Consejos prácticos de inversión

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Consejos prácticos de inversión
Resumen:
La decisión de invertir tiene como principal motivación rentabilizar los ahorros, pero es una decisión
que entraña riesgos y que requiere el análisis previo de la situación económica personal y
conocimientos financieros suficientes. Nivel de liquidez, de seguridad y de rentabilidad son las tres
características que se deben valorar en la elección de un producto financiero.
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http://www.rtve.es/alacarta/audios/finanzas-para-todos-lospublicos/finanzas-para-todos-publicos-consejos-practicos-inversion-0601-14/2307717/
Texto del programa:
En el siglo XIX, los economistas tomaron como ejemplo del comportamiento humano a un ser
esencialmente racional, sin emociones, al que denominaron homo economicus.
En la realidad diaria, sin embargo, las personas no reaccionamos siempre de forma racional, sino que
tomamos decisiones económicas y financieras guiadas muchas veces por impulsos, intuición o consejos
de familiares o amigos. Actitudes que se repiten también a la hora de realizar inversiones.
Pero, invertir no es un juego de azar y entraña riesgos. Debemos basar nuestras decisiones en una
información fiable y, si no tenemos conocimientos financieros suficientes, buscar asesoramiento en un
profesional de confianza.
Si tenemos un dinero ahorrado, podemos optar por mantenerlo en nuestra casa, en una caja fuerte de
un banco o invertirlo adquiriendo un producto financiero.
La decisión de invertir tiene como principal motivación rentabilizar nuestros ahorros, pero es preciso
analizar cuidadosamente nuestra situación económica actual, los compromisos adquiridos,
perspectivas de futuro, capacidad de asumir riesgos o nivel de conocimientos financieros.
¿Qué debemos tener en cuenta antes de acometer una inversión?
1º El objetivo de la inversión. Si es para complementar la pensión, hacer frente a gastos imprevistos,
adquirir una vivienda, etc.
2º El plazo de la inversión, y
3º El nivel de riesgo que estamos dispuestos a asumir.
En cuanto a la elección del producto financiero, hay que tener en cuenta si cumple con una serie de
características fundamentales.
La primera característica es la liquidez o posibilidad de venderlo rápidamente sin sufrir pérdidas. En
ese sentido, las participaciones preferentes o la deuda subordinada son casos de escasa o nula
liquidez, al no disponer de un mercado en el que puedan negociarse.
La segunda es la seguridad, es decir, la probabilidad de recuperar el dinero al vencimiento. Por
ejemplo, la deuda del Tesoro español es más segura que la de una pequeña empresa.
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La tercera característica es la rentabilidad o rendimientos que va a facilitar la inversión. Aquí debemos
considerar no solamente el interés que vamos a recibir sino también los impuestos y gastos asociados
a la inversión. Por eso, comparar sólo rentabilidades puede dar lugar a errores.
No existe el producto financiero ideal, como tampoco existe inversión sin riesgo, ni todos los productos
tienen el mismo nivel de riesgo. Normalmente, se relaciona el riesgo de una inversión con su
rentabilidad, lo que supone que a mayor riesgo más probabilidad de pérdida del capital invertido o de
no obtener los rendimientos esperados.
Por tanto, debemos desconfiar de ofertas de elevados rendimientos ya que tenemos ejemplos
recientes de empresas y entidades financieras que luego no pudieron cumplir sus compromisos.
Y finalmente, unos consejos:
 Diversifique sus inversiones evitando concentrar su cartera en unos pocos productos.
 No compre activos financieros que no entienda perfectamente; en caso contrario, consulte con un
asesor financiero independiente para que le aconseje aquellos que se ajustan más a sus
necesidades.
 Analice la liquidez, seguridad y rentabilidad del producto financiero antes de tomar una decisión.
 Infórmese de los costes que lleva aparejada la inversión; y finalmente,
 Siga atentamente la evolución de la inversión realizada.
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