Número de registro: 23167 Novena Época Instancia

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AMPARO DIRECTO 160/2008.
Número de registro: 23167
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Libro I, Octubre de 2011
Página: 1555
PROPIEDAD INDUSTRIAL. CARACTERÍSTICAS DE LAS MARCAS DESCRIPTIVAS
Y RAZONES PARA PROHIBIR SU REGISTRO.
AMPARO DIRECTO 160/2008. TEQUILA CUERVO, S.A. DE C.V. 27 DE AGOSTO DE
2008. UNANIMIDAD DE VOTOS. PONENTE: JEAN CLAUDE TRON PETIT.
SECRETARIO: ALFREDO A. MARTÍNEZ JIMÉNEZ.
CONSIDERANDO:
DÉCIMO. Análisis del concepto de violación. Se analizará, en primer término, el argumento
del único concepto de violación identificado con el inciso f), en virtud de que en él se
controvierte la negativa de registrar la denominación "Big Chupe" por ser una denominación
descriptiva (único argumento que la Sala analizó para declarar la validez del acto
impugnado).
Previo al análisis del último inciso del único concepto de violación propuesto, y con el
propósito de que el mismo se facilite, sea suficientemente claro y, principalmente, se cuente
con un marco de referencia sobre la resolución del presente asunto, este tribunal estima
conveniente expresar algunas consideraciones sobre aspectos generales del régimen marcario,
al tenor de lo siguiente:
Marca es el signo -denominativo, gráfico o mixto- que requiere materializarse en un envase,
producto o expresión publicitaria, que une psicológicamente a una idea o concepto de un
producto o servicio y evoca al consumidor las características, procedencia empresarial, nivel
de calidad o reputación; la marca es aprehendida por el consumidor y desencadena
representaciones en su mente lo cual es el aspecto dinámico e ingrediente psicológico de la
marca. Este signo debe ser susceptible de distinguir, per se, productos o servicios respecto de
otros de su misma especie o clase.
El artículo 88 de la Ley de la Propiedad Industrial establece: "Se entiende por marca a todo
signo visible que distinga productos o servicios de otros de su misma especie o clase en el
mercado."
Es usual que la marca vaya acompañada o asociada de cierta apariencia o presentación que le
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es peculiar: elementos de ornato y complementos en general, verbigracia, colores, tipo, estilo
de letra, envases, etcétera. Al signo y apariencia con que se presenta o publicita en el
mercado una marca, se le conoce como "imagen comercial" y tiene, como se dijo, una
función dinámica y un ingrediente psicológico, porque evoca o imprime en la mente del
consumidor un concepto de las peculiaridades del producto o servicio, sea por distintividad
inherente o adquirida por el uso. Esta asociación es dual, tanto con el empresario como con el
bien, en la medida en que entre más notoria, reconocida y afamada es la marca, los productos
y servicios que ofrece son mayormente valuados, aceptados y reputados.
De lo anterior resulta el valor económico de una marca, en cuanto permite y es un
instrumento para que el comerciante ofrezca y logre vender sus productos o servicios, aunado
al beneficio de que tengan demanda y aceptación entre los consumidores.
Asimismo, en términos generales, las marcas se clasifican en:
a) Nominativas, es decir, las que permiten identificar un producto mediante una palabra o un
conjunto de palabras; éstas deben distinguirse fonéticamente y pueden consistir en nombres
propios de personas físicas, susceptibles de registrarse como marca, siempre que no se
confundan con una ya registrada o un nombre comercial publicado, pudiendo carecer de
significado y ser caprichosas o de fantasía, tenerlo y ser sugestivas de la naturaleza y
características del producto o servicio o, incluso, resultar arbitrarias;
b) Innominadas: son figuras que cumplen con la función de una marca y pueden reconocerse
en forma visual pero no fonéticamente, ya que su peculiaridad consiste en ser símbolos,
diseños, logotipos o cualquier elemento figurativo que sea distintivo;
c) Mixtas: combinan palabras con elementos figurativos que muestran a la marca como un
elemento o conjunto distintivo; y,
d) Tridimensionales: son aquellas que protegen los envoltorios, empaques, envases, la forma
o presentación de los productos en sí mismos, si éstos resultan distintivos de otros de su
misma especie o clase.
En el contexto de que la función esencial de una marca es la distintividad, esto es, indicar la
procedencia empresarial, calidad del producto o servicio y publicitar su eventual reputación.
En este sentido, la marca sirve como medio de protección para el empresario y el público. Por
el contrario, si una marca no es distintiva se produce confusión en perjuicio de los
empresarios y de los potenciales consumidores a quienes se induce al error, afectando así su
capacidad de discernimiento y de elección en el mercado.
Una vez expuesto lo anterior, este tribunal considera que es fundado el argumento de la parte
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quejosa.
La causal de irregistrabilidad que la Sala analizó es la prevista en la fracción IV del artículo
90 de la Ley de la Propiedad Industrial, que dice:
"Artículo 90. No serán registrables como marca:
"...
"IV. Las denominaciones, figuras o formas tridimensionales que, considerando el conjunto de
sus características, sean descriptivas de los productos o servicios que traten de protegerse
como marca. Quedan incluidas en el supuesto anterior las palabras descriptivas o indicativas
que en el comercio sirvan para designar la especie, calidad, cantidad, composición, destino,
valor, lugar de origen de los productos o la época de producción; ..."
Conforme a dicho numeral, la Sala responsable considera que el signo "Big Chupe" no puede
ser registrado, como lo estimó la autoridad administrativa, porque es descriptivo del producto
que ampara (bebidas alcohólicas).
Conviene precisar que para declarar la validez del acto impugnado, la Sala analizó el signo
"Big Chupe" sólo desde la perspectiva de que se trata de una denominación descriptiva, por
lo cual este órgano colegiado se pronunciará únicamente sobre la negativa de registro desde
ese punto de vista.
En este sentido, conviene precisar cuándo se considera que se está en presencia de una marca
genérica, descriptiva o evocativa.
El signo genérico es el que designa en forma usual y común un producto o servicio
determinado (p.e.: computadora, cuando designa computadora, y bicicleta, cuando designa
bicicleta). Si se registra como marca un signo que se refiere al producto mismo, se estaría
denominando tal producto con el mismo vocablo o término con el que es conocido en el
mercado, perdiendo así su distintividad y marginando injustamente a otros agentes
económicos de la posibilidad de utilizar ese término para sus productos.
En relación al signo genérico, José Manuel Otero Lastres(1) sostiene que: "es aquél que sirve
para designar el género al que pertenece el correspondiente producto o servicio: es el nombre
que recibe el propio producto o servicio."
Por otra parte, se considera descriptivo un signo cuando se refiere, precisamente, a la
cualidad, características o propiedades que usualmente corresponden al producto o servicio
que se pretende distinguir y que se ofrece en el mercado.
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En este sentido, David Rangel Medina(2) dice: "descriptivas son las marcas que consisten en
la definición del producto a que se aplican o que evocan la idea del mismo, sea porque el
vocablo o locución guarda relación directa con la naturaleza del producto, con su
composición física o química, con sus propiedades; bien porque el vocablo expresa el tipo,
peso, medida, función o destino del producto."
Asimismo, la prohibición concerniente a las indicaciones y signos descriptivos se asienta
sobre un doble fundamento. Se apoya, por un lado, en la falta de carácter distintivo de los
signos descriptivos, porque lejos de denotar el origen empresarial de los productos o
servicios, estos signos proporcionan al público información acerca de las propiedades y
características pertinentes de los productos o servicios. Tal prohibición se apoya, por otro
lado, en la necesidad de mantener disponibles los signos descriptivos a fin de que puedan ser
utilizados por todos los empresarios que operan en el correspondiente sector del mercado.(3)
Añade Fernández-Nóvoa que: "Como en las genéricas y en las vulgares la incapacidad
distintiva de la marca descriptiva radica en el hecho de que todos los productos que tienen
determinada propiedad, función o característica, pueden ser individualizados del mismo
modo bajo la misma denominación, la cual es impropia para servir de marca, porque
pertenece al dominio público."
En este sentido, los términos descriptivos se diferencian de los genéricos en que estos últimos
aluden al producto en sí, y los primeros, a una cualidad o característica del producto.
Finalmente, y respecto del signo evocativo o sugestivo, en él no se hace relación directa e
inmediata a una característica o cualidad del producto o servicio, como sucede con los
descriptivos, exigiéndose al consumidor, para llegar a entender qué producto o servicio
comprende la marca, hacer uso de la imaginación y del entendimiento, es decir, un proceso
deductivo entre la marca o signo y el producto o servicio.
Del contexto descrito, resulta que carecen de la calidad o condición de signos registrables
todos los que sean genéricos, descriptivos y usuales del producto o servicio a amparar, o
aquellos que sin haber sido inicialmente la designación común del producto o del servicio o
por el uso de la marca, ésta se convierte en el nombre común del producto, ya que todos ellos
han perdido su distintividad frente a los productos.
Asimismo, no podrán ser registrados como signos los que en el lenguaje comercial, en los
modismos o la jerga son utilizados para designar al producto, aunque la significación
gramatical sea diferente.
Las precisiones que anteceden sirven de referencia para establecer que las consideraciones de
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la Sala, aquí señalada como responsable, de reconocer la validez de la negativa de la
autoridad de registrar la marca "Big Chupe" porque es descriptiva, no es compartida por este
Tribunal Colegiado.
El artículo 90, fracción IV, de la Ley de la Propiedad Industrial, antes transcrito, establece
que no son registrables como marcas las denominaciones, figuras o formas tridimensionales
que, considerando el conjunto de sus características, sean descriptivas de los productos o
servicios que traten de protegerse como marca. Quedan incluidas en el supuesto anterior las
palabras descriptivas o indicativas que en el comercio sirvan para designar la especie,
calidad, cantidad, composición, destino, valor, lugar de origen de los productos o la época de
producción.
La ratio legis del precepto citado es evitar la competencia desleal entre fabricantes o
comerciantes, esto es, se trata de evitar la apropiación individual de una expresión que sea de
tal naturaleza que todos los comerciantes o fabricantes tengan derecho a usarla, para lo cual,
lo mismo es que sea descriptiva de las cualidades que de las calidades de un producto,
independientemente de que la separación de ambos significados sea eventual y, en cierta
forma, convencional, y a menudo se usan indistintamente.
En el caso de autos, la denominación "Big Chupe" no resulta descriptiva, en sí misma, ni de
las cualidades ni de las calidades de una bebida alcohólica como producto específico, ni se ve
que los competidores tengan derecho a señalar en sus marcas para denotar o describir un
producto o servicio determinado que éste es "Big" o "Chupe", lo cual no les impedirá a todos
decir que su producto es enorme, mayúsculo, vasto, etcétera, o bien, que puede ser
succionado, bebido o absorbido, ya que aunque estas nociones podrán ser evocadas por
dichos términos, su uso no puede quedar impedido a todos por el registro de la denominación,
como no quedaría impedido el uso de alguna palabra compuesta o frase que lleve alguna de
dichas expresiones seguida de otra que resulte distintiva.
Esto es, la descripción del objeto o del servicio de un signo para impedir su registro debe
referirse a una de sus cualidades primarias o esenciales, lo que implica que el consumidor al
observar o escuchar la marca reconozca el producto o servicio que lo protege. En efecto, esto
quiere decir que una denominación descriptiva comunica inmediatamente al consumidor
promedio(4) la correspondiente información sobre las características del producto o servicio.
Cabe afirmar también que una palabra extranjera solo deberá considerarse descriptiva cuando
el consumidor promedio de los productos o servicios percibe directamente el carácter o
función descriptivo de la denominación extranjera.
Con sentido opuesto, la descripción o la designación de una cualidad o elemento secundario o
accidental del bien, no impide la registrabilidad de un signo. Esto lleva a señalar que los
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adjetivos serán registrables si no se refieren a las cualidades esenciales o predominantes del
producto o servicio que ampara la denominación por registrarse.
En México la connotación de "chupar" conforme a la costumbre, la idiosincrasia y los
modismos significa y se entiende como ingerir bebidas alcohólicas, lo que permite evocar, en
principio, que el signo sugiere "beber a lo grande" o "una gran bebida"; sin embargo, cierto
también es que, como se dijo con antelación, el signo por sí mismo no es descriptivo del
producto que ampara, pues conduce también a pensar que se puede "chupar" cualquier otra
bebida (p.e. bebidas carbonatadas).
Por tanto, el signo al cual se le negó el registro no suscita inmediatamente en la mente del
consumidor la idea de que se trata de bebidas alcohólicas, ni que aquélla haga referencia a
cualidades esenciales o predominantes del producto que ampara, sino es necesaria una
reflexión entre la denominación y el producto correspondiente consignado en la solicitud de
registro.
En consecuencia, la Sala no puede sostener que la denominación controvertida desempeña
algún papel en la cualidad intrínseca del producto de que se trata, puesto que, contrariamente
a ello, no se refiere a alguna cualidad primaria o esencial del mismo, ya que lejos de ser
descriptivo es meramente evocador, en virtud que no se hace relación directa e inmediata a
una característica o cualidad del producto, como sucede con las descriptivas, pues, en el caso,
se exige al consumidor, para llegar a comprender qué producto o servicio ampara la marca,
hacer uso de la imaginación y del entendimiento, es decir, un proceso deductivo entre la
denominación y el producto.
Las consideraciones precedentes permiten concluir que la declaración de validez del acto
impugnado por la Sala, única y exclusivamente respecto de que el signo "Big Chupe" es una
marca descriptiva, es desafortunada, por lo que debe concederse el amparo y la protección de
la Justicia Federal solicitados.
Asimismo, resultan fundados los argumentos precisados en los incisos b) y d) del único
concepto de violación en los que se aduce, esencialmente, que la Sala omitió estudiar los
argumentos de que la denominación "Big Chupe" en su conjunto es distintiva y que no es la
traducción de palabras no registrables, por lo que no es aplicable la fracción IV del artículo
90 de la Ley de la Propiedad Industrial.
De las constancias que integran el expediente remitido por la Sala responsable se advierte que
la parte actora en el juicio contencioso administrativo, demandó la nulidad de la resolución
contenida en el oficio MA/M/1985/0730966 de veintinueve de junio de dos mil seis, dictada
por la coordinadora Departamental de Examen de Marcas "B" de la Dirección Divisional de
Marcas del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, mediante la cual niega la concesión
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del registro de la marca "Big Chupe".
La negativa de registro obedeció, esencialmente, a que se (I) trata de una denominación
descriptiva, (II) no es distintiva del producto; y, (III) uno de sus elementos se encuentra en
"idioma diverso", por lo que se actualizan los supuestos de irregistrabilidad previstos en las
fracciones IV y VI del artículo 90 de la Ley de la Propiedad Industrial.
En la demanda de nulidad, la parte quejosa en los conceptos de violación formuló, entre otros
argumentos, los siguientes (fojas 7, 8 y 17):
"VII. Conceptos de impugnación
"...
"De haber actuado conforme a derecho, la demandada no habría arribado a la ilegal decisión
de negar el registro de la marca ‘Big Chupe’, en tanto que, contrario a su dicho, la misma no
describe ninguna característica de los productos que ampara, ni constituye la traducción de
palabras no registrables, y en esa medida resulta suficientemente distintiva como para
constituirse en un registro que dote de derechos de exclusividad a mi poderdante.
"...
"La demandada ha negado la concesión del registro marcario solicitado por mi mandante
señalando que la marca ‘Big Chupe’, traducida al español, significa ‘bebida alcohólica
grande’, es decir (cito) ‘un líquido con grado de alcohol que se presenta al público
consumidor en un tamaño al que está acostumbrado’, por lo que en su conjunto carece de
distintividad ...
"...
"... es una realidad que la marca ‘Big Chupe’ no resulta carente de distintividad ni en inglés
ni en español, ni se sitúa en algún supuesto de prohibición de registro de la Ley de la
Propiedad Industrial.
"...
"Resulta entonces, en suma, que ... la demandada no habría arribado a la ilegal decisión de
negar el registro de la marca solicitada por Tequila Cuervo, S.A. de C.V., bajo el número
730966, en tanto que, contrario a su dicho, la marca ‘Big Chupe’ no es descriptiva de los
productos que ampara, ni de características de tales productos, ni constituye la traducción de
palabras no registrables ..."
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La Décima Sala Regional Metropolitana, al dictar sentencia el uno de febrero de dos mil
ocho, en la que declaró la validez de la resolución impugnada consideró, en lo que interesa, lo
siguiente:
"Ahora bien y en tercer término, por cuanto hace a la negativa de registro de la marca que nos
ocupa, se hace necesario delimitar la litis en la presente instancia que consiste en determinar
si efectivamente la marca propuesta a registro por la actora (Big Chupe) describe o no de
forma inequívoca que los productos que se pretenden distinguir corresponden al grupo de
bebidas alcohólicas, para lo cual se hace necesario analizar lo dispuesto en las fracciones IV
y VI del artículo 90 de la Ley de la Propiedad Industrial y que en su parte conducente señalan
lo siguiente: ‘Artículo 90. (se transcribe).’. En tal contexto, es de indicarse que de la lectura a
la resolución que se combate, aportada como medio de prueba por la actora, la cual se tiene a
la vista por obrar a fojas 19 a la 26 de autos y a cuyos hechos contenidos en la misma se les
otorga valor probatorio pleno acorde con lo previsto en el artículo 46, fracción I de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, se advierte que la autoridad negó el
registro de la marca ‘Big Chupe’, por considerar que la denominación propuesta es
descriptiva de dos características de los productos a proteger, con lo cual se incurrió en la
prohibición prevista en la fracción IV del artículo 90 de la Ley de la Propiedad Industrial.
Ahora bien, como se advierte de la transcripción anterior, una marca no puede ser registrada
cuando su denominación, entre otros aspectos, sea descriptiva del producto que ampare. En el
caso, la enjuiciante pretende el registro de la marca ‘Big Chupe’ con la que pretende amparar
productos de bebidas alcohólicas. Como se advierte de la denominación en cita, de la
traducción al español del vocablo ‘Big’ (grande) y del diverso ‘Chupe’ se observa que sus
significados en la especie si evocan una conexión directa con el producto de que se trata
(bebidas alcohólicas), así como con sus cualidades íntimas, pues si bien la expresión indicada
en primer término no necesariamente resulta aplicable a bebidas alcohólicas, sino por el
contrario puede ser destinada a cualquier tipo de producto diverso al de mérito, también lo es
que unida a la locución señalada en segundo lugar da como resulta (sic) que la asociación de
ambas expresiones resulte exclusiva del producto en cuestión, es decir, la unión de dichas
locuciones significan ‘Beber a lo grande’ y, por ende, son consideradas descriptivas del
producto a amparar (bebidas alcohólicas) pues sí tienen una relación estrecha con sus
cualidades o características íntimas, por lo que es de concluirse que la denominación cuyo
registro se pretende si es descriptiva del producto de que se trata, así como de las
características que se pretenden ofrecer al consumidor que los adquiera, situación que sin
duda puede influir en el público al que se dirigen y, por ende, favorecer con ello su
comercialización frente a los demás productos de la misma especie (bebidas alcohólicas), por
lo que sí repercute en una ventaja injustificada a favor de un comerciante, frente a sus
competidores."
Como se anunció, parte de los conceptos de violación en estudio resultan fundados, en virtud
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de que la Sala se avocó únicamente al análisis del signo que se pretende registrar desde el
punto de vista de que es descriptivo, y no analizó los diversos elementos que sirvieron al
Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial para negar el mismo, como son: (I) que uno de
sus elementos se encuentra en "idioma diverso" y (II) que no es distintiva del producto. Por
tanto, como consecuencia del estudio antes realizado, la Sala del conocimiento deberá
analizar y pronunciarse respecto de los puntos precisados que fueron materia de los conceptos
de impugnación vertidos por la parte actora.
Así, en la especie, los argumentos aducidos en el único concepto de nulidad de la demanda, y
que se transcribieron líneas arriba, cuyo estudio omitió la Sala responsable, contienen razones
encaminadas a controvertir argumentos diversos al que analizó y que sirvieron también de
sustento para negar el registro del signo "Big Chupe".
En este sentido, se concluye que la Sala del conocimiento tiene la obligación de estudiar la
totalidad de los argumentos del concepto de impugnación relacionados con la negativa de
registro, que quedaron precisados en la transcripción realizada con antelación, mas aún
cuando lo aducido en ellos se refiere a las razones de negativa de registro del signo "Big
Chupe", por lo que es claro que debió indefectiblemente entrar a su análisis.
En consecuencia, al ser fundada y suficiente la parte conducente del concepto de violación
analizado, para conceder el amparo y la protección de la Justicia Federal solicitados, es
innecesario el estudio de los demás razonamientos vertidos (incisos a), c) y e)), pues el
estudio de los mismos en nada variaría el sentido del presente fallo ni de su análisis se
concedería mayor beneficio a la parte quejosa.
Es aplicable la tesis jurisprudencial 107, de la otrora Tercera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, que dice:
"CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, ESTUDIO INNECESARIO DE LOS.-Si al examinar los
conceptos de violación invocados en la demanda de amparo resulta fundado uno de éstos y el
mismo es suficiente para otorgar al peticionario de garantías la protección y el amparo de la
Justicia Federal, resulta innecesario el estudio de los demás motivos de queja."(5)
Así como la tesis VI.2o. J/170 del Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, que este
tribunal comparte y que es del tenor literal siguiente:
"CONCEPTO DE VIOLACIÓN FUNDADO. HACE INNECESARIO EL ESTUDIO DE
LOS DEMÁS.-Cuando el amparo se va a conceder al considerarse fundado uno de los
conceptos de violación, lo que va a traer como consecuencia que quede sin efecto la
resolución que constituye el acto reclamado, es innecesario hacer el estudio de los demás
conceptos de violación expresados por la quejosa y que tienden al fondo de la cuestión
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propuesta, porque los mismos serán objeto del estudio que realice la autoridad responsable al
emitir el nuevo fallo en cumplimiento de la ejecutoria, ya que de hacerlo la potestad federal,
se sustituiría a la responsable, siendo que dicho análisis corresponde a la misma al haber
reasumido jurisdicción."(6)
DÉCIMO PRIMERO.-Consecuencia de lo fallado. Así las cosas, debe otorgarse el amparo y
la protección de la Justicia Federal solicitados, para el efecto de que la Sala responsable deje
insubsistente la sentencia reclamada y, en su lugar, dicte una nueva, en la que: 1. siguiendo
los lineamientos de la presente ejecutoria, establezca que el signo "Big Chupe" no es
descriptivo, sino evocativo; y, 2. analice, con libertad de jurisdicción, los diversos
argumentos propuesto en la demanda de nulidad, precisados en esta ejecutoria.
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
ÚNICO.-La Justicia de la Unión ampara y protege a Tequila Cuervo, Sociedad Anónima de
Capital Variable, en contra de la sentencia de uno de febrero de dos mil ocho, dictada por la
Décima Sala Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, en el juicio contencioso administrativo 30182/06-17-10-2.
Notifíquese; con testimonio de esta resolución devuélvanse los autos a la Sala de su origen y,
en su oportunidad, archívese este asunto.
Así, por unanimidad de votos de los Magistrados Jesús Antonio Nazar Sevilla (presidente),
Jean Claude Tron Petit y Patricio González-Loyola Pérez, lo resolvió este Cuarto Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, siendo relator el segundo de los
nombrados.
______________
1 Ver Otero Lastres J. M. Memorias. Seminario Internacional: La integración, derecho y los
tribunales comunitarios, Quito, 1996, p. 237.
2 Rangel Medina, David. Tratado de derecho marcario: las marcas industriales y comerciales
en México, México: Libros de México, 1960.
3 Fernández-Nóvoa Carlos. Tratado sobre derecho de marcas. Marcial Pons, Ediciones
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Jurídicas y Sociales, S.A., Madrid, 2004.
4 Se acepta de una manera general como consumidor promedio, a aquel capaz de apreciar
globalmente los signos, que está normalmente informado y es razonablemente atento y
perspicaz; no obstante que rara vez puede comparar pormenorizadamente las marcas que se le
presentan cotidianamente en el mercado, y regularmente confía en la imagen imperfecta de su
memoria para distinguirlas (criterio sustentado por este tribunal al resolver, por unanimidad
de votos, el amparo directo 239/2007, en la sesión correspondiente al día veinticuatro de
octubre de dos mil siete).
5 Jurisprudencia publicada en la página 85, Tomo VI, Materia Común, Jurisprudencia,
Suprema Corte de Justicia de la Nación, Séptima Época del Apéndice al Semanario Judicial
de la Federación 1917-2000.
6 Jurisprudencia visible en la página 99, Tomo IX, enero de 1992, Octava Época del
Semanario Judicial de la Federación.
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