DESPIDO POR CAUSAS OBJETIVAS DESPIDO POR CAUSAS OBJETIVAS Mucho se ha escrito sobre los tipos de despido, calificados en el Real Decreto Legislativo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, en su última actualización del año 2015, pero aún persisten dudas sobre las causas que pueden sustentar legalmente el despido objetivo, denominado así, porque tienen su origen en comportamientos atípicos del trabajador o razones de peso adjudicables a la empresa. En el artículo 52 de la mencionada ley, se dispone que existen despido por causas objetivas atribuibles al trabajador, que justifican su despido, cuando se producen las siguientes situaciones: “a) Por ineptitud del trabajador conocida o sobrevenida con posterioridad a su colocación efectiva en la empresa” y “b) Por falta de adaptación del trabajador a las modificaciones técnicas operadas en su puesto de trabajo, cuando dichos cambios sean razonables”. Abogados indican que la tercera causa objetiva atribuible al trabajador, de acuerdo con la mencionada ley es: “d) Por faltas de asistencia al trabajo, aun justificadas pero intermitentes, que alcancen el 20 % de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos siempre que el total de faltas de asistencia en los doce meses anteriores, alcance el cinco por ciento de las jornadas hábiles, o 25 % en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses”, artículo 52 de la LET. El despido por ineptitud del trabajador Sin embargo, debe aclararse que cuando un empresario alega como causa objetiva de despido “la ineptitud del trabajador sobrevenida con posterioridad a su contratación” debe demostrar que el trabajador tenía la competencia para el desarrollo de la actividad antes de contratarlo. En caso contrario, es responsable por la contratación del trabajador carente de competencia técnica y no puede despedirlo. En relación con la causa objetiva b) “Por falta de adaptación del trabajador a las modificaciones técnicas operadas en su puesto de trabajo”, el empresario debe demostrar que habiendo realizado dichas modificaciones, ofreció al trabajador un curso para su actualización o mejoramiento profesional. Al respecto, la LET, dispone que: “El tiempo destinado a la formación se considerará en todo caso, tiempo de trabajo efectivo y el empresario abonará al trabajador el salario medio que viniera percibiendo. La extinción no podrá ser acordada por el empresario hasta que hayan transcurrido, como mínimo, dos meses desde que se introdujo la modificación o desde que finalizó la formación dirigida a la adaptación”. Algunos despachos de abogados indican que la consideración de esta causa como “objetiva”, implica que el empresario demuestre que las modificaciones técnicas, operativas o de otra índole, son justificables, porque: satisfacen el cumplimiento de alguna normativa legal como el ahorro energético, favorecen la productividad de la empresa, mejoran las condiciones laborales del trabajador o sustituyen la existencia de maquinarias o equipos obsoletos que atentan contra la seguridad de los contratados. En primer lugar, se establece que antes de tomar la decisión de extinguir un contrato “por falta de adaptación del trabajador a las modificaciones técnicas operadas en su puesto de trabajo”, siendo razonables dichas modificaciones, “el empresario deberá ofrecer al mismo un curso dirigido a facilitar la adaptación a las modificaciones operadas, quedando en suspenso el contrato durante el período de formación y abonando el empresario al trabajador el salario medio que viniera percibiendo”. Las inasistencias injustificadas En cuanto a la causa objetiva relacionada con las inasistencias injustificadas del trabajador, no podrán ser calificadas como tales, aquellas que se produzcan por alguna de las razones que se detallan a continuación: ausencias debidas a huelgas legales por el tiempo de duración de la misma, al ejercicio de actividades de representación legal de los trabajadores (sindicales) y las atribuibles a la ocurrencia de accidentes laborales. De igual forma, no serán ausencias injustificadas, las calificadas en la Ley General de Seguridad Social. Estas son: por nacimiento de un hijo o hija, adopción o acogimiento familiar (tanto para la madre, como para el padre); enfermedad o accidente no laboral cuando la baja haya sido acordada por los servicios sanitarios oficiales y tenga una duración de más de 20 días consecutivos; riesgo durante el embarazo y la lactancia, enfermedades causadas por el embarazo, el parto y la lactancia o por ser víctima de violencia doméstica. WWW.GBASOCIADOS.COM