Contrapartida De Computationis Jure Opiniones Número 342, junio 20 de 2011 T radicionalmente la gestión financiera de los gobiernos de los países en desarrollo se ha enfocado a la reducción del déficit, con lo cual se da toda la importancia a la concentración del valor a corto plazo, de manera que la liquidez y la responsabilidad financiera inmediata son su principal objetivo. De hecho que es muy importante que los gobiernos, como lo hacen las empresas privadas, den cuenta y se interesen por su posición financiera de corto plazo, que les permite examinar su liquidez y observar el cumplimiento de sus obligaciones de corta exigibilidad; pero es claro que una gestión financiera moderna debe ampliar su accionar más allá de los temas de corto plazo del control y la liquidez (Osborne y Gaebler, 1992; Shah, 1998). La gestión de un gobierno debe medirse desde tres dimensiones: la dimensión financiera de corto plazo, que se concentra en la liquidez inmediata y mide la capacidad de gastar dentro de los recursos de caja y no someter a la sociedad con gastos excesivos; la dimensión financiera de largo plazo, cuyo foco está en la gestión financiera a corto, mediano y largo plazo, y mide la capacidad del gobierno de administrar efectiva y eficientemente los recursos en el largo plazo y maximizar el uso de los recursos sociales; y la dimensión del desempeño en servicio, que se interesa en la prestación eficiente de servicios pertinentes y mide la capacidad del gobierno de responder a las necesidades de la ciudadanía efectiva y eficientemente, facilitando el crecimiento y el desarrollo. El desafío para el regulador contable del gobierno está en adoptar herramientas de contabilidad que sean fuertes en su exigencia y multidimensionales, de manera que produzcan cuentas financieras que reflejen los tres aspectos del valor de la gestión del gobierno. En este propósito, serán los hechos reconocidos y la calidad de las cifras los que permitirán su desarrollo, lo cual está directamente relacionado con las herramientas utilizadas y el propósito de revelación del proceso contable del que se obtienen dichas cifras. Se tienen ejemplos de países como Malasia, Nueva Zelanda y Reino Unido que se han basado en enfoques contables tradicionales para ofrecer medidas más completas sobre las tres dimensiones del valor de la gestión del gobierno. La principal dimensión de la contabilidad que se destaca en las nuevas prácticas de la administración financiera en estos países es el enfoque en el DESEMPEÑO, para lo cual es necesario reforzar y aplicar con plenitud los conceptos de contabilidad por causación, valoración de obligaciones contingentes, contabilidad intergeneracional, cargos de capital y el costeo basado en actividades. En Colombia se han regulado algunos de estos conceptos, y se está trabajando en su acertada aplicación (causación, contingencias y valoración de activos), pero para otros (contabilidad intergeneracional, costeo basado en actividades) aún estamos muy lejos de tenerlos en cuenta, aunque se observan esfuerzos aislados. Es hora de empezar. Iván Jesús Castillo Caicedo