BOLETÍN INFORMATIVO

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BOLETÍN INFORMATIVO
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
Nº5 29-05-2012
11 tipos de litigios PRL en Juzgados de lo Social
Las personas jurídicas (empresa principal, contratista, subcontratista, empresa concurrente, servicio de prevención
ajeno, fabricante…) y las físicas (empresario, técnicos, sanitarios, coordinador de seguridad y salud, promotor,
autónomos…) pueden verse citados ante un Juez por diversos motivos relacionados por la PRL.
Se van a indicar distintos pleitos, al margen de la Jurisdicción Penal, y una vez la Ley 36/2011 los ha aglutinado
en favor de la Jurisdicción Social.
1.- Reclamación de daños y perjuicios derivados de contingencia profesional (art. 1902 CC)
Demanda de un trabajador accidentado (o de sus herederos) frente a la empresa por no haber actuado con la
diligencia debida en la ocurrencia de un daño.
2.- Relativo al recargo por falta de medidas de seguridad (art. 123 trLGSS)
Ya sea solicitado por parte del trabajador, o impugnado por la empresa frente a la resolución del INSS que lo
conceda condena. No es asegurable mediante póliza RC.
Para estos dos supuestos, que parten del acaecimiento de un accidente laboral o enfermedad profesional, debe
tenerse en cuenta que el artículo 96 de la Ley 36/2011 establece:
• Presunción de ausencia de medidas preventivas: cuando se haya producido un accidente de trabajo o
enfermedad profesional, corresponderá al empresario (deudores de seguridad y concurrentes en la
producción del resultado lesivo) la carga de la prueba de que adoptó cuantas medidas fueran necesarias.
• Exclusión de la culpa no temeraria del trabajador ni la que responda al ejercicio habitual del trabajo
o a la confianza que éste inspira como elemento exonerador de la responsabilidad empresarial. Sí
podrán actuar como atenuantes (moderar el quantum indemnizatorio o el porcentaje de recargo), pero no
como eximentes. La exención de responsabilidad empresarial solo se produciría en caso de imprudencia
grave o temeridad no previsible del trabajador, caso fortuito, fuerza mayor o acción exclusiva e inevitable de
un tercero.
3.- Extinción del contrato a instancias del trabajador
Por incumplimiento grave de obligaciones por parte del empresario, incluyendo las de PRL (Art. 50.1.c Estatuto de
los Trabajadores).
Se inicia por demanda del trabajador, solicitando la extinción del contrato de trabajo con indemnización equivalente
al despido improcedente (33 días de salario por año de servicio, con un máximo de 24 mensualidades).
4.- Sanción o despido disciplinario
Cuando el incumplimiento se atribuye al empleado (Art. 29.3 LPRL y 54 ET).
Se inicia por demanda del trabajador, en impugnación de la sanción impuesta o del despido disciplinario (sin
derecho a indemnización) por incumplimiento de sus obligaciones preventivas (falta de uso de EPIs, negativa a la
formación, vulneración de procedimientos de trabajo, utilización incorrecta de maquinaria, etc.)
5.- Despido por la causa objetiva de ineptitud sobrevenida
Calificación de aptitud de vigilancia de la salud (Art. 52.a ET).
Demanda del trabajador frente al despido por ineptitud sobrevenida (indemnización de 20 días por año trabajado,
con un máximo de 12 mensualidades) precedido de una declaración de No apto en la Vigilancia de la Salud, o de
Apto con restricciones, siempre que el empresario argumente imposibilidad de adaptar el puesto de trabajo.
6- Solicitud de adaptación del puesto de trabajo.
Se inicia mediante demanda del trabajador para que se adapte su puesto en función de su estado de salud. Se
daría en el caso de trabajadores especialmente sensibles, o de protección de la maternidad y lactancia.
C 7.- Relativos al derecho de participación y consulta de los delegados de prevención.
Demanda de los representantes de los trabajadores por aspectos como uso del crédito horario, no-solicitud de
informe previo, acceso a la documentación preventiva, constitución del Comité de Seguridad y Salud,
acompañamiento a los técnicos, etc.
8.- Relativos a la orden de paralización de trabajos por riesgo grave e inminente
para la seguridad y salud, dictada por la autoridad laboral (art. 152.2 Ley 36/2011).
El trabajador o trabajadores afectados, su representación unitaria o sindical y el empresario interesado podrán
solicitar al Juzgado, el alzamiento, mantenimiento o adopción de la medida.
9.- La impugnación de sanciones administrativas
Actas de Infracción de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
El sujeto sancionado, tras agotar la vía administrativa mediante recurso de alzada, deberá interponer demanda ante
el Juzgado de lo Social solicitando la revocación o reducción de la sanción. Al tratarse de la jurisdicción social, no
podrán introducirse en la demanda hechos o argumentos distintos de los reflejados en el recurso de alzada (art. 72
Ley 36/2011).
10.- Derivados de situaciones que puedan constituir acoso laboral o mobbing.
También en este caso, regirá la presunción del artículo 96, recayendo en el presunto acosador la carga de la prueba
de que no actuó con ánimo de hostigar, intimidar o denigrar.
11.- Relativos al plus de peligrosidad, penosidad o toxicidad.
Se iniciará por demanda de los trabajadores solicitando seguir cobrando o empezar a cobrar el plus.
Participación de técnicos o sanitarios
Como premisa, cabe decir que el técnico o sanitario no serán demandados personalmente cuando actúen dentro de
una modalidad preventiva (recordemos que no estamos en el ámbito penal, donde sí se imputa personalmente),
sino que deberá demandarse a la empresa para la que trabajan (si son trabajadores designados o miembros de SP
Propio/Mancomunado) o al Servicio de Prevención Ajeno en nombre del cual actúen.
Por lo tanto, su intervención será en calidad de testigos. Todo ello, sin perjuicio de la intervención de profesionales
independientes (al margen de la modalidad preventiva) como peritos.
En estos términos, podrán ser requeridos:
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Por el empresario para demostrar (destruyendo la presunción del artículo 96 Ley 36/2011) que se adoptaron
las medidas preventivas oportunas, ya sea en una reclamación de daños y perjuicios, o en un recargo de
prestaciones, o frente a una Acta de Infracción; o por el trabajador para demostrar lo contrario.
En casos de demanda de extinción del contrato de trabajo, o de impugnación de sanción o despido
disciplinario, para verificar si el empresario o el trabajador incumplieron sus obligaciones.
En el supuesto de despido por ineptitud sobrevenida, para que el sanitario argumente la declaración de no
aptitud o las restricciones señaladas, y conjuntamente con un técnico valoren si existían o no posibilidades
de adaptación del puesto de trabajo.
Para que aporten información sobre el ejercicio del derecho de participación y consulta por parte de los
delegados de prevención o sobre la supuesta actitud obstructiva del empresario al respecto.
Para fundamentar con su testimonio, la solicitud de alzamiento, mantenimiento o adopción de la paralización
por riesgo grave e inminente.
En los supuestos de posible acoso laboral, podrán ser citados para exponer si existe algún procedimiento
interno de prevención o abordaje, si les constan actitudes de hostigamiento, si se han realizado acciones
formativas y de concienciación, si se adoptan medidas de tipo psicosocial, etc.
En reclamaciones referentes al plus de peligrosidad, penosidad o toxicidad, los técnicos podrán ser
requeridos para ratificar las condiciones del puesto de trabajo.
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