SOCIEDAD URUGUAYA DE CARDIOLOGÍA American Society of Hypertension 2010 Scientific Meeting La taquicardia predice eventos cardiovasculares en el estudio VALUE Un nuevo análisis del estudio VALUE (Valsartan Antihypertensive Long-Term Use Evaluation) mostró que la taquicardia basal e intra-estudio fue un fuerte predictor de eventos cardiovasculares entre pacientes hipertensos de alto riesgo. El riesgo está particularmente incrementado en los que tienen una frecuencia cardíaca (FC) superior a 80 p.m. El estudio fue presentado por el Dr. Stevo Julius (University of Michigan Cardiovascular Center, Ann Arbor) en la reunión de la American Society of Hypertension, que se realizó en New York en los primeros días de Mayo. El Dr. Julius afirmó que ha llegado el momento de estudiar hasta donde la disminución de la FC es beneficiosa en los pacientes taquicárdicos con hipertensión arterial de alto riesgo vascular. Las guías de Hipertensión deberían recomendar la taquicardia como un factor de riesgo potente y clínicamente relevante. El Dr. Franz Messerli (St Luke Roosevelt Hospital, New York) afirmó que desde Framingham sabemos que la FC en reposo es un potente factor de riesgo para morbilidad y mortalidad cardiovascular. En el estudio VALUE se ha vuelto a confirmar esta observación. Pero Messerli destacó que el próximo paso es conocer por qué la FC está elevada en algunos pacientes y de qué manera esto se vincula fisiopatológicamente para incrementar la morbilidad y mortalidad. Hasta que esto se conozca, todo intento de disminuír la FC farmacológicamente será superfluo. La Frecuencia Cardíaca basal y anual fueron fuertes predictores del end-point primario. El reporte primario del estudio VALUE se realizó hace casi seis años y mostró que el tratamiento con Valsartán o con Amlodipina fueron esencialmente iguales en reducir la mortalidad o morbilidad cardiovascular entre pacientes hipertensos con al menos un factor de alto riesgo. El nuevo análisis incluyó casi todos los 15245 participantes originales. La pregunta a responder era hasta donde la frecuencia cardíaca es un factor de riesgo para mortalidad o eventos cardiovasculares en pacientes hipertensos de alto riesgo. Se examinó la FC basal y durante el estudio (obtenida del ECG anual) y ambas probaron ser predictores muy fuertes de morbi-mortalidad cardiovascular, aún después de un análisis ajustado de múltiples variables. El riesgo de eventos para el end point primario fue de 1,22 (p<0.0001) por cada 10 latidos de incremento de la FC. La FC aparece fuertemente relacionada con el desarrollo de insuficiencia cardíaca y con la muerte súbita, mientras que los hallazgos fueron menos impresionantes para el infarto de miocardio y el stroke. El mayor riesgo es con FC basal superior a 79 p.m. Los investigadores identificaron que el mayor riesgo ocurrió en los pacientes con FC superiores a 79 p.m.. Los pacientes fueron divididos en quintiles según su FC y en el quintil más alto (>79 bpm) ocurrió un marcado incremento del end-point primario, comparado con la combinación de los otros cuatro quintiles. La incidencia anual de un nuevo evento en el quintil más alto fue un 30 % superior en el primer año, un 55 % mas alto en el segundo y tercer años, un 52 % más alto en el cuarto año, y un 46 % más alto en el quinto. Una tendencia similar se observó para la aparición de insuficiencia cardíaca y la ocurrencia de muerte súbita. El efecto negativo de la alta FC no se modificó por el control de la presión arterial conseguido en el estudio. El incremento relativo del end-point primario en el grupo con FC alta fue de 68 % en el grupo con buen control tensional y de 63 % en el grupo con mal control tensional. La reducción de la FC no necesita ser drámatica, pero los betabloqueantes no son útiles. Stevo Julius piensa que ha llegado el momento de examinar los efectos de la disminución de la FC con drogas apropiadas, para ver hasta donde una disminución de la FC logrará disminuir el riesgo cardiovascular en pacientes con hipertensión de alto riesgo y taquicardia. En su opinión la FC debería ser un objetivo legítimo del tratamiento. La reducción de la FC no necesita ser dramática, sino que se trata de disminuírla desde 80 o más a niveles entre 60 y 70. Pero los beta-bloqueantes no son el camino a seguir, pues tienen tendencia a incrementar la presión a nivel central y causar diabetes. Por ese motivo no se encontró beneficio con estas drogas en el subgrupo de pacientes taquicárdicos en el reciente análisis del estudio ASCOT. Otros potenciales agentes que pueden ser ensayados son los calcio-antagonistas, así como la Ivabradina. Esta última es un agente puro para disminuír la FC, pues actúa inhibiendo selectivamente la actividad de marcapasos. Está disponible en los Estados Unidos para el tratamiento sintomático de la angina estable crónica en pacientes con ritmo sinusal que tienen contraindicaciones o intolerancia a los betabloqueantes. El Dr. Franz Messerli está de acuerdo en que los betabloqueantes no han tenido éxito en esta área pero agrega que el único estudio con Ivabradina, el estudio BEAUTIFUL, tuvo un resultado desalentador. En cualquier caso opina que buscar disminuir la FC por medios farmacológicos se meramente cosmético, en tanto no sepamos con exactitud por qué motivo la FC está elevada. Referencia Julius S, Palatini P, Kjeldsen S, et al. Tachycardia predicts CV events in the VALUE trial. American Society of Hypertension 2010 Scientific Meeting; May 1-4, 2010; New York, NY. Abstract LB-OR-01. Traducido y adaptado de theheart.org