnitudes en (1.2.2) se obtiene la ecuación de evolución adimensionalizada:
(1.2.5)
en donde aparece el número de Reynolds como único número adimensional, desprendiéndose además las siguientes definiciones:
& & &
& (1.2.6)
Una observación es que el número de Reynolds
puede ser visto, en general, como
) y el término viscoso ( &
un cociente entre el término de inercia (
& ) de (1.2.2). Sin embargo, al buscar una solución laminar-estacionaria para el flujo en estudio, se observa que el término inercial es nulo debido a la geometrı́a en donde
se desarrolla, lo que lleva a que la forma de la solución sea independiente del número
de Reynolds. Esto es lo que caracteriza a los flujos paralelos o shear flows como el flujo
de Hagen-Poiseuille o Couette plano.
Volviendo a la descripción del modelo de nuestro sistema, el gradiente de presión,
que es el equivalente a una fuerza impulsora volumétrica (o másica, al dividir por la
densidad) es nulo, y se introduce en su reemplazo una fuerza por unidad de masa ( )
que tiene unidades de aceleración, y que es la aceleración gravitatoria (
), cuya dirección es paralela al eje axial del tubo, coincidente con el eje (Fig.1.5). Matemática y
Gabriel S. Campo
8
fı́sicamente, la condición de imponer esta aceleración constante y uniforme es equivalente a imponer un gradiente de presión constante.
La intensidad de la aceleración gravitatoria, dada por
, es tal que la solución estacionaria de Hagen-Poiseuille tenga el número de Reynolds deseado. El número de
Reynolds para este caso queda expresado por (1.2.6) con & la velocidad máxima ( )
y el radio ( ). Para obtener el valor de
se debe obtener el campo de velocidades
del flujo de Hagen-Poiseuille, luego la velocidad máxima, reemplazarla en la expresión
del número de Reynolds y finalmente despejar
.
Para obtener el campo de velocidades estacionario correspondiente al flujo HagenPoiseuille se reescriben las ecuaciones (1.2.1) y (1.2.2) en coordenadas
([4],
! ! ! cilı́ndricas
! , (1.2.1)
Apéndice D). En particular, si se reescribe:
! ! ! (1.2.7)
Si el campo no depende de ni de , considerando simetrı́a azimutal y flujo totalmente
! ! ! ! desarrollado, entonces y (1.2.7) se transforma en:
! lo que implica que es una constante, e imponiendo como condición de borde
! velo ! .
cidad nula sobre las paredes laterales, que sea nula. Entonces
Si ahora se toma la ecuación de momento en la dirección azimutal:
! (1.2.8)
y se la reescribe convenientemente, se obtiene:
! ! 1
(1.2.9)
que es un caso particular de la ecuación de Euler cuya solución es:
(1.2.10)
Imponiendo sobre esta solución la condición de finitud y nulidad sobre el borde del
dominio, se deduce que debe ser nula.
! !
Finalmente se tiene que se obtiene integrando dos veces la ecuación
y
de momento en la dirección de :
con las condiciones de borde
!
1!( ! (1.2.11)
Introducción
obteniendo ası́
9
0 ! y la velocidad máxima, en módulo, buscada:
0 (1.2.12)
(1.2.13)
Reemplazando (1.2.13) en la expresión del número de Reynolds para este flujo y despejando
se obtiene:
0
(1.2.14)
Durante el trabajo se adoptó el sistema M.K.S. de unidades y las siguientes propiedades y dimensiones, salvo aclaración:
*
*
*
*
*
2
# 2 # 1.3. La transición desde el punto de vista de la teorı́a de
los sistemas dinámicos
La teorı́a de los sistemas dinámicos es el marco conceptual dentro del cual pensaremos el comportamiento del sistema fı́sico en estudio: un fluido homogéneo e incompresible, en este caso agua, dentro de un tubo de radio y longitud infinita. Esta
teorı́a establece conceptos y herramientas que permiten una sistematización del estudio de las ecuaciones diferenciales que generalmente modelan algún sistema fı́sico.
A continuación se explican algunos conceptos relevantes que hacen al entendimiento
del trabajo, haciendo referencia constante a ellos a lo largo del mismo. Es solo una introducción para aquel lector que nunca ha tomado ningún curso sobre sistemas dinámicos. Puede que sea no del todo precisa, por lo que puede omitirse en caso de ya contar
con una noción de los conceptos que serán mencionados.
1.3.1. Conceptos relevantes
En cuanto a los conceptos relevantes dentro de la teorı́a de los sistemas dinámicos,
se debe de tener en claro lo que es el espacio de las fases, que es el espacio de todos los
posibles estados del sistema, generado por el conjunto de variables que determinan
totalmente el estado del mismo.
Gabriel S. Campo
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Las posibles evoluciones temporales del sistema, asociadas a distintas condiciones iniciales del mismo, están representadas por las órbitas (o trayectorias) dentro del espacio de las fases. Éstas no son más que curvas dentro del mismo, parametrizadas por el
tiempo. Por determinismo, toda condición inicial dada tiene asociada una única órbita.
Los puntos fijos son soluciones estacionarias del sistema, o sea, su órbita asociada no
es más que un punto.
Vinculado a las órbitas, y en particular a los puntos fijos, aparece el concepto de
estabilidad. Un punto fijo se dice Lyapunov-estable, si para cualquier bola de radio ,
existe otra de radio , contenida en la anterior, tal que las órbitas asociadas a cualquier
condición inicial dentro del último entorno, permanecen dentro del primero para todo
tiempo. Si además, a tiempo infinito, la órbita tiende al punto fijo, a éste se lo denomina asintóticamente Lyapunov-estable. Un punto fijo inestable es aquel que no es
Lyapunov-estable. El mismo concepto es aplicable a órbitas en general y a conjuntos
invariantes, siendo éstos regiones dentro del espacio de las fases tales que para toda
condición inicial dentro de ella, su órbita asociada se mantiene dentro del conjunto para todo tiempo, futuro o pasado.
De los objetos inestables, es de particular interés el denominado saddle, que se caracteriza por tener en un entorno del mismo oŕbitas que confluyen a éste (variedad estable)
y otras que se alejan del mismo (variedad inestable).
Otro concepto importante está asociado con el hecho de que todo sistema fı́sico en general esta caracterizado por una serie de parámetros. Cambiando los valores de estos
parámetros pueden crearse o destruirse soluciones o bien cambiarse las propiedades de
estabilidad de las mismas. Cuando ello ocurre, se dice que el sistema ha experimentado una bifurcación. Las bifurcaciones son cambios estructurales del sistema dinámico,
dependientes de uno o más parámetros.
Por último, aparece el concepto de atractor. Un conjunto invariante A se denomina
atractor, si existe algún entorno B que lo contiene tal que la órbita asociada a toda condición inicial dentro de B, permanece en este conjunto para todo tiempo futuro y tiende
asintóticamente a A.
La cuenca de atracción asociada a un atractor, es el conjunto de condiciones iniciales
dentro del espacio de fases tales que tienen asociadas órbitas que tienden asintóticamente al atractor.
Para profundizar en la teorı́a de los sistemas dinámicos ver [5][6] entre otros.
1.3.2. Un sistema dinámico simple: La ecuación de Landau
Para presentar las ideas fundamentales que hay detrás de la transición en estudio,
se presenta un modelo simple basado en una ecuación diferencial ordinaria y que es
básicamente el introducido por Landau en 1944 como primer modelo de estabilidad
hidrodinámica. Este modelo permite introducir globalmente el escenario donde ocurre
la transición.
Considérese la siguiente ecuación diferencial:
(1.3.1)
Introducción
11
!
donde
con
, el parámetro de control y la constante de
Landau. De acuerdo al signo de esta constante se tienen dos escenarios muy distintos.
Caso
Primero se obtienen los puntos fijos del sistema igualando el miembro derecho de
(1.3.1) a cero, resultando tres valores:
& & $ 1
!
Para estudiar la estabilidad de esas soluciones, se coloca al sistema en el punto fijo
cuya estabilidad se quiere estudiar y se lo perturba ligeramente en una cantidad .
& en (1.3.1) y linealizándola, considerando
Haciendo el cambio de variables apartamientos infinitesimales desde el punto fijo & , se obtiene la ecuación de evolución para :
& !
De acuerdo al signo de
& !
el punto fijo considerado será estable (signo negativo)
o inestable (signo positivo).
En particular, la solución nula ( & $ ) es estable para
e inestable para
. En
cuanto a las soluciones & , éstas sólo estań definidas para
y son estables. Con
esta información es posible construir el diagrama de bifurcaciones del sistema para
(Fig.1.6), donde se observa una bifurcación denominada supercrı́tica en .
Para
la solución asintótica sólo depende del signo de la condición inicial y no
de su magnitud, y para
la solución asintótica es la misma para toda condición
inicial.
2
Cuenca de atracción de
la solución nula
.
1
Cuenca de atracción de
la solución nula
.
Cuenca de atracción de
la solución nula
.
Figura 1.6: Diagrama de bifurcaciones correspondiente a la ecuación de Landau (1.3.1)
. Se muestran las soluciones estables (lı́nea continua) e inestables (lı́nea a
para
trazas) y los lı́mites de las cuencas de atracción (lı́nea punteada azul).
Gabriel S. Campo
12
Caso
Los puntos fijos del sistema son:
& $ !
& resultando del análisis de estabilidad que & $ es estable para
, inestabilizándose
en . Por otro lado las soluciones & están definidas sólo para
siendo las
mismas inestables dentro de ese rango. El diagrama de bifurcaciones (Fig.1.7) muestra
la llamada bifurcación subcrı́tica que se caracteriza por tener un umbral por debajo del
cual la solución asintótica es nula, y por arriba del mismo la solución diverge.
2
Cuenca de atracción de
.
la solución nula
1
Figura 1.7: Diagrama de bifurcaciones correspondiente a la ecuación de Landau (1.3.1)
. Se muestran la solución estable (lı́nea continua) e inestables (lı́nea a trazas)
para
y los lı́mites de la cuenca de atracción (lı́nea punteada azul).
Introducción
13
1.3.3. Escenario global en donde se desarrolla la transición del flujo
Hagen-Poiseuille y Couette plano
Como se ha visto, la ecuación de Landau para
presenta una bifurcación del
tipo subcrı́tica, caracterizada por la existencia de un umbral que limita dos regiones
cuyas soluciones son bien distintas entre sı́: una solución es la trivial y la otra diverge.
Ahora bien, en sistemas más complejos puede darse la situación de que superado el
umbral, en vez de que la solución diverja, el sistema tienda a otra solución estable,
que sólo serı́a alcanzable mediante una perturbación finita (Fig.1.8), constituyendo un
escenario denominado globalmente subcrı́tico. En la figura 1.8, hace referencia a una
distancia entre soluciones, convenientemente definida, medida a partir de un estado
base o de referencia, que corresponderı́a a la solución estacionaria de Hagen-Poiseuille
o Couette. Esa distancia es habitualmente la energı́a ( ) de la perturbación aplicada
sobre esa solución base.
La denominación de escenario globalmente subcrı́tico se relaciona con el hecho de que
para encontrar la solución distinta a la de base se debe investigar todo el espacio de
fases, y no sólo un entorno de dicha solución. La solución distinta a la de base nace
en general de una bifurcación del tipo saddle-node (de ahı́ la notación ' del gráfico)
y convive con ella en su rango estable en un intervalo del parámetro de control :
'
. es el valor del parámetro de control donde se inestabiliza la solución
base ante perturbaciones infinitesimales de la misma, y puede ser obtenido del análisis
lineal, resolviendo la ecuación de Orr-Sommerfeld ([7],[2] entre otros).
a)
b)
D
D
Figura 1.8: Distintos escenarios denominados globalmente subcrı́ticos, llamados ası́ ya
que en una región del parámetro de control coexiste con el estado base otra solución
también estable. Estos dos estados estables son alcanzables el uno al otro a través de
una perturbación finita.
El escenario globalmente subcrı́tico presentado en la figura 1.8 es el más acorde
a la hora de describir transiciones para las cuales existe una amplitud finita crı́tica o
umbral que se debe superar para disparar la transición, como sucede en el flujo de
Hagen-Poiseuille y también en el Couette plano, mostrando [8] y [9] las respectivas
evidencias experimentales.
Gabriel S. Campo
14
Otra caracterı́stica importante que comparten los flujos mencionados, es que son linealmente estables frente a perturbaciones infinitesimales para todo número de Reynolds.
Esto fue demostrado analı́ticamente por Romanov en 1973 [10] para el flujo Couette plano y observado numéricamente por Salwens y otros [11] en 1980 para el flujo
Hagen-Poiseuille. Esto lleva a que en la figura 1.8 esté en el infinito.
Hay que hacer notar que a la hora de describir la transición a la turbulencia de estos
flujos mediante este escenario globalmente subcrı́tico, la solución distinta a la de base
que muestra la figura 1.8, alcanzable vı́a una perturbación finita, puede ser la turbulenta o bien podrı́a ser que ésta fuera una solución no caótica, por ejemplo periódica, y
que luego vı́a sucesivas bifurcaciones se transforme en la turbulenta (Fig.1.9).
D(
)
Soluciones laminares
y/o turbulentas
Solución base
Figura 1.9: Escenario acorde para describir la transición a la turbulencia de los flujos
Hagen-Poiseuille y Couette plano. es una distancia dentro del espacio de funciones
que mide apartamientos desde la solución base, y es generalmente la energı́a de la
perturbación aplicada sobre esa solución. En esos flujos la solución laminar base es
estable para todo número de Reynolds y otras soluciones, que en principio pueden no
ser turbulentas, son alcanzables mediante perturbaciones finitas.
Hay que notar del gráfico de la figura 1.9 que por debajo de ' cualquier perturbación, por grande que sea, se extinguirá, tendiendo la solución asintóticamente a la
solución base. Se dice en este caso que la solución base es globalmente estable por debajo de ' y llamaremos
a ' . Para determinar este valor del parámetro de control
, se debe
ası́ como también toda la riqueza de estructuras que existe entre
y investigar todo el espacio de fases, y la única forma de hacerlo parcialmente hasta el
presente, es en forma numérica o experimental.
Un hecho importante para la existencia de este escenario es que, como muestran Henningson & Reddy en [12], el operador linealizado de Navier-Stokes ( ) debe ser no y por ende se tiene un escenario sunormal. De lo contario, se prueba que
percrı́tico, como sucede por ejemplo en el flujo convectivo de Rayleigh-Bénard, donde
la transición se da vı́a una sucesión de bifurcaciones de la solución base.
Para definir normalidad de un operador se debe definir previamente un producto in-
Introducción
15
terno, por ejemplo, el definido en [12]:
! (1.3.2)
es todo el espacio fı́sico del sistema, y en base a éste definir el operador addonde , al operador se lo define como normal o simétrico, de lo
junto ( ). Luego si
contrario, no-normal. En particular, se ha probado que el operador lineal asociado al
flujo de Hagen-Poiseuille y al Couette plano son no-normales. La no-normalidad de
estos operadores puede ser entendida observando la ecuación de evolución de las perturbaciones:
!
! ! !
! una perturbación sobre
,
con
la
soluci
ón
base
y
Sea &
&
! ! ! una perturbación sobre la presión, todas estas variaésta, y sea
! y ! en (1.2.5) se obtiene la ecuación
bles adimensionalizadas.
Introduciendo
para la perturbación :
& & y su versión linealizada,
& & (1.3.3)
(1.3.4)
A las dos ecuaciones anteriores debe sumarse la condición de incompresibilidad.
En el primer término del segundo miembro de (1.3.4) se observa que las perturbaciones son transportadas por el flujo base laminar y por ende sus autofunciones tienen
una preferencia a ubicarse en su dirección, por lo que no son mutuamente ortogonales
y esto lleva al operador a ser no-normal.
El segundo término representa la advección de la solución base con la perturbación,
y es muy sensible al perfil de la primera a través de la matriz & . Esta matriz es generalmente asimétrica: tiene ceros en la diagonal, denotando simetrı́a de traslación en
la dirección del flujo laminar base, y no-ceros fuera de ella, ya que el flujo base varı́a
perpendicularmente a su dirección. Esta asimetrı́a se traslada al operador llevándolo
a ser no-normal. La distorsión del flujo laminar, manifestada en este término, no con & puede tener en principio cualquier signo, de manera que serva la energı́a: puede perder energı́a o bien ganarla, extrayendo energı́a del flujo laminar base, dando
lugar al denominado crecimiento algebraico [7] [13].
Sin embargo, pensando en el flujo Hagen-Poiseuille o Couette plano, debido a que son
linealmente estables para todo Reynolds, el crecimiento que puede experimentar una
perturbación por este mecanismo, asociado puramente al operador lineal, es sólo transitorio, ya que finalmente las perturbaciones decaen, por lo que cualquier intento de
explicar la transición por este mecanismo lineal solamente falla, como bien señala Waleffe en [14] y Dauchot & Manneville en [15]. Luego, para disparar la turbulencia, se
le debe sumar otro fenómeno al crecimiento algebraico que impida que las perturbaciones decaigan. Este fenómeno viene de la mano de la no-linealidad de la ecuación
de evolución (1.3.3) y la forma en que estos dos mecanismos interactúan lo explica en
forma muy didáctica Grossmann en [13].
Gabriel S. Campo
16
Ahora bien, el crecimiento algebraico en presencia de la no-linealidad no implica que
la solución perturbada este impedida de regresar a la solución estacionaria de HagenPoiseuille o Couette plano, según el caso, ya que la interacción efectiva entre estos dos
). Entonces existe una región
mecanismos se da recién para un cierto valor de (
, tal que la soluci
por debajo , limitada inferiormente por
ón experimenta un cre
cimiento algebraico y luego decae. Por debajo de
todas las perturbaciones decaen
monótonamente (Fig.1.10).
D ( )
Crecimiento
algebraico
Soluciones laminares
y/o caóticas
Solución base
Figura 1.10: Esquema cualitativo del diagrama de bifurcaciones asociado al flujo dentro de un tubo de sección circular o entre dos placas planas con velocidad relativa entre
sı́. Las soluciones base son los flujos de Hagen-Poiseuille y Couette plano respectivamente. En este esquema se reflejan las caracterı́sticas de estos flujos: estabilidad lineal
para todo Reynolds ( ), existencia de crecimiento algebraico de las perturbaciones so ) y existencia de un crı́tico o global
bre el flujo base en un cierto rango de (
( ) por debajo del cual la única solución estable es la del flujo laminar base.
1.3.4. El estado turbulento pensado como una estructura dentro del
espacio de fases
Existen dos posturas a la hora de conceptualizar a la turbulencia dentro del marco
de la teorı́a de los sistemas dinámicos. Ellas son:
Atractor extraño (turbulento): Esta postura establece que a partir de un cierto valor del número de Reynolds se crea un atractor turbulento, por lo que cualquier
Introducción
17
condición inicial dentro de su cuenca de atracción condenará al sistema a un comportamiento caótico hasta la eternidad [16].
Turbulencia sustentada por ruido (NST, Noise Sustained Turbulence): Otra postura
es pensar que no existe un atractor turbulento [17][18], sino que se tiene un objeto
caótico e inestable, del tipo saddle, con su variedad estable e inestable asociada.
Ahora bien, una condición inicial próxima a su variedad estable, generará un
comportamiento caótico del sistema cuya vida media dependerá tanto de la cercanı́a de la condición inicial a la variedad estable como del número de Reynolds.
Esa vida media es el tiempo que le lleva a la órbita en encontrar la salida, con la
ayuda de la variedad inestable del saddle, para alejarse de este objeto hacia el estado de equilibrio estable del sistema, que serı́a el flujo laminar de Hagen-Poiseuille
o Couette plano. El proceso descripto es lo que se conoce como caos transitorio.
Si a tal proceso se le agrega un mecanismo, por ejemplo con ruido externo, que coloque continuamente al sistema en las cercanı́as de la variedad estable del saddle,
se observarı́a turbulencia sostenida (Fig.1.11).
Estructura
Caótica
Inestable
Saddle
Ruido Externo
Caos transitorio
Vida media
Turbulencia
= Sustentada por
Ruido
Función de la C.I. y Reynolds
Figura 1.11: Esquema ilustrativo de la turbulencia sostenida por ruido externo (NST,
Noise Sustained Turbulence).
Sin embargo, estas dos posturas pueden unificarse haciendo la observación de que
la segunda de ellas es en realidad un estadı́o en la evolución hacia la formación del
atractor.
A la hora de pensar como nace o muere un atractor caótico, surge una posibilidad propuesta por Grebogi, Ott & Yorke a principios de los 80’ llamada crisis [19]. Se define
crisis a la colisión entre un atractor caótico y un punto fijo u órbita inestable. Se puede
18
Gabriel S. Campo
pensar que para un cierto valor del parámetro de control del sistema ( ), el número
de Reynolds en nuestro caso, coexiste un atractor caótico y un punto fijo inestable [20].
Al bajar hasta un valor denominado crı́tico, el punto fijo inestable se va desplazando hasta tocar la frontera de la cuenca de atracción del atractor, destruyéndolo por su
propia definición y generando la llamada crisis.
Una caracterı́stica importante de este proceso es que, luego de destruido el atractor,
las órbitas cuyas condiciones iniciales estén próximas a la variedad estable del remanente del atractor, que es un saddle, presentan caos transitorio. Es decir, se observa un
comportamiento caótico similar a como si estuviese presente el atractor pero con una
vida media finita, cuya extensión depende de cuan cerca esté la condición inicial de la
variedad estable del saddle y de cuan cerca esté el parámetro de control del valor crı́tico
para el cual se destruyó el atractor.
De la descripción hecha anteriormente, cae de maduro el hecho de que ambos conceptos son valederos y entonces, al observar turbulencia, la pregunta se traslada a si
lo observado es un fenómeno transitorio, sustentado eventualmente por ruido, o si en
verdad se ha formado el atractor. Sin embargo esta pregunta es casi filosófica y no es
relevante, ya que para la verificación de su respuesta serı́an necesarios experimentos
fı́sicos con tubos infinitos o experimentos numéricos con tiempo de cálculo infinito.
1.4. El método de elementos finitos
En las secciones anteriores se han establecidos los marcos conceptuales en los que se
establece el trabajo. Ellos son la mecánica de fluidos y la teorı́a de los sistemas dinámicos. En base a ellos se ha planteado el modelo a estudiar y el escenario en donde interpretar los resultados.
Ahora falta establecer cómo se estudiará el modelo planteado. La herramienta elegida
es numérica y es el método de elementos finitos, implementado en el código paralelizado nsfracimp desarrollado en la división de Mecánica Computacional (MECOM) del
Centro Atómico Bariloche (CAB).
Este código va a permitir realizar experimentos numéricos, los cuales serán cuidadosamente estudiados en cuanto a su validez, y permitirán elaborar o corroborar teorı́as
acerca de la transición en estudio.
El método de elementos finitos no es más que un método numérico para la resolución
de ecuaciones diferenciales. Conceptualmente consiste en aproximar la solución del
problema, que en principio vive en un espacio funcional de dimensión infinita, por
una que se encuentra inmersa en un espacio finito convenientemente elegido. En otras
palabras, se busca la proyección de la solución real del problema en dicho espacio.
Para llegar al esquema numérico, se debe plantear la formulación variacional del problema y discretizarlo, tanto temporal como espacialmente. La formulación elegida contempla el uso de iguales interpolantes para la presión como para cada una de las componentes del campo de velocidades. Esto trae como consecuencia la aparición de modos espúrios de presión, por lo que deben introducirse términos de estabilización en la
formulación. La formulación elegida se detalla en [21].
Introducción
19
1.5. Motivaciones y objetivos
1.5.1. Motivación general para el estudio de los mecanismos de transición en distintos flujos
Hay un considerable interés en resolver el problema del control de la turbulencia
en el ámbito ingenieril. La motivación de ı́ndole práctica se basa en el hecho de que
hay situaciones en las que es deseable el estado turbulento y otras en las que no.
En aplicaciones en las que se requiera mezclado o remoción de calor en forma eficiente,
como por ejemplo en reactores quı́micos o en la refrigeración de los elementos combustibles de un reactor nuclear, es deseable la presencia de turbulencia.
En cambio, existen otras situaciones en las cuales la presencia de turbulencia resulta
desventajosa para la eficiencia del sistema. Por ejemplo, en la estela detrás de un auto,
en el flujo alrededor de un ala de avión o dentro de un tubo que transporta algún fluido, dado que se incrementan las pérdidas por fricción.
Para resolver este problema se necesita aclarar dos puntos:
Entender cómo influyen las perturbaciones externas en la generación de estructuras del flujo vinculadas a la transición.
Diseñar estrategias para introducir modificaciones al flujo que refuercen o relajen
la estabilidad del flujo.
Luego el conocer los mecanismos de desestabilización es de fundamental importancia
a la hora de controlar la turbulencia.
El control de la turbulencia, y del caos en general, es un área en la cual se ha estado
trabajando activamente [22], y es muy atractiva: Por ejemplo, se estima que si se mantuviera el flujo laminar alrededor de todo el ala de un avión de gran porte, se generarı́a
un ahorro del 25 % de combustible.
Para dar una idea de los trabajos que giran entorno al control de la transición, aparecen
trabajos sobre el control de flujos convectivos [23], sobre el control del desprendimiento
de la capa lı́mite en alas de aviones [24] y en el retardo de la aparición de la turbulencia
en caños [25][26][27].
1.5.2. Motivación del presente trabajo
En primer término, no existe una comprensión cabal de todos los fenómenos hidrodinámicos que ocurren en la transición. No se conocen en detalle las estructuras que
conviven en el espacio de las fases y que determinan toda la dinámica del sistema.
Por otro lado, de la investigación bibliográfica, surgen muy pocos trabajos numéricos
fuera de los métodos espectrales. En particular, aparece un trabajo utilizando diferencias finitas [28] y un solo trabajo referido al estudio de la transición de interés utilizando el método de elementos finitos [29]. Sin embargo, ese último trabajo no brinda
demasiada información y genera cierta desconfianza. Además, no queda claro la aplicabilidad del método de elementos finitos a este tipo de problemas, y si éste compite
en eficiencia con los métodos espectrales, sistemáticamente adoptados.
Gabriel S. Campo
20
1.5.3. Objetivos
En base a las motivaciones planteadas, se establece una serie de objetivos a desarrollar:
Familiarizarse con el escenario global que determina la dinámica del sistema, esto
mediante la consulta de la bibliografı́a existente sobre el tema. Este objetivo fue
desarrollado en la introducción.
Concientizarse, mediante un modelo sencillo, de los errores que entran en juego
en el cálculo, en particular, en el cálculo de órbitas turbulentas. Es decir, hasta
que punto los resultados obtenidos con la computadora representan fenómenos
hidrodinámicos contenidos en la ecuación de Navier-Stokes. Esto se desarrolla
en el segundo capı́tulo.
Observar el comportamiento del método de elementos finitos para reproducir resultados de perturbaciones 2D sobre el flujo de Hagen-Poiseuille, comparando
los resultados con trabajos de referencia. Observar también la robustez de los resultados ante cambios de parámetros numéricos como ser malla y paso temporal.
Esto se desarrolla en el capı́tulo tercero.
Observar el comportamiento del método de elementos finitos para reproducir
la desestabilización al introducir perturbaciones 3D sobre el flujo de HagenPoiseuille, nuevamente comparando los resultados con trabajos de referencia.
Ya obtenida una solución turbulenta, someterla a cambios de paso temporal, malla, pararámetros de estabilización, etc., para observar eventuales dificultades en
el cálculo DNS de órbitas turbulentas.
Los dos últimos puntos se desarrollan en el cuarto capı́tulo. Finalmente, en el capı́tulo
quinto, se exponen las conclusiones finales del trabajo.
Capı́tulo 2
Caos transitorio y su computabilidad
2.1. Introducción
Este capı́tulo es un paso previo a estudios numéricos posteriores. Se pretende poner
en relieve el cuidado que requiere el cálculo de órbitas que presentan caos transitorio,
o sea, el cálculo de órbitas turbulentas.
Este estudio se basa en un modelo simplificado de la ecuación de Navier-Stokes aplicado al flujo Couette plano, el cual es resuelto numéricamente haciendo hincapié en
los errores numéricos que perturban fuertemente los cálculos, poniendo de manifiesto
la delicadeza numérica con que éstos deben efectuarse.
Esto aparece vinculado con la construcción de los mapas de vida media vs. número
de Reynolds y amplitud de la perturbación, caracterı́sticos de las transiciones de doble umbral, como los son las que ocurren en el flujo Hagen-Poiseuille y Couette plano.
En la figura 2.1 se muestran ejemplos de estos mapas obtenidos en forma numérica
(a) y experimental (b). Estos mapas dicen mucho acerca de la transición. Expresan el
hecho de que para un número de Reynolds fijo (eje de abcisas), existe un umbral de
perturbación mı́nimo para disparar la transición, existiendo además un valor del Reynolds tal que, por debajo de él, la transición no se produce, cualquiera sea el nivel de
la perturbación. Por otro lado, dada una amplitud de perturbación (eje de ordenadas),
aparece un Reynolds mı́nimo necesario para que se dispare la transición. En particular,
el mapa de la figura 2.1-a) es obtenido en forma numérica para el flujo Couette plano
de la siguiente manera [30]: Dado un Reynolds y una amplitud de la perturbación, se
hace evolucionar el sistema y se observa alguna magnitud caracterı́stica del mismo,
por ejemplo, su energı́a total. Si ésta experimenta un comportamiento caótico durante
todo el tiempo de simulación (T), se pinta el punto en el plano Reynolds-Amplitud
de negro; si presenta dicho comportamiento durante un tiempo inferior al 10 % de ese
tiempo, se pinta de blanco. A soluciones caóticas cuyo tiempo de vida se encuentre en
se le asigna un color en la escala de grises correspondiente a la
el rango
interpolación lineal entre negro y blanco.
Gabriel S. Campo
22
a)
Amplitud
Amplitud
b)
Reynolds
Reynolds
Figura 2.1: Mapas de vida media vs. número de Reynolds y amplitud de la perturbación, caracterı́sticos de las transiciones de doble umbral. En a) se muestra este mapa
obtenido en forma numérica para el flujo Couette plano [30] y en b) un mapa obtenido
experimentalmente para el flujo Hagen-Poiseuille [8].
Además de explorar como entran en juego los errores de cálculo en los resultados,
éstos últimos detectaron errores en algunos trabajos relativamente recientes, que hacen
referencia a la fractalidad, o aparente variación discontinua, de la vida media al mover
los parámetros Reynolds y amplitud [31]. Ver figura 2.1-a) y subsección 2.3.2.
2.2. Modelo reducido
Para familiarizarse con el caos transitorio, y en particular tomar conciencia del cuidado que requiere todo cálculo numérico, se trabajó con un modelo reducido aplicado
al flujo Couette plano, propuesto por Bruno Eckhardt y Alois Mersmann en 1999 y que
tiene la caracterı́stica de presentar caos transitorio [30].
El modelo consiste en una aproximación de Galerkin de la ecuación de Navier-Stokes.
Se obtiene de expandir el campo de velocidades en sus modos de Fourier espaciales:
!
! (2.2.1)
e introducir esta cantidad en la ecuación de conservación de masa y momento:
! ! ! !
! (2.2.2)
Caos transitorio y su computabilidad
donde
23
y es la transformada de Fourier de la presión y la fuerza respectivamente.
Eligiendo inteligentemente unos pocos modos de acuerdo a la geometrı́a del flujo, y
con la intención de que aparezcan acoplamientos no lineales entre modos, se tiene
una base, que luego de ser proyectada en otra, se obtiene en forma neta, explotando
simetrı́as, un sistema de 19 ecuaciones diferenciales ordinarias no lineales para estos
coeficientes de proyección ( ). Por más detalles ver [30].
En base a los , que se obtienen de resolver el sistema de E.D.O. no lineal1 , la energı́a
por unidad de masa se calcula como:
$
$ (2.2.3)
Este es el observable que se tomó como referencia para estudiar la evolución del sistema.
Como parámetros, se adoptó una velocidad de pared igual a la unidad, una distancia
entre placas de y una viscosidad acorde al valor de Reynolds deseado y dada por:
(2.2.4)
2.2.1. Condiciones iniciales
Del análisis del sistema de ecuaciones diferenciales que constituye el sistema
dinámico en estudio, se deduce la existencia de un punto de equilibrio:
" " "" " " "" " " " " !
el cual es independiente del Reynolds y corresponde a la aproximación de la solución
laminar.
Como condición inicial se tomó:
!( $
(2.2.5)
con la amplitud de la perturbación y un vector al azar , de norma , o sea,
se consideraron apartamientos del punto de equilibrio en la dirección en el espacio
de fases y de longitud
, con
alguna norma conveniente.
2.2.2. Herramientas de cálculo
Dado que se pretende realizar un estudio de la influencia de los errores en los resultados numéricos, se requiere un código que permita tener control de esos errores y
que pueda operar con precisión numérica arbitraria, es decir, que tenga tantos dı́gitos
a disposición como uno desee.
Basados en los requerimientos expuestos, se trabajó con dos programas comerciales: el
Mathematica 4.1 y el Mapple V.
1
Ver apéndice A
Gabriel S. Campo
24
Dentro del primer entorno se utilizó el comando NDSolve para la resolución de sistemas de ecuaciones diferenciales ordinarias, el cual adopta en forma estándar una
estrategia de resolución tipo LSODE (Livermore Stiff Ordinary Differential Equations), eligiendo entre un algoritmo tipo Adams para ecuaciones non-stiff y un método tipo Gear
para ecuaciones stiff. Cuando se muestre alguna curva obtenida dentro de este entorno, se utilizará la notación A/P/W, donde A (AccuracyGoal) es el número de dı́gitos de
la solución que garantiza el programa como válidos considerando el error absoluto, y
P (PrecisionGoal) considerando el error relativo. W (WorkingPrecision) es el número de
dı́gitos de cálculo, que están libres de error de redondeo.
En el entorno de Mapple V se utilizó el comando dsolve y se eligió un algoritmo RungeKutta-Fehlberg 4-5. Al referirse a una curva calculada con este programa, se utilizará la
# es el error absoluto, # el relativo y D son los dı́gitos
notación A/R/D, donde
de trabajo.
Ambos programas fueron ejecutados en una máquina Pentium IV de 2.8 GHz y 2.0 Gb
de memoria RAM. Es notoria la diferencia de tiempo de cálculo de ambos programas.
Los cálculos más precisos que se efectuaron, tardaron del orden de 12 minutos en el
Mathematica 4.1 y 2 dı́as y medio en el Mapple V.
2.2.3. Errores numéricos
A la hora de resolver un problema en forma numérica, hay dos fuentes de errores
a tener en cuenta. La primera de ellas es inherente al método numérico, que trata de
aproximar la solución del sistema a resolver (error de discretización). La otra fuente de
error, se debe al redondeo generado al trabajar con un número finito de dı́gitos.
Para aislar ambos errores y tener control sobre ellos, se estableció una diferencia del
orden de 10 dı́gitos entre el dı́gito sujeto a error de redondeo y el afectado por el error
propio del método numérico, ubicándose este último a la izquierda del anterior.
2.3. Resultados
2.3.1. Precisión de cálculo
Lo primero que se realizó fueron cálculos de la energı́a del sistema con una misma condición inicial y distintas precisiones de trabajo para un Reynolds de 400. Esto
tiene por objetivo final conocer con qué precisión se debe trabajar en cada entorno para obtener cálculos de órbitas caóticas relativamente confiables dentro de cada uno de
ellos. A partir de ahora, al hacer referencia a la precisión, se habla de la terna A/P/W
o A/R/D, según corresponda, como fue explicitado anteriormente.
#%$ , por lo que se espera,
La condición inicial utilizada fue (2.2.5) con
dado el Reynolds elegido, un comportamiento cáotico. Ver figura 2.1-a.
La figura 2.2 muestra las curvas obtenidas con el Mathematica 4.1. Como descripción
general, se observa que la energı́a experimenta caos transitorio, por lo que su valor
medio baja debido a una mayor disipación, tomando luego el valor correspondiente a
la solución estacionaria del flujo Couette plano, obtenido con mediante (2.2.3). Por
otro lado, tomando la curva calculada con mayor precisión como referencia, las curvas
Caos transitorio y su computabilidad
25
perturbadas, entendiéndose por ellas a aquellas con precisión más baja, acompañan a
la anterior hasta un punto donde se separan bruscamente en lo que se denomina un
diverting point [32]. Luego la precisión de trabajo para obtener resultados sólidos debe
ser aquella en la que este punto esté más allá del tiempo de cálculo de interés.
El gráfico superior de la figura muestra curvas obtenidas con precisión insuficiente,
mientras que del inferior se desprende que en este entorno es necesaria una precisión
de, por lo menos, 21/21/33 para obtener un cálculo confiable. Es decir, con una precisión de 21/21/33 los resultados son razonablemente comparables, lo que por lo menos
permite afirmar que son relativamente confiables dentro del entorno de trabajo.
0.175
Energia
0.15
0.125
0.1
0.075
0.05
0.025
0
0
1000
2000
Tiempo
3000
4000
0.175
Energia
0.15
0.125
0.1
0.075
0.05
0.025
0
500 1000 1500 2000 2500 3000 3500
Tiempo
Figura 2.2: Evolución de la energı́a asociada a una órbita, calculada en el entorno Mathematica 4.1, con distintas precisiones de cálculo. La figura superior muestra cálculos
con precisión 6/6/17 (roja), 12/12/22 (verde), 14/14/24 (azul), 16/16/30 (negra) y
18/18/30 (marrón), observando que estas precisiones son insuficientes. La figura inferior muestra resultados más confiables. En ellos se utilizó una precisión de 19/20/30
(roja), 20/20/32 (verde) y 21/21/33 (azul).
Gabriel S. Campo
26
Energı́a
Como posteriormente se quiere estudiar la sensibilidad de la vida media a perturbaciones en la condición inicial, y reforzar esos resultados haciendo los cálculos con
ambos programas, se estudió la precisión necesaria en el Mapple V para obtener resultados confiables dentro de ese entorno. Para ello se calcularon curvas con distinta
precisión y con la misma condición inicial a la de la figura 2.2 (Fig.2.3).
Tiempo
Figura 2.3: Evolución de la energı́a asociada a una órbita, calculada en el entorno Mapple V, con distintas precisiones de cálculo. La figura muestra cálculos con precisión
19/20/30 (roja derecha), 20/20/32 (azul), 21/21/33 (verde), 22/22/34 (roja izquierda)
y 23/23/35 (negra), observando convergencia de los resultados sólo en las dos últimas.
2.3.2. Sensibilidad de la vida media a perturbaciones en la condición
inicial
Debido a las caracterı́sticas del flujo en estudio, dado un Reynolds y la condición
inicial, se tiene un tiempo de vida media turbulenta asociado a la órbita en cuestión,
como fue señalado en la introducción, obteniéndose mapas como los mostrados en la
figura 2.1-a. La vida media es medida observando la componente normal a la pared.
Si ésta cae por debajo de un cierto umbral, la perturbación decae como describe las
Caos transitorio y su computabilidad
27
ecuaciones linealizadas [33].
Si la vida media es superior a un tiempo de observación apropiadamente largo, se puede decir que el sistema es turbulento bajo esas condiciones de Reynolds y perturbación,
entendiéndose por ésta a la distancia, medida
en alguna norma, de la condición inicial
al punto de equilibrio estable del sistema, en este caso.
Ahora cabe preguntarse cómo depende esa frontera o umbral a la turbulencia tanto
con el Reynolds como con la amplitud de la perturbación. Es decir, dado un número
de Reynolds fijo, cómo se comporta la vida media de la órbita turbulenta al cambiar la
perturbación o, dada una perturbación fija, cómo cambia al mover el Reynolds.
Según algunos trabajos recientes [33][30], en particular el que presenta el modelo
aquı́ utilizado, dicha frontera es un conjunto fractal, es decir, no es diferenciable, presentando dependencia no continua con los parámetros involucrados: Reynolds y amplitud. Uno de sus argumentos se basa en la figura 2.4, donde se muestra el comportamiento de la vida media en función de la amplitud de la perturbación, observando,
en principio, una dependencia no-continua con la misma y autosimilaridad de escalas.
Si verdaderamente dicha curva es un conjunto fractal, se espera que por más bajo que
sea el nivel de perturbación de una condición inicial que tenga asociada una órbita
turbulenta, no exista dependencia suave de la vida media con la amplitud de la perturbación.
Vida media
Amplitud
Figura 2.4: Vida media de la órbita caótica en función de la amplitud de la perturbación
para Reynolds 200. Esta es la figura 7 de [30], similar a la 4 de [33]. En esta gráfico se
apoyan los autores para anunciar el carácter fractal de la curva vida media vs. amplitud
de la perturbación.
Gabriel S. Campo
28
Motivado por la verificación de lo anterior, se calculó la evolución de órbitas levemente perturbadas con un Reynolds fijo de 400. Para ello se tom
ó una órbita de referen
$ $ . Las
cia cuya condición inicial estaba dada por (2.2.5) con
órbitas
perturbadas
$
#%$ ,
con respecto a la anterior, presentaban una condición inicial con
$
0 " en el Mathematica 4.1 y " solamente en el Mapple V,
tomando
debido a los enormes tiempos de cálculo empleados por este último. De esta forma se
obtienen apartamientos en la condición
de referencia en una cantidad dada por
#%$ ), medida en unidades de ,inicial
(
con
alguna norma conveniente.
En ambos entornos se trabajó con una precisión tal que los cálculos de vida media
fueran confiables dentro de ellos, es decir, por la experiencia recogida de cálculos anteriores, 21/21/33 en el Mathematica 4.1 y 23/23/35 en el Mapple V . Los resultados de
este estudio, en ambos entornos, se muestran en la figura 2.5 y 2.6 respectivamente.
0.175
Energia
0.15
0.125
0.1
0.075
0.05
0.025
0
500
1000 1500 2000 2500 3000
Tiempo
0.048
Energia
0.046
0.044
0.042
0.04
975
1000
1025 1050
Tiempo
1075
1100
Figura 2.5: Evolución de la energı́a para órbitas con condición inicial levemente perturbada con respecto
a la órbita de referencia: órbita con condición inicial dada
(2.2.5)
$ (roja). Las
1
#%$ ), enpor
con
perturbaciones están equiespaciadas
en
(
unidades
$
$ $ #%$ , con (verde), 0
de , y tienen un valor de A dado por
(negra), (naranja) y (violeta). Los cálculos fueron realiza(azul),
dos en el entorno Mathematica 4.1 con una precisión de 21/21/33. El gráfico inferior
muestra una ampliación de la zona de separación violenta de órbitas, observando una
convergencia monótona al disminuir la amplitud de la perturbación.
Caos transitorio y su computabilidad
Energı́a
29
Energı́a
Tiempo
Tiempo
Figura 2.6: Evolución de la energı́a para órbitas con condición inicial levemente perturbada con $respecto a la órbita de referencia: órbita con condición inicial dada
por (2.2.5)
$
1
1
#%$ ,
con
(roja). Las perturbaciones tienen un valor de A dado por
$
$
(negra) y (azul). Esto corresponde a apartamientos de la condición inicon
#%$ ) y ( #%$ ) respectivamente, en unidades de .
cial en una cantidad de (
Los cálculos fueron realizados en el entorno Mapple V con una precisión de 23/23/35.
El gráfico inferior muestra una ampliación de la zona de separación violenta de órbitas,
observando una convergencia monótona al disminuir la amplitud de la perturbación.
Gabriel S. Campo
30
En las figuras anteriores (Fig.2.5 y 2.6 ) se observa que las órbitas perturbadas acompañan a la de referencia hasta un punto donde se separan bruscamente. Luego la vida
media asociada a cada órbita es muy dispar. Sin embargo, el carácter de fractalidad
queda descartado dado
que se observa convergencia monótona hacia la órbita de re
$ $ (roja),
al disminuir la perturbación sobre ella, hecho totalmente
ferencia con
incompatible con el comportamiento fractal [31] y, en particular, con la figura 2.4 tomada de [30]. Por otro lado, ambos entornos dan resultados similares reforzando la
anterior afirmación.
Las figuras 2.7 y 2.8 reafirman los resultados anteriores. La primera de ellas muestra algunas de las curvas de la figura 2.5 pero obtenidas con una mayor precisión: 24/24/36,
obteniéndose la misma conclusión; nótese que estas curvas coinciden con las calculadas con el Mapple V (Fig.2.6).
0.175
Energia
0.15
0.125
0.1
0.075
0.05
0.025
0
500
1000 1500 2000 2500 3000
Tiempo
0.048
Energia
0.046
0.044
0.042
0.04
975
1000
1025 1050
Tiempo
1075
1100
Figura 2.7: Evolución de la energı́a para órbitas con condición inicial levemente perturbada con $respecto a la órbita de referencia: órbita con condición inicial dada
por (2.2.5)
$
1
#%$ ,
con
(roja). Las perturbaciones tienen un valor de A dado por
$
$
(negra) y (violeta). Esto corresponde a apartamientos de la condicon
#%$ ) y ( #%$ ) respectivamente, en unidades
ción inicial en una cantidad de (
de . Los cálculos fueron realizados en el entorno Mathematica 4.1 con una precisión
de 24/24/36, mayor que la figura 2.5. El gráfico inferior muestra una ampliación de
la zona de separación violenta de órbitas, observando nuevamente una convergencia
monótona al disminuir la amplitud de la perturbación.
Caos transitorio y su computabilidad
31
La figura 2.8 muestra una perturbación de la órbita de referencia dos órdenes me #%$ , observando que acompaña a ella por un tiempo mayor, del
nor, dada por
orden de 1300. Luego es de esperar una convergencia hacia la órbita de referencia al
disminuir aún más la perturbación, ilustrando la imposibilidad de un comportamiento
fractal.
0.175
Energia
0.15
0.125
0.1
0.075
0.05
0.025
0
500
1000 1500 2000 2500 3000
Tiempo
0.048
Energia
0.046
0.044
0.042
0.04
975
1000
1025 1050
Tiempo
1075
1100
Figura 2.8: Evolución de la energı́a para órbitas con condición inicial levemente perturbada con respecto a la órbita de referencia: órbita con condición inicial dada por
$ $ (roja). En este caso las perturbaciones tienen un valor de A dado por
(2.2.5)$ con
1
$ #%$ (azul) y 1 $ $ #%$ (verde). Esta última corresponde a un apartamiento de la condición inicial de referencia más fino que los mostrados en la figura
2.5. Los cálculos fueron realizados en el entorno Mathematica 4.1 con una precisión de
21/21/33. El gráfico inferior muestra una ampliación de la zona de separación violenta
de la órbita con perturbación más fuerte con respecto a la de referencia, observándose
que la órbita perturbada más levemente sigue a la misma, tapándola en el gráfico, y
separándose de ella en un tiempo posterior del orden de 1300. Luego, es de esperar
que una órbita con una perturbación suficientemente chica, más chica que la aquı́ mostrada, presente una vida media similar a la del la órbita de referencia, ilustrando la
inexistencia de un comportamiento fractal.
32
Gabriel S. Campo
2.4. Conclusiones
Las órbitas obtenidas como resultado del modelo de dimensión finita del flujo
Couette plano, utilizado en este capı́tulo, presentan comportamiento de caos transitorio o spots turbulentos como muestran los experimentos [9].
Sin embargo, el cómputo de la vida media de las órbitas caóticas es muy delicado en
cuanto a perturbaciones de ı́ndole numérica, provocadas por errores propios de los
métodos numéricos, lo cual requiere de algoritmos de paso adaptativo que permitan
controlar el error de cálculo.
Estudiando el comportamiento de la vida media de la órbita para pequeñas perturbaciones de la condición inicial, se encuentra una gran sensibilidad ante estos cambios.
Sin embargo, existe convergencia monótona con la amplitud de la condición inicial, hecho incompatible con el comportamiento fractal anunciado en los trabajos de Eckhardt
[33][30]. En particular, en la figura 7 de [30] (Fig.2.4 del presente capı́tulo) y 4 de [33],
# , varios órdenes de magnitud por
los autores utilizan una perturbaci
ón no menor a
+
%
#
$
arriba de la utilizada aquı́ (
). Los gráficos mostrados en las mencionadas figuras,
han sido obtenidos con una precisión de cálculo insuficiente, no mayor a 16 dı́gitos.
Sin embargo, las figuras mostradas producto de los cálculos realizados, sólo ilustran
el hecho de la inexistencia de fractalidad, pero estos cálculos en verdad no son necesarios, dado que existen teoremas matemáticos relacionados a sistemas diferenciales
ordinarios de ecuaciones, aplicables al modelo utilizado, que conducen a la incompatibilidad entre la dependencia continua de los resultados con las condiciones iniciales
y la fractalidad. Para más detalles recurrir a [31].
En sistemas con más grados de libertad, se espera que esta situación de extrema
sensibilidad a errores de cálculo empeore. Sin embargo, en la literatura especializada,
con frecuencia se consignan razonables coincidencias con observables estadı́sticos, tanto numéricos como experimentales. Pero esta coincidencia es de hecho, y no cuenta con
una fundamentación adecuada.
Como moraleja de este capı́tulo queda claro el hecho de que usar herramientas
computacionales desprevenidamente, resulta peligroso a la hora de obtener resultados
que deben ser confiables. La robustez requerida se logra empleando estrategias que
permitan poner a prueba la confiabilidad de la solución, entendiéndose por ella a la
repetibilidad de la solución ante cambios de parámetros del algoritmo, de malla y/o
paso temporal, precisión de cálculo, etc.
Capı́tulo 3
Perturbaciones 2D sobre el flujo
Hagen-Poiseuille
3.1. Introducción
Debido a la periodicidad en la dirección axial y azimutal de la geometrı́a, se puede
realizar un desarrollo en series de Fourier de las perturbaciones en esas direcciones,
siendo k y n los números de onda respectivos. Las perturbaciones sobre el flujo de
Hagen-Poiseuille analizadas en este capı́tulo, tienen la caracterı́stica de ser axialmente
), de ahı́ la denominación 2D, y son de gran interés ya que, en parinvariantes (
, experimentan un mayor crecimiento
ticular las que presentan número azimutal
algebraico con respecto a las 3D (
) y a las de mayor orden azimutal [34]. Por otro
lado, de la ecuación de evolución para la perturbación (1.3.3), se puede ver que este
tipo de perturbaciones se mantienen independientes de la coordenada axial para todo
tiempo.
Este capı́tulo tiene por objetivo estudiar cómo responde el código de elementos finitos
nsfracimp, desarrollado en la división Mecánica Computacional (MECOM) del Centro
Atómico Bariloche (CAB) para la resolución de la ecuación de Navier-Stokes, al introducir perturbaciones 2D sobre el flujo de Hagen-Poiseuille.
La forma precisa de la perturbación óptima, en cuanto a que logra la mayor amplificación, consiste en un par de vórtices alineados axialmente (streamwise vortices) con un
40 % de la energı́a en la componente radial y un 60 % en la azimutal [35]. Una aproximación de ella es la aquı́ utilizada, en coincidencia con los trabajos de Meseguer
[36][37], y muy similar a la empleada por Zikanov en [38]. Esos trabajos se tomaron
como referencia para contrastar los resultados obtenidos.
Gabriel S. Campo
34
3.2. Trabajo de referencia
Los trabajos de referencia utilizados para contrastar los resultados, fueron principalmente los de Meseguer del año 2001 y 2003 [36][37]. En ellos se resuelve la ecuación
de evolución de la perturbación (1.3.3) utilizando una formulación espectral de PetrovGalerkin, descomponiendo la perturbación en series de Fourier en la variable azimutal
y axial, y en polinomios de Chebyshev en la radial:
!(
donde
!
# # #
! !
es una base solenoidal de la forma:
!(
!
(trial bases)
. Esta descomposición es introducida en la ecuación (1.3.3) y luego ésta
con ecuación es proyectada sobre otra base, también solenoidal (test bases). Para mayor información ver [39] [36].
3.3. Aspectos del cálculo
3.3.1. Algunas definiciones
A continuación se introducen dos definiciones que serán de uso frecuente de
aquı́ en más, además de ser utilizadas en los trabajos de referencia. Ellas son la energı́a
ón ( ).
de la perturbación ( ) y el factor de amplificaci
! ) se la define
A la energı́a de la perturbación (
relativa a la del flujo laminar de
Hagen-Poiseuille ( , ) como [37]:
!( $ $ , , ,
(3.3.1)
donde
! es el dominio de cálculo. Notar que esta cantidad depende del tiempo a través
de
.
! ) como [37]:
Se define el factor de amplificación ( !
!(
1! $
! ! ! !
$ (3.3.2)
Estas definiciones valen para el resto del trabajo, salvo aclaración.
Sin embargo, el código nsfracimp no está escrito en las variables perturbadas, sino en
las totales. Luego, para obtener cálculos que involucren a las pertubaciones, se les debe restar el campo base de Hagen-Poiseuille a las soluciones resultantes de correr el
código. Ası́, las magnitudes antes definidas
se calculan como:
!( ,
$
$
! !
, ,
, ,
(3.3.3)
Perturbaciones 2D sobre el flujo Hagen-Poiseuille
!(
!
1! $
$
35
! ! ! ! 1! , ! 1! , !
,
,
(3.3.4)
La energı́a es calculada dentro del código en cada paso temporal junto a otras magnitudes que se explicitarán en su momento. Para
ello, dentro del archivo de condiciones
iniciales, además del campo de velocidad a tiempo cero, se encuentra el campo de
velocidades , el cual es resultado de una corrida previa con perturbación nula y
Reynolds requerido. Ese campo se utiliza para hacer la resta y ası́ obtener el campo
de velocidad de la perturbación. Por coherencia, se debe restar el campo de HagenPoiseuille discreto, y no su expresión analı́tica.
3.3.2. Mallas
En todo el trabajo se utilizaron mallas de cuboides, generadas por la traslación axial
de una malla 2D de cuadriláteros en forma de cı́rculo (Fig.3.1). Estas mallas presentaban condición de periodicidad, es decir, la numeración de los nodos de la capa inferior
(z=0) coincidı́an con los de la capa superior (z=L).
Y
Z
Y
X
X
Traslacion axial
Figura 3.1: Generación de la malla de cuboides utilizada mediante la traslación axial
de una malla 2D de cuadriláteros en forma de disco.
En particular, para el estudio de las perturbaciones 2D de interés en este capı́tulo, y
debido a su independecia axial para todo tiempo, se adoptaron mallas de longitud 2.0
y pocas capas, del orden de 10, para acelerar el proceso de cálculo. De todas formas,
se constató con corridas previas que la pobre discretización axial no afecta los resultados. Se utilizaron dos mallas, denominadas MA y MB (Fig.3.2). La primera tiene, por
capa, 289/276 (nodos/elementos), y un total de 2601/2484. La segunda posee 529/512
(nodos/elementos) por capa y un total de 4761/4608.
Gabriel S. Campo
36
MA
MB
Figura 3.2: Mallas utilizadas para el cálculo. A la izquierda, se muestra la malla MA
con 289/276 (nodos/elementos) por capa y, a la derecha, la malla MB, más densa, con
529/512 (nodos/elementos) por capa.
3.3.3. Condición inicial
Como condición inicial se utilizó el campo de velocidades del flujo de HagenPoiseuille, resultado de una corrida previa con el número de Reynolds deseado, al
cual se le sumó una perturbación analı́tica dada por:
. !(
"!
!
! !
(3.3.5)
con A un factor elegido tal que su energı́a ( ), dada por (3.3.1), tenga el valor
deseado. Esta
condición inicial es idéntica a la utilizada por Meseguer [36][37],
. $$ según su notación, siendo el complejo conjugado. El aspecto de
esta condición inicial es mostrado en la figura 3.3, observando dos vórtices antiparalelos alineados axialmente (streamwise vortices).
Perturbaciones 2D sobre el flujo Hagen-Poiseuille
37
Y
X
Figura 3.3: Aspecto de la perturbación introducida al flujo Hagen-Poiseuille. Son dos
vórtices antiparalelos alineados axialmente (streamwise vortices). Es la misma perturbación 2D analizada por Meseguer en [36] [37].
3.4. Resultados
Se realizaron cálculos observando la evolución de la energı́a de la perturbación en el
tiempo. Esta perturbación fue impuesta sobre el flujo base de Hagen-Poiseuille correspondiente a distintos valores del número de Reynolds, producto de corridas previas.
Por otro lado, también se probó con distintos valores de la amplitud inicial de la perturbación ( ).
En todos los gráficos que involucran el tiempo, a éste se lo ha adimensionalizado según
(1.2.6), con la velocidad de referencia & , la máxima del flujo laminar base
en
, consideración, y la longitud , el radio. El paso temporal adoptado fue de
adimensional, y se utilizó la malla MA, salvo aclaración.
Como resultados de esos cálculos, la figura 3.4 muestra la evolución del factor de amplificación (G(t)), definido en (3.3.2), para distintos niveles de perturbación y para un
número de Reynolds de 2945.
Gabriel S. Campo
38
Figura 3.4: Evolución del factor de amplificación de la perturbación para distintos valores de su energı́a inicial ( ). Los cálculos fueron hechos con la malla MA, perturbando
el flujo base de Hagen-Poiseuille con un número de Reynolds de 2945. Se utilizó un
paso de tiempo (adimensional) de 0.1.
En la figura 3.4 se pueden observar varios aspectos de la dinámica no-normal y nolineal de la transición:
# ) presenta
En primer término, se observa que la perturbación más chica (
una amplificación máxima de 573.86 a un tiempo de 138.8, mientras que el análisis lineal establece, para la perturbación óptima, un valor del orden de 620 a un tiempo de
147 aproximadamente [35]. El error es de un 7 %, debido a dos motivos: la condición
inicial es una aproximación a la óptima y el número de Reynolds es levemente inferior
a 3000.
Por otro lado, globalmente, se ven dos comportamientos diferenciados notablemente
en cuanto a su tiempo de desarrollo. En el primero, relativamente de poca duración,
se observa un crecimiento de las perturbaciones al ritmo con el que lo hace la curva
# ). Este crecimiento finaliza cuando
asociada al comportamiento lineal (
empiezan a actuar mecanismos no-lineales. El otro estadı́o corresponde al de la extinción de la perturbación, relativamente largo con respecto al anterior.
Otro aspecto a recalcar, es que el crecimiento algebraico relativo que experimentan las
perturbaciones es más marcado cuanto más pequeñas son las amplitudes iniciales de
ellas. Esto indica que la no-normalidad, responsable de ese crecimiento, es más acentuada para pequeñas perturbaciones, hecho que es de esperar, ya que la propiedad de
Perturbaciones 2D sobre el flujo Hagen-Poiseuille
39
no-normalidad esta asociada al operador de evolución linealizado.
La reducción de efectividad del mecanismo de amplificación, al aumentar la energı́a de
la perturbación durante su evolución, puede ser entendida desde el punto de vista de
que entran en juego mecanismos no-lineales que modifican el flujo base. Volveremos a
esto en un instante.
Para observar la convergencia de los cálculos de la figura 3.4, se recalculó la curva con
# con una malla más fina (MB) y un paso temporal menor, ,
observando consistencia de los resultados (Fig.3.5).
Por otro lado, la figura 3.4 coincide razonablemente bien con la obtenida por Meseguer en [37] (Fig.3.6). Las diferencias se deben a que el Reynolds utilizado fue 2945,
menor en un 1.8 % al de dicho trabajo, y se sabe que al bajar el Reynolds disminuye el
crecimiento máximo ası́ como se retarda su aparición.
Figura 3.5: Comparación del factor de amplificación de la perturbación con
# de la figura 3.4, con el calculado sobre una malla más fina (MB) y un paso temporal
de 0.05, mitad del anterior.
40
Gabriel S. Campo
Figura 3.6: Comparación de los resultados mostrados en la figura 3.4 con los obtenidos
por Meseguer en [37], Fig.1 (en negro). Meseguer utilizó un paso temporal de 0.1, 9
modos azimutales y 6 radiales.
La modificación del flujo base al evolucionar la perturbación, hecho mencionado
hace un instante, se puede observar en la figura 3.7 donde se grafica la energı́a de la
perturbación asociada a cada componente, mostrando que toda la energı́a de la perturbación, inicialmente contenida en el plano X-Y, se dirige hacia la componente axial
del flujo. Mientras tanto, los vórtices impuestos como condición inicial se extinguen.
Esto es de esperar, ya que se puede ver que estructuras axialmente independientes
finalmente terminan decayendo [38][40].
Perturbaciones 2D sobre el flujo Hagen-Poiseuille
41
Energía de la perturbación
0.1
0.01
1E-3
1E-4
Ex
Ey
Ez
1E-5
0
50
100
150
200
Tiempo [adimensional]
Figura 3.7: Evolución de la energı́a de la perturbación por componente. Se observa que
la amplificación sólo se manifiesta en la componente axial, donde la energı́a inicial es
nula, mientras que las otras componentes decaen monótonamente, extinguiéndose los
vórtices impuestos como condición inicial.
La figura 3.8 muestra como cambia la componente axial de la velocidad al introducir al flujo base, con número de Reynolds 2945, una perturbación de energı́a inicial
# .
A tiempo inicial se observa un perfil correspondiente al flujo de Hagen-Poiseuille, ya
que la perturbación sólo tiene componentes en el plano X-Y.
Al evolucionar en el tiempo, y como se observó en la figura 3.7, la perturbación se
orienta hacia la componente axial del flujo, modulándolo y formando los denominados streaks [38].
Los streaks son estructuras caracterizadas por la existencia de una zona de velocidad
relativamente alta o baja con respecto a su entorno. Se forman debido a que los vórtices
impuestos como condición inicial, arrastran fluido con velocidad axial relativamente
alta del centro hacia las paredes, trayendo de vuelta fluido relativamente lento (Lift-up
effect). Una caracterı́stica importante de estas estructuras, es que tienen la particularidad de que su perfil presenta puntos de inflexión, dando lugar a la aparición de inestabilidades invı́scidas, generadas por eventuales perturbaciones 3D, significando esto,
aquı́ y para el resto del trabajo, perturbaciones con dependencia axial. La ruptura de
los streaks muestra, en su evolución temporal, un mecanismo tı́pico de desestabilización en flujos paralelos [37][38].
Se observa que estas estructuras aparecen a un tiempo adimensional del orden de 75,
que llevado a una situación realista: caño de 1cm de radio por el cual circula agua con
2 # y con un Reynolds de 3000, equivale a un tiempo fı́sico del orden de
2 segundos.
Gabriel S. Campo
42
t=0
t=15
t=20
t=75
t=150
t=200
Figura 3.8: Evolución de la componente axial de velocidad para una perturbación con
# , impuesta sobre el flujo de Hagen-Poiseuille con un Reynolds de 2945.
La evolución del flujo y las estructuras observadas (streaks) son muy similares a las
publicadas por Meseguer en [37]. Esto puede verse en la figura 3.9, donde se muestra la componente axial del campo de velocidades a distintos tiempos, obtenida por
Meseguer, junto con la calculada aquı́.
Perturbaciones 2D sobre el flujo Hagen-Poiseuille
0.1
0.3
0.5
(a)
43
(b)
0.7
0.6
0.2
0.4
0.7
0.9
0.8
0.6
0.8
0.5
0.9
0.7
0.8
0.9
0.4
0.3
0.2
0.1
(c)
(d)
0.7
0.6
0.7
0.7
0.6
0.7
0.5
0.7
0.5
0.3
0.3
0.4
0.4
0.2
0.2
0.1
0.1
Figura 3.9: Comparación de los resultados obtenidos con los del trabajo de Meseguer
[37] (abajo), referidos a la evolución de la componente
axial de la velocidad y de las
, (b) (inferior)
estructuras formadas a distintos tiempos: (a)
, (b) (superior)
2
2
12
, (c)
y (d)
. Las lı́neas de nivel están referidas a la velocidad máxima
+# ).
del flujo de Hagen-Poiseuille aquı́ considerado (
Gabriel S. Campo
44
Ahora bien, si se toma un Reynolds y un tiempo adimensional fijo, digamos 2945
y 75 respectivamente, al graficar el flujo axial para distintos niveles de perturbación
inicial, se observa que se requiere una energı́a mı́nima de ella para formar los streaks
(Fig.3.10).
Figura 3.10: Componente axial de la velocidad para un tiempo fijo de 75 y perturbaciones con distinta energı́a inicial, impuestas sobre el flujo base de Hagen-Poiseuille que
tiene asociado un número de Reynolds de 2945. Se observa que se requiere un mı́nimo
# .
de energı́a de la perturbación para la formación de los streaks del orden de
Perturbaciones 2D sobre el flujo Hagen-Poiseuille
45
Como la presencia de los streaks es condición necesaria para desestabilizar el flujo
ya que crea las condiciones para ello (puntos de inflexión en el perfil), se desprende
#
de la figura 3.10 que para el Reynolds considerado (2945), el valor aproximado de
serı́a el umbral mı́nimo de perturbación para la transición, al que luego hay que sumarle la energı́a asociada a la perturbación 3D, que terminarı́a por hacer efectiva la
desestabilización del flujo.
También se observó que, formados los streaks, cuanto mayor es el nivel de la perturbación que les dió origen, más cerca se encuentran éstos de la pared, es decir, el efecto de
lift-up es más intenso, apareciendo además diferencias en el flujo secundario desarrollado (Fig.3.11).
Figura 3.11: Streaks producto de perturbar al flujo laminar base de Hagen-Poiseuille con
# (arriba) y
Reynolds 2945. Las perturbaciones impuestas presentan una energı́a de
# (abajo). Los tiempos correspondientes a estas soluciones son 197.7 y 56 respectivamente.
46
Gabriel S. Campo
Por último, se estudió como cambia el factor de amplificación máximo (Gmax) con
el número de Reynolds para distintos niveles de perturbación. Esos resultados se recopilan en la figura 3.12. Se observa que, dado un nivel de perturbación, la amplificación
crece con el número de Reynolds. También se deduce, como se vió en la figura 3.4, que
la efectividad de la amplificación se ve disminuida con la energı́a de la misma. Cabe
mencionar que esta figura fue hecha también con la malla MB, arrojando los mismos
resultados. En particular, los valores de Gmax coinciden con los obtenidos por Meseguer en [37] y los de Zikanov en [38].
Figura 3.12: Factor de amplificación máximo en función del número de Reynolds, para
distintos niveles de perturbación. La lı́nea a trazos es sólo una guı́a para el ojo, diferenciando la región donde tiene lugar la aparición de los streaks (de ella hacia abajo).
Finalmente, para tener idea de los tiempos de cálculo involucrados, la figura 3.13
muestra la velocidad de cálculo, en pasos por minuto, para la malla MA y MB, en
función del número de máquinas empleadas. En cuanto a memoria RAM utilizada,
esta fue de 30 Mb y 50 Mb respectivamente.
Perturbaciones 2D sobre el flujo Hagen-Poiseuille
47
Figura 3.13: Velocidad de cálculo al trabajar con ambas mallas. La memoria utilizada
para el cálculo fue de 50 Mb al trabajar con MA y 30 Mb con MB. En la figura se
muestran los nombres de las máquinas utilizadas, donde el “+” significa que a las
máquinas anteriores se les agrega la presente.
Las caracterı́sticas de los procesadores con los cuales se realizó la figura 3.13 son:
cabmec8: Pentium IV de 2.8 Ghz
cabmec2: AMD Athlon xp 2400 de 2.0 Ghz
cabmec17: AMD Sempron 2400 de 1.6 Ghz
cabmec18: Pentium IV de 3.0 Ghz
cabmec12: AMD Athlon xp 2400 de 2.0 Ghz
48
Gabriel S. Campo
3.5. Conclusiones
A la vista de los resultados, el método de elementos finitos parece responder solidamente a la hora de reproducir la dinámica del sistema en estudio ante perturbaciones
2D del flujo base de Hagen-Poiseuille, basándose para ello en la comparación de los
resultados con trabajos ampliamente citados [37][38]. Sin embargo, se estima que esta
situación es muy benigna y el verdadero reto vendrá a la hora de observar la desestabilización de los streaks al introducir perturbaciones 3D, esperando generar estados
turbulentos.
En cuanto a los aspectos de la dinámica en sı́, se pudo observar y cuantificar la importante amplificación que sufren las perturbaciones sin dependencia axial, antes de
su inevitable extinción. Esta extinción se observó en los resultados y es respaldada por
aspectos teóricos, basados en los métodos de energı́a [7].
Se estudió también como depende esa amplificación del nivel de perturbación, siendo menos efectiva cuanto mayor es la energı́a inicial de la misma. Además se vió como,
dada una energı́a inicial de perturbación, a medida que crece durante su evolución, la
amplificación se va reduciendo. Esta pérdida de efectividad en la amplificación de la
perturbación destierra algunas teorı́as sobre la transición basadas en ella, según se detalla en [14] y [15].
Por otro lado, se pudo ver el cambio que sufre el flujo base de Hagen-Poiseuille
al introducir este tipo de perturbaciones, dando lugar al nacimiento de los streaks, estructuras cuya formación es necesaria para la aparición eventual de turbulencia. Sin
embargo, la aparición de las mismas esta condicionada tanto al valor del número de
Reynolds ası́ como de la amplitud o energı́a de la perturbación, hecho totalmente esperable para este flujo, caracterizado por un doble umbral para su transición.
Capı́tulo 4
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo
Hagen-Poiseuille
4.1. Introducción
Como se ha visto en el capı́tulo anterior, perturbaciones axialmente invariantes sobre el flujo de Hagen-Poiseuille presentan una gran amplificación y generan una distorsión del perfil de velocidades. Sin embargo, estas perturbaciones terminan inevitablemente decayendo y el flujo relaminarizándose.
A pesar de ello, esas perturbaciones son imprescindibles para poder desestabilizar el
flujo [41], ya que si presentan suficiente energı́a inicial, acorde al número de Reynolds
considerado, desarrollan los llamados streaks que son estructuras inestables ante perturbaciones 3D, axialmente dependientes.
En este capı́tulo se analiza la respuesta del código de elementos finitos nsfracimp al introducir perturbaciones 3D junto a las 2D, ya analizadas en el capı́tulo anterior, al flujo
de Hagen-Poiseuille, haciendo hincapié en la evaluación de la confiabilidad de los resultados. Se espera que estas perturbaciones, si tienen una energı́a suficiente, lleven al
flujo a un estado turbulento, por lo que se analizarán las dificultades de cálculo que se
vislumbraron en el segundo capı́tulo.
También se analiza la performance que presenta el código de elementos finitos para el
problema en consideración frente a la de un código espectral.
Por último, se observarán algunos aspectos propios de la dinámica del sistema en consideración.
4.2. Aspectos del cálculo
4.2.1. Algunos conceptos y definiciones
Debido a que al observar un estado turbulento no se sabe si éste es un fenómeno
transitorio o no, cuando se dice que una solución es turbulenta, se debe especificar el
tiempo de simulación durante el cual se observa ese comportamiento, lo que finalmente se traduce a afirmar que la solución presenta un carácter turbulento por lo menos
Gabriel S. Campo
50
durante ese tiempo.
En los trabajos de referencia [37][38], aprovechando que su código es espectral, toman
como observable la proyección sobre ciertos modos. En cambio, en el presente trabajo,
se observa la velocidad en un punto del dominio, cerca del eje, que cambia levemente
de malla en malla. Se observa además la energı́a de la perturbación definida en (3.3.1)
para cada componente del campo de velocidades.
En cuanto a la variable temporal, siempre que se haga referencia a ésta, se estará hablando del tiempo adimensionalizado según (1.2.6), con la velocidad de referencia & ,
la máxima del flujo laminar base, y la longitud , el radio. En lo referente a las velocidades, se las expresa en forma relativa a la máxima correspondiente a la del flujo
laminar en consideración. En cuanto a la energı́a, ésta es siempre relativa a la del flujo
de Hagen-Poiseuille con el número de Reynolds acorde al flujo base considerado en
cada situación particular.
Uno de los aspectos que se analizarán de los resultados es la disipación numérica. Para
ello se calculan los dos miembros correspondientes a la ecuación de balance de energı́a:
(4.2.1)
El primer término del miembro derecho, es el trabajo por unidad de tiempo de la fuer
za impulsora (
gravedad, y el segundo corresponde a la disipación viscosa
( ' ), donde es la), lafunci
ón disipación [4]. La diferencia entre ambos miembros se
atribuye a la disipación numérica. A ésta se la expresa en sus unidades correspondientes, no se la ha adimensionalizado.
4.2.2. Mallas
Las mallas utilizadas para realizar los cálculos en este capı́tulo son M1 y M2. Las
mismas son mostradas en la figura 4.1, y sus respectivas caracterı́sticas son:
* M1: 40733/39424 (nodos/elementos).
1020 # . + *
.
# . .
M2: 112597/109872 (nodos/elementos).
22
# . + 0 # .
Se quiere expresar las dimensiones en unidades de pared (
! $ ! $ ! $ $ ), definida como [4]:
(4.2.2)
donde es la llamada velocidad de corte. Haciendo las cuentas, para un número de
3 +# m. En esta unidad, las dimensiones
Reynolds de 3000,
corresponde a
resultan:
* M1:
* M2:
1 + .
.
3
Por lo que la capa lı́mite está muy bien resuelta en el caso de M2.
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
M1
51
M2
Figura 4.1: Mallas utilizadas para los cálculos de este capı́tulo. A la izquierda, se muestra la malla M1 con 40733/39424 (nodos/elementos) y, a la derecha, la malla M2, mucho más densa, con 112597/109872.
4.2.3. Condición inicial
La condición inicial utilizada es una perturbaci
. sobre el flujo de Hagen-Poiseuille
! . ón
que, en forma general, se escribe: , o sea, es una perturbación 2D y
3D simultáneas.
La perturbación 2D tiene el mismo aspecto que la utilizada en el capı́tulo anterior:
. !(
.
! !
! !
(4.2.3)
y tiene como fin generar los streaks que luego desestabilizarán las perturbaciones 3D,
cuya expresión analı́tica es:
. ! .
.
.
!
!
! !
(4.2.4)
Las constantes
y
son reales y calculadas de forma tal de obtener la energı́a
requerida para cada tipo de perturbación , dada por (3.3.1). El factor es un número
aleatorio cuyo valor es -0.43256481152822.
52
Gabriel S. Campo
4.3. Resultados
La sección de los resultados está dividida en tres subsecciones.
En la primera de ellas se impuso una perturbación sobre el flujo de Hagen-Poiseuille
correspondiente a un número de Reynolds de 3000 que se sabe, por trabajos previos,
que desestabiliza el flujo, tornándolo turbulento por un perı́odo de observación de 600
unidades temporales (u.t.). Luego se intentó reproducir ese resultado, ajustando para
ello los parámetros numéricos propios de la formulación [21] e, inclusive, calculando
con una formulación anterior a la empleada en el nsfracimp, que es utilizada en el trabajo especial de Pablo Mueller [42] para simular flujos turbulentos, pero que aquı́ se la
utilizó sin emplear ningún modelo turbulento como sı́ es usado en dicho trabajo.
De ese estudio se llegó a la conclusión de la imposibilidad de lograr resultados bien
convergidos en cuanto a la discretización espacial y temporal, imposibilidad dada, en
principio, por los tiempos involucrados en los cálculos. Esto lleva a que no se logre
una convergencia puntual de los resultados, hecho que era esperable de acuerdo a lo
observado en el capı́tulo 2 sobre la delicadeza del cálculo de órbitas turbulentas.
A pesar de los resultados de esta primer subsección, hay que destacar que a la hora de
las aplicaciones en general, no interesan tanto valores de velocidad en un punto particular del dominio, sino variables estadı́sticas, que, aunque sin sustento teórico, son
reproducibles y comparables con resultados experimentales, como muestran muchos
trabajos en la literatura.
En la segunda subsección se realiza una comparación con un código espectral, que es
el utilizado por Faisst en su tesis doctoral [43]. Los códigos espectrales son los más
usados para estudiar la transición de interés.
En la tercer subsección se trata de observar algunos aspectos de la transición, al menos
en forma cualitativa.
4.3.1. Parámetros numéricos y convergencia de los resultados
Para analizar la respuesta del código ante perturbaciones que lleven al sistema a
estados turbulentos, se impuso una perturbación con energı́a asociada a la parte 2D y
# y # respectivamente, sobre el flujo de Hagen-Poiseuille co3D de
rrespondiente a un número de Reynolds de 3000 (2967 para ser exactos). Por trabajos
previos [37], se sabe que esta perturbación lleva al flujo a un estado turbulento durante
todo el perı́odo de simulación: 600 unidades temporales (u.t.). Luego se quiere ver si
este aspecto es reproducido por el código y cuan sensibles son los resultados ante cambios en los parámetros numéricos de éste y, más aún, también ante cambio de código.
En esta subsección todos los cálculos se realizan con la malla M1, salvo aclaración.
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
53
En primer lugar se obtuvieron resultados con la versión vieja del código de elementos finitos que se venı́a utilizando en la división MECOM [42], comparándolos con los
del nsfracimp. Los parámetros numéricos de cada código se establecieron, dentro del
archivo gpfep.cfg, en los siguientes valores:
Código viejo:
epsilon = 0.0
upwf = 0.05
estab1 = 0.0
estab2 = 10.0
theta = 0.5
beta = 0.0
Nsfracimp:
upwf = 0.0
theta = 0.5
beta = 0.5
estabp = 0.5
Estos están vinculados con el método de avance temporal y con la estabilización del
código. Recurrir a las referencias citadas por más detalles.
El paso temporal utilizado en ambos fue de 0.05, el mismo que Meseguer en [37].
La figura 4.2 muestra la componente en de la velocidad calculada con ambos códigos
en un punto del dominio sobre el eje, observando que el tiempo de duración de la
turbulencia es superior en la solución calculada con el nsfracimp, dando a intuir que
éste presenta menos disipación numérica.
Gabriel S. Campo
54
Figura 4.2: Velocidad en en un nodo cerca del eje obtenida con una versión vieja
del código [42], comparada con la calculada con el nsfracimp. Se observa que el estado
turbulento es mantenido por mucho más tiempo con el último código, por lo que se
intuye que presenta menos disipación numérica. Esto es confirmado en la figura 4.3.
La figura 4.3 muestra que, efectivamente, el código viejo presenta una mayor disipación numérica, graficando para ello ambos miembros de la ecuación de balance
(4.2.1), donde la diferencia entre los mismos es debido a ese fenómeno.
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
55
Figura 4.3: En el gráfico superior están representados ambos miembros de la ecuación
de balance (4.2.1) asociados a la solución obtenida con el código viejo, y en el inferior
los relacionados con la solución del código nsfracimp. La diferencia de esos miembros
es debido a la presencia de disipación numérica, siendo ésta mucho menor en el código
nsfracimp.
Sin embargo, a pesar de que la figura 4.2 muestra que la solución calculada con el
nsfracimp presenta turbulencia por más tiempo, este comportamiento no se mantiene
durante las 600 unidades de tiempo que señalan los trabajos, extinguiéndose hacia el
final, por lo que se piensa que la disipación numérica aún es alta. Esto lleva a modificar
56
Gabriel S. Campo
el parámetro estabp, llevándolo de 0.5 a 0.005, observando la diferencia de comportamiento del código en la figura 4.4, donde se observa que la turbulencia es sostenida
durante el tiempo requerido.
Figura 4.4: Soluciones calculadas con el nsfracimp con parámetros numéricos idénticos
a los de la figura 4.2, salvo el estabp, reduciéndolo dos órdenes.
La figura 4.5 muestra ambos miembros de la ecuación de balance que se desprenden
de los cálculos con ambos valores de estabp, observando que la disipación numérica es
menor al bajar dicho parámetro.
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
57
Figura 4.5: En el gráfico superior están representados ambos miembros de la ecuación
de balance (4.2.1) asociados a la solución obtenida con el valor de estabp de 0.5, y en el
inferior con valor de 0.005. La disipación numérica es inferior en el último caso, donde
ambas curvas casi se superponen.
Ahora bien, la figura 4.4 muestra que se obtiene un comportamiento turbulento
durante el tiempo que señalan los trabajos, sin embargo, se debe verificar que esta
solución este bien calculada, recalculándola con cambios en el paso temporal y/o de
malla.
Con ese fin, la figura 4.6 muestra la solución con un paso mitad al utilizado al calcular
Gabriel S. Campo
58
la curva mostrada en la figura 4.4, con estabp 0.005, superponiendo ambos resultados.
Los parámetros numéricos utilizados para calcular las curvas mostradas en dicha figura fueron:
upwf = 0.0
theta = 0.5
beta = 0.5
estabp = 0.005
difiriendo solo en el paso temporal utilizado: 0.05 y 0.025, observando que los resultados no están convergidos.
Figura 4.6: Soluciones calculadas con parámetros numéricos idénticos, salvo el paso
temporal, observando una separación de las soluciones a un tiempo del orden de 57.8
u.t., lo que muestra que el cálculo no está convergido en el tiempo. El gráfico inferior
derecho corresponde a una ampliación del gráfico central.
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
59
Con el mismo objetivo de observar cuan sólidos son los resultados, se mantuvieron
los últimos parámetros numéricos y se rehizo el cálculo sobre la malla M2, mucho
más fina, mostrando la figura 4.7 los resultados. En ella se observa que se mantiene el
comportamiento global del sistema, refiriéndose con esto a que se observa un estado
turbulento durante las 600 unidades de tiempo.
Figura 4.7: Solución calculada con el nsfracimp sobre la malla M2, empleando los mismos parámetros numéricos de la figura 4.6, salvo el paso temporal: 0.15. Cabe aclarar
que al cambiar de malla el punto en donde se observa la velocidad sigue estando sobre
el eje, pero no es exactamente el mismo.
Sin embargo, aunque se observa un comportamiento global similar, tampoco existe
convergencia en los resultados, como muestra el gráfico de la figura 4.8, en donde se
superponen soluciones calculadas sobre M2 con distinto paso temporal: 0.15 y 0.05,
separándose ambas curvas a un tiempo del órden de 52.7.
60
Gabriel S. Campo
Figura 4.8: Comparación entre la solución mostrada en la figura 4.7 y la misma recalculada con un paso menor. Los resultados no están convergidos, observándose una
separación entre las soluciones a un tiempo del orden de 52.7. Ambos resultados han
sido obtenidos sobre M2. El gráfico inferior derecho corresponde a una ampliación del
gráfico central.
Con el sustento de lo observado en el capı́tulo 2 para un sistema de baja dimensionalidad con respecto al aquı́ estudiado (19 grados de libertad contra 162932 o 450388,
dependiendo la malla), probablemente el comportamiento que se manifiesta al cambiar
el paso temporal es debido a que los cálculos son realizados con precisión insuficiente.
Cambiar el paso temporal es semejante a cambiar la precisión de cálculo, y el comportamiento que se observa al variar el mismo es semejante al observado en la figura 2.2
del capı́tulo 2.
Para realizar un paralelismo con ella, la figura 4.9 muestra distintas curvas de la com
ponente en de la velocidad en un punto dado del dominio cerca del eje, obtenidas con
distinto paso temporal (dt), sobre la malla M2. En ella se observa que las curvas siguen
a la de referencia, siendo ésta la calculada con el menor paso temporal (dt=0.025), hasta
un punto en que se separan, ocurriendo esto más hacia la derecha cuanto menor es el
paso en cuestión. Este comportamiento es totalmente equivalente al de la mencionada
figura del capı́tulo 2 y a figuras mostradas en el trabajo de Estep & Johnson para el
sistema de Lorenz [32].
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
61
Figura 4.9: Soluciones calculadas sobre la malla M2 con distintos pasos temporales.
Se observa que cuanto más chico es el mismo, la solución sigue por más tiempo a
la solución tomada como referencia: aquella con paso temporal 0.025. Achicar el paso temporal es equivalente a aumentar la precisión de cálculo, observando el mismo
comportamiento que la figura 2.2 del capı́tulo 2.
Obsérvese de la figura 4.9 el gráfico inferior derecho en el cual se grafican dos soluciones obtenidas con paso temporal 0.025 y 0.05. Comparando dicho gráfico con el de
la figura 4.6, se oberva un tiempo de separación mayor, lo que es esperable, ya que el
cálculo se realizó sobre M2, la cual está más resuelta que M1 con la cual se efectuaron
los cálculos de la figura 4.6, teniendo en consecuencia una mayor precisión de cálculo,
lo que lleva a una separación a un tiempo posterior.
Gabriel S. Campo
62
Luego cabe hacerse la siguiente pregunta: Digamos que se requiere realizar el cálculo de la velocidad en un punto dado del dominio en forma confiable, y que ella presenta
un comportamiento caótico, ¿Cuantos dı́gitos de precisión del algoritmo se necesitan
para calcularla en forma precisa durante un dado tiempo de simulación?. Esto suponiendo que el error de redondeo esté más allá del anterior.
Para responderla, se tomó un tiempo de simulación de 300 u.t., la condición inicial que
se venı́a utilizando, un paso temporal de 0.05 y la malla M2, y se obtuvo una solución
empleando los siguientes parámetros numéricos:
upwf = 0.0
theta = 0.5
beta = 0.5
estabp = 0.005
Luego a esa solución se la tomó como referencia y se hicieron cálculos modificando
la condición inicial en distintas cifras, multiplicando la perturbación dada como con y 0 2 . Estos
dición inicial por un factor (1+C), con
resultados se muestran en la figura 4.10. De ella se desprende que la condición inicial
debe ser buena en al menos 7 dı́gitos, siendo ésta una apreciación gruesa para estimar
el error total (truncamiento + redondeo) del cálculo.
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
63
Figura 4.10: Soluciones calculadas sobre la malla M2, modificando la condición inicial
en distintas cifras. Los cambios en las cifras de la condición inicial se realizan modificando la perturbación inicial por un factor (1+C). Se observa que las soluciones
perturbadas siguen a la curva de referencia (C=0) por más tiempo cuanto menor es la
perturbación. De esta figura puede estimarse la precisión requerida para el cálculo de
una órbita turbulenta durante 300 unidades temporales a Reynolds 3000, elevándose a
una exactitud en 7 dı́gitos.
Gabriel S. Campo
64
De los resultados expuestos se concluye que, con la capacidad de cálculo disponible, es imposible obtener resultados puntuales sólidos, bien convergidos, en un tiempo
de simulación de 600 unidades de tiempo. Esta imposibilidad se presenta, en principio,
por los tiempos de cálculo involucrados.
Para tener una noción de los mismos, el gráfico de la figura 4.11 muestra la velocidad
de cálculo para la solución más refinada en función del número de máquinas utilizadas, cuyas caracterı́sticas se encuentran en el cápitulo anterior, salvo las últimas:
cabmec1: AMD Athlon xp 2000+ de 1.6 Ghz
cabmec4: AMD Athlon de 1.0 Ghz
cabmec5: AMD Athlon de 1.0 Ghz
Figura 4.11: Velocidad de cálculo al trabajar sobre la malla M2. La memoria total necesaria para el cálculo es de 398 Mb al trabajar con M1 y 1.1 Gb con M2. En la figura se
muestran los nombres de las máquinas utilizadas, donde el “+” significa que se agrega
la presente a las ya empleadas.
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
65
4.3.2. Comparación de la performance del código de elementos finitos con la de uno espectral
A partir de la figura 4.11 se realizó una comparación de la performance del código
de elementos finitos con la del código espectral utilizado en la tesis doctoral de Holger
Faisst [43].
Dicho figura fue obtenida calculando la solución sobre la malla M2 con un paso tem2 ), el tiempo de
poral de 0.025. Luego con la máxima velocidad posible (
CPU se eleva a 4 dı́as y medio para la simulación de 600 unidades temporales, aunque
se vio que utilizando ese paso el cálculo no estaba convergido. Bajo la hipótesis que
con un paso mitad al empleado se logre convergencia, el cálculo llevarı́a del orden de
9 dı́as. Para tener una idea de la imposibilidad de este cálculo, en este trabajo nunca
se ha podido calcular por más de 6 dı́as aproximadamente por distintos motivos. Esto
ronda entorno al concepto de computabilidad del caos: “capacidad de cálculo disponible
para lograr una precisión determinada” (Estep & Johnson 1998).
Teniendo en cuenta los grados de libertad (DOF:Degrees Of Freedom) asociados a la ma # ' . .
lla M2 (450388), se tiene un tiempo de cálculo mı́nimo de
'
En la tabla 4.1 se muestra la performance lograda con el código nsfracimp y la del
método espectral utilizado por Faisst [43], para su posterior comparación.
**********************
**********************
Discretización
espacial
Paso temporal
Tiempo de simulación
Tiempo de CPU
Número de procesadores
Método espectral
49 modos azimutales
41 modos axiales
60 polinomios de Legendre
2000 u.t.
25 dı́as
1
Método de elementos finitos
112597 nodos
0.025 u.t.
600 u.t.
4.5 dı́as
6
Cuadro 4.1: Performance lograda con el código de elementos finitos y con un código
espectral [43]. El tiempo de CPU que se consigna en el caso del método de elementos
finitos, se corresponde a la máxima velocidad alcanzable según la figura 4.11. La siglas
u.t. corresponden a unidades temporales.
El trabajo de Faisst consigna en sus páginas 39 y 40 que con una discretización espacial correspondiente a emplear 33 modos azimutales, 29 axiales y 50 polinomios de
Legendre, se obtienen 34000 coeficientes de velocidad, o sea, 34000 DOF. Tomando el
factor de proporcionalidad entre los modos totales: 33x29x50 y los grados de libertad
asociados, se tiene que la discretización espacial utilizada en sus cálculos más precisos,
consignada en la tabla 4.1, corresponde a 85650 DOF. Este número vale bajo la hipótesis que se mantenga el coeficiente de proporcionalidad con la discretización. De todas
formas vale como una estimación.
Suponiendo además que utiliza un paso temporal de 0.05 u.t., al igual que en los
cálculos con el método de elementos finitos y el empleado en el trabajo de Mes-
Gabriel S. Campo
66
seguer, que también utiliza un código espectral, se tiene un tiempo de cálculo de
# ' . , un orden superior al empleado por el método de elementos fini
'
+# ' . .
tos utilizando un solo procesador:
'
Sin embargo, los métodos espectrales son, sin duda, los más utilizados en la actualidad
para el estudio del problema transicional planteado. Esto seguramente es debido a la
geometrı́a en consideración, a la cual se adaptan muy bien estos métodos, lo que lleva
a que necesiten menos grados de libertad con respecto a los empleados en el método
de elementos finitos en general. Luego la comparación final vendrı́a de conocer cuánto
es el factor que vincula los grados de libertad entre ambos métodos para obtener una
solución con error comparable.
Lamentablemente, aunque la tesis de Faisst es un hermoso y muy valioso trabajo, nunca muestra, para el cálculo de soluciones turbulentas, resultados de la velocidad en un
punto dado del dominio ni hace referencia al error de cálculo ni precisión empleada,
más allá del número de modos y polinomios usados. Sı́ aduce convergencia de magnitudes estadı́sticas, que comparan razonablemente bien con resultados experimentales.
A pesar de ello no existe ningún sustento teórico que establezca que, a pesar de la existencia de errores de cálculo, las magnitudes estadı́sticas que se desprenden de ellos
tengan validez, es decir, que estén contenidas en las soluciones de Navier-Stokes.
4.3.3. Aspectos de la dinámica del sistema ante perturbaciones
(2D+3D)
Luego del estudio de confiabilidad y performance de cálculo desarrollado en las
anteriores subsecciones, se quiso observar, al menos en forma cualitativa, algunos aspectos de la transición de interés.
Primero
perturbación de energı́a
. se
tom
# óy el . cálculo
correspondiente
# sobre el flujo ade una
Hagen-Poiseuille con un número de Reynolds de 2967. La evolución se calculó sobre la malla M1 con los siguientes
parámetros numéricos:
upwf = 0.0
theta = 0.5
beta = 0.5
estabp = 0.005
y un paso temporal de 0.05. Estos valores se utilizaron para obtener todos los resultados mostrados en esta subsección.
La figura 4.12 muestra la energı́a total y la asociada a cada componente, obtenidas
de dicho cálculo y además, para su comparación, el caso en que sólo está presente la
perturbación 2D. El último caso se trajo del capı́tulo anterior.
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
67
Figura 4.12: Energı́a total (arriba) y la asociada a cada componente (abajo). Las figuras
a la izquierda corresponden a una perturbación 2D y las de la derecha a una (2D+3D)
sobre el flujo de Hagen-Poiseuille con Reynolds 2967.
De la figura 4.12 puede observarse que al introducirse la perturbación 3D la energı́a
asociada a las componentes transversales de velocidad ya no decaen monótonamente,
como sucede ante perturbaciones 2D solamente. Pareciera que al desestabilizarse los
streaks, llevando al sistema a un estado turbulento, se reinyecta energı́a a dichas componentes, como tratando de regenerar los vórtices impuestos como condición inicial y
que dieron origen a los streaks. Esto tiene semejanza con el ciclo regenerativo propuesto
por Waleffe para el flujo Couette plano a Reynolds bajo [14], en el cual los streamwise
vortices dan lugar a la formación de los streaks los cuales, luego de inestabilizarse, vuelven a generar los streamwise vortices, cerrando el ciclo. Sin embargo, en este caso el ciclo
no se cierra pues el sistema entra en un estado turbulento.
Al estar presente sólo la perturbación 2D, no hay lugar para la desestabilización de los
streaks, luego la energı́a puesta en juego por la perturbación termina disipándose por
viscosidad.
Gabriel S. Campo
68
La figura 4.13 muestra la componente axial a distintos tiempos, en un corte X-Z
conteniendo al eje central. Inicialmente se observa el perfil correspondiente al flujo
Hagen-Poiseuille, siguiendo con la formación de los streaks a un tiempo de 17 u.t., los
cuales posteriormente se desestabilizan, llevando al flujo a un estado turbulento.
t=0
t=6
t=17
t=34
t=49
t=65
Figura 4.13: Evolución de la componente axial en un corte X-Z, conteniendo al eje de
simetrı́a. Se observa la formación y posterior ruptura de los streaks, llevando al sistema
a un estado turbulento.
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
69
La figura 4.14 muestra la componente en e tanto en un punto cerca del eje como
en uno más cercano a la pared, mostrando un comportamiento turbulento. Se observa
la pérdida de información acerca de la condición inicial de cada componente, que lleva
a ellas a un comportamiento cualitativamente similar.
Figura 4.14: Velocidad en e relativa a la máxima del flujo laminar en un punto sobre
el eje y en otro a más cercano a la pared, a aproximadamente 0.67 radios del anterior.
La figura 4.15 muestra la evolución del campo de velocidades correspondiente
sólo a la perturbación, restando al campo que se tiene como solución del código el
flujo base de Hagen-Poiseuille. Las flechas indican la velocidad sobre el plano X-Y
y en código de colores la velocidad axial, relativa a la máxima del flujo laminar
+3 # ( , ) . En su figura superior izquierda se observa la condición
inicial correspondiente a los streamwise vortices, que es la perturbación 2D analizada en
Gabriel S. Campo
70
el capı́tulo anterior, y. que
predomina sobre
por las energı́as iniciales asociadas a
. la3D
#
# . A su derecha, se observa como
cada una de ellas:
y
los vórtices arrastran fluido relativamente lento de la pared inferior hacia la parte central, llevando de ella fluido relativamente más rápido hacia la pared superior, dando
lugar a la formación de los streaks.
A la izquierda y abajo, se observa la desestabilización de los streaks y la ruptura de
simetrı́a del flujo secundario. A su derecha se observa una situación ya turbulenta,
donde han aparecido estructuras de dimensión más pequeñas, observando también
un achatamiento del perfil medio con respecto a la situación laminar.
t=0
t=17
t=62.5
t=137.5
Figura 4.15: Cuadros correspondientes al campo de velocidad propio de la perturbación, tomados a distintos tiempos.
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
71
La figura 4.16 muestra la distribución espacial de la energı́a de la perturbación,
observando como se concentra en los puntos de inflexión del perfil, causando la desestabilización del flujo.
y
y
x
x
Figura 4.16: Velocidad axial y distribución de la energı́a sobre un plano X-Y del tubo
) correspondiente a un tiempo de 37 u.t..
(
Por último se quiso observar el hecho de que, dado un Reynolds, se necesita un
umbral mı́nimo de perturbación 3D para desestabilizar los streaks y ası́ llevar al sistema
a un estado turbulento. Para ello se impuso una perturbación con energı́a 2D y 3D de
# y # respectivamente, con " 0 , sobre el flujo de Hagen-Poiseuille
0 conduce
con un número de Reynolds asociado de 2012. Según Meseguer [37], solo a la desestabilización de los streaks, generando un comportamiento caótico del flujo
durante un tiempo finito, del orden de 300.
La figura 4.17 muestra tanto la energı́a asociada a cada componente como la velocidad
en un punto central del dominio, cerca del eje axial, para cada valor de , observando
un decaimiento monótono de la energı́a en las componentes X e Y para valores de b de
0 . En cuanto a los tiempos de vida de los transitorios
6 y 8 y no tan monótono para observados, éstos corresponden a tiempos aproximados de 160, 160 y 200 u.t. para
" y 4 respectivamente (valores subjetivos basados en observar el momento en
que cesan las oscilaciones en la componente X de la velocidad observada en las figuras
de la izquierda), concordando bastante bien con los de Meseguer, salvo el valor de vida
media asociado a b=4.
72
Gabriel S. Campo
Figura 4.17: Velocidad en la dirección X en un punto sobre el eje axial (izquierda) y
energı́a de la perturbación asociada a cada componente (derecha). Se muestran los
gráficos correspondientes a los distintos valores de energı́a de la perturbación 3D, impuestas sobre el flujo de Hagen-Poiseuille con un número de Reynolds de 2012 junto a
+# .
la perturbación 2D de energı́a
Perturbaciones (2D+3D) sobre el flujo Hagen-Poiseuille
73
Observando la evolución del campo de velocidades correspondiente a los distintos
valores de b, en figuras equivalentes a la 4.13, se observa una desestabilización del flujo
para b=6 y 4, no ası́ para 8, por lo que el umbral de energı́a para la perturbación 3D
# y # .
estarı́a entre
Hay que hacer notar dos cosas. La primera referente a que el umbral para la desestabi # ) para un número de Reynolds
lización es menor que el hallado por Meseguer (
de 2000. Esto puede ser debido a que el Reynolds es un poco superior: 2012.
Lo segundo es que el tiempo de vida media para b=4 es menor que en dicho trabajo en
un 33 %. Probablemente esto se deba a que al desestabilizarse el flujo aumenta la disipación, bajando la energı́a cinética, llevando a un descenso de la velocidad media axial
y por consiguiente del número de Reynolds (Fig.4.18). Observando la figura 4.18, uno
podrı́a pensar que la perturbación muere debido a que el número de Reynolds baja
hasta un valor por debajo de los valores tı́picos transicionales. Para develar esto habrı́a
que hacer cálculos con un flujo volumétrico constante, similar a los experimentos de
Darbyshire & Mullin [8] o a los cálculos numéricos de, por ejemplo, Faisst [43]. Esto
quedarı́a para la implementación en un trabajo posterior. Sin embargo, Meseguer también utiliza un gradiente de presión constante como fuerza impulsora y en el trabajo
de Darbyshire & Mullin encuentran que las caracterı́sticas asociadas a la transición a la
turbulencia en sus experimentos con caudal volumétrico constante son similares a las
reportadas en experimentos con gradiente de presión constante. Luego la diferencia de
la vida media se podrı́a deber a que ésta, aunque de manera continua, podrı́a depender
muy fuertemente tanto del Reynolds como de la amplitud de la perturbación.
Figura 4.18: Evolución del número de Reynolds para las perturbaciones 3D consideradas.
74
Gabriel S. Campo
4.4. Conclusiones
En este capı́tulo se observó la inviabilidad de obtener resultados determinı́sticos, en
flujos turbulentos, de la velocidad en un punto del dominio en forma confiable, ya que
no se logró convergencia en los resultados. Esta imposibilidad se debe, en principio, a
causa de los tiempos de cálculo empleados: para la convergencia de los resultados se
necesitarı́an mallas y pasos de tiempos más finos que harı́an inmanejables los tiempos
de CPU, al menos con nuestra capacidad de cálculo. Sin embargo, aunque se pudiera
esperar el tiempo necesario, aún queda la duda, a la luz de los resultados del capı́tulo
2, de que la acumulación del error de redondeo no vuelva a esa barrrera infranqueable.
Se realizó también una comparación de la performance del método de elementos
finitos con los métodos espectrales, cuyo uso es ampliamente difundido en este tipo de
problemas. De esa comparación surge que el tiempo de cálculo entre ambos métodos
es comparable, desempatando a favor de los espectrales el hecho de que se estima que
éstos necesitan menos grados de libertad en comparación a los necesarios emplear con
el método de elementos finitos.
Se observaron distintos aspectos de la dinámica del sistema ante perturbaciones
(2D+3D) impuestas sobre el flujo de Hagen-Poiseuille. Se vio que el agregado de las
perturbaciones 3D a las 2D desestabilizan efectivamente al flujo, rompiendo los streaks
y llevando al sistema a un estado turbulento. Sin embargo, dado un número de Reynolds del flujo laminar, se observó que se requiere un nivel mı́nimo de la energı́a de la
perturbación 3D para llegar a la desestabilización del mismo, que disminuye al aumentar el número de Reynolds. También se vió que, dependiendo del número de Reynolds
y energı́a de la perturbación, y como se consigna en los trabajos de Meseguer, el estado
turbulento puede tener una vida media menor al tiempo de simulación, o sea, es un
comportamiento transitorio (caos transitorio). Sin embargo no se sabe, al observar turbulencia durante todo el tiempo de simulación, si se ha formado el atractor turbulento
o es sólo un comportamiento transitorio de vida media suficientemente larga.
Capı́tulo 5
Conclusiones generales
En este trabajo se estudiaron los aspectos principales de la transición a la turbulencia en el flujo Hagen-Poiseuille desarrollado dentro de caño de sección circular, como
un caso particular de un flujo paralelo. Estas caracterı́sticas hacen referencia a la nonormalidad y no-linealidad del operador de evolución del sistema que combinadas, y
aplicando el tipo y nivel de perturbación adecuado, que depende en parte del número
de Reynolds, conducen finalmente a la desestabilización del flujo.
Se estudió en particular la evolución del sistema al introducir perturbaciones axialmente invariantes sobre el flujo laminar base, observando el crecimiento algebraico
que ellas experimentan antes de su inevitable extinción, aspecto tı́pico de los flujos paralelos. Además se vio cómo estas perturbaciones llevan a la modificación del perfil
del flujo, formando los denominados streaks, estructuras necesarias para una posterior
desestabilización del mismo, ya que crea las condiciones para ello: puntos de inflexión
en el perfil.
Se observó que al introducir perturbaciones con dependendencia axial se logra hacer efectiva la transición del flujo a un estado turbulento, siempre y cuando dicha perturbación presente un nivel energético acorde al número de Reynolds del flujo laminar
base, dando lugar a la caracterı́stica de doble umbral del flujo Hagen-Poiseuille, también manifiesta en el Couette plano. Esta transición se genera al desestabilizarse los
streaks. La ruptura de ellos muestra, en su evolución temporal, un mecanismo tı́pico de
desestabilización en flujos paralelos. Se vio que el estado final turbulento puede tener
una duración temporal finita, es decir, el sistema puede experimentar caos transitorio.
Sin embargo, al desestabilizarse el flujo, ya en un estado turbulento, se observó la
inviabilidad de obtener resultados determinı́sticos confiables de la velocidad en un
punto dado del dominio. Esto en principio se debe a los tiempos de CPU empleados,
tornándose inmanejables, al menos con nuestra capacidad de cálculo.
Cabe aclarar que en la literatura especializada, con frecuencia se consignan razonables
coincidencias con observables estadı́sticos, tanto numéricos como experimentales. Pero esta coincidencia es de hecho, y no cuenta con una fundamentación adecuada.
76
Gabriel S. Campo
Más allá del tiempo de cálculo requerido, es de esperar que la imposibilidad mencionada se mantenga debido a la limitación en la precisión de cálculo dada al trabajar con
doble precisión.
Esta conclusión es producto de un cuidadoso análisis sobre la confiabilidad de las soluciones, apoyado en un estudio previo efectuado sobre el flujo Couette plano con un
modelo de baja dimensionalidad. En dicho estudio se confirmó que el cómputo de
la vida media de las órbitas caóticas es muy delicado en cuanto a perturbaciones de
ı́ndole numérica, provocadas por errores propios de los métodos numéricos, lo cual
requiere de algoritmos de paso adaptativo que permitan controlar el error de cálculo.
Resultados de ese estudio permitieron develar un aspecto erróneo en trabajos recientes
y ampliamente citados, vinculados a la transición del flujo Couette plano, y que hacen
referencia a la fractalidad, o aparente discontinuidad, de la frontera hacia la turbulencia en el plano Reynolds-Amplitud.
Se realizó también una comparación de la performance del método de elementos
finitos con los métodos espectrales, cuyo uso es ampliamente difundido en este tipo
de problemas. De esa comparación surge que el tiempo de cálculo entre ambos métodos es comparable, desempatando a favor de los espectrales el hecho de que se estima
que éstos necesitan menos grados de libertad en comparación a los necesarios emplear
con el método de elementos finitos. Sin embargo, es valioso rescatar que el método
de elementos finitos es una herramienta numérica valedera, aunque con las limitaciones observadas, a la hora de estudiar el problema aquı́ considerado, reproduciendo los
procesos básicos involucrados en la transición laminar-turbulenta del flujo de HagenPoiseuille, hecho en cierto sentido cuestionado por investigadores abocados a este tema y por la ausencia de trabajos empleando este método.
Por último, queda expresar las posibles lı́neas de investigación para realizar un estudio más profundo del tema, requiriendo un tiempo acorde para ello.
En primer término, se podrı́a evaluar la utilización de otras condiciones de contorno
distintas a las periódicas, para observar aspectos como la aparicición de los puffs y slugs
precediendo a la turbulencia [8].
En cuanto al cómputo de vidas medias para la confección de los mapas que muestran
a ella en función del número de Reynolds y amplitud de la perturbación, y que son caracterı́sticos de transiciones de doble umbral como la que aquı́ nos compete, habrı́a que
implemetar algún algoritmo de integración temporal con paso adaptativo y, eventualmente, incorporar alguna biblioteca para trabajar con precisión numérica arbitraria.
Sin embargo, esto último traerá un gran costo computacional, por lo que serı́a conveniente realizar una evaluación previa antes de su implementación. Además habrı́a que
imponer un caudal volumétrico constante, para tener un buen control sobre el número
de Reynolds.
Referente a un aspecto más fı́sico del problema, se podrı́a hacer un intento por dilucidar la formación efectiva o no del atractor turbulento, mediante alguna técnica como
la que utiliza Faisst & Eckhardt en [44].
Conclusiones generales
77
En cuanto a interés ingenieril, serı́a deseable conocer hasta dónde es posible engrosar la malla o aumentar el paso temporal, captando aún los aspectos principales de la
dinámica del sistema en flujos con número de Reynolds tı́picamente transicionales, del
orden de 2000 para el flujo Hagen-Poiseuille. Este estudio ya fue encarado y está en
una etapa avanzada.
78
Gabriel S. Campo
Apéndice A
Detalles del modelo utilizado en el
capı́tulo 2
En este apéndice se muestra todo lo referente, y no expresado en el capı́tulo 2, del
modelo allı́ utilizado.
A.1. Vector aleatorio
El vector aleatorio que da la dirección de apartamiento del punto de equilibrio es:
223 2 2 2 0030302 23 33 2 032+ 0 22 3 2 0 30 + 0 2 2222 2 3 32222 33222 2 3 33 + 3 2++ 3 0 0 232 03 2 002
+ 0 3 023 2 0 3 2 3 + 33 23 2+ 22+ 2 2 32 23 2+ 32 2 032 0 0 2 0 32 !
Se lo escribe en forma fraccionaria para que los programas utilizados lo tomen como
una expresión exacta, o sea, con precisión infinita. $
$ +33+ .
Su norma vale 2.5783 y su norma infinito vale $
A.2. Ecuaciones del modelo
A continuación se muestra el sistema de ecuaciones diferenciales ordinarias no lineales que derivan del modelo. Se le agradece al Dr. B. Eckhardt por enviarnos las
mismas.
Gabriel S. Campo
80
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3 0
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0
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Detalles del modelo utilizado en el capı́tulo 2
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$ 0 $ 0 $ 0 0 $ 0 $ $ 0 $ $ $ 0 $ $ $ $ 0 $ $ $
Gabriel S. Campo
82
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Detalles del modelo utilizado en el capı́tulo 2
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2 $ $ $ $ $ $ $ $
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Gabriel S. Campo
84
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0
0
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0 $ $ 0 $ $
$ $ $
Apéndice B
Aspectos organizativos y económicos
del trabajo especial
El presente trabajo se realizó en la división Mecánica Computacional (MECOM)
del Centro Atómico Bariloche (CAB) bajo la dirección de los doctores Fernando G. Basombrı́o y Enzo A. Dari durante el perı́odo comprendido entre febrero del 2004 y junio
del 2005. Tuvo como fin formar e inculcar al autor metodologı́as de trabajo que conciernen al ámbito cientı́fico e ingenieril y con el objetivo final de obtener el tı́tulo de
Ingeniero Nuclear, otorgado en conjunto por el Instituto Balseiro y la U.N.Cu..
B.1. Planificación del proyecto
Para llevar a cabo los objetivos del trabajo, puntualizados en el capı́tulo introductorio, se requirió de una serie de pasos, expresados a continuación:
Búsqueda de material bibliográfico referente al tema de interés y de acuerdo al
objetivo perseguido en cada etapa.
Cursado de materias formativas.
Aprendizaje del uso de software de la división.
Realización de mallas y pos-procesamiento de las soluciones.
Análisis de resultados.
Escritura del trabajo especial.
En la tabla B.1 se da una estimación de la cantidad de horas empleadas en ellos y en
otras tareas anexas.
Gabriel S. Campo
86
Tarea
Búsqueda de material
bibliográfico
Cursado de materias
Asistencia a congresos
Aprendizaje del software
Realización de mallas
y pos-procesamiento de soluciones
Preparación de las corridas
Análisis de los resultados
Consultas con los directores u otros
Escritura del trabajo especial
TOTAL
Horas estimadas
80 hs
800 hs
80 hs
40 hs
300 hs
80 hs
300 hs
120 hs
300 hs
2100 hs
Cuadro B.1: Horas empleadas en las tareas requeridas para cumplir los objetivos del
trabajo especial.
B.2. Aspectos económicos
En la tabla B.2 se explicita una estimación de los costos del trabajo especial.
Descripción del recurso
Costo
Costo de oficina con sus
gastos por 18 meses
$9000
Computadoras (6)
$18000
Amortización
3 años
Costo por 18 meses
$9000
Consultas
a directores u otros
$30 por hora
Costo total por 120 hs
$3600
Cursado de materias
$10 por hora
Costo total por 800 hs
$8000
Asistencia a congresos
$1500
Artı́culos de oficina
$500
Beca de estudiante
$600 mensuales
Costo total por 18 meses
$10800
TOTAL en 18 meses
$42400
Cuadro B.2: Costos estimativos del trabajo especial.
Los fondos para afrontar los costos provinieron de la CNEA y subsidios del
CONICET.
Bibliografı́a
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pipes of circular cross section. Fluid Dynamics, 29(6):749–758, 1994.
[42] P. Mueller. Simulación de flujos turbulentos resolviendo los vórtices de gran tamaño, MSc thesis, 2003.
[43] H. Faisst. Turbulence transition in pipe flow. PhD thesis, 2003.
[44] H. Faisst and B. Eckhardt. Sensitive dependence on initial conditions in transition
to turbulence in pipe flow. J. Fluid Mech., Aprobado para su publicación.
90
Gabriel S. Campo
Índice de figuras
1.1. Osborne Reynolds (1842-1912). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2
1.2. Bosquejo del dispositivo experimental utilizado por Reynolds para el
estudio de la transición laminar-turbulenta del flujo dentro de un tubo
de sección circular (Del trabajo original de Reynolds [3], Fig. 13). . . . . .
3
1.3. Bosquejos originales del trabajo de Reynolds ([3], Fig. 3, 4 y 5) en los cuales muestra los patrones de flujo que observaba al cambiar la velocidad
u otros parámetros. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4
1.4. Bosquejo del trabajo original de Reynolds ([3], Fig. 16) en el cual muestra el carácter intermitente del flujo precediendo a la turbulencia. Este
comportamiento era más marcado en tubos de menor diámetro. . . . . .
5
1.5. Esquema del dominio de cálculo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
6
1.6. Diagrama de bifurcaciones correspondiente a la ecuación de Landau
. Se muestran las soluciones estables (lı́nea continua) e
(1.3.1) para
inestables (lı́nea a trazas) y los lı́mites de las cuencas de atracción (lı́nea
punteada azul). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
11
1.7. Diagrama de bifurcaciones correspondiente a la ecuación de Landau
. Se muestran la solución estable (lı́nea continua) e
(1.3.1) para
inestables (lı́nea a trazas) y los lı́mites de la cuenca de atracción (lı́nea
punteada azul). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
12
1.8. Distintos escenarios denominados globalmente subcrı́ticos, llamados
ası́ ya que en una región del parámetro de control coexiste con el estado base otra solución también estable. Estos dos estados estables son
alcanzables el uno al otro a través de una perturbación finita. . . . . . . .
13
1.9. Escenario acorde para describir la transición a la turbulencia de los flujos
Hagen-Poiseuille y Couette plano. es una distancia dentro del espacio
de funciones que mide apartamientos desde la solución base, y es generalmente la energı́a de la perturbación aplicada sobre esa solución. En
esos flujos la solución laminar base es estable para todo número de Reynolds y otras soluciones, que en principio pueden no ser turbulentas,
son alcanzables mediante perturbaciones finitas. . . . . . . . . . . . . . .
14
Gabriel S. Campo
92
1.10. Esquema cualitativo del diagrama de bifurcaciones asociado al flujo
dentro de un tubo de sección circular o entre dos placas planas con velocidad relativa entre sı́. Las soluciones base son los flujos de HagenPoiseuille y Couette plano respectivamente. En este esquema se reflejan
las caracterı́sticas de estos flujos: estabilidad lineal para todo Reynolds
( ), existencia de crecimiento algebraico de las perturbaciones sobre el
) y existencia de un crı́tico
flujo base en un cierto rango de (
o global ( ) por debajo del cual la única solución estable es la del flujo
laminar base. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
16
1.11. Esquema ilustrativo de la turbulencia sostenida por ruido externo (NST,
Noise Sustained Turbulence). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
17
2.1. Mapas de vida media vs. número de Reynolds y amplitud de la perturbación, caracterı́sticos de las transiciones de doble umbral. En a) se
muestra este mapa obtenido en forma numérica para el flujo Couette
plano [30] y en b) un mapa obtenido experimentalmente para el flujo
Hagen-Poiseuille [8]. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
22
2.2. Evolución de la energı́a asociada a una órbita, calculada en el entorno Mathematica 4.1, con distintas precisiones de cálculo. La figura superior muestra cálculos con precisión 6/6/17 (roja), 12/12/22 (verde),
14/14/24 (azul), 16/16/30 (negra) y 18/18/30 (marrón), observando
que estas precisiones son insuficientes. La figura inferior muestra resultados más confiables. En ellos se utilizó una precisión de 19/20/30
(roja), 20/20/32 (verde) y 21/21/33 (azul). . . . . . . . . . . . . . . . . .
25
2.3. Evolución de la energı́a asociada a una órbita, calculada en el entorno
Mapple V, con distintas precisiones de cálculo. La figura muestra cálculos con precisión 19/20/30 (roja derecha), 20/20/32 (azul), 21/21/33
(verde), 22/22/34 (roja izquierda) y 23/23/35 (negra), observando convergencia de los resultados sólo en las dos últimas. . . . . . . . . . . . . .
26
2.4. Vida media de la órbita caótica en función de la amplitud de la perturbación para Reynolds 200. Esta es la figura 7 de [30], similar a la 4 de [33].
En esta gráfico se apoyan los autores para anunciar el carácter fractal de
la curva vida media vs. amplitud de la perturbación. . . . . . . . . . . .
27
2.5. Evolución de la energı́a para órbitas con condición inicial levemente perturbada con respecto a la órbita
de referencia: órbita con condición ini
$ $ (roja).
Las perturbaciones están equiescial dada por (2.2.5) con
%
#
$
paciadas en
(
), en unidades de , y tienen un valor de A dado
$
%
#
$
0 (azul), (negra),
por
, con
(verde),
$
(naranja) y (violeta). Los cálculos fueron realizados en el entorno Mathematica 4.1 con una precisión de 21/21/33. El gráfico inferior
muestra una ampliación de la zona de separación violenta de órbitas,
observando una convergencia monótona al disminuir la amplitud de la
perturbación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Aspectos organizativos y económicos del trabajo especial
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2.6. Evolución de la energı́a para órbitas con condición inicial levemente perturbada con respecto a la órbita
de referencia: órbita con condición ini
$ $ (roja).
cial dada por (2.2.5) con
Las perturbaciones tienen un valor
$
%
#
$
(negra) y (azul).
de A dado por
, con
$
Esto corresponde a apartamientos
de la condición inicial en una canti
%
#
$
%
#
$
dad de (
)y(
) respectivamente, en unidades de .
Los cálculos fueron realizados en el entorno Mapple V con una precisión
de 23/23/35. El gráfico inferior muestra una ampliación de la zona de
separación violenta de órbitas, observando una convergencia monótona
al disminuir la amplitud de la perturbación. . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.7. Evolución de la energı́a para órbitas con condición inicial levemente perturbada con respecto a la órbita
de referencia: órbita con condición ini$
Las perturbaciones tienen un valor
cial dada por (2.2.5) con
$ #%$ (roja).
$
1
(negra) y (violeta). Esde A dado por
, con
$
to corresponde
a apartamientos
de la condición inicial en una cantidad
%
#
$
%
#
$
de (
)y(
) respectivamente, en unidades de . Los
cálculos fueron realizados en el entorno Mathematica 4.1 con una precisión de 24/24/36, mayor que la figura 2.5. El gráfico inferior muestra
una ampliación de la zona de separación violenta de órbitas, observando nuevamente una convergencia monótona al disminuir la amplitud
de la perturbación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.8. Evolución de la energı́a para órbitas con condición inicial levemente perturbada con respecto a la órbita$ de referencia: órbita con condición ini
$ (roja). En este caso las perturbaciones
cial dada por (2.2.5) con
1
tienen un valor de A dado por
$ $ #%$ (azul) y 1 $ $ #%$
(verde). Esta última corresponde a un apartamiento de la condición inicial de referencia más fino que los mostrados en la figura 2.5. Los cálculos fueron realizados en el entorno Mathematica 4.1 con una precisión de
21/21/33. El gráfico inferior muestra una ampliación de la zona de separación violenta de la órbita con perturbación más fuerte con respecto
a la de referencia, observándose que la órbita perturbada más levemente
sigue a la misma, tapándola en el gráfico, y separándose de ella en un
tiempo posterior del orden de 1300. Luego, es de esperar que una órbita
con una perturbación suficientemente chica, más chica que la aquı́ mostrada, presente una vida media similar a la del la órbita de referencia,
ilustrando la inexistencia de un comportamiento fractal. . . . . . . . . .
29
30
3.1. Generación de la malla de cuboides utilizada mediante la traslación
axial de una malla 2D de cuadriláteros en forma de disco. . . . . . . . . .
3.2. Mallas utilizadas para el cálculo. A la izquierda, se muestra la malla MA
con 289/276 (nodos/elementos) por capa y, a la derecha, la malla MB,
más densa, con 529/512 (nodos/elementos) por capa. . . . . . . . . . . .
3.3. Aspecto de la perturbación introducida al flujo Hagen-Poiseuille. Son
dos vórtices antiparalelos alineados axialmente (streamwise vortices). Es
la misma perturbación 2D analizada por Meseguer en [36] [37]. . . . . .
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35
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3.4. Evolución del factor de amplificación de la perturbación para distintos
valores de su energı́a inicial ( ). Los cálculos fueron hechos con la malla
MA, perturbando el flujo base de Hagen-Poiseuille con un número de
Reynolds de 2945. Se utilizó un paso de tiempo (adimensional) de 0.1. .
3.5. Comparación del factor de amplificación de la perturbación con
# de la figura 3.4, con el calculado sobre una malla más fina
(MB) y un paso temporal de 0.05, mitad del anterior. . . . . . . . . . . .
3.6. Comparación de los resultados mostrados en la figura 3.4 con los obtenidos por Meseguer en [37], Fig.1 (en negro). Meseguer utilizó un paso
temporal de 0.1, 9 modos azimutales y 6 radiales. . . . . . . . . . . . . .
3.7. Evolución de la energı́a de la perturbación por componente. Se observa
que la amplificación sólo se manifiesta en la componente axial, donde
la energı́a inicial es nula, mientras que las otras componentes decaen
monótonamente, extinguiéndose los vórtices impuestos como condición
inicial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.8. Evolución de la componente axial de velocidad para una perturbación
# , impuesta sobre el flujo de Hagen-Poiseuille con un
con
Reynolds de 2945. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.9. Comparación de los resultados obtenidos con los del trabajo de Meseguer [37] (abajo), referidos a la evolución de la componente axial de la
, (b)
velocidad y de las estructuras formadas
a
distintos
tiempos:
(a)
2
12
12
(superior)
, (b) (inferior)
, (c)
y (d)
. Las lı́neas de
nivel están referidas a la velocidad máxima del flujo de Hagen-Poiseuille
+# ). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
aquı́ considerado (
3.10. Componente axial de la velocidad para un tiempo fijo de 75 y perturbaciones con distinta energı́a inicial, impuestas sobre el flujo base de
Hagen-Poiseuille que tiene asociado un número de Reynolds de 2945.
Se observa que se requiere un mı́nimo de energı́a de la perturbación pa +# . . . . . . . . . . . . . . . .
ra la formación de los streaks del orden de
3.11. Streaks producto de perturbar al flujo laminar base de Hagen-Poiseuille
con Reynolds 2945. Las perturbaciones impuestas presentan una energı́a
# (arriba) y # (abajo). Los tiempos correspondientes a estas sode
luciones son 197.7 y 56 respectivamente. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.12. Factor de amplificación máximo en función del número de Reynolds,
para distintos niveles de perturbación. La lı́nea a trazos es sólo una guı́a
para el ojo, diferenciando la región donde tiene lugar la aparición de los
streaks (de ella hacia abajo). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.13. Velocidad de cálculo al trabajar con ambas mallas. La memoria utilizada
para el cálculo fue de 50 Mb al trabajar con MA y 30 Mb con MB. En
la figura se muestran los nombres de las máquinas utilizadas, donde el
“+” significa que a las máquinas anteriores se les agrega la presente. . .
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42
4.1. Mallas utilizadas para los cálculos de este capı́tulo. A la izquierda, se
muestra la malla M1 con 40733/39424 (nodos/elementos) y, a la derecha,
la malla M2, mucho más densa, con 112597/109872. . . . . . . . . . . . .
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4.2. Velocidad en en un nodo cerca del eje obtenida con una versión vieja
del código [42], comparada con la calculada con el nsfracimp. Se observa que el estado turbulento es mantenido por mucho más tiempo con
el último código, por lo que se intuye que presenta menos disipación
numérica. Esto es confirmado en la figura 4.3. . . . . . . . . . . . . . . . .
4.3. En el gráfico superior están representados ambos miembros de la ecuación de balance (4.2.1) asociados a la solución obtenida con el código viejo, y en el inferior los relacionados con la solución del código nsfracimp.
La diferencia de esos miembros es debido a la presencia de disipación
numérica, siendo ésta mucho menor en el código nsfracimp. . . . . . . . .
4.4. Soluciones calculadas con el nsfracimp con parámetros numéricos idénticos a los de la figura 4.2, salvo el estabp, reduciéndolo dos órdenes. . . .
4.5. En el gráfico superior están representados ambos miembros de la ecuación de balance (4.2.1) asociados a la solución obtenida con el valor de
estabp de 0.5, y en el inferior con valor de 0.005. La disipación numérica
es inferior en el último caso, donde ambas curvas casi se superponen. . .
4.6. Soluciones calculadas con parámetros numéricos idénticos, salvo el paso
temporal, observando una separación de las soluciones a un tiempo del
orden de 57.8 u.t., lo que muestra que el cálculo no está convergido en
el tiempo. El gráfico inferior derecho corresponde a una ampliación del
gráfico central. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.7. Solución calculada con el nsfracimp sobre la malla M2, empleando los
mismos parámetros numéricos de la figura 4.6, salvo el paso temporal:
0.15. Cabe aclarar que al cambiar de malla el punto en donde se observa
la velocidad sigue estando sobre el eje, pero no es exactamente el mismo.
4.8. Comparación entre la solución mostrada en la figura 4.7 y la misma recalculada con un paso menor. Los resultados no están convergidos, observándose una separación entre las soluciones a un tiempo del orden de
52.7. Ambos resultados han sido obtenidos sobre M2. El gráfico inferior
derecho corresponde a una ampliación del gráfico central. . . . . . . . .
4.9. Soluciones calculadas sobre la malla M2 con distintos pasos temporales.
Se observa que cuanto más chico es el mismo, la solución sigue por más
tiempo a la solución tomada como referencia: aquella con paso temporal
0.025. Achicar el paso temporal es equivalente a aumentar la precisión
de cálculo, observando el mismo comportamiento que la figura 2.2 del
capı́tulo 2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.10. Soluciones calculadas sobre la malla M2, modificando la condición inicial en distintas cifras. Los cambios en las cifras de la condición inicial
se realizan modificando la perturbación inicial por un factor (1+C). Se
observa que las soluciones perturbadas siguen a la curva de referencia
(C=0) por más tiempo cuanto menor es la perturbación. De esta figura
puede estimarse la precisión requerida para el cálculo de una órbita turbulenta durante 300 unidades temporales a Reynolds 3000, elevándose
a una exactitud en 7 dı́gitos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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4.11. Velocidad de cálculo al trabajar sobre la malla M2. La memoria total
necesaria para el cálculo es de 398 Mb al trabajar con M1 y 1.1 Gb con
M2. En la figura se muestran los nombres de las máquinas utilizadas,
donde el “+” significa que se agrega la presente a las ya empleadas. . . .
4.12. Energı́a total (arriba) y la asociada a cada componente (abajo). Las figuras a la izquierda corresponden a una perturbación 2D y las de la
derecha a una (2D+3D) sobre el flujo de Hagen-Poiseuille con Reynolds
2967. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.13. Evolución de la componente axial en un corte X-Z, conteniendo al eje
de simetrı́a. Se observa la formación y posterior ruptura de los streaks,
llevando al sistema a un estado turbulento. . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.14. Velocidad en e relativa a la máxima del flujo laminar en un punto
sobre el eje y en otro a más cercano a la pared, a aproximadamente 0.67
radios del anterior. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.15. Cuadros correspondientes al campo de velocidad propio de la perturbación, tomados a distintos tiempos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.16. Velocidad axial y distribución de la energı́a sobre un plano X-Y del tubo
) correspondiente a un tiempo de 37 u.t.. . . . . . . . . . . . . . .
(
4.17. Velocidad en la dirección X en un punto sobre el eje axial (izquierda)
y energı́a de la perturbación asociada a cada componente (derecha). Se
muestran los gráficos correspondientes a los distintos valores de energı́a
de la perturbación 3D, impuestas sobre el flujo de Hagen-Poiseuille con
un número de Reynolds de 2012 junto a la perturbación 2D de energı́a
# . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.18. Evolución del número de Reynolds para las perturbaciones 3D consideradas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Índice de cuadros
4.1. Performance lograda con el código de elementos finitos y con un código
espectral [43]. El tiempo de CPU que se consigna en el caso del método
de elementos finitos, se corresponde a la máxima velocidad alcanzable
según la figura 4.11. La siglas u.t. corresponden a unidades temporales.
65
B.1. Horas empleadas en las tareas requeridas para cumplir los objetivos del
trabajo especial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
B.2. Costos estimativos del trabajo especial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Agradecimientos
Ja...que fácil y difı́cil a la vez. Fácil, porque ya el hecho de que yo esté escribiendo
estas lı́neas el dı́a de hoy, es gracias a que hubo gente que creyó en mi y me apoyó, y a
ellos quiero agradecer. Y difı́cil, porque esa gente es mucha.
En primer término quiero agradecer muy especialmente a mi familia: Mi vieja y
mi viejo, que jamás me dejaron sólo y siempre estuvieron cuando los necesité, al igual
que el resto de mi familia. Mis abuelos, que para mi son un ejemplo de vida, de lucha
e ideales. Uno lamentablemente se me fue, pero darı́a lo que sea porque en este momento estuviera aquı́. Mis abuelas, que jamás dejaron de mimarme y me brindan un
amor infinito cada vez que las veo o hablamos a la distancia. Mi hermana Valeria, que
la quiero un montón y le deseo lo mejor. Mi tı́a y mi primo Nahuel, por ser tan piolas
para hablar, brindarme otra visión de las cosas y apoyarme siempre. Mi tio, el artista
de la familia, que, sin quererlo, me inculcó una gran atracción y respeto hacia el teatro
y el arte en general. A todos ellos, quiero decirles que los amo profundamente.
Quiero agradecer a mis amigos, que por suerte son muchos. La verdad que a lo largo de mi vida he tenido la suerte de cruzarme con muy buena gente o, tal vez, sólo sea
que mantengo el recuerdo de ellas nomás, eso parece más probable, ¿no?. En realidad,
la gente no es buena ni mala, solo tiene distintas facetas que hay que aprender a mirar.
Pero dejemos la filosofı́a barata (y los zapatos de goma) y nombremos a esa gente, a mi
gente, porque se merecen eso y muchı́simo más. Empecemos...
A Juan, que junto con Gaby son mi otra familia aquı́ en Bariloche, y también a su familia, que me ha hecho sentir desde el principio parte de ella. Gracias loco por todo.
A los pibes del club: el checho, el huesi, el flaco, el cabezón, la oveja, leo, martincho,
dieguito, el tuco, la bestia, juanma G., juanma R., el negro, el grana, leo C., lio, el japonés, miguelito y el busi (sı́...con el tiempo dejaste de ser mi entrenador y pasaste a
ser un amigo más; además, también se te puede considerar un pibe...no?). Que buenos
recuerdos que tengo de todos ustedes. Son indudablemente parte de mi vida.
A los que me acompañan desde la primaria, y por suerte cada tanto nos seguimos
viendo: Mauro, Damián, el pety, el quemero, Rodrigo, que sigue en nuestro recuerdo,
y Cecilia. Gracias por aguantar tanto tiempo!! Cuantas cosas hemos pasado...nuestros
caminos se han separado, pera cada tanto se entrecruzan, pasando buenos ratos.
Y hay más...
A la gente linda de Villa España y alrededores: Moni, Paula, Teresa, Hugo, las Caro’s,
100
Gabriel S. Campo
Anabella, Analı́a y la vivi. Gracias, me hicieron conocer un mundo nuevo, el de la montaña. He vivido muy lindas experiencias junto a ustedes.
A las chicas del club: vero (sos un ejemplo de lucha, ¿sabı́as?), anita, ceci, mariana, la
jime, la tuqui, baby, la tota, y a las hermanas serafinoff: nati y aldana (y a teresa también).
A la gente que labura en el club, mi segunda casa por muchos años, y que me lo hace
sentir ası́ cada vez que voy: pori, yoli, vivi, aldo, fabio, sanchez y ale, su hijo. Muchas
gracias por tanto afecto.
Mis compañeros de la UBA...que linda época, sentı́amos la magia de descubrir cada
dı́a una cosa nueva: el Piove, Andrés, Juan, Luz, Diego, Renata, Lucas y Fede, el cual
me aguantó un año conviviendo. Muchos de ellos, tal vez sin darse cuenta, me incentivaron para que hoy esté yo aquı́.
Mis compañeros de ingenierı́a de IB01 que, como se los hice saber una vez, pude aprender algo de cada uno de ellos: el guillote, pablito, kimura, conrado y el gallego.
A los compañeros de fı́sica de acá del IB, en particular a Lucas, Tomás, Fito y el niño
Potzo. A todo IB00, en particular al cheto.
A la gente de teatro de la Biblioteca Sarmiento, la cual me hizo ver el mundo con otra
mirada. Ellos son Charly, Seba, Gaby, Ruben, Flavia, Pablo, Juli, Ernesto y Pao (que
lindo fue conocerte loca).
A Nicanor y a fequi, de Pilca, que realmente se han portado muy bien conmigo y me
han brindado muchı́simo afecto.
A la gente de MECOM, que me hizo el aguante un año y medio: A Fernando, mi director, que mas bien fue un maestro. A Enzo, que sin su ayuda no podrı́a ni haberme
logeado a las máquinas (literalmente hablando) y ni pensar de haber hecho este trabajo sin su ayuda. A Gustavo, por su experiencia. A Daniela, Claudio y Jorge. Todos en
algún momento me han dado una mano. Y como no nombrar a Alfredo y el cata, que
trabajaron conmigo dentro de la división, y sufrieron éstos últimos dı́as toda la ansiedad por terminar el trabajo y finalmente recibirse. Además quiero nombrar a algunas
personas dentro del CAB que por una u otra razón son un referente para mi: Marta
Iparraguirre, Fabián Bonetto, Enzo Sauro, Gabriel Meyer y Maria Arribere.
Finalmente quiero agradecer a otra gente de por ahi, que de alguna forma me ha apoyado: las familias de mis amigos, Mariela, Mariana y Matias, que me bancó durante
este último año y medio.
Por último debo agradecer a la gente de la CNEA y UNCu, por permitirme vivir
esta experiencia, a partir de la cual he crecido, no solo profesionalmente, sino también
en lo personal.
De algunos más, de otros menos, pero de cada uno de ustedes (y seguramente que
me debo de estar olvidando de tantos otros...) pude tomar algo para mi, que me ha
servido en algún momento de mi vida. Y en parte, esa sucesión de momentos vividos
juntos hacen que yo este hoy aquı́, a punto de recibirme.
A todos ustedes, gracias de todo corazón y buena vida.
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