Universidad Central “Marta Abreu” de las Villas. Facultad de Derecho Trabajo de Diploma “Presupuestos teóricos servidumbres Consideraciones de las administrativas. sobre su regulación legal en Cuba” Autor: Elizabeth del Carmen Quiroga Morejón Tutor: Esp. Irina Pérez Trujillo Santa Clara. Junio de 2014. Exergo “Siendo inviolable y sagrado el derecho de propiedad, nadie podrá ser privado de él, excepto cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exige de manera evidente, y a la condición de una indemnización previa y justa” Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano 26 de agosto de 1789 Artículo XVI Dedicatoria A Mami, Papi, Carli y Fide, las personas más importantes en mi vida, Sin ustedes no hubiera podido lograrlo. Agradecimientos A mi madre, Alina, por ser mi sostén en los momentos difíciles y ayudarme a vencer los retos de la vida. A mi padre, Daniel, por ser mi ejemplo y enseñarme que toda tarea que se emprende conlleva esfuerzo y dedicación. A mi hermano, como ejemplo que debo ser para él he tenido que exigirme mucho más de lo que pensé que podía dar. A mi novio, por acompañarme y apoyarme durante los años más importantes de mi vida. A mi familia, aunque lejos, ha estado pendiente de mi crecimiento personal y profesional. A mi tutora por su atención, por apoyarme y creer en mi a lo largo de estos cinco años y durante esta tarea. A Dairé, Yisel y Eileen, con las que compartí mis experiencias de estos cinco años, y de los últimos meses. A mis profesores, por transmitirme de forma incondicional sus conocimientos. A todo el que contribuyó en mi formación y que hizo posible que hoy esté en este lugar. Resumen El trabajo de diploma que se presenta a continuación lleva por título “Presupuestos teóricos de las servidumbres administrativas. Consideraciones sobre su regulación legal en Cuba”. Las servidumbres administrativas son derechos reales administrativos que recaen sobre los bienes inmuebles ajenos a la administración pública, y que benefician a ésta con el objetivo de cumplir con una función social determinada. En Cuba son escasas las investigaciones sobre las servidumbres administrativas, y la regulación actual de la institución resulta exigua y dispersa; a diferencia del respaldo que poseían estas en legislaciones especiales emitidas en el período de vigencia del Código Civil español. Esta situación trae como consecuencia la inseguridad jurídica para la administración y los administrados. Con el fin de profundizar en la regulación de las servidumbres administrativas en la legislación cubana, el problema científico de la investigación es: ¿Cuáles son los principales problemas que afectan la regulación legal de las servidumbres administrativas en el ordenamiento jurídico cubano actual? El desarrollo del tema persigue determinar las bases teóricas fundamentales de las servidumbres administrativas valorando su regulación en el ordenamiento jurídico cubano. El informe final se estructuró en dos capítulos: el primero denominado “Fundamentos teóricos de las servidumbres administrativas como institución jurídica”; el segundo “Valoración de la regulación legal de las servidumbres administrativas en el ordenamiento jurídico cubano”. Los resultados alcanzados fueron: estudio teórico sobre las servidumbres administrativas, valoración de su regulación en el ordenamiento jurídico cubano y material bibliográfico actualizado sobre el tema. Summary The Major Paper that is introduced after is entitled "Theoretic budgets of the administrative servitude. Considerations about his legal regulation in Cuba". The administrative servitude is real administrators rights that relapse on the no estates goods property, and that they benefit to the public administration to obeying a social purpose. In Cuba, the researching about the administrative servitude are limited, and the institution's present days regulation is dispersed. The adjustment of the administrative rights that prevailed before the validity of the Cuban Civil Code, extensive and assisted by a detailed civil rule in that way, it does not exist anymore. This situation results in the juridical insecurity for the administration and the person under administrations.In order to go more deeply into the regulation of the administrative rights in the Cuban legislation, it is proposed the following scientific problem: What are the main problems that affect the legal regulation of the administrative servitude in the Cuban legal system in present days? The development of the theme pursues to determine the main theoretic basics of the administrative servitude to value its regulation in the Cuban legal system. The final report was structured in two chapters: the first denominated “Theoric basics of the administrative rights as juridical institution”, the second “Assessment of the legal regulation of the administrative rights in the Cuban legal system”. The results reached in this paper were: a theoric study about the administrative servitude, the regulation's evaluation of the Cuban legal system and a bibliographic material about the theme. Indice INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 1 CAPITULO I: “FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LAS SERVIDUMBRES ADMINISTRATIVAS COMO INSTITUCIÓN JURÍDICA”.......................................................................................... 6 I.1 La función social de la propiedad. ................................................................................... 6 I.2 Las servidumbres civiles y las servidumbres administrativas. ......................................... 8 I.2.1 Reflejo de las servidumbres en el Derecho Civil Romano. ......................................... 9 I.2.2 Breve referencia al concepto de servidumbre civil. .................................................. 12 I.2.3 Delimitación conceptual de las servidumbres administrativas. ................................. 13 I.2.4 Diferencias entre las servidumbres civiles y las servidumbres administrativas......... 16 I.3 Naturaleza jurídica de las servidumbres administrativas. .............................................. 18 I.3.1 Las servidumbres administrativas y las limitaciones. ............................................... 19 I.3.2 Las servidumbres administrativas y las potestades ablatorias. ................................ 22 I.3.3 Las servidumbres administrativas y los derechos reales administrativos. ................ 24 I.4 Presupuestos teóricos de las servidumbres administrativas.......................................... 26 I.4.1 Titularidad de los bienes sobre los que recae la servidumbre. ................................. 26 I.4.2 Criterios sobre el derecho a ser indemnizado. ......................................................... 27 I.4.3 La predialidad activa y pasiva en las servidumbres administrativas. ........................ 30 I.4.4 Las partes de las servidumbres administrativas y sus obligaciones. ........................ 31 I.4.5 Constitución y extinción de las servidumbres administrativas. ................................. 32 I.4.6 Consideraciones finales. .......................................................................................... 35 I.5 Clasificación de las servidumbres administrativas......................................................... 35 I.5.1 Atendiendo al título por el que se constituyen. ......................................................... 35 I.5.2 Atendiendo al beneficiario de la servidumbre........................................................... 36 I.5.3 Atendiendo a su objeto. ........................................................................................... 37 I.5.4 Atendiendo a la zona en que se encuentra el bien afectado con la servidumbre. .... 38 I.5.5 Atendiendo al tiempo por el que se establecen. ....................................................... 39 I.5.6 Atendiendo a sus signos externos o no.................................................................... 39 I.5.7 Atendiendo a la forma en que se utilizan las servidumbres. ..................................... 40 CAPÍTULO II: “VALORACIÓN DE LA REGULACIÓN LEGAL DE LAS SERVIDUMBRES ADMINISTRATIVAS EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO CUBANO” ................................. 41 II.1 Regulación legal de las servidumbres administrativas en las legislaciones cubanas vigentes durante la eficacia del Código Civil español de 1889. .......................................... 41 II.1.1 Las servidumbres en el Código Civil español vigente en Cuba hasta 1987............. 41 II.1.1.1 Las servidumbres legales reguladas por el Código Civil español. ...................... 43 II.1.2 Las servidumbres por utilidad pública en materia de minas. ................................... 45 II.1.3 Las servidumbres por utilidad pública en materia de aguas. ................................... 47 Indice II.1.4 Las servidumbres por utilidad pública en materia de puertos. ................................. 51 II.1.5 Las servidumbres por utilidad pública en materia de pesca. ................................... 52 II.1.6 Consideraciones finales .......................................................................................... 53 II.2 Regulación legal de las servidumbres en el Código Civil cubano. ................................ 54 II.2.1 Diferencias doctrinales entre las servidumbres y las relaciones de vecindad. ......... 54 II.2.2 Las servidumbres y las relaciones de vecindad en el Código Civil cubano. ............ 56 II.3 Regulación legal de las servidumbres administrativas en los diferentes sectores de la administración pública........................................................................................................ 59 II.3.1 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia de Gestión de la Zona Costera................................................................................................................... 59 II.3.2 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia de vialidad......... 61 II.3.3 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia eléctrica............. 65 II.3.4 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia minera. .............. 67 II.3.4.1 El concepto de servidumbre de la Ley de Minas. ............................................... 67 II.3.4.2 Autorizados para solicitar servidumbres mineras. .............................................. 68 II.3.4.3 Derechos y obligaciones de los sujetos de las servidumbres mineras. .............. 69 II.3.4.4 Clases de servidumbres mineras. Procedimiento para su constitución y extinción.. ...................................................................................................................... 69 II.3.5 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia de ferrocarriles. . 71 II.3.6 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia de aguas. .......... 72 II.4. Consideraciones sobre la necesidad de la regulación jurídica de las servidumbres administrativas en Cuba..................................................................................................... 73 CONCLUSIONES ................................................................................................................ 76 RECOMENDACIONES ........................................................................................................ 77 BIBLIOGRAFÍA ANEXO Introducción INTRODUCCIÓN El 26 de agosto de 1789 en el contexto de la Revolución Francesa se aprobó La Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano, uno de los hechos con mayor trascendencia histórica para los Derechos Humanos. Junto a otros cuerpos normativos importantes1, sentó las bases legislativas del derecho subjetivo de propiedad al incluirla dentro de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. La Declaración deja atrás las anteriores doctrinas extremistas de que la propiedad era absoluta y exclusiva, para impregnarla así de una doble función, entendida en el ámbito individual y el ámbito social, en tanto su titular podía ejercitar plenamente todos sus derechos, sin intervenciones ajenas, mientras sobre su propiedad no existiera una necesidad pública. De este modo, el interés social que pesa sobre la propiedad, ha alcanzado hoy su esplendor máximo; la absolutividad del dominio individual, en su contenido de uso, disfrute y disposición, se ajusta actualmente a conceptos más flexibles que admiten la intromisión en esta de las administraciones públicas por razones de utilidad pública o interés social. La intervención del estado en la propiedad particular engloba manifestaciones tan concretas como la facultad de expropiación; el establecimiento de limitaciones urbanísticas, ambientales, y la constitución de servidumbres administrativas, entre muchas otras. Dentro de las modalidades mencionadas que afectan el dominio, deviene con mayor polémica las servidumbres administrativas. Constituyendo una de las más utilizadas actualmente, esta institución jurídica reviste gran utilidad e importancia dentro del Derecho Administrativo, ya que otorga a las administraciones públicas derechos sobre la propiedad ajena sin privar de esta a su titular, evita recurrir a medios más invasivos como la expropiación forzosa y su imposición contribuye a satisfacer las necesidades de la colectividad, estas razones y otras invitan a su profundización en el presente trabajo. 1 Junto a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano ayudaron a sentar las bases del derecho de propiedad la Constitución de los Estados Unidos de América y sus enmiendas posteriores, y las Constituciones de Francia a partir de 1791. 1 Introducción La institución de las servidumbres encuentra su nacimiento en el Derecho Civil, y como otras instituciones civiles ha nutrido al reciente Derecho Administrativo, adaptándose a sus propios requerimientos para responder a un interés superior. El utilizar una categoría típicamente civilista dentro del Derecho Administrativo ha llevado a que en el proceso de adaptación se haya interactuado con las mismas dificultades que en el Derecho Privado, como la falta de un concepto unitario para la institución. Además, se han suscitado nuevas polémicas en relación a sus elementos distintivos, como la posibilidad o no de indemnizar al propietario que sufre con la imposición de la servidumbre. En cuanto a la naturaleza jurídica de las servidumbres administrativas, existen interesantes posiciones de los estudiosos del tema. Algunos confunden a las servidumbres administrativas con las limitaciones, y hasta con la misma expropiación cuando las califican como una variante de estas2. Por otro lado parece más acertado el criterio de aquellos que las introducen dentro de los derechos reales administrativos3. En Cuba, país defensor de la introducción de la función social dentro del concepto de propiedad, no pueden quedar las servidumbres administrativas fuera del ámbito jurídico. En el ordenamiento jurídico cubano no es sustanciosa la utilización de esta institución, su regulación se encuentra en normas específicas, que no reglan la categoría en todo su alcance. Tampoco existe una norma legal que establezca las generalidades de las servidumbres, ni siquiera en el ámbito civil, -que dado el carácter supletorio de éste sus instituciones pudieran utilizarse en el plano administrativo-, como una sistemática ordenada y uniformadora de lo ya regulado en normas especiales. Esta situación legislativa trae como consecuencia la inseguridad 2 CARRILO DONAIRE, J. (2003) Las servidumbres administrativas. Primera Edición. Editorial Lex Nova. España. Pág. 105 3 ZÚÑIGA URBINA, F. (2005). Constitución y Dominio Público. Dominio Público de Minas y Aguas Terrestres. En: Revista Ius et Praxis. Versión on-line. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-00122005000200003&script=sci_arttext (Consultado: 28 de enero del 2014) Pág. 26. 2 Introducción jurídica tanto para administrados como para administradores, así como dificultades respecto a la posibilidad administrativa de utilizar la propiedad no estatal para contribuir a solventar necesidades sociales. La escasa regulación legal de las servidumbres administrativas dentro del ordenamiento jurídico cubano ha traído como consecuencia que se aplique la institución pero sin tener un adecuado respaldo legal, lo que perjudica la seguridad jurídica para la administración pública y los administrados. La exigüidad de investigaciones sobre las servidumbres administrativas que existe hoy en Cuba deviene en la ausencia de los presupuestos teóricos fundamentales y en la falta de propuestas concretas para la implementación legal de la institución dentro de la administración pública. Con el título “Presupuestos teóricos de las servidumbres administrativas. Consideraciones sobre su regulación legal en Cuba”, es interés dotar a la institución de los fundamentos teóricos más importantes que sirvan como base al legislador para la futura implementación legal de las servidumbres administrativas, supuesto que le da utilidad a este trabajo, para el cual se propone el siguiente Problema científico: ¿Cuáles son los principales problemas que afectan la regulación legal de las servidumbres administrativas en el ordenamiento jurídico cubano actual? La Hipótesis que deberá ser probada a lo largo de la investigación es: Los principales problemas que afectan a la institución de la servidumbre administrativa en el ordenamiento jurídico cubano actual son: 1- La carencia de las bases teóricas fundamentales que deben sustentar la regulación legal de las servidumbres administrativas. 2- La ausencia de una norma que regule, de manera uniforme, los principios básicos por los que se debe regir la institución de las servidumbres administrativas. El Objetivo general de la investigación es: Determinar las bases teóricas fundamentales de las servidumbres administrativas valorando su regulación en el ordenamiento jurídico cubano. 3 Introducción Para complementar dicho objetivo se proponen los Objetivos específicos siguientes: 1- Delimitar las bases teóricas fundamentales que conforman la institución de las servidumbres administrativas como categoría jurídica. 2- Valorar la regulación de las servidumbres administrativas en la legislación cubana. Los Métodos y técnicas de investigación utilizados para el desarrollo y conclusión de esta investigación fueron: Teórico jurídico: permite articular todo un marco teórico acerca de las servidumbres administrativas. Exegético analítico: este método se emplea para el análisis de la legislación administrativa cubana en función de localizar e identificar la regulación de las servidumbres administrativas. Análisis histórico: se realiza una búsqueda histórica de las servidumbres en el Derecho Civil Romano como cuna de su nacimiento. Análisis de documentos: se analizan documentos de diversa índole como material de apoyo para la investigación del tema. Para comprobar la veracidad de la hipótesis propuesta y dar cumplimiento a los objetivos planteados, el trabajo se estructurará en dos capítulos. El primero de ellos titulado “Fundamentos teóricos de las servidumbres administrativas como institución jurídica”; y el segundo denominado “Valoración de la regulación legal de las servidumbres administrativas en el ordenamiento jurídico cubano” Los Resultados de la presente investigación son: Estudio teórico sobre las servidumbres administrativas tomando como base lo más actualizado de la doctrina nacional e internacional. Valoración de la regulación de las servidumbres administrativas en la legislación cubana. 4 Introducción Material bibliográfico actualizado que puede servir de base para posteriores estudios sobre el tema y de apoyo en la enseñanza del Derecho Administrativo. 5 Capítulo 1 CAPITULO I: “FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE LAS SERVIDUMBRES ADMINISTRATIVAS COMO INSTITUCIÓN JURÍDICA” I.1 La función social de la propiedad. El vocablo propiedad viene de la palabra latina proprietas, que a la vez se deriva de propium, que significa lo que pertenece a una persona y es propio de esta. Son muchos los conceptos de propiedad que han sido ofrecidos por los especialistas del tema, pero interesa citar solo uno de ellos y se toma el ofrecido por el profesor VICENTE RAPA cuando dice que el derecho de propiedad es “(…) una relación jurídica en la que figura como titular el propietario, y como sujetos pasivos obligados a reconocer sus prerrogativas, el resto de los ciudadanos, a quienes mediante un poderoso aparato de coacción y represión se mantiene imposibilitado de interferir con el disfrute exclusivo del titular del privilegio.” 4 La propiedad es un derecho subjetivo que confiere a su titular un grupo de facultades de uso, disfrute y disposición en relación con un bien, y que se caracteriza fundamentalmente por ser un derecho exclusivo y absoluto, pues el propietario de la cosa ejerce sus facultades sobre esta de forma ilimitada y preferente, proyectando un deber de respeto para con su bien frente a terceros, los que no pueden interferir en su campo de actuación como titular domínico. A pesar de la nota de exclusividad y absolutismo que distingue a la propiedad, existen bienes privados que están sometidos a ciertas restricciones impuestas por la administración, ¿cómo se justifica esta intervención administrativa en el ejercicio del derecho de propiedad? La propiedad está sometida a una función social o interés público, lo que se fundamenta con la máxima de que en cualquier sociedad siempre deberán estar los intereses colectivos por delante del interés individual. Una persona puede ejercitar plenamente todos sus derechos mientras no exista un interés superior que deba ser solventado y para el cual se requiera afectar parcial o totalmente su esfera de actuación jurídica. 4 RAPA ÁLVAREZ, V. (1990) Propiedad y otros derechos sobre bienes. Editorial Ministerio de Educación Superior. La Habana, Cuba. Pág. 21 6 Capítulo 1 También sustenta la idea de la función social, el hecho de que la administración pública, como veladora de los intereses de todos los ciudadanos y que trabaja en función de cumplir las necesidades de la colectividad, debe ayudarse para realizar sus fines, no solo de los bienes que integran el dominio público, sino también de los bienes de los particulares. Fundamentado en esta función social es que se le reconoce al Estado la posibilidad de imponer ciertas restricciones a la propiedad, con el objetivo de adecuar los derechos del individuo con los intereses superiores de la sociedad de la que es parte. Aquella visión de exclusividad, absolutismo y perpetuidad que una vez tuvo la propiedad se ha dejado de lado por los ordenamientos jurídicos. La propiedad se ha convertido en un derecho humano consagrado por las constituciones de todos los países pero gravado en función de un interés superior, que se ha transformado en parte intrínseca de esta, así lo dice FERNANDO CANCINO: “(…) la propiedad no es un derecho limitado desde el exterior, sino configurado o delimitado desde su origen por la función social de la propiedad”5. Según criterios de este mismo autor, hoy no se puede hablar de propiedad sin hablar de su función social, por lo tanto esta se ha convertido en parte de su contenido. Sin embargo, la función social no puede anular a la propiedad pues esta existe primeramente para satisfacer intereses personales, los que deben estar compaginados con el interés colectivo: “(…) la propiedad esta limitada por la función social, pero no es función social”. 6 Si bien es cierto que no se debe afectar al titular domínico en la totalidad de su derecho de propiedad esgrimiendo como escusa la función social, excepto en caso de expropiación forzosa con su debida indemnización, tampoco es posible para éste utilizar su derecho como disculpa para no permitir el uso de su bien por parte de la colectividad. Esta posición estaría contraria a la teoría moderna del interés general. 5 CANCINO, F. (2005) Consideraciones en torno a las limitaciones al dominio en materia urbanística. En: Revista de Derecho Administrativo Económico Nº 15. julio- diciembre 2005. Editorial Lexis- Nexis. Santiago, Chile. Pág. 162. 6 Ibídem, Pág. 162 7 Capítulo 1 Hoy los propietarios tienen que ejercer su derecho con determinadas obligaciones y deberes impuestos en su norma personal. Esta incidencia de la actuación administrativa en la propiedad ajena es parte de lo que algunos estudiosos han llamado el régimen administrativo de la propiedad, el cual, al decir de GARRIDO FALLA, “comprende el conjunto de instituciones a través de las cuales se manifiesta la subordinación en que el derecho de propiedad privada se encuentra respecto del interés público; en el bien entendido, claro está de que las aludidas instituciones no son de naturaleza jurídica homogénea, pudiendo ofrecerse la siguiente sistematización: 1) limitaciones policiales de la propiedad privada; 2) prestaciones obligatorias in natura de los particulares a la Administración (en cuyo apartado se incluye la expropiación forzosa, así como las requisas, ocupaciones temporales y cualesquiera otras especies de transferencias coactivas de bienes de los particulares a la Administración), y 3) servidumbres administrativas” 7, esta última categoría afecta directamente la exclusividad del derecho de propiedad. I.2 Las servidumbres civiles y las servidumbres administrativas. El Derecho Administrativo es una ciencia relativamente joven; y en su formación ha tenido que recurrir a las instituciones del Derecho Civil y adaptarlas a sus propias necesidades; por ello muchas de sus categorías tienen semejanzas con las utilizadas en las relaciones entre los particulares. Las categorías administrativas que han tenido su origen en el Derecho Civil, se han ido adaptando al Derecho Administrativo, dejando atrás los principios de autonomía e igualdad que informan al Derecho Privado; e impregnándose de las prerrogativas de la administración sobre los administrados y de la posición privilegiada del interés público sobre el interés individual. 7 GARRIDO FALLA, F. (1976) El derecho a indemnización por limitaciones o vinculaciones impuestas a la propiedad privada. En: Revista de Administración Pública. No. 81. septiembrediciembre de 1976. España. Pág. 7 8 Capítulo 1 Las servidumbres administrativas, son el resultado de la vinculación aún existente entre ambas ramas jurídicas. Estas nacieron de las servidumbres civiles originadas en Roma y tan útiles actualmente para el Derecho Privado, pero se adaptan a los requerimientos del Derecho Administrativo. De lo hasta aquí expuesto se evidencia la necesidad de caracterizar brevemente las servidumbres civiles y establecer una clara diferenciación con sus homólogas administrativas. I.2.1 Reflejo de las servidumbres en el Derecho Civil Romano. En el Derecho Romano la propiedad se presenta como una categoría absoluta, que respondía a interese individuales, y aunque nunca se llegó a definir, sí se estudiaron sus principales características, a decir de FERNÁNDEZ BULTÉ: “limitación externa, ilimitación interna, poder absorbente, inmunidad y perpetuidad.”8 Esa ilimitación interna de la que habla el autor suponía que dentro de la propiedad inmueble el titular tenía un derecho infinito. Sin embargo existían algunas instituciones como el usufructo de carácter temporario, y las servidumbres prediales voluntarias, que podían limitarla pero solo en escasas oportunidades y eran consideradas situaciones anormales, aunque después fueron alcanzando mayor fuerza. El desarrollo de la sociedad romana fue introduciendo una mentalidad más colectivista, las necesidades de tipo agrícola, sanitario, entre otras fueron condicionando que al propietario se le limitara en el ejercicio de sus facultades, para que las ejerciera en su beneficio y en el de la colectividad de la cual era parte y a la cual se debía. En este sentido se aplicaron restricciones, aún hoy tan utilizadas, como la expropiación forzosa y las servidumbres. Las servidumbres en Roma, limitaban el derecho de propiedad de determinada persona y ponían alguna facultad inherente al propietario en manos de persona ajena, formándose así lo que ellos denominaron iura in re aliena o derechos reales 8 COLECTIVO DE AUTORES. (2004) Manual de Derecho Romano. Editorial Félix Varela. La Habana, Cuba. Pág. 121 9 Capítulo 1 en cosa ajena. Sobre la relación de estos con la servidumbre expresó PEÑA GUZMÁN: “Los iura in re aliena tuvieron su más antigua manifestación en el derecho de servidumbre que fue consagrado por el jus civile”; siguiendo esta misma línea el autor ofrece un concepto de servidumbre: “Aplicada a los derechos reales la servidumbre es el poder que ejerce una persona sobre la cosa de otro, sea a su favor, sea a favor de un inmueble individual e invariablemente determinado”.9 Los iura in re aliena nacieron en Roma como una necesidad impuesta por el incremento de la actividad agrícola, su principal fuente de economía. Estos eran clasificados por ellos en dos grupos: los creados por el Derecho Civil, las servidumbres; y los creados por el Derecho pretoriano, la superficie, la enfiteusis, la hipoteca y la prenda. En lo adelante se abordarán los derechos reales en cosa ajena regulados por el Derecho Civil. En la servidumbre romana era conditio sine cuanon la existencia un predio sirviente, que iba a ofrecer un beneficio a otro fundo, o bien podía ser a otra persona; así las primeras eran denominadas por ellos servidumbres prediales y las segundas personales. A pesar de esta clasificación la verdadera y completa servidumbre para ellos, era la que se establecía entre fundos, sobre estas ofrece PETIT un concepto: “La servidumbre predial es un derecho establecido sobre un inmueble en beneficio de otro inmueble.”10 Las servidumbres prediales suponían: “(…) un derecho real en cosa ajena en cuya virtud el dueño de un predio (llamado dominante), en su carácter de tal, obtiene para su fundo una ventaja a expensas de otro (llamado sirviente), bien en forma de aprovechamiento directo, bien impidiendo al dueño del predio sirviente que realice algo, que podría hacer en este, de no existir la servidumbre.” 11 La relación entre el predio dominante y el sirviente tenía su sustento en la vecindad que los asociaba a ambos, y en la utilidad que podía reportar el segundo al primero. El titular de la servidumbre iba a ser el dueño del predio dominante, e iba a mantener 9 Citado por: ABOUHAMAD HOBAICA, C. (1995) Anotaciones y comentarios sobre Derecho Romano. Tomo I. Ediciones de la Biblioteca. Caracas, Venezuela. Pág. 573. 10 Ibídem. Pág. 584 11 COLECTIVO DE AUTORES., Op., cit., Pág. 121 10 Capítulo 1 esta condición hasta tanto siguiera ostentando su propiedad o que se extinguiera el derecho real por desaparecer la condición que le dio origen. Colateralmente el titular del predio sirviente tendría que soportar la intromisión en su propiedad hasta tanto exista la servidumbre, y solo toleraría a lo que esta le obligaba y no más allá de su contenido. La servidumbre predial tenía la condición de perpetua, pues una vez impuesta no podía cesar por voluntad de los propietarios de los fundos relacionados u otra forma que no fuera la extinción de la causa que les daba origen. Los romanos también elaboraron una clasificación bastante simple de las servidumbres prediales denominándolas como rústicas o urbanas, siendo las primeras las relacionadas con los fundos y la agricultura, y las segundas con las construcciones. En cuanto a las servidumbres personales, eran incluso más dañinas a los efectos del derecho de propiedad, pues impedían al propietario obtener beneficios de la cosa sometida a esta. Definidas por PETIT como: “derechos separados de la propiedad de una cosa mobiliaria o inmobiliaria, en beneficio de una persona determinada” 12, en ellas el titular no tenía que ser propietario de un fundo para poder ostentar el derecho real y a diferencia de las servidumbres prediales eran temporales en tanto solo duraban hasta el fallecimiento del beneficiado. Dentro de este tipo de servidumbre se encontraban el usufructo, uso, habitación y opera servorus (trabajo de los esclavos). Las servidumbres civiles que hoy conocemos y se aplican en todo el mundo jurídico, tuvieron su nacimiento en el Derecho Romano; sin embargo la institución de las servidumbres administrativas no era ni siquiera concebida en aquella época. Su existencia es mucho más reciente y compleja. 12 Citado por: ABOUHAMAD HOBAICA, C. (1995) Anotaciones y comentarios sobre Derecho Romano. Tomo I. Ediciones de la Biblioteca. Caracas, Venezuela. Pág. 575 11 Capítulo 1 I.2.2 Breve referencia al concepto de servidumbre civil. La palabra servidumbre viene de servus, que a la vez tiene su equivalente latino en servitus, lo que indica una relación de sumisión o una restricción a la libertad. Son definidas por MARIO ODERIGO como: (…) “derechos reales que restringiendo los poderes del propietario, importan un beneficio a favor de tercero”13. Otro concepto nos ofrece RIZO OYANGUREN cuando dice que son: “una carga impuesta a un predio en beneficio de otro predio perteneciente a distintos dueños. Es una restricción del derecho de propiedad que no priva al dueño de su cosa, pero sí de parte de su uso o goce”.14 La servidumbre constituye un derecho de tercera persona sobre la propiedad ajena que encuentra su naturaleza jurídica dentro de los derechos reales en cosa ajena, así las caracteriza PEÑA GUZMÁN al decir “Las servidumbres constituyen un derecho real que se ejerce sobre una cosa corporal perteneciente a otro, en cuya virtud el propietario de esta queda obligado a permitir la realización de ciertos actos o impedido de llevar a cabo otros ya en favor de una persona determinada, ya en beneficio de un fundo”15. Hay que tener en cuenta que con la servidumbre se configura un derecho real y no una obligación, por tanto es el bien el que está sometido y no el propietario de este. En las servidumbres de Derecho Civil, existe un predio sirviente y un predio dominante, excepto en las servidumbres personales. La relación entre predio dominante y predio sirviente, se basa fundamentalmente en una situación de vecindad que existe entre ellos, y en el interés privado que pueda existir para el titular del fundo dominante de obtener un beneficio con la servidumbre. Debe existir una relación bilateral donde el perjuicio de uno produzca un beneficio al otro, pues si solo existiera la restricción al fundo sirviente, sería injustificada la servidumbre por contrariar al interés privado. 13 14 Ibídem. Pág. 573 RIZO OYANGUREN, R. (1991) Manual Elemental de Derecho Administrativo. Ed. Editorial Universitaria. Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. León, Nicaragua. Pág.359. 15 Citado por: ABOUHAMAD HOBAICA, C. (1995) Op., cit., Pág. 574 12 Capítulo 1 La servidumbre civil se extingue una vez haya desaparecido la causa que le dio origen, así cuando el titular del predio dominante no encuentre un beneficio en el derecho real en cosa ajena que ostenta, habrá cesado la razón para la imposición de la servidumbre. También pudiera extinguirse por reunirse en una misma persona el titular del predio dominante y del predio sirviente, pues un propietario no puede tener a su favor una servidumbre sobre su propia cosa, ya que todas las ventajas que puede obtener por el derecho real en cosa ajena, ya las está recibiendo por el derecho de propiedad. En cuanto a la servidumbre personal su extinción sería también por cesar la causa que le dio origen o por el fallecimiento de su titular. Configuran las principales características de las servidumbres civiles los siguientes apuntes: Constituyen derechos reales. Se constituyen sobre cosa corporal perteneciente a persona distinta al titular de la servidumbre. Consisten en una relación persona – cosa (servidumbre personal), o en una relación entre dos cosas (servidumbre predial o real). Es inalienable, pues cualquier cambio en sus elementos (fundo dominante o fundo sirviente) provoca su destrucción, lo que significa que la servidumbre no puede cederse a otro fundo. Esta cesión no puede ser ni siquiera parcial por lo tanto es indivisible. Para que se configure debe existir una restricción al derecho de uso y goce del propietario, procurando así un beneficio a una persona diferente o a un fundo ajeno a su propiedad. I.2.3 Delimitación conceptual de las servidumbres administrativas. Si hay algo de lo que no carece la institución de la servidumbre administrativa es de definiciones. A lo largo de los años, los estudiosos administrativistas han dado los más variados conceptos, incluyéndoles uno u otro elemento diferente. Esta 13 Capítulo 1 diversidad conceptual permite agrupar los elementos más relevantes de las servidumbres administrativas y emitir una definición concluyente que sea lo más abarcadora e ilustrativa posible. A razón de esto es que se ofrece esta variedad de conceptos que si bien tienen elementos diferentes, a medida que avanzan ofrecen nuevas nociones en torno a la categoría estudiada. Dice BIELSA que "La servidumbre pública puede definirse como un derecho público real, constituido por una entidad pública (Estado, Provincia, Comuna) sobre un inmueble privado, con el objeto de que éste sirva al uso público, como una extensión o dependencia del dominio público".16 Buscando un concepto de la doctrina patria es que se quiere citar a GARCINI GUERRA cuando da la siguiente definición de estas: “Sobre las cosas inmuebles pueden recaer cargas que tienen por origen, no una necesidad de otra cosa privada que con ella colinda, sino la vecindad de cosas públicas y su causa es, por consiguiente, un interés general. Esas cargas reciben el nombre de servidumbres administrativas (…)”17 Por otro lado dice DROMI que: “La servidumbre administrativa es un derecho real público, que integra la dominialidad pública, constituido a favor de una entidad pública sobre inmueble ajeno, con el objeto de que éste sirva al uso público” 18. COMADIRA, agrega algún elemento nuevo a la definición, y dice que las servidumbres administrativas son: “(…) el derecho real administrativo, establecido por el Estado, entendido lato sensu, sobre un bien ajeno determinado, por razones de interés 16 BIELSA, R. (1923) Restricciones y servidumbres administrativas. Editorial J. Lajouane & C.ia. Buenos Aires, Argentina. Pág.108 17 GARCINI GUERRA, H. (1986) Derecho Administrativo. Segunda Edición. Editorial Pueblo y Educación. Cuidad de la Habana. Pág. 184 18 DROMI, R. (1998) Tratado de Derecho Administrativo. Ed. Ciudad Argentina. Buenos Aires, Argentina. Pág. 595. 14 Capítulo 1 público, y en cuya virtud ese bien quedará afectado al uso público, en la forma que resulte del hecho o del acto constitutivo de la servidumbre”19 CARRILLO DONAIRE esboza una definición más amplia de la categoría al decir que son: “Aquellos gravámenes reales tendencialmente perpetuos que recaen sobre un fundo privado por una causa de utilidad pública o interés social legalmente tipificada, ya sea en beneficio y protección de un bien de dominio público o ya para la satisfacción de una necesidad colectiva, y que se caracteriza porque el régimen de protección de la concreta y limitada utilidad en que consiste el gravamen se rige por los principios y procedimientos del Derecho Administrativo y, más concretamente, de la policía demanial”20 POZO GOWLAND, nos ofrece dos nuevos conceptos de servidumbres administrativas y para ello lo hace citando a MARIENHOFF y a DÍEZ. El primero de ellos define a las servidumbres administrativas como: “El derecho real administrativo constituido por el Estado sobre un bien del dominio privado o del dominio público, con el objeto de que tal bien sea usado por el público en la forma que resulte del acto o hecho constitutivo del gravamen”21. El segundo nos ofrece un concepto más reducido al plantear que la servidumbre administrativa “es una obligación real establecida sobre un bien ajeno por razón de utilidad pública”.22 Ya planteada esta variedad de conceptos, y después de analizar los elementos novedosos e identificativos de las servidumbres administrativas, puede concluirse que: Las servidumbres administrativas son derechos reales administrativos que 19 COMADIRA, J. Y ESCOLA, H. (s-a) Curso de Derecho Administrativo. Editado: En prensa. Pág. 789. 20 CARRILO DONAIRE, J. (2003) Op., cit., Pág. 114 21 Citado por: POZO GOWLAND, H. (s-a) Servidumbre administrativa de electroducto. En: Revista de Derecho Administrativo. No. 11. Disponible en: http://www.pozogowlandabogados.com.ar/servidumbre_administrativa.htm (Consultado: 23 de octubre del 2011) 22 Ibídem. 15 Capítulo 1 recaen sobre los bienes inmuebles ajenos a la administración pública, y que benefician a ésta con el objetivo de cumplir con una función social determinada. Al imponerse una servidumbre administrativa hay un desmembramiento parcial del derecho de propiedad, que impone al propietario un sacrificio en el ejercicio de alguna de las facultades que tiene sobre su bien. Esta parte afectada de la propiedad pasa a la administración para la cual nace un derecho en relación con ese bien, y que lo va a asumir como titular, pero siempre actuando como representante y veladora de los intereses colectivos. Este derecho a la vez es integrante del patrimonio público lo que le ofrece a las servidumbres administrativas la protección de la que goza el demanio. Otra de las ventajas de esta inclusión es el hecho de que no siempre es necesario expropiar con el fin de la afectación del bien al uso público, lo que evita a la administración todo el engorroso mecanismo expropiatorio, además de los costes económicos de dicha institución y mayores afectaciones a los particulares. I.2.4 Diferencias entre las servidumbres civiles y las servidumbres administrativas. Fue de esta institución nacida en la cuna del Derecho Civil, que tomó el Derecho Administrativo los elementos compatibles con sus requerimientos y al añadirle otros nuevos, surgieron las servidumbres administrativas, razón por la cual guarda varios puntos en común con su antecesora, pero también tiene notables diferencias. Las semejanzas entre ambas instituciones se circunscriben a que recaen sobre bienes inmuebles sobre los que nace un derecho real en cosa ajena, despojando a este de su carácter exclusivo. Son esencialmente reales, aunque surjan obligaciones y restricciones para el propietario del bien, pues esto es consecuencia de la situación del bien en sí y no de su propietario. No obstante estas semejanzas, ambas instituciones tienen grandes disparidades, la primera de ellas es la relativa al fin por el cual son impuestas; y es que las servidumbres civiles se configuran por existir un interés individual, es decir que la relación fundo dominante- fundo sirviente que se da en este caso es entre bienes 16 Capítulo 1 personales que se encuentran al mismo nivel jerárquico, solo que uno de ellos necesita servirse del otro. Este interés individual es lo que hace que de su regulación se encargue el Derecho Civil. Por otro lado las servidumbres que interesan al Derecho Administrativo se imponen con el fin de que coadyuvan a satisfacer una necesidad pública o interés social. Aquí la parte activa de la servidumbre, va a tener una superioridad jerárquica ante la otra parte y su fundo sirviente; dicho rol dominante lo desempeña la administración pública como representante de los intereses colectivos. Lo anteriormente esgrimido trae aparejado otra diferencia, ya que en las servidumbres civiles por responder a un interés privado, cualquier persona o cosa que lo necesite puede beneficiarse con ellas, es decir tanto la parte afectada como la parte beneficiada, son indeterminadas hasta tanto no surja la causa de la servidumbre. Por otro lado en las servidumbres administrativas el titular (parte activa) siempre va a ser uno solo y está invariablemente determinado, incluso desde antes del establecimiento de la servidumbre, la administración, que actúa en representación de los intereses de la colectividad. El tema de las partes en las servidumbres administrativas será ampliado más adelante. Otra diferencia entre las instituciones se encuentra en relación al beneficio de qué se grava al inmueble. Las servidumbres civiles bien se pueden establecer en beneficio de un bien, que son las denominadas servidumbres reales o prediales, o pueden establecerse a favor de una persona, servidumbres personales. Sobre este tema, no existe uniformidad doctrinal acerca de si pueden las servidumbres administrativas ser personales, reales o ambas. OTTO MAYER23 sobre esto opina que no pueden circunscribirse en ninguno de los dos tipos, a favor de esta tesis esgrime que las servidumbres administrativas nunca están ligadas puramente a un bien, más bien estarían ligadas a un interés dominante y al desaparecer este interés entonces la servidumbre no tiene razón de ser. 23 MAYER, O, (1951). Derecho administrativo alemán, Tomo III, Parte Especial. El derecho público de las cosas. Editorial Depalma, Buenos Aires. Pág. 271. 17 Capítulo 1 Tampoco es viable decir, para este autor, que las servidumbres administrativas tienen naturaleza personal, en tanto “La persona a la cual se debería la servidumbre sería el Estado. Pero el Estado no está autorizado, como el acreedor de una servidumbre de derecho civil, a utilizarla, dentro de los límites de su derecho, con miras a un fin material cualquiera; solo puede hacerlo en interés de una empresa pública determinada y en la medida en que esta última tenga necesidad de la servidumbre. Por lo tanto, él no es el único al cual esta servidumbre puede pertenecer; en su lugar, podrá figurar cualquier sujeto capaz de dirigir una empresa pública de ese género que le corresponda de manera legítima: los cuerpos de administración propia, así como los concesionarios, tienen derechos a las servidumbres que correspondan a su parte de administración pública” 24 Siguiendo la línea de pensamiento de este autor no es factible entonces ubicar a las servidumbres administrativas dentro de una clasificación tan restrictiva como que se pueden configurar a favor de persona o cosa. En las servidumbres civiles, mientras el inmueble sometido a esta siga reportando un beneficio para otro inmueble vecino o para persona -en caso de ser personal-, la servidumbre se mantendrá. Por otro lado en las servidumbres administrativas aunque el inmueble sujeto a ésta siga reportando un beneficio, al mantener las mismas condiciones que propiciaron su constitución, si este beneficio deja de cumplir con una función social se extinguirá la servidumbre. Esto sucede porque en las servidumbres administrativas lo que interesa es la función social que cumplen, si esta no existe la servidumbre dejará de existir. I.3 Naturaleza jurídica de las servidumbres administrativas. Al referirse la naturaleza jurídica de cualquier categoría de derecho, se busca su raíz jurídica, de dónde viene, qué premisas le dan forma o la obligan a responder a determinadas reglas. Las diversidad de criterios doctrinales en torno a la naturaleza jurídica de las servidumbres administrativas han sido notorias. Algunos autores las 24 Ibídem. Pág. 271. 18 Capítulo 1 han calificado como limitaciones, restricciones, gravámenes o incluso como expropiaciones forzosas parciales, mientras otro sector las ha denominado derechos reales administrativos. En busca de la opinión más aceptada en el mundo jurídico y más ajustada a la institución, se analizan a continuación los puntos más debatidos con el objetivo de descartar o acoger criterios doctrinales, y asumir una posición concluyente. I.3.1 Las servidumbres administrativas y las limitaciones. Hay autores que han optado por incluir las servidumbres administrativas dentro de las limitaciones; entre ellos se encuentra DROMI, cuando dice en su obra que las servidumbres administrativas “constituyen otro modo de limitación administrativa a la propiedad”25. Otro autor que defiende este criterio es ORLANDO RIVERO cuando expresa que las limitaciones por interés público son las servidumbres administrativas26. Esta confusión de categorías está dada porque ambas guardan algunos puntos en común, como el hecho de que suponen límites a la propiedad personal por motivos de interés social, y son impuestas administrativamente, sin posibilidad de oposición de los propietarios del bien afectado. Sin embargo las diferencias son notorias: Forma en que afectan a la propiedad. La servidumbre administrativa confiere a las administraciones públicas derechos sobre la propiedad ajena, afectando por tanto el carácter exclusivo de la propiedad. Las servidumbres administrativas obligan a su propietario a dejar que se haga algo dentro de su propiedad o hacerlo por si mismo, desmembrando su dominio a favor de terceros. Conviene citar las palabras de CASSAGNE cuando sobre el tema expone de forma clara: “ (…) la servidumbre, al contrario de la limitación (…) afecta la nota de exclusividad del dominio mientras que aquéllas hacen al grado de relatividad de los 25 DROMI, R. (1998) Op., cit., pp. 594 y 598. 26 RIVERO VALDÉS, O. (2001) Temas de Derechos Reales. Editorial Félix Varela. La Habana, Cuba. pp. 75-76. 19 Capítulo 1 derechos particulares que se comprimen o restringen en su ejercicio o se definen en su contenido normal, predeterminando el ámbito de lo lícito o legítimo.”27 Las limitaciones, por otro lado, delimitan a la propiedad, al propietario se le imponen condiciones para el ejercicio de sus facultades sobre el bien, afectando solo el carácter absoluto del dominio. Constitución. Una servidumbre necesita de un acto concreto de constitución, ya sea por medio de un acto jurídico voluntario o por imposición administrativa. Debemos tener en cuenta que la servidumbre se impone sobre bienes que tienen interés social, por diversos motivos, por el lugar donde se encuentran, o la situación geográfica que ocupan con respecto a otra propiedad, por ello es imposible para el legislador establecer una generalidad de bienes que van a estar sometidos a una servidumbre. Las normas autorizan la imposición de la servidumbre administrativa y describen las condiciones que deben existir para la constitución de estas, es menester de la administración, interpretar el contenido de la ley y constituir mediante un acto jurídico voluntario o acto administrativo la servidumbre. La limitación, al contrario, no implica un acto concreto de establecimiento, nacen de forma automática cuando se establecen en las normas. Las limitaciones tienen carácter general porque se imponen sobre todos los bienes que se hallan en idénticas condiciones, afectando así a todos los propietarios o a un grupo indeterminado de ellos. Derecho real en cosa ajena o no. La servidumbre administrativa concede a la administración derechos sobre una propiedad ajena a ella. Cuando se impone una servidumbre administrativa se limita al titular domínico de una de sus facultades para con el bien de su titularidad, y esta se constituye como “un poder jurídico parcial de carácter público a favor del Estado”.28 27 CASSAGNE, J. (2002) Derecho Administrativo. Tomo II. Séptima Edición actualizada. Editorial Lexis Nexis. Abeledo- Perrot. Buenos Aires, Argentina. Pág. 332. 28 MAYER, O. (1951) Op., cit., Pág. 269. 20 Capítulo 1 No sucede así con las limitaciones que circunscriben el contenido del ius propietatis sin que se generen derechos a favor del Estado, o de terceros. El Estado establece limitaciones con el objetivo de que respondan a una función social y de compaginar el derecho de todos los particulares con el fin de que unos no interfieran en el ejercicio de los derechos de otros. Bienes sobre los que se imponen. Las servidumbres administrativas se constituyen sobre bienes inmuebles determinados a partir de la utilidad que estos tengan para la colectividad, mientras que las limitaciones se establecen sobre cosas muebles o inmuebles y tienen un carácter general ya que afectan a todos aquellos bienes que se encuentran en idéntica situación. Obligación de indemnización. Las servidumbres administrativas, entrañan un sacrificio al titular de la propiedad del bien objeto de esta, ya que afectan la exclusividad que caracteriza en principio a su derecho, y por tanto llevan implícito el poder del propietario perturbado de pedir una indemnización siempre que se haya producido una disminución considerable del derecho de propiedad lo cual entraña daños patrimoniales para el titular 29. Las limitaciones, al definir el derecho de propiedad haciéndolo afín con los intereses de la colectividad, no obligan a abonar una indemnización a favor de quien los sufre, ya que dichos límites no producen una afectación al propietario del bien. Todos los anteriores puntos diferenciadores llevan a concluir que las servidumbres administrativas no pueden ser confundidas con las limitaciones, ni calificadas como tal. 29 Como se verá en próximos epígrafes no existe una uniformidad de criterios sobre la procedencia de la indemnización en las servidumbres administrativas. 21 Capítulo 1 I.3.2 Las servidumbres administrativas y las potestades ablatorias. No solo las limitaciones afectan la propiedad, existen otro grupo de instituciones que son más invasivas que aquellas, y que han sido incluidas dentro de las llamadas potestades ablatorias. CASSAGNE se refiere a ellas diciendo que: “(…) la potestad ablatoria produce una privación o eliminación de derechos privados en atención a un interés público (…)”30. Como más adelante dice el mismo autor en las ablaciones se produce una privación total o parcial del derecho del administrado, agrupando así categorías como la ocupación temporal, la requisición, la confiscación, y alcanzan el grado más intenso con la expropiación forzosa. Incluso hay autores que incluyen las servidumbres administrativas dentro de las potestades abaltorias 31, aunque lo más recurrente es la tendencia a incluirla dentro de estas potestades pero no como figura independiente, sino como un tipo de expropiación forzosa. No es extraño encontrar autores que ven en la servidumbre una expropiación forzosa parcial32, con lo cual las estarían ubicando dentro de las potestades ablatorias. Sin embargo, las diferencias entre las categorías desmienten esta idea. La primera gran disparidad entre ambas instituciones es el hecho de que las servidumbres administrativas dejan subsistir la propiedad del particular sobre la cosa afectada, limitándose solo a poner en manos de la administración un derecho real sobre ese bien para beneficiar a terceros; en cambio con la expropiación forzosa la propiedad cambia de titular, aquí la persona ve afectado su derecho en todo su alcance, destruyendo toda relación con el bien. BIELSA33 al referirse a los elementos que caracterizaban a la propiedad en sus inicios lo hace incluyendo ejemplos de cómo cada uno de ellos se ve hoy disminuido, así 30 CASSAGNE, J. (2002) Op., cit., Pág. 463 31 GARCÍA DE ENTERRÍA, E. Y FERNÁNDEZ, T. R. (2006) Curso de Derecho Administrativo II. Parte 1. Editorial Félix Varela. La Habana, Cuba. Pág. 104 32 CARRILLO DONAIRE, J. (2003) Op., cit., Pág. 105; y MARIANI, A. (1980) Comentarios a la ley sobre servidumbres de conductores eléctricos. En: Revista de Derecho Público. No. 4. Caracas, Venezuela. Pág. 6 33 BIELSA, R. (1923) Op., cit., Pág. 15-16. 22 Capítulo 1 dice que las limitaciones afectan el carácter absoluto, las servidumbres a la exclusividad y la expropiación a la perpetuidad. Este criterio del autor marca una de las diferencias entre la servidumbre y la expropiación referida a que afectan diferentes aristas del derecho de propiedad, por cuanto la primera permite que la propiedad sea compartida con personas no titulares afectando su exclusividad, y la segunda, da la posibilidad al estado de terminar la relación de propiedad total o parcialmente en cualquier momento, por lo que el propietario puede verse privado de su derecho que en un principio conoció perpetuo. En la expropiación el dueño afectado no se verá obligado a soportar la actuación de terceros sobre su bien, puesto que ha dejado de poseerlo pasando a ser parte del patrimonio administrativo. En las servidumbres aunque se comparte alguna facultad sobre el bien a favor del estado, el propietario de este sigue manteniéndolo bajo su dominio solo que ahora ejercerá esta con determinadas obligaciones a las que no podrá negarse. Las servidumbres administrativas a pesar de ser temporales o definitivas, como más adelante se verá, pueden cesar en cualquier momento; sin embargo la expropiación forzosa reviste carácter definitivo. El último punto que puede separar ambas categorías es la posibilidad de indemnización, aunque doctrinalmente se ha tratado el tema como un elemento común entre ambas, lo cierto es que mientras la expropiación siempre lleva indemnización, las servidumbres solo se indemnizan en casos muy puntuales, lo que será expuesto con posterioridad. Cabe preguntarse si pueden ser las servidumbres calificadas como expropiación forzosa parcial. La respuesta a esta interrogante es que la expropiación parcial supondría el hecho de que se sustraiga parte del bien del dominio de su propietario y no sucede esto en la servidumbre, donde lo realmente afectado son parte de sus facultades en cuanto se ve restringido en alguna de ellas por tener que compartirlas con la administración, pero él sigue ostentando la propiedad completa sobre el bien, aunque otro tengo algún derecho sobre la misma. 23 Capítulo 1 Del análisis realizado procede decir que las servidumbres administrativas no constituyen una ablación del derecho de propiedad, en tanto con ellas no se está privando a su propietario ni total ni parcialmente de su derecho. Aquí el titular sigue ostentando su propiedad en todo su contenido, solo que sobre ésta recae una servidumbre con la cual tiene que convivir, pero que no lo obstaculiza de ejercer todas las facultades que le son inherentes como titular domínico. I.3.3 Las servidumbres administrativas y los derechos reales administrativos. Como ya se abordó las servidumbres encuentran su nacimiento en el Derecho Civil romano, y siendo por tanto una categoría civilista que se adecuó a las necesidades del Derecho Administrativo, también es lógico, a la hora de buscar su naturaleza jurídica, fijarse en las propias bases civilistas de la institución. Desde el Derecho Romano se ha calificado a la servidumbre como un ius in re aliena, y sobre esta base es que se ha estudiado todo lo relativo a la servidumbre de Derecho Privado. ¿Qué podemos entender como derechos reales en cosa ajena?, sobre esto dicen COMADIRA Y ESCOLA: “En el derecho civil se reconoce que si el dominio otorga a quien es su titular una serie de facultades sobre la cosa propia, existen otros derechos reales que otorgan, en cambio, facultades sobre la cosa de otro, lo que origina que su titular no ejerza sobre ellas la plenitud de sus atribuciones, ya que una parte de ellas pasa a un nuevo titular, que así se beneficia juntamente con el dueño” 34. Las servidumbres equivaldrían para el Derecho Civil a un derecho como otro cualquiera solo que este se ejerce sobre cosas de dominio ajeno. MARIO CONDE Y CONDE, al tratar de explicar como se desgaja esta facultad del derecho de propiedad y se deposita en manos de persona distinta, expresa: “Todo ius in re aliena representa una sustantivación conceptual de una facultad que se transforma en derecho subjetivo. Todo derecho subjetivo —antes lo advertía— tiene un contenido descompuesto en una serie de facultades carentes de autonomía. A través de un 34 COMADIRA, J. Y ESCOLA, H. (s-a) Op., cit., Pág. 789 24 Capítulo 1 supuesto de hecho dichas facultades se autonomizan pasando a constituir derechos subjetivos en sentido estricto. Esto es precisamente lo que ocurre en el caso de la servidumbre”35 El propietario de un bien ejerce una serie de facultades sobre este, alguna de ellas puede dividirse y ser ejercida por persona distinta a su propietario, eso es lo que llamamos derecho real en cosa ajena. El problema estaría entonces en cómo adaptar estas características privatistas de los ius in re aliena a los requerimientos del Derecho Administrativo para que constituyan la naturaleza jurídica de las servidumbres administrativas; algún sector de la doctrina se ha inclinado por la teoría de los derechos reales administrativos. Según palabras de GONZÁLEZ PÉREZ, quien plantea esta teoría, los derechos reales administrativos “son aquellos derechos reales cuyo objeto son cosas de dominio público” 36. A primera vista resulta dudoso si pueden las servidumbres administrativas ser derechos reales administrativos, puesto que el objeto de estas es, precisamente, bienes ajenos al dominio público. El autor, como otros estudiosos, no parece aceptar que existan derechos reales administrativos donde el objeto sobre el que recaen no sea un bien público. No obstante en la propia obra acepta la posibilidad de que existan derechos reales administrativos sobre bienes de propiedad no estatal, donde el titular del derecho es la administración, no sin asegurar que esto sucede en poquísimos casos dentro de los cuales el más recurrente es la servidumbre administrativa.37 De lo expuesto hasta ahora se puede concluir que las servidumbres administrativas son derechos reales administrativos; además, al desgajarse parte de las facultades del propietario y ponerla en manos de la administración pública integra lo que se denomina para el Derecho Civil derechos reales en cosa ajena. Por lo tanto las 35 CONDE Y CONDE, M. (1974) El pretendido uso público de las playas y zonas marítimo terrestre de propiedad particular. En: Revista de Administración Pública. No. 073. España. Pág. 444 36 GONZÁLEZ PÉREZ, J. (1975) Los derechos reales administrativos. Editorial Civitas. Madrid, España. Pág. 29 37 Ibídem. Pág. 35 25 Capítulo 1 servidumbres administrativas son derechos reales administrativos en cosa ajena, institución que fundamenta su naturaleza jurídica. I.4 Presupuestos teóricos de las servidumbres administrativas. Para llegar a un acuerdo de los principales puntos que caracterizan la institución jurídica administrativa en cuestión es necesario primeramente analizar varias cuestiones polémicas en la doctrina para intentar unificar opiniones. Estas son: la titularidad de los bienes sobre los que puede recaer la servidumbre administrativa, la procedencia o no de indemnización, obligaciones de las partes y la existencia o no de un fundo dominante. Otros aspectos característicos de las servidumbres ya han sido abordados en epígrafes anteriores por lo que se retomarán brevemente en aras de su sistematización. I.4.1 Titularidad de los bienes sobre los que recae la servidumbre. Las servidumbres administrativas recaen sobre bienes ajenos a las administraciones públicas. Dichos bienes pueden ser personales, cooperativos, o cualquier otra forma de propiedad no estatal. Esta cuestión no crea grandes problemas a no ser por el hecho de aquel sector de la doctrina que reconoce la posibilidad de imponer servidumbres sobre bienes propios de la administración. Sobre esta posibilidad expresa PUIG: “La servidumbre se constituye siempre sobre un bien ajeno a su beneficiario, y puede comprender un bien determinado que pertenezca tanto a un propietario privado, como al dominio público o privado del Estado.”38 DROMI, también está a favor de las servidumbres administrativas sobre el dominio público, siempre y cuando esta no interfiera con la función social primaria a la que se encuentra ligado el bien público39. 38 PUIG, A. (-) Derecho administrativo para ciencias económicas. Universidad Nacional de Salta. Salta, Argentina. Pág. 242. 39 DROMI, R. (1998) Op., cit., Pág. 598. 26 Capítulo 1 Otro autor que parece aceptar la posibilidad de servidumbres administrativas sobre dominio público es COMADIRA cuando afirma: “Los bienes gravados, como ya se dijo, pueden pertenecer al dominio privado de los particulares o del Estado, o al dominio público, siempre que no pertenezcan, cuando son del Estado, a la misma persona jurídica pública estatal que crea o constituye la servidumbre.”40 Sin embargo parece más acertado el criterio de aquellos estudiosos que consideran que sobre bienes de dominio público no se pueden constituir servidumbres administrativas41. Un primer elemento a tener en cuenta es el hecho de que si las servidumbres se pudieran imponer sobre bienes propios de la administración estaríamos ante un sin sentido jurídico, puesto que el titular de la servidumbre adquiere una serie de beneficios del bien objeto de esta los cuales ya ostentaría si fuese su propietario. Por otro lado, el objetivo principal de las servidumbres administrativas es que dicho bien pueda servir al uso público. Si se acepta la idea de las servidumbres administrativas sobre bienes públicos también se estaría ante un ilógico jurídico, pues dicho bien ya responde al uso público, y por lo tanto constituir una servidumbre sobre él, no cambiaría la naturaleza de su función; se estaría ante una aplicación innecesaria de la institución. Las servidumbres administrativas pueden afectar a las más variadas formas de propiedad que puedan consagrar los diversos ordenamientos jurídicos, siempre y cuando esa forma de propiedad no sea de naturaleza pública. I.4.2 Criterios sobre el derecho a ser indemnizado. “La indemnización es el medio que el derecho ha creado para resolver, sin perjuicio de nadie, los conflictos entre el individuo y la sociedad, cuando se requiera que aquél ceda algún derecho en aras de un interés público o social.”, así comenta BREWER 40 COMADIRA, J. Y ESCOLA, H (s-a) Op., cit. Pág. 792. 41 BIELSA, R. (1923) Op., cit., Pág. 109 27 Capítulo 1 CARIAS42 el fenómeno de la indemnización. En todo estudio de las servidumbres administrativas, este siempre ha sido uno de los temas más polémicos entre los autores y los diferentes ordenamientos jurídicos. Los criterios doctrinales acerca de la indemnización son variados. Algunos autores como CASSAGNE plantean la obligatoriedad de la indemnización “(…) las servidumbres administrativas aparejan, por principio, la obligación de indemnizar a quien resulte afectado por su imposición habida cuenta que provocan una situación de sacrificio patrimonial (por lesionar la nota típica de la exclusividad) que, al disminuir el valor del respectivo bien, generan el consiguiente deber de reparar,(…)”43. Otros consideran que la procedencia de indemnización está sujeta a la forma de constituirse la servidumbre44. Opinión distinta nos ofrece ENRIQUE EVANS, “Ninguna limitación u obligación impuesta por la ley a la propiedad privada produce para el afectado derecho a indemnización, pero esa garantía no puede, en caso alguno, afectar la esencia del derecho (…)”45 Para explicar lo que verdaderamente sucede con las servidumbres y la indemnización, sería bueno partir de lo planteado por EVANS. Esta idea de la exclusión de la indemnización ante cualquier limitación legal a la propiedad se sustenta en la anteriormente estudiada función social de la propiedad. Si las leyes y la administración pública limitan a la propiedad ajena, una de las razones es que ésta responde a una función social, además de que la administración para cumplir su labor no puede solo auxiliarse de sus bienes en tanto estos no son suficientes para responder a todas las necesidades de la colectividad. Ahora bien, si cada vez que la administración se vea obligada a gravar los bienes ajenos tuviera que indemnizar por esa afectación, sucedería que ella está asumiendo en su patrimonio público dichas limitaciones, o para que sea más claro, estaría asumiendo la función social de la 42 BREWER CARIAS, A. (1980) Urbanismo y propiedad privada. Editorial Jurídica venezolana. Caracas, Venezuela. Pág. 66 43 CASSAGNE, J. (2002) Op., cit., Pág. 333 44 MAYER, O, (1951). Op., cit., Pág. 285 45 Citado por: CANCINO, F. (2005) Op., cit., Pág. 162 28 Capítulo 1 propiedad particular con su patrimonio propio. Ello supondría el hecho de que si toda función social es indemnizable, no existiría entonces función social, sino un intercambio bilateral donde una parte se beneficia de la otra a cambio de una remuneración. Lo ya expuesto tampoco supone que la administración pueda gravar la propiedad ajena a su antojo, sin limitante alguna. Si bien es cierto que en casos excepcionales se verían afectados los elementos esenciales del derecho de propiedad que suponen para el propietario el sacrificio particular ante el interés general, también sería justo que dicho sacrificio conlleve una indemnización. Así cuando el propietario quede privado de alguna utilidad que le reporte su bien y que le produzca por tanto daños económicos cuantificables; o cuando sufra a raíz de la servidumbre un daño permanente, puede verse legitimado para exigir de la administración la correspondiente indemnización. Un ejemplo de todo lo expuesto es que si un titular domínico tiene delimitado dentro de su propiedad inmueble un camino por el cual él transita, y se le impone una servidumbre de paso para que por allí puedan transitar también los trabajadores de una empresa estatal que se encuentra cerca de su propiedad y que no tiene otro camino de acceso, ¿en qué medida se vería afectado este titular?, si bien es cierto que tiene que soportar algo que cualquier otro titular no tendría que hacerlo, esta obligación positiva no le disminuye su derecho de propiedad, tampoco le causa un perjuicio económico, por lo que no haría falta la indemnización. Caso distinto sería si se impone una servidumbre eléctrica sobre los terrenos de un titular domínico que en ellos se dedica a la agricultura. Con esta servidumbre el propietario debe permitir la instalación de postes en su propiedad y el acceso a esta para su mantenimiento; en este caso sobre la parte afectada de su propiedad este titular ya no puede seguir ejerciendo la actividad agrícola, con lo cual le estarían provocando una disminución de sus ganancias, y con ello de su patrimonio, este supuesto entonces acarrearía la indemnización por suponer la servidumbre un daño económico cuantificable para el propietario. 29 Capítulo 1 Las servidumbres administrativas en principio no suponen la obligación de indemnizar al propietario que la sufra; pero si a dicho propietario se le ocasionaran daños económicos por la imposición de esta se le deberá indemnizar en correspondencia con el monto del perjuicio sufrido. I.4.3 La predialidad activa y pasiva en las servidumbres administrativas. Al analizar las servidumbres civiles se constató que estas se establecen sobre un predio, denominado predio sirviente y a favor de otro predio, que recibe el calificativo de dominante, aunque también se hizo referencia a las servidumbres establecidas a favor de personas. Algún sector de la doctrina ha utilizado la duplicidad predio sirviente – predio dominante de las servidumbres privadas para diferenciarla de las servidumbres administrativas, argumentando que en las servidumbres civiles siempre existe un predio dominante, no así en las administrativas donde la predialidad activa no es obligatoria, pudiendo constituirse una servidumbre sin necesidad de la presencia de fundo dominante46. Sobre la existencia de este predio dominante dice DROMI: “La servidumbre administrativa está destinada a servir no a una heredad o inmueble determinado, sino a una entidad pública o sujeto de derecho representativo de la comunidad.”47 En las servidumbres administrativas este predio dominante no siempre está presente, en cuanto la servidumbre está ligada al bien por su necesidad pública o interés social, si este deja de tenerla entonces la servidumbre desaparecerá, aunque siga existiendo un inmueble que se pueda beneficiar. Pero el hecho de que las servidumbres administrativas se impongan por una función social y no por la posible utilidad que pueda reportar a otro inmueble, no significa que sea este el único argumento válido para afirmar que no necesariamente en todas existe predio dominante. La administración pública en su obligación de responder a las necesidades de la colectividad, está integrada por un grupo de órganos, 46 MARIANI, A. (1980) Op., cit., Pág. 2. 47 DROMI, R. (1998) Op., cit., Pág. 598. 30 Capítulo 1 organismos, autoridades y servicios que determinan su estructura, y cuenta con un patrimonio propio para cumplir con ese fin. Estos órganos, organismos, o servicios tienen la potestad de constituir servidumbres administrativas que les sean útiles en su actuar, lo que al final va a reportar un beneficio para la colectividad. Para ilustrar el hecho de la ausencia de predio dominante en las servidumbres administrativas se puede referir la servidumbre eléctrica de postación. Para que se constituya una servidumbre eléctrica de colocación de líneas en propiedad no estatal, solo se necesita que ese lugar gravado se encuentre en el paso entre la empresa que ofrece el servicio y el lugar a donde debe llegar la electricidad, por tanto ese inmueble -incluso pueden existir varios inmuebles- no tiene que ser vecino de la empresa que ofrece el servicio, ni del lugar a donde este tiene que llegar, ni va a representar una utilidad para dicha empresa o para dicho lugar, por lo que no hay aquí un predio dominante, sino un beneficio para la colectividad que se auxilia del servicio eléctrico. Es entonces que la servidumbre no se establece entre dos inmuebles, sirviente y dominante, sino entre inmueble y la colectividad o sociedad. En las servidumbres administrativas no siempre existe el predio dominante. Su imposición responde como fin último a la necesidad pública o el interés social, siendo la colectividad quien se beneficia con la servidumbre. I.4.4 Las partes de las servidumbres administrativas y sus obligaciones. Se abordó ya el hecho de que las servidumbres administrativas creaban una relación entre dos partes, donde una de ellas es el titular del fundo gravado, parte pasiva, y de otro lado está el titular de la servidumbre, que es la administración, actuando a nombre y en beneficio de la colectividad, parte activa. El propietario del fundo sirviente continúa ostentando todas sus facultades en relación con el bien; aunque una o más de ellas puedan verse laceradas en alguna medida por la constitución de la servidumbre administrativa. El propietario del bien sujeto a esta asume obligaciones positivas por las cuales tiene que permitir que se haga algo en su propiedad o hacerlo por sí mismo. El titular del predio sirviente no debe realizar actividades tendentes a disminuir el uso de la servidumbre o hacerlo 31 Capítulo 1 más incomodo. Tampoco tiene la posibilidad de negarse a la imposición de la servidumbre, lo que no quiere decir que no tenga la posibilidad de reclamar si está en desacuerdo con su imposición o si el titular de la servidumbre se excede del contenido de ésta. En caso de que se le provoque una disminución a su patrimonio puede, según la legislación del país del cual es ciudadano, exigir la correspondiente y equitativa indemnización. Por otro lado está la administración pública como parte activa de la servidumbre administrativa. Esta tiene el derecho de utilizar el bien objeto de la servidumbre para satisfacer las necesidades públicas, incluso puede autorizar a otra persona natural o jurídica a que utilice la servidumbre siempre que dicha persona persiga con su actuar responder a necesidades públicas o intereses sociales. También la administración tiene un grupo de obligaciones como titular de la servidumbre administrativa entre ellas figura utilizarla conforme a su destino y nunca más allá de aquello para lo cual fue impuesta, ya que esto sería contravenir el interés social o la necesidad pública y con ello las normas legales. Debe también hacer toda la infraestructura necesaria para ejercer su derecho, y velar por no provocar daños al propietario del bien sujeto a la servidumbre administrativa, así como por la seguridad de este y todos los que tengan acceso al inmueble. Además en caso de ocasionar daños económicos cuantificables al titular del bien objeto de la servidumbre debe reportar a este la debida indemnización. A modo de conclusión se debe decir que en las servidumbres administrativas la parte activa es la administración pública como veladora de los intereses colectivos, la cual tiene un grupo de derechos y obligaciones para con el bien sujeto a la servidumbre y su titular. La parte pasiva es el titular que debe soportar la servidumbre sobre su bien, debiendo respetar lo que esta disponga y no viéndose obligado a soportar más que a lo que ella le obligue. I.4.5 Constitución y extinción de las servidumbres administrativas. Al diferenciar a las servidumbres administrativas de las limitaciones se hacía referencia a que las primeras necesitaban un acto propio de constitución, pues no 32 Capítulo 1 bastaba solo con estar reguladas en ley para que se configuraren. Sobre esto expresa CARRILLO DONAIRE: “(…) dado que la servidumbre es una verdadera desmembración de la propiedad, una perdida de la plena in res potestas, es indudable que conforme a las cláusulas constitucionales que protegen la propiedad su establecimiento tiene que estar previsto en la ley. Pero ésta no basta por si sola para su constitución, es necesaria además una actuación ulterior que la haga surgir en concreto.”48 Más adelante expresa el propio autor “(…) el título jurídico de las servidumbres administrativas no es la ley que las prevé sino el acto que consagra la privación parcial del dominio para extraer de él un uso o utilidad pública.” 49 ¿Mediante qué títulos pueden constituirse las servidumbres administrativas? Muchas han sido las opiniones en este sentido, pero las más recurrentes y mejor fundamentadas son: Acto jurídico voluntario: existiendo la regulación legal de la servidumbre administrativa y configurándose todos los requisitos para imponer ésta sobre determinado bien inmueble, pudiera darse el caso de que esta sea aceptada de forma voluntaria por el propietario del bien, pudiendo constituirse la servidumbre administrativa por medio de un acto jurídico voluntario entre el propietario y la administración pública. Con ello se anticiparían a una innecesaria constitución forzosa, se pudieran convenir elementos de interés para ambas partes, además de que se evitaría la reclamación por la imposición de la servidumbre. Acto administrativo: no existiendo acuerdo entre las partes, la administración pública puede constituir forzosamente la servidumbre mediante un acto administrativo de imposición que concrete o ejecute lo estipulado en la ley, el cual debe ser una resolución administrativa que fungiría como título constitutivo. 48 CARRILO DONAIRE, J. (2003) Op., cit., Pág. 108 49 Ibídem. Pág. 216. 33 Capítulo 1 Algunos tratadistas como BIELSA50 opinan que también se pueden constituir por hechos; cuando una propiedad pasa a dominio público, la servidumbre que la beneficia también pasará a formar parte de dicho dominio, adquiriéndose así el derecho real mediante la accesión. Otro supuesto de adquisición de servidumbre mediante hechos es la usucapión por la cual una servidumbre privada se convierte en servidumbre pública por el uso continuado de la colectividad. Es cierto que pudiera la administración pública ser titular de una servidumbre sobre esta base, pero sucede que no existiría aquí un acto o título de constitución que le ofrezca seguridad jurídica a la administración sobre el derecho real, que por su propia naturaleza pública demanda un acto expreso de constitución. Las formas de extinción de las servidumbres administrativas varían en dependencia de los diversos ordenamientos jurídicos. Es importante resaltar que nunca pueden extinguirse por renuncia del titular, ya que el derecho real responde a un interés social no renunciable; tampoco cabe la idea de que cesen por prescripción extintiva porque las servidumbres como derecho real integrante del dominio público adquieren la imprescriptibilidad que caracteriza a este. Las formas más generalizadas de extinción de las servidumbres administrativas son: Desaparición de la causa servitutis: si la función social que una vez hizo loable la imposición de la servidumbre ha desaparecido, no tendría objeto, ni fundamento legal el hecho de que esta siga existiendo. Pérdida de la cosa gravada, o transformación de esta por un hecho que la haga incompatible con su destino. La afectación de la cosa sirviente que al pasar al dominio público se integra en él conjuntamente con la cosa dominante. Por el paso del tiempo para el que fue constituida. 50 BIELSA, R. (1923). Op., cit., Pág. 128. 34 Capítulo 1 I.4.6 Consideraciones finales. Analizados todos los puntos anteriores, los aspectos abordados en otros epígrafes y en atención a una sistemática organizada sobre el tema de las servidumbres administrativas resulta trascendental puntualizar las características fundamentales de la institución: Derecho real administrativo sobre bienes inmuebles ajenos a la administración pública. Se fundamentan en la función social de la propiedad, y responden a un interés social o utilidad pública. Su constitución requiere de un acto propio de imposición. En principio no conllevan indemnización, excepto que se produzca un daño real, efectivo y cuantificable sobre los bienes en los que recae la servidumbre. Son imprescriptibles e irrenunciables. Puede o no existir un fundo dominante. I.5 Clasificación de las servidumbres administrativas. Existen tantas clasificaciones de las servidumbres administrativas como autores han escrito sobre ellas. Tras un estudio pormenorizado del tema se trae a colación aquellas clasificaciones que más se han utilizado doctrinalmente, y que por tanto también se han acogido con más frecuencia en los diversos ordenamientos jurídicos. I.5.1 Atendiendo al título por el que se constituyen.51 Doctrinalmente se estudia la ley como forma de constitución de las servidumbres, esto podría acarrear un error ya que lo que expresa la ley es la descripción de la servidumbre, las tipifica, las configura, es su fuente formal, pero el acto de imposición 51 VERGARA BLANCO, A. (1998) Constitución de servidumbres a favor de instalaciones eléctricas. En: Revista Chilena de Derecho. Vol. 25. No. 2. Chile. pág. 5 35 Capítulo 1 mismo es posterior a la ley y es particular para cada caso. La ley les da el respaldo legal pero no las impone por sí sola, sino que se requiere un acto posterior de algún ente público con competencia para ello, para que se constituya la servidumbre. Así las servidumbres pueden constituirse por un acto jurídico voluntario o por acto administrativo, de acuerdo a las explicaciones anteriormente referidas. I.5.2 Atendiendo al beneficiario de la servidumbre. Son servidumbres prediales (reales) aquellas donde existe predialidad activa, o lo que es lo mismo un fundo dominante; por otro lado son servidumbres personales aquellas donde el beneficiado es una persona, sin que ello dependa de que esta persona sea propietaria de un inmueble. Esta clasificación ha traído verdaderas dificultades para los estudiosos, que han optado por diversos criterios doctrinales, se cita a COMADIRA, quien hace un resumen muy esclarecedor acerca del tema: “Cierta parte de la doctrina reconoce que las servidumbres administrativas pueden ser de ambas clases, aunque admiten que la diferenciación entre ellas puede resultar dificultosa en la práctica (BIELSA). Otros autores, al contrario, sostienen que dichas servidumbres sólo pueden ser personales, quedando excluida la posibilidad de la existencia de servidumbres BASAVILBASO-DIEZ). No faltan administrativas quienes prediales aducen que o en reales las (VILLEGAS servidumbres administrativas no existe o no puede ser reconocida la existencia de un fundo dominante (BERTHÉLEMY-GORDILLO), mientras que otros, a su vez, pretenden que la idea del fundo dominante no es necesaria en las servidumbres públicas, ya que éstas se constituyen en beneficio de la comunidad o de un servicio administrativo (FERNÁNDEZ DE VELASCO-GARRIDO FALLA)”52. Las servidumbres administrativas revisten la característica de que siempre su constitución va a beneficiar a la administración, como ente representante de los intereses colectivos, esto niega la posibilidad de que se pueda beneficiar un predio. Dicho esto cabría distinguir cómo se pueden clasificar las servidumbres 52 COMADIRA, J. Y ESCOLA, H. (s-a) Op., cit., pág. 790. 36 Capítulo 1 administrativas en este sentido, y es que la respuesta más acertada será aquella de que las servidumbres administrativas son siempre personales, en tanto se constituyen a favor de la administración como persona jurídica en representación del interés público que es, al tener una estructura orgánica, patrimonio propio, facultad para actuar en su nombre y ser sujeto de derechos y obligaciones. I.5.3 Atendiendo a su objeto53. Servidumbre in patendo o positiva: cuando impone al titular del bien gravado la obligación de dejar hacer algo en su terreno o hacerlo por sí mismo lo que redundará en beneficio para la administración. En la servidumbre de telefonía el propietario del bien gravado está obligado a permitir la instalación de los postes con cables telefónicos en su terreno, así como el paso por ellos para su mantenimiento y cuidado. Servidumbre negativa: impone al dueño del bien gravado la prohibición de hacer algo en su propiedad que si no existiera la servidumbre le sería lícito. Este último tipo de servidumbre administrativa se asemeja más a lo que doctrinalmente se conoce como las limitaciones de la propiedad por interés público: estas llamadas servidumbres negativas afectarían el carácter absoluto del dominio, como las limitaciones, y no el exclusivo, como efectivamente hacen las servidumbres administrativas. Las servidumbres administrativas negativas que recogen las normas se establecen sobre una generalidad de bienes y no sobre bienes determinados, es el caso de las llamadas servidumbres ambientales, donde se prohíbe hacer algo a los propietarios de terrenos ubicados en áreas protegidas. Esto además no requeriría un acto propio de constitución, pues el hecho de estar en ley es suficiente. Este tipo de servidumbre no genera derechos sobre el inmueble para las administraciones públicas, por lo tanto no se configura un derecho real en cosa ajena. Conviene aclarar que el hecho de que no se configuren servidumbres administrativas negativas no significa que el propietario del bien objeto de esta, no tenga una serie 53 VERGARA BLANCO, A. (1998) Op., cit., pág. 6; y GARCINI GUERRA, H. (1986) Op., cit., pp. 186-187 37 Capítulo 1 de obligaciones que le impidan realizar alguna actividad, pero como su nombre lo expresa son obligaciones y no la servidumbre en sí. Se puede ejemplificar con una servidumbre de tendido eléctrico: el propietario del predio sometido tiene que permitir la colocación de los postes de electricidad -esta es la servidumbre administrativa-, pero como parte de sus obligaciones está el no utilizar los postes para colocar objetos y realizar otra actividad dentro de su propiedad que pueda afectar el tendido. Expuesto esto, se concluye que lo que se conoce como servidumbres administrativas negativas configuran en realidad verdaderas limitaciones a la propiedad por interés público. Las servidumbres administrativas siempre serán positivas donde el propietario del predio sujeto a esta debe permitir que se haga algo en su propiedad o hacerlo por sí mismo. I.5.4 Atendiendo a la zona en que se encuentra el bien afectado con la servidumbre.54 Rústicas: estas son las que se establecen fuera de las ciudades y su función social es fundamentalmente para el desarrollo de la agricultura o la ganadería. Se puede ejemplificar como servidumbres rústicas la servidumbre minera en la cual se utilizan las fuentes de aguas que existen en las propiedades personales para la explotación de la mina. Urbanas: su imposición responde a las necesidades de la vida en las ciudades o pueblos, y con motivo de ello se constituyen sobre bienes ubicadas en zonas urbanizadas. Ejemplo de esta servidumbre es la de poner los nombres de las calles en las paredes exteriores de las viviendas particulares. Especiales: este tipo de servidumbre pueden constituirse ya sea en zonas rurales o urbanas, y su constitución obedece principalmente a la instalación y uso de los servicios estatales. Como ejemplos pudieran citarse las servidumbres de ferrocarriles, eléctricas y de telefonía, estas servidumbres administrativas pueden ocupar áreas urbanas y rurales. 54 Esta clasificación la ofrece GARCINI GUERRA, H. (1986) Op., cit., pág. 187. 38 Capítulo 1 I.5.5 Atendiendo al tiempo por el que se establecen.55 Perpetuas: son aquellas servidumbres cuya imposición no tiene una duración definida, se va a mantener sobre ese bien hasta tanto cambien las circunstancias que dieron origen a su imposición, pero no se va a establecer para durar por un tiempo determinado. Puede ser un ejemplo de servidumbres perpetuas la de paso. Temporales: estas servidumbres sí se constituyen para durar un período de tiempo determinado, y no indefinidamente. Un ejemplo de servidumbre temporal es cuando por reparaciones en las vías, se crea una servidumbre de paso dentro de una propiedad particular para que por allí transiten los vehículos y personas hasta tanto se restablezca la vía pública. I.5.6 Atendiendo a sus signos externos o no.56 Aparente: es la que está continuamente a la vista, es decir que se manifiesta por señalizaciones externas, o que la instalación de la servidumbre se puede apreciar a simple vista. Constituyen un ejemplo las servidumbres eléctricas. No aparente: son aquellas de las que no se puede tener conocimiento a simple vista por no tener una señal exterior, o algún signo que pueda indicar que existe una servidumbre en ese lugar. Pudiera resultar ilustrativo el caso de las servidumbres de acueducto, ya que las tuberías soterradas pueden pasar por alguna propiedad personal solo que no se pueden ver a simple vista. 55 Esta clasificación la ofrecen GARCINI GUERRA, H. (1986) Op., cit., Pág. 187. y MARIANI, A. (1980) Op., cit., Pág. 2. 56 Esta clasificación la ofrecen GARCINI GUERRA, H. (1986) Op., cit., Pág. 187. ; VERGARA BLANCO, A. (1998) Op., cit., pág. 6 39 Capítulo 1 I.5.7 Atendiendo a la forma en que se utilizan las servidumbres.57 Continua: es la que se ejerce ininterrumpidamente y que no requiere de hechos concretos por parte del hombre para ser ejercida, como la servidumbre de acueducto, en este caso se está haciendo uso de ella permanentemente debido a que todo el sistema hidráulico está instalado y en actividad. Discontinua: es la que se ejerce a intervalos y supone una actividad del hombre para ser ejercida, como puede ser la servidumbre de paso, donde se requiere que el hombre transite por ese lugar para que se utilice el derecho de servidumbre, además este paso no es constante, sino en las ocasiones que lo necesite el titular del derecho real en cosa ajena. 57 Clasificación ofrecida por VERGARA BLANCO, A. (1998) Op., cit., pág. 6 40 Capítulo 2 CAPÍTULO II: SERVIDUMBRES “VALORACIÓN DE ADMINISTRATIVAS LA EN REGULACIÓN EL LEGAL ORDENAMIENTO DE LAS JURÍDICO CUBANO” II.1 Regulación legal de las servidumbres administrativas en las legislaciones cubanas vigentes durante la eficacia del Código Civil español de 1889. Para lograr obtener criterios en cuanto a los principales problemas que afectan la regulación legal de las servidumbres administrativas en Cuba, y proponer las vías para superarlos, es necesario hacer un análisis de la regulación de la institución en las principales legislaciones administrativas que rigieron en Cuba durante la vigencia del Código Civil español. Con ese objetivo se abordarán los aspectos más significativos de la institución en materia de Derecho Civil, Minas, Aguas, Puertos y Pesca. II.1.1 Las servidumbres en el Código Civil español vigente en Cuba hasta 1987. El Código Civil español fue traído a Cuba durante la época colonial y se mantuvo vigente hasta mucho tiempo después del Triunfo de la Revolución cubana, cuando en 1987 se promulgó el actual Código Civil cubano. Este Código fue derogado en Cuba pero continúa rigiendo en España. Regula la institución de las servidumbres en su Título VII, y las conceptualiza al decir que: “La servidumbre es un gravamen impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro perteneciente a distinto dueño.” Aunque este concepto es concordante con las servidumbres prediales, más adelante el propio Código reconoce la existencia de las servidumbres a favor de una o varias personas, e incluso regula las servidumbres a favor de una colectividad. Dicho cuerpo legislativo distingue los tipos de servidumbres que se pueden constituir al clasificarlas en continuas o discontinuas, aparentes o no aparentes, positivas o negativas, y legales o voluntarias. De acuerdo a la forma que tomaba o iba a tomar la servidumbre, el Código regula los diferentes modos de adquirir. Si la servidumbre es continua y aparente se adquiere por prescripción o por título adquisitivo. La servidumbre continua no aparente y las discontinuas solo se pueden adquirir por 41 Capítulo 2 título. Además se pueden adquirir por una escritura de reconocimiento de la servidumbre del dueño del predio sirviente o por sentencia firme. En su articulado se encuentran también las principales características de las servidumbres: existen dos predios, el sirviente y el dominante; son inseparables de las fincas a las que activa o pasivamente pertenecen. Además establece que las servidumbres son indivisibles, si alguno de los predios –dominante o sirviente- se divide, la servidumbre seguirá existiendo como si fuera una sola para las dos o más fincas ahora existentes. La Ley Civil española regula también los derechos y obligaciones de las partes, incluyendo como elemento novedoso que el dueño del predio sirviente también puede utilizar la servidumbre en su beneficio. Si este es el caso, debe pagar la parte que le corresponde por los gastos de su conservación o las construcciones que hizo el titular o titulares de los predios dominantes para la explotación de esta. Solo se le exime de esta obligación por pacto en contrario. Sin embargo, que sentido tendría para el propietario del predio sirviente auxiliarse de las ventajas de la servidumbre si todo los beneficios que esta le puede aportar ya los tiene previamente por el simple hecho de ser titular domínico del fundo gravado. Las formas de extinción reguladas por el Código español se resumen en: reunirse en una misma persona la propiedad del predio dominante y la del sirviente; el no uso de la servidumbre durante veinte años; cuando los predios llegaran a un estado por el cual no fuera posible usarse la servidumbre; por llegar el día o realizarse la condición si la servidumbre fuera temporal o condicional; la renuncia del dueño del predio dominante; la redención convenida entre el dueño del predio dominante y del predio sirviente. El Código Civil español regulaba las servidumbres de forma general, ofreciendo una normativa bastante completa sobre la institución, al establecer concepto, tipos de servidumbres, formas de constitución y extinción, así como otro grupo de situaciones que podían darse en torno a las servidumbres y que fue conveniente recoger. Sin embargo, el Código es omiso respecto a la posibilidad o no de indemnizar al titular gravado con la servidumbre. 42 Capítulo 2 II.1.1.1 Las servidumbres legales reguladas por el Código Civil español. El Código civil español regula las servidumbres legales, dentro de las cuales incluye a las servidumbres civiles y las de utilidad pública. Las servidumbres legales, según la norma civil, son las que “tienen por objeto la utilidad pública o el interés de los particulares.”58 Las servidumbres legales por razones de utilidad privada las regula de acuerdo a las diferentes materias, haciendo referencia a las servidumbres de aguas, de paso, de medianería, de luces y vistas, de desagüe de los edificios, y las distancias y obras intermedias para ciertas construcciones y plantaciones. El Código Civil español incurre en el error de incluir dentro de las servidumbre a las relaciones de vecindad, así es que la servidumbre de medianería es un ejemplo de esta errata, al constituir en realidad una relación de vecindad que cumple con sus principales características:59 se establece sobre todo inmueble vecino que se encuentre en iguales condiciones; se producen obligaciones recíprocas para ambos vecinos, aún cuando estas no se ejerciten en el mismo tiempo; no son indemnizables; y su función es pulir imperfecciones que surgen del normal ejercicio del derecho de propiedad sobre inmuebles vecinos. En el artículo 592 el Código también confunde a las servidumbres con las relaciones de vecindad, pues establece la obligación de cortar las ramas y raíces que se extiendan sobre los patios o jardines vecinos como una servidumbre, sin embargo esta obligación responde a las características de las relaciones de vecindad. Al referirse a las servidumbres impuestas por utilidad pública establece que estas serán reguladas por leyes y reglamentos especiales que las determinen –los que se abordarán en los próximos subepígrafes–, estableciendo la posibilidad de utilizar el propio Código de forma supletoria ante posibles lagunas legislativas 60. 58 Código Civil del Reino de España de 6 de octubre de 1888, vigente desde 5 de noviembre de 1889. 16 edición, Civitas, Madrid, 1993. Artículo 549. 59 Las diferencias entre las servidumbres y las relaciones de vecindad se abordará en el próximo epígrafe. 60 Código Civil del Reino de España. Artículo 550. 43 Capítulo 2 Así es que recoge algunas de estas servidumbres por utilidad pública en materia de aguas cuando se refiere a que, las riveras de ríos aun cuando sean de dominio privado están sujetas a una servidumbre de uso público en interés general de la navegación, la flotación, la pesca y el salvamento, dicha servidumbre se extenderá por un área de tres metros a partir de los márgenes del río. Regula también la servidumbre indemnizable de camino de sirga para el servicio de la navegación y flotación fluvial. En este sentido regula, además, la servidumbre de saca de agua y abrevadero, y solo permite su imposición por causa de utilidad pública a favor de población o caserío, la cual conllevará la correspondiente indemnización. Se regula también una institución a la cual el Código denomina servidumbre pero que se asemeja más a las particularidades de las limitaciones. Ello lo hace al regular las distancias y obras intermedias para ciertas construcciones y plantaciones: “No se podrá edificar ni hacer plantaciones cerca de las plazas fuertes o fortalezas sin sujetarse a las condiciones exigidas por las leyes, ordenanzas y reglamentos particulares de la materia”61. Aunque dicho artículo remite a las leyes especiales por lo cual no es muy explícito en su redacción, si deberá entenderse que grava a toda persona cuya propiedad se encuentre en las inmediaciones de estos bienes con valor social y patrimonial, presentándose aquí una de las principales características de las limitaciones, y es que se establece sobre una generalidad de bienes que se encuentran en la misma situación. Otras tipicidades de las limitaciones se pueden apreciar en su redacción, como el hecho de que no requieren un acto concreto de imposición, sino que por estar tipificado en el Código se entiende que no se pueden realizar estas acciones; no constituyen derechos reales en cosa ajena; ni conllevan indemnización. El Código Civil español tuvo algunos aciertos y desaciertos en la regulación de las servidumbres. Regula las servidumbres legales dentro de las cuales incluye las civiles y las administrativas, a pesar de no denominarlas así y remitir su regulación a leyes especiales. Las servidumbres de interés público a las que hace referencia se circunscriben a las materias de agua y de distancias entre las edificaciones de 61 Ibídem. Artículo 589. 44 Capítulo 2 propiedad pública.- aunque se expuso que no se configura una servidumbre sino una limitación-. La posición que tomó el legislador al incluir algunas servidumbres por utilidad pública en la Ley Civil es acertada y provechosa para el Derecho Administrativo, pues da paso a la posibilidad de auxiliarse de las leyes civiles ante carencias legislativas en el ámbito de las administraciones públicas. Pero el Código tiene también algunas limitaciones en su regulación, como el caso de incluir las relaciones de vecindad dentro de las servidumbres, así como algunas limitaciones a la propiedad. II.1.2 Las servidumbres por utilidad pública en materia de minas. Hasta 1995 rigió en Cuba la Ley de Minas de 6 de julio de 1859, cuya promulgación fue anterior al Código Civil español pero que se mantuvo vigente hasta que fue derogada por la actual Ley de Minas, de 21 de diciembre de 1994. Esta Ley regulaba algunas servidumbres mineras como la del artículo 44 que disponía que toda pertenencia minera estaba obligada a permitir el paso a una galería general; configurándose así una servidumbre de paso. Además tenía que respetar la fortificación de la galería absteniéndose de arrancar minerales en términos de que quedaran sus paredes con menos de dos metros de espesor, a no ser que las fortificaran a sus propias expensas. El artículo 55 hacía referencia a tres servidumbres: la obligación de todo minero que tuviera minas colindantes a permitir la ventilación de estas; así como permitir el paso subterráneo de las aguas con destino al desagüe general, por lo cual debería ser indemnizado si fuera necesario; además de soportar el tránsito necesario por su propiedad para el servicio de las ajenas. Otro cuerpo legal de la época en materia de minería era el Decreto- Ley de 29 de diciembre de 1868, Bases Generales para la Nueva Legislación de Minas, en su artículo 24 establecía: “Todo minero deberá facilitar la ventilación de las minas colindantes, estará sujeto a la servidumbre del paso de aguas de dichas minas hacia el desagüe general, y asimismo a las reglas de policía que en el reglamento especial se determine. Pero en todas estas servidumbres procederá la correspondiente 45 Capítulo 2 tasación e indemnización.” Este precepto en términos generales establece las mismas servidumbres del artículo 55 de la Ley, pero se debe apuntar como aspecto positivo que lo hace con mayor profundidad al darle expresamente el nombre de servidumbres, lo que no sucedía en el citado precepto. Además regulaba lo referido a la indemnización por la imposición de dichas servidumbres. Otra legislación sobre minas que regulaba las servidumbres por utilidad pública era la Orden No. 78 de 15 de marzo de 1902, de Servidumbre de Paso en las Minas. En los artículos del 1 al 4 hacía referencia a la servidumbre de paso en las minas y refería que esto cumplía con lo establecido en los artículos 564 y 565 del Código Civil español, vigente en la época. Dentro de las pertenencias mineras se fijaban 20 metros de anchura para una faja de terreno destinada al paso de los mineros en la forma más conveniente a sus intereses. La posición adoptada por estos artículos al hacer referencia al Código Civil español es prueba de la sistemática ordenada que existía en aquellos momentos entre las diferentes normas jurídicas. Así como la norma civil hacía referencia a leyes especiales y establecía la posibilidad de ser utilizado de forma supletoria, la norma especial ampliaba en su articulado los planteamientos del mismo, evitando las contradicciones entre cuerpos legales de un mismo ordenamiento jurídico. Esta Orden también regulaba la servidumbre para la construcción de ferrocarril o tranvía, la cual estaba sujeta a las reglas de la Orden No. 34 de 1902, sobre La Expropiación Forzosa en materia de Ferrocarriles y Tranvías. La vía férrea o de tranvía que se construyera en propiedad privada debía usarse solamente para el transporte de empleados, productos y materiales para las minas. Previo a la construcción de las vías se debía depositar una fianza que se correspondía con los perjuicios sufridos por la propiedad privada con motivo de la servidumbre. Si se abandonaba la mina o se suspendían los trabajos por un período de dos años – excepto por fuerza mayor- dichas vías férreas con todas sus pertenencias pasaba a la propiedad de los dueños del terreno sobre el que se estableció la servidumbre, sin posibilidades de reclamación o de indemnización para la compañía minera. 46 Capítulo 2 Esta servidumbre solo podía ser establecida cuando se declarara por el Ministerio de Obras Públicas que la mina no tenía más salida posible que por la propiedad particular sobre la cual se solicitaba el establecimiento de la servidumbre. Cuando los dueños de minas no llegaban a un acuerdo sobre el establecimiento de la servidumbre con los propietarios de los terrenos colindantes, podían acudir a los Tribunales de Justicia, quienes resolverían sobre la servidumbre y sus efectos, de acuerdo con el procedimiento establecido en la Orden No.34. Este precepto reconocía como formas de constitución de las servidumbres por utilidad pública el acto jurídico voluntario y la vía judicial. Todos estos cuerpos jurídicos en materia de minería, abordaban de una forma u otra las servidumbres, pero no existía uno solo de ellos que regulara la institución íntegramente, sino que entre todas regulaban lo referente a formas de constitución y extinción, indemnización y derechos y obligaciones de las partes. Aunque se puede señalar como aspecto positivo la regulación expresa y amplia de las servidumbres mineras, es de señalar que la diversidad de disposiciones provoca dispersión y que pueden quedar cuestiones reguladas en unas, que otras no contemplan como la indemnización o las formas de constitución, afectando la uniformidad en la aplicación de la institución. II.1.3 Las servidumbres por utilidad pública en materia de aguas. El Real Decreto de 9 de enero de 1891, dispuso la vigencia en Cuba de la Ley de Aguas, de 13 de junio de 1879. Esta Ley disponía de todo un título para las servidumbres en materia de aguas. La primera que establecía era la referida a que los terrenos inferiores debían recibir las aguas, piedra o tierra que estas arrastraran de los terrenos superiores, siempre y cuando esta caída fuera sin intervención humana. En caso de ser producto de la actividad del hombre, estos deberían adquirir la servidumbre a su favor, y de no hacerlo debían resarcir los daños y perjuicios causados al dueño del predio inferior. El dueño del predio inferior podría realizar obras que le permitieran aprovecharse de estas aguas o regularizar su caída, 47 Capítulo 2 siempre velando que no impidiera su curso. Esto era básicamente lo que establecía la ley en materia de servidumbres naturales. En cuanto a las servidumbres legales en materia de aguas regulaba la servidumbre de acueducto, la de estribo de presa y la de camino de sirga o las demás inherentes a predios ribereños. La Ley regulaba que la servidumbre legal de acueducto podía imponerse para conducir las aguas destinadas a algún servicio público que no exigiera la expropiación de terrenos. También se permitía la imposición de esta servidumbre con motivo del interés privado para el aumento de riegos, el establecimiento de baños y fábricas, la desecación de lagunas y terrenos pantanosos, la salida de aguas procedentes de alumbramientos artificiales o de drenajes. La servidumbre era decretada por el Gobernador de la provincia, para lo cual se debía presentar un expediente justificativo de su utilidad. A esto tenían derecho a oponerse los dueños de los terrenos, ya fuera porque quien lo solicitara no fuera el dueño del terreno que intentara auxiliarse de esta, o porque la servidumbre se pudiera establecer sobre otros predios que ofrecieran las mismas ventajas para el dominante y menos daños al sirviente. Si decretada la servidumbre alguna persona se sentía afectada, podía interponer el recurso de alzada ante el Ministro de Obras Públicas. La servidumbre de acueducto podía establecerse de forma temporal o de forma perpetua cuando su duración era superior a seis años. Para ambos casos la ley establecía el procedimiento para indemnizar al dueño del predio pasivo por la imposición de la servidumbre. Las obras para la conservación, construcción o limpieza de la servidumbre de acueducto correrían a cargo de quien se estaba beneficiando con ella. El dueño del predio sirviente no podía realizar plantaciones, ni operaciones de cultivo en los márgenes de la servidumbre. Sin embargo, sí podía cerrar y cercar su terreno, así como edificar sobre el acueducto siempre y cuando no perjudicara a aquel, ni dificultara su reparación y limpieza. 48 Capítulo 2 La servidumbre de acueducto caducaba si no se hacía uso de ella dentro del plazo fijado en su imposición. Así mismo esta servidumbre se extinguía por: reunirse en una misma persona la propiedad del terreno y la propiedad de las aguas; por expirar el plazo menor de diez años fijados en la servidumbre temporal; por el no uso durante el tiempo de veinte años ya fuera por actos del titular de la servidumbre, o por actos contrarios a ella del titular del predio sirviente sin reclamo del beneficiado; o por expropiación forzosa a causa de utilidad pública. La servidumbre de estribo de presa, también podía ser impuesta por motivos de interés público o particular, en este último caso siempre que cumpliera lo establecido para la servidumbre de acueducto de interés particular. Podía solicitar su imposición el que pretendiera construir una presa y no fuera dueño de los terrenos donde debía apoyarla. Al titular del predio sirviente se le abonaría el valor que correspondía por la ocupación de los terrenos, además se le debía indemnizar por los daños y perjuicios sufridos con motivo de la imposición de la servidumbre. Las servidumbres de abrevadero y saca de agua podían establecerse por utilidad pública a favor de alguna población o caserío, siempre con la debida autorización. Estas servidumbres consistían en la obligación de los predios sirvientes de dar paso a personas y ganados hasta el punto donde se abrevaba o sacaba agua. El titular de dicho predio tenía que ser indemnizado por la servidumbre. La servidumbre de camino de sirga era la que se establecía sobre los predios contiguos a las riveras de los ríos navegables o flotables. Esta servidumbre tenía un metro de ancho si estaba destinada a peatones y dos metros si se destinaba a caballerías; si por las condiciones del terreno era necesario excederse en estas medidas se le abonaban a los dueños el valor del terreno ocupado. En estas áreas no podían hacerse plantaciones, cercas, ni ningún tipo de obra que dificultaran su uso. Era exclusiva para el servicio de navegación o flotación fluvial, si el río dejaba de servir a estos efectos la servidumbre dejaba de existir. En cuanto a las servidumbres que se podían establecer sobre los predios ribereños estaba aquella que obligaba a permitir que en ellos se sujetaran los cables necesarios para el establecimiento de barcas de paso, o el amarre accidental, en 49 Capítulo 2 casos extremos, de embarcaciones u objetos flotantes, siendo ambos casos indemnizables. Además los propietarios de estos predios estaban sujetos a permitir que en sus terrenos se colocara toda clase de objetos conducidos a flote por el río con el objetivo de prevenir su pérdida. Dichos propietarios tenían derecho al abono de la suma correspondiente por los daños y perjuicios sufridos, debían consentir el depósito en sus terrenos de las mercancías descargadas y salvadas en caso de avería, naufragio u otra necesidad, debiendo ser resarcidos por los daños y perjuicios sufridos y así mismo, permitirían la colocación de las materias extraídas de los ríos con el propósito de su limpieza. Esta servidumbre era temporal y estaba sujeta a indemnización por daños y perjuicios. En materia de pesca la Ley establecía que los dueños de los márgenes de los ríos estaban obligados a permitir el tendido de las redes de los pescadores y que depositaran temporalmente el producto de la pesca. El establecimiento de todas estas servidumbres era competencia de las administraciones públicas; no obstante la propia Ley en la sección destinada a la competencia de los tribunales contencioso-administrativos en materia de Aguas, establecía que estos debían conocer de los recursos contra las providencias dictadas por la administración que impusieran una servidumbre forzosa sobre la propiedad particular; o sobre los daños y perjuicios que se debían resarcir como producto de la imposición de dicha servidumbre. También establecía la competencia de los tribunales civiles para el conocimiento de las servidumbres de agua y de paso por los márgenes de los ríos, cuya imposición se había fundado en título de Derecho Civil. La Ley regulaba la indemnización por la imposición de la servidumbre en la mayoría de los supuestos que recogía, elemento criticable en cuanto se había dicho que si la administración tuviera que indemnizar por toda servidumbre estaría ella misma pagando por la función social que debe cumplir la propiedad no estatal. Se puede ampliar esta crítica pues en algunos casos como la servidumbre de estribo de presa la ley tenía prevista una indemnización por la simple imposición de esta y otra por si se causaban daños y perjuicios al titular del inmueble sometido. 50 Capítulo 2 Un elemento valioso que aportaba la Ley es el hecho de regular dentro de la competencia de los tribunales las servidumbres tanto de utilidad pública como de utilidad privada. Esto ofrecía a la institución mayor protección legal pues enviaba directamente ante los tribunales para la solución de conflictos suscitados con motivo de la imposición; además de que recogía las servidumbres de estribo de presa y la de acueducto tanto por intereses personales como por intereses generales, sirviendo de apoyo a lo ya regulado por el Código Civil español. En términos generales la Ley de Aguas se tornaba amplia en la regulación de las servidumbres por interés público, regulando –aunque no para todas- la forma de constitución, extinción e indemnización, vías de reclamación y derechos y obligaciones de las partes. II.1.4 Las servidumbres por utilidad pública en materia de puertos. La Ley de Puertos para la República de Cuba de 7 de mayo de 1880, puesta en vigor por el Real Decreto de 31 de octubre del 1890, establecía también servidumbres por utilidad pública. Estas se constituían para el salvamento y la vigilancia, y estaban sometidos a ella los terrenos de propiedad particular que eran colindantes con el mar. La regulación de dichas servidumbres en esta Ley era una ampliación de lo ya regulado en la Ley de Aguas. La servidumbre de salvamento era de uso público y tenía el fin de salvar y depositar los restos, efectos y cargamentos de los buques que naufragaran. También se podía utilizar por los barcos pescadores ya fuera para varar o para depositar sus efectos cuando se vieran obligados por el estado del mar. Si se causaba daño a los terrenos producto de la imposición de la servidumbre de salvamento era derecho de su propietario que se le indemnizara, pero solo hasta donde alcanzaba el valor de los objetos salvados. Podían también, los propietarios de estos terrenos, plantar, sembrar e incluso edificar casas de recreo. Esta edificación la podían hacer previo conocimiento del gobernador de la provincia, el cual tenía la posibilidad de oponerse si resultara impeditivo al ejercicio de la servidumbre. 51 Capítulo 2 La servidumbre de vigilancia del litoral consistía en la obligación de dejar abierta una vía de seis metros de anchura a partir de la línea de mayor penetración del mar para dicha vigilancia, y podía imponerse lo mismo en terrenos cercados que abiertos. La Ley de Puertos, aunque no era muy amplia en materia de servidumbres administrativas, si dejaba sentadas la bases para la aplicación de las servidumbres de salvamento y vigilancia del litoral. Si bien no regulaba todos los presupuestos que debían regir estas, las dejaba planteadas en términos generales, pudiéndose utilizar tanto la Ley de Aguas como el Código Civil para los aspectos que quedaban en blanco. También en cuanto a la indemnización, es importante señalar que se ajusta a la opinión planteada en el capítulo anterior de que solo procedía si se causaban daños o perjuicios con motivo de la imposición de la servidumbre. II.1.5 Las servidumbres por utilidad pública en materia de pesca. En materia de pesca regía en Cuba el Decreto Ley 787 de 4 de abril de 1936, De la Pesca Fluvial. El primer artículo de este Decreto Ley refería que el dominio de las aguas, la extensión de las riberas y de las márgenes, y las servidumbres a favor de la pesca se determinaban de acuerdo a lo planteado en el Código Civil español y a la Ley de Aguas. Se debe recordar que la Ley de Aguas obligaba a los dueños de las riberas de los ríos a permitir el tendido de las redes de pesca y que los pescadores depositaran temporalmente el producto obtenido. En cuanto al Código Civil, establecía que las riveras de los ríos aunque sean de dominio privado estaban sujetas a una servidumbre de uso público en interés de la pesca y otras actividades, esta servidumbre se extendería por un área de tres metros a partir del margen de los ríos. Haciendo extensivas las servidumbres establecidas por las anteriores leyes, el Decreto Ley De la Pesca Fluvial disponía que los dueños de los márgenes de los ríos estaban obligados a no entorpecer las servidumbres que en servicio de la pesca regulaba la Ley de Aguas. Además exigía que en toda obra de toma de agua sus 52 Capítulo 2 dueños tenían que colocar compuertas de rejillas que no permitieran la entrada de peces en las acequias62. El Código Civil español, la Ley de Aguas y el Decreto Ley de la Pesca Fluvial, eran las tres normas que regulaban las servidumbres administrativas en materia de pesca. La última de ellas, aunque debería ser la que regulara las especificidades de la servidumbre administrativa, lo que hacía era plantear la obligación de respetar la servidumbre que tenía el titular gravado y remitir su regulación al Código Civil y la Ley de Aguas. No obstante la parca regulación, este Decreto Ley evidencia, una vez más, la importancia de que el Código Civil regulara la institución tanto desde un punto de vista privado como desde el público, ya que permite aplicar sus normas en esas situaciones. II.1.6 Consideraciones finales En la legislación administrativa vigente en Cuba durante la eficacia del Código Civil español existía una vasta regulación de las servidumbres administrativas, aún sin un reconocimiento expreso de la institución. El hecho de que estas legislaciones refieran una y otra vez el Código Civil vigente en la época sugiere que la regulación de las servidumbres administrativas en estas leyes es consecuencia de la regulación de la institución en materia civil. Varios de los cuerpos legales analizados – Decreto Ley de la Pesca Fluvial, Ley de Aguas y la Ley de Minas- atemperan y remiten su regulación de las servidumbres a lo ya establecido en el Código Civil de 1889. Esto sugiere que aún y cuando el propio Código refería que las servidumbres por motivos de utilidad pública se encontraban en las legislaciones especiales para cada materia, su articulado se utilizaba de forma supletoria ante posibles lagunas legislativas. En el sector minero existía una norma que regulaba específicamente la constitución de las servidumbres de paso en las minas. En el sector de Ferrocarriles y Tranvías, 62 Acequia: zanja para conducir el agua. ALVERO FRANCÉS. F. (s-a) Cervantes. Diccionario Manual de la Lengua Española. 3ra Edición. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, Cuba. Pág. 12 53 Capítulo 2 existía una legislación especial que regulaban la expropiación forzosa de propiedades particulares por el Estado con motivos de interés público, donde se incluía a las servidumbres administrativas y el procedimiento para su imposición. II.2 Regulación legal de las servidumbres en el Código Civil cubano. El primer cuerpo legal que debe regular las servidumbres en cualquier ordenamiento jurídico es el Código Civil. La mayoría de los Códigos Civiles consultados63 contemplan esta institución, sin embargo la Norma Civil cubana64 subsume las servidumbres bajo el título de las limitaciones derivadas de las relaciones de vecindad. II.2.1 Diferencias doctrinales entre las servidumbres y las relaciones de vecindad. Las relaciones de vecindad aparecen reguladas en los ordenamientos jurídicos mucho después de las denominadas servidumbres. Los primeros en incluirla de forma expresa dentro de su legislación privatistas fueron los alemanes en su Código Civil65. El Bürgerliches Gesetzbuch sirvió de base para que posteriormente otros ordenamientos jurídicos incluyeran las relaciones vecinales dentro de su cuerpo normativo. La existencia de un tratamiento legislativo diferenciado entre las relaciones de vecindad y las servidumbres, entiéndase las civiles, encuentra sus bases jurídicas en las disparidades que doctrinalmente se han esgrimido entre las mismas. Se debe admitir que la confusión que una vez existió y que existe aún entre ellas, se debe a que ambas guardan varios puntos en común. Así es que servidumbres civiles y 63 Los Códigos Civiles de España, Chile, Venezuela, Costa Rica, México y Argentina, entro otros dedican una parte de su cuerpo normativo a la institución de las servidumbres. 64 Ley No. 59. Código Civil de la República de Cuba, de 16 de julio de 1987, vigente desde el 12 de abril de 1988. Divulgación del MINJUS, La Habana, 1988. 65 Código Civil de Alemania (BGB), vigente desde 1 de enero de 1900. 54 Capítulo 2 relaciones vecinales recaen sobre bienes inmuebles que guardan una relación de colindancia, sobre los que se impone una carga para dar solución a una necesidad latente de uno de ellos. Las disparidades que obligan a un tratamiento diferenciado entre relaciones de vecindad y servidumbres son las siguientes: Por el origen: El legislador introduce las relaciones de vecindad en la norma sustantiva con el objetivo de ofrecer protección legal a las ineludibles intromisiones que se producen entre predios vecinos y que pueden ser dañinas para uno de ellos o para ambos. Así es que se conforma una categoría que se aplica con carácter general sobre todos los inmuebles colindantes, solo por el hecho de estar reconocido en la ley. Esto no quiere decir que siempre se hagan efectivas, pues puede ocurrir que entre inmuebles vecinos nunca se produzcan la clase de situaciones que el legislador previó en la norma. Las servidumbres por otro lado solo se configuran sobre inmuebles muy bien determinados en atención a las necesidades de otros inmuebles o personas, y que el bien gravado puede ayudar a suplir. Esto las dota de un carácter particular, lo que a la vez condiciona que si bien la figura está previamente regulada en la ley necesiten de un acto concreto de imposición. Por la finalidad Mientras la finalidad de la servidumbre es suplir intereses particulares de un inmueble o persona, la finalidad de las relaciones de vecindad es pulir las imperfecciones que puedan surgir del ejercicio de la propiedad sobre inmuebles colindantes pertenecientes a distintos dueños. Por los efectos: Las relaciones de vecindad generan obligaciones recíprocas para los vecinos. Los titulares de los inmuebles vecinos tienen los mismos derechos y obligaciones entre sí, que pueden ejercitar en un mismo momento o en momentos distintos, en atención a la necesidad real de cada inmueble. 55 Capítulo 2 En las servidumbres, existe un predio gravado a favor de una persona o cosa, sin embargo ese predio no tiene la posibilidad de beneficiarse del otro como en el caso de las relaciones de vecindad. Aunque sí existen en las servidumbres derechos y obligaciones para ambas partes, estos no son los mismos como en las relaciones de vecindad. En las servidumbres solo uno tiene la posibilidad de beneficiase con el derecho, mientras el otro solo puede exigir que no se extralimite más allá de lo que está obligado a soportar66. Las desigualdades expuestas dan a entender que confundir relaciones de vecindad y servidumbres es un error que no deben cometer las legislaciones, pues estarían dando un tratamiento igualitario a instituciones que poseen intereses y caracteres diferentes. Las legislaciones civiles deben contemplar en su normativa ambas instituciones, aprovechando las ventajas que puede ofrecer cada una de ellas dentro del Derecho Privado. II.2.2 Las servidumbres y las relaciones de vecindad en el Código Civil cubano. El Código Civil español vigente en Cuba hasta 1987, no hacía referencia denominativa a las relaciones de vecindad; aunque sí regulaba algunas de ellas incluyéndolas dentro de las servidumbres, incurriendo así en un frecuente error legislativo de la época. Este problema fue aparentemente superado por el actual Código Civil cubano que incluyó todo un capítulo sobre las “Limitaciones derivadas de las relaciones de vecindad”67. Sin embargo la Ley cubana incurre en un nuevo equívoco solo que en sentido opuesto, dejando innominadas a las servidumbres y subsumiéndolas dentro del mencionado capítulo. Si bien es cierto que bajo el articulado del Código Civil cubano se encuentran verdaderas limitaciones derivadas de las relaciones de vecindad, también es posible encontrar, bajo el mismo título, típicas servidumbres. Así es que cuando el artículo 66 A los otros derechos y obligaciones que tienen las partes en las servidumbres ya se hizo referencia en el capítulo primero. 67 Código Civil de la República de Cuba. Libro Segundo. Título II. Capítulo IV. 56 Capítulo 2 170.1 de dicho Código dispone el derecho de paso que tienen los propietarios por los inmuebles vecinos para salir a la vía pública, está haciendo referencia a una verdadera servidumbre de paso. Este mismo criterio lo sostiene el Tribunal Supremo Popular de la República de Cuba al reconocer la existencia de este tipo de servidumbre cuando dice: “(...) lo pretendido equivale en lo que doctrinalmente se conoce como servidumbre de paso, que entraña la imposición de una carga u obligación a un predio, en beneficio de otro, a fin de conferirle a aquel una salida indispensable a la vía pública (...)”.68 Conforma otra servidumbre el artículo 173.1 cuando reconoce la obligación de permitir la caída de la aguas de un inmueble superior a un inferior, siempre y cuando estas no provengan de la actuación del hombre 69. Sin embargo el tratamiento de este supuesto como una verdadera servidumbre no parece acertado para el Tribunal Supremo Popular cuando expresa: “(...) la servidumbre es un gravamen impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro perteneciente a distinto dueño, pero siempre a partir de una necesidad insoslayable, por lo que en modo alguno puede estimarse servidumbre el uso continuado de un predio ajeno por mera tolerancia, pues ello en todo caso es cosa diferente que por demás no genera derecho alguno (...)”.70 Lo cierto es que el Tribunal Supremo Popular, a pesar de la ausencia denominativa de la figura en la legislación civil, reconoce la existencia de servidumbres en nuestro 68 Tribunal Supremo, Sala de lo Civil y de lo Administrativo, Sentencia № 255 de 22 de abril del 2006. Segundo Considerando. Citado por: PÉREZ GALLARDO, L. (2007) Código Civil de la República de Cuba, Ley № 59/1987 de 16 de julio (anotado y concordado). Editorial ONBC. La Habana, Cuba. Pág. 122. 69 Estas servidumbres, están reconocidas como tal desde el Derecho Romano. La servidumbre de paso era clasificada por los romanos como una servitutis rústica. La caída de las aguas era considerada una servidumbre urbana a la cual denominaban Stillicidii vel fluminis recipiendi. COLECTIVO DE AUTORES. (2004) Op., cit., pág. 121 70 Tribunal Supremo, Sala de lo Civil y de lo Administrativo, Sentencia № 827 de 31 de diciembre del 2002. Único Considerando. Citado por: PÉREZ GALLARDO, L. (2007) Op., cit., Pág. 123. 57 Capítulo 2 ordenamiento jurídico, al hacer alusión en varias sentencias 71 a la servidumbre de paso. Además en la Instrucción 202 de 2010 de su Consejo de Gobierno establece que cuando exista un proceso en el que por “la naturaleza de la acción ejercitada pudiera derivarse pronunciamiento judicial decretando la transferencia o reconocimiento de dominio u otro derecho real sobre bien inmueble”72, se deben aportar en la demanda una serie de datos necesarios sobre dicho bien dentro de los cuales el tribunal incluye: los gravámenes o cargas como hipotecas, servidumbres de medianería, paso, luz y agua, reconociendo la existencia en Cuba de cuatro clases más de servidumbres civiles. Existe otro artículo en la Ley Civil que interesa a los efectos de este trabajo. Bajo la misma denominación de relaciones de vecindad, la Ley cubana esboza una verdadera servidumbre administrativa, cuando en el artículo 172.1 dice: “Los propietarios de inmuebles urbanos o rústicos no pueden oponerse al paso por ellos, si resulta indispensable para la realización de obras de utilidad pública (…)”. Ya se expuso que el derecho al paso por fundos ajenos era una servidumbre, y en el capítulo anterior se había concluido que la servidumbre administrativa siempre debe responder al interés social o utilidad pública, lo que la diferencia de las servidumbres civiles. Estas cuestiones son las que hacen loable afirmar que el artículo citado se corresponde con el reconocimiento tácito de una servidumbre administrativa. El hecho de que en el Código Civil cubano se regule un supuesto de servidumbre administrativa responde a la función social a la que está ligada toda forma de propiedad. El artículo 129.1 del Código expresa: “La propiedad confiere a su titular la posesión, uso, disfrute y disposición de los bienes, conforme a su destino socioeconómico”, es en esta última frase que puede apreciarse el respaldo legal a la 71 Tribunal Supremo, Sala de lo Civil y de lo Administrativo. Sentencia No. 327, de 28 de abril del 2000; Sentencia No. 492, de 30 de mayo del 2000; Sentencia No. 533, de 27 de junio del 2000; Sentencia No. 1380, de 31 de octubre de 2011 Tomadas del Boletín del Tribunal Supremo Popular, años 2000 y 2011. 72 Instrucción No. 202 del 2010, del Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular. Tomada del Boletín del Tribunal Supremo Popular 2010. Pág. 66. 58 Capítulo 2 función social de la propiedad, lo que supone que no pueda considerarse a esta como ilimitada, sino que sobre ella pueden pesar determinadas cargas, limitaciones y otras instituciones como las servidumbres. El hecho de que no exista en el Código Civil una sistemática organizada de las servidumbres trae consecuencias tanto para el Derecho Civil como para el Derecho Administrativo. El Código Civil cubano responde, como otros códigos civiles, al principio de supletoriedad, que recoge en su octavo artículo, por el cual sus normas son de aplicación en defecto de otras normas de carácter especial, sean estas civiles o no. Ello da la posibilidad de suplir con los preceptos del Código Civil las lagunas legislativas de los cuerpos legales administrativos en todas las materias que sean compatibles con la rama civil, incluyendo las servidumbres administrativas, sin embargo en la legislación cubana esta variante no es posible, al encontrarse las servidumbres civiles sin protección legal expresa. II.3 Regulación legal de las servidumbres administrativas en los diferentes sectores de la administración pública. Con el fin de localizar las principales debilidades del ordenamiento jurídico administrativo en Cuba en materia de servidumbres administrativas, se realiza un detallado análisis de los cuerpos normativos vigentes para esta rama jurídica que contienen o debieran contener la regulación de las servidumbres administrativas. Las normas que siguen regulan lo concerniente a: la zona costera, vialidad y tránsito, electricidad, minería, ferrocarriles y aguas. II.3.1 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia de Gestión de la Zona Costera. Por la extensa área que ocupa la zona costera en nuestro país, se hizo necesaria la regulación de esta mediante el Decreto Ley 212, Gestión de la Zona Costera, aprobado con el objetivo de “establecer las disposiciones para la delimitación, la protección y el uso sostenible de la zona costera y su zona de protección, conforme a 59 Capítulo 2 los principios del manejo integrado de la zona costera.”73 Esta se constituye (…) “por la franja marítimo- terrestre de ancho variable, donde se produce la interacción de la tierra, el mar y la atmósfera, mediante procesos naturales. En la misma se desarrollan formas exclusivas de ecosistemas frágiles y se manifiestan relaciones particulares económicas, sociales y culturales”74. La zona costera es de uso público, libre y gratuito de acuerdo con su naturaleza, en ella se pueden realizar actividades humanas tales como pasear, bañarse, pescar, navegar, varar y otros semejantes que no requieran obras e instalaciones de ningún tipo. No obstante, la administración puede realizar obras, proyectos o actividades, siempre y cuando estas no obstaculicen el uso público de la zona. Con este objetivo el Decreto Ley 212 establece en su artículo 13 una servidumbre administrativa de paso: “ARTÍCULO 13.1- Las obras, proyectos u actividades que se ejecuten en la zona costera, tendrán que garantizar el acceso a la zona costera y su zona de protección desde la vía pública más cercana. 2.- El Ministerio de Economía y Planificación, deberá garantizar que los planes de desarrollo en la zona costera incluyan servidumbres de paso que permitan el acceso libre y público a dicha zona. 3.- Las entidades que utilizan los recursos de la zona costera, quedan obligadas a financiar la creación de los pasos peatonales, los que en todos los casos serán rústicos, de forma tal que se ocasione el menor daño al ecosistema. (…)” La servidumbre de paso que el artículo 13 establece, no coincide con algunos de los presupuestos valorados en el capítulo primero para la constitución de una servidumbre administrativa. Las servidumbres administrativas tienen el objetivo de cumplir con un interés social y para ello se imponen a favor de la administración 73 Decreto Ley 212. Gestión de la Zona Costera. De 8 de agosto del 2000. Vigente desde 14 de agosto de 2000. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición Ordinaria No. 068, de 14 de agosto del 2000. La Habana, Cuba. Artículo 1. 74 Ibídem. Artículo 2. 60 Capítulo 2 pública, sus órganos o empresas. Se establecen sobre inmuebles ajenos a dicha administración, es decir sobre inmuebles no estatales. Si bien con la constitución de esta servidumbre se está protegiendo un interés social, que es el acceso público a la zona, incurre este Decreto Ley en un error, y es que la servidumbre de paso a la que hace referencia se constituye sobre un bien público que es la zona costera, en la que se está realizando la actividad o proyecto, contraviniendo así el hecho de que la servidumbre debe recaer sobre bien ajeno a la administración. Así es que en este caso el acceso a la zona costera está garantizado por el propio hecho de que esta es de uso público y por tanto toda la sociedad como propietaria colectiva, tiene el derecho legítimo a transitar por el lugar, sin necesidad de que se establezca una servidumbre de paso a su favor. El Decreto Ley de la Zona Costera cubana resulta insuficiente en su regulación sobre las servidumbres administrativas. Aún cuando el legislador intenta hacer un esbozo de esta, comete errores en su regulación lo que provoca que no se configure una verdadera servidumbre administrativa. Además, este Decreto Ley, obvia otras servidumbres administrativas que pudieran ser importantes en la protección de toda esta zona y el mar territorial, como son las de vigilancia y salvamento que se encontraban reguladas en la Ley de Puertos de 7 de mayo de 188075. II.3.2 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia de vialidad. Hasta el año 2010 rigió en Cuba la Ley 60, Código de Vialidad y Tránsito76. Esta legislación regulaba expresamente las servidumbres en algunos de sus artículos. Dichas 75 A pesar de estas servidumbres administrativas estar reguladas en la derogada Ley de Puertos de 7 de mayo de 1880, la autora cree que su actual regulación deba estar en el Decreto Ley de Gestión de la Zona Costera. Estas servidumbres administrativas resultarían una herramienta útil para el cumplimiento de los objetivos que llevaron a la implementación del Decreto Ley y que están esbozados en su artículo primero. 76 Ley 60, Código de Vialidad y Tránsito. De 28 de septiembre de 1987. Modificado por el Decreto- Ley No. 231, Modificativo de la Ley No. 60, de 28 de septiembre de 1987, Código de Vialidad y 61 Capítulo 2 servidumbres se constituían sobre las franjas de terrenos a ambos lados de las vías, tanto urbanas como rurales, donde se efectuaba la instalación de redes técnicas. Sobre esta franja no se podía realizar ninguna obra constructiva sin autorización administrativa. Esto resume lo plantado en los artículos 38, 39 y 40 de la Ley los cuales eran la única referencia a la institución de las servidumbres administrativas. La Ley 60 se limitaba a mencionar las servidumbres sin dar un concepto o establecer los principios por los que se regía la institución; además de que su regulación no cumplía con los presupuestos de las servidumbres administrativas, lo que se fundamentará a continuación. En el año 2010 se puso en vigor en Cuba la Ley 109, Código de Seguridad Vial, con el objetivo de perfeccionar la legislación de acuerdo a las nuevas condiciones que enfrentaba el país en materia de infraestructura vial, accidentalidad del tránsito, recuperación y modernización del transporte y el crecimiento de la circulación de vehículos y peatones. Así es que la ley de reciente nacimiento, superando algunos de los errores de su antecesora, reconoce un concepto para las servidumbres administrativas al decir que son el: “Derecho de uso de naturaleza real que limita el dominio en provecho ajeno o en necesidad pública” 77. Es meritorio el hecho de que el Código incluya un concepto de la institución, aunque utilizando una limitada redacción, pues el concepto pudiera entenderse desde una perspectiva civilista al dejar la necesidad pública como una de dos posibilidades, cuando en materia de servidumbres administrativas, es la única. A partir de esta definición la Ley 109 establece algunas servidumbres administrativas en el Capítulo IV “De las afectaciones a las vías”, haciendo expresa alusión a estas en los artículos 34 y 35. Las servidumbres se establecen sobre las franjas de terrenos laterales de las vías rurales y urbanas, con el objetivo de instalar redes técnicas, imponiéndose como carga la obligación de no realizar construcciones sin previa autorización y además, soportar la instalación de las mencionadas redes. Esta Tránsito de 12 de diciembre del 2002. Derogado por la Ley 109, Código de Seguridad Vial, de 1 de agosto del 2010. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No. 040 Ordinaria, de 17 de septiembre de 2010. La Habana, Cuba. 77 Ley 109, Código de Seguridad Vial. Definición No. 118. 62 Capítulo 2 servidumbre administrativa se presenta como una copia casi exacta de las regladas en la derogada Ley 60, por lo tanto la institución narrada tampoco se puede encuadrar dentro del marco de las servidumbres administrativas. El carácter general que tiene la redacción de este artículo coincide con las llamadas limitaciones, ya que a esta “servidumbre”, como dice el Código, están sujetos todos los bienes inmuebles que se encuentren a los lados de las vías, y no solo los inmuebles específicos, como sucede en las servidumbres administrativas. Aunque no de forma expresa, se pueden encontrar en el Código de Seguridad Vial otras servidumbres administrativas, que por la forma de redacción del articulado pudieran confundirse con otra institución administrativa que es la ocupación temporal78. Las servidumbres administrativas que de la lectura de los artículos 37 y siguientes se pueden inferir, se diferencian de las anteriores en que su imposición es temporal, por situaciones que pueden darse aleatoriamente en las vías y que por ello sea necesario afectar a los propietarios de terrenos colindantes con estas. Así es que cuando la Ley refiere que para la construcción, reparación o mantenimiento de las vías el inversionista puede utilizar de forma provisional los terrenos de otros con el objetivo de crear caminos de acceso y desvíos para facilitar el tránsito, se está hablando de servidumbres administrativas. Aunque este artículo contiene más posibilidades, estas que se mencionan son las que pudieran constituirse como típicas servidumbres administrativas. En los artículos 37 y 38 se respaldan las formas de constituirse las servidumbres abordadas en el primer capítulo de este trabajo. El primero habla del convenio (acto jurídico voluntario) con el perjudicado, y el segundo hace referencia a la imposición administrativa (acto administrativo) cuando el perjudicado no acepte voluntariamente la servidumbre. También el artículo 37 hace referencia a la posible compensación económica cuando esta procede, haciéndose después omisa al no narrar los supuestos en los cuales procede la indemnización. 78 Para mayor información sobre la ocupación temporal consultar a GARCINI GUERRA, (1986) Op., cit., Pág. 187. 63 Capítulo 2 El artículo 39 de la Ley 109 es otro caso de servidumbre administrativa, donde el propio artículo señala el interés social indispensable para su constitución: “ARTICULO 39.-Cuando se produce una interrupción en la circulación de vehículos en una vía y es necesario restablecerla de inmediato por razones de seguridad nacional o interés social, el Consejo de la Administración Municipal del Poder Popular en cuya demarcación ocurrió la interrupción puede, bajo su responsabilidad, autorizar el cruce provisional por otro terreno, y queda obligado a comunicarlo antes de las veinticuatro horas siguientes a su poseedor legal o propietario. Dicha decisión es informada de inmediato a la autoridad administrativa, para que proceda a tomar las medidas necesarias encaminadas a restablecer la vía a sus condiciones normales, y para pagarle la indemnización al poseedor legal o propietario del terreno.” Como se aprecia de la letra del artículo para esta servidumbre administrativa el legislador ha previsto la indemnización al propietario afectado, incluso el artículo siguiente prevé que ante los posibles daños que se puedan causar se debe proceder a la rehabilitación de los terrenos. Es importante aclarar, para la mejor comprensión del contenido de este artículo que el mismo recoge dos instituciones del derecho administrativo: primero, la servidumbre administrativa que se configura cuando estos terrenos son utilizados para el cruce de vehículos sin que se afecte al propietario sobre el uso del mismo; y segundo, la ocupación temporal que se configura si se le sustrae al propietario el uso y goce de la cosa mientras dura la afectación. Los artículos expuestos son toda referencia expresa u omisa que existe en el Código de Seguridad Vial sobre las servidumbres administrativas. El mismo deviene más amplio que su antecesor al ofrecer un concepto de servidumbres más o menos acabado, ser más explícito a la hora de regularlas, incluso hacer algún intento por regular lo concerniente a la indemnización. No obstante su regulación sobre las servidumbres administrativas no es del todo acertada, pues regula bajo la denominación de servidumbre administrativa una institución que no cumple con sus presupuestos, y regula verdaderas servidumbres administrativas; pero no las 64 Capítulo 2 reconoce como tal. Además, regula en un mismo precepto dos instituciones diferentes del derecho administrativo, lo que produce confusiones respecto a ambas categorías. Una forma que debió seguir esta ley para la regulación de las servidumbres administrativas es la de incluirlas dentro de un capítulo dedicado solo a ellas y sus particularidades, fundamentado en lo útil que resulta esta institución para este sector de la actividad administrativa. II.3.3 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia eléctrica. Las servidumbres en materia eléctrica son de las más utilizadas a nivel mundial. Leyes como la mexicana, la chilena, la peruana y la venezolana las establecen como una forma más de contribuir a solventar las necesidades de la colectividad en materia eléctrica. Ello ha motivado un amplio estudio de las mismas por los administrativistas79, lo que proporciona una basta bibliografía sobre servidumbres administrativas en el sector eléctrico. A pesar de lo referido anteriormente, la Ley Eléctrica, de 26 de diciembre de 1974, vigente en Cuba80, no contempla su regulación. La única referencia tácita a servidumbres administrativas que se encuentra en esta materia está en el Reglamento del Servicio Eléctrico81, que en su artículo 27 dispone la obligación del usuario de otorgar autorización para la instalación en su inmueble de líneas, transformadores, equipos de medidas y protección, y otros, así como tomar 79 MARIANI, A. (1980) Op. Cit.; VERGARA BLANCO, A. (2003) Servidumbre de postación, paso y transmisión de energía eléctrica, Conenido, peajes y rol del órgano de coordinación. En: Revista de Derecho Administrativo Económico. No 1. Pp. 225-245; VERGARA BLANCO, A. (1998) Constitución de servidumbres a favor de instalaciones eléctricas.; VERGARA BLANCO. A. (1999) Servidumbre de paso de energía eléctrica en sistemas regulados por precios de nudo e interconectados a centrales generadoras. En: Revista de Derecho y Jurisprudencia. Tomo XCVI. No. 1. 80 Ley No. 1287, Ley Eléctrica, de 26 de diciembre de 1974. 81 Reglamento del Servicio Eléctrico, de 3 de enero de 1975. 65 Capítulo 2 derivaciones o emplear los tendidos para suministrar otros servicios. Por otra parte la empresa debe evitar provocar daños, perjuicios o molestias innecesarias al usuario. Otro cuerpo legislativo en materia eléctrica que, de alguna forma, contempla la institución es el Decreto 177, Reglamento para la instalación y protección de líneas aéreas, soterradas y enterradas de comunicaciones y eléctricas, y sus contravenciones82. En los artículos 9 y 10, cuando hace referencia a las zonas de protección para las líneas de comunicaciones y eléctricas, establece que quien sea poseedor de tierras situadas en estas zonas deberá permitir el acceso del personal calificado para realizar los trabajos de reparación, instalación o mantenimiento de dichas líneas. Si de dichas labores resultaran daños para el propietario de las tierras -ya sea en sembrados, cercas o edificaciones- este tendrá derecho a ser indemnizado, en un término no mayor de noventa días, por el Ministerio de Comunicaciones83, el Ministerio de Industria Básica84, o ambos. La institución de las servidumbres administrativas en materia eléctrica prácticamente es nula en las legislaciones cubanas, cuando en el resto del mundo este es uno de los sectores que más se beneficia de la categoría. Solo pudiera apreciarse su regulación tácita y muy escueta en el Reglamento del Servicio Eléctrico y el Decreto 177, los cuales no utilizan el término servidumbre. Las legislaciones referidas en materia eléctrica, adolecen de las formas para constituir estas servidumbres. Tampoco se regula sobre las posibilidades de reclamación ante conflictos que pudieran presentarse, los derechos y obligaciones de las partes y la extinción. Este sector en Cuba se encuentra carente de una adecuada regulación de esa institución, 82 Decreto 177, Reglamento para la instalación y protección de líneas aéreas, soterradas y enterradas de comunicaciones y eléctricas, y sus contravenciones, de 8 de diciembre de 1992. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No. 15 Ordinaria, de 18 de diciembre de 1992. La Habana, Cuba. 83 El Decreto 177 se refiere al Ministerio de las Comunicaciones, pero el nombre de este Ministerio actualmente es Ministerio de la Informática y las Comunicaciones. 84 Recientemente se actualizó parte de la estructura administrativa del país pasando los sectores electricos y de minas a formar parte del actual Ministerio de Energía y Minas. 66 Capítulo 2 a pesar de la inmediata necesidad de su implementación en aras de garantizar seguridad jurídica a la administración pública y a los administrados. Esta situación se torna más crítica para una esfera tan importante dentro de cualquier país, por la ausencia de su adecuado respaldo en el Código Civil cubano. II.3.4 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia minera. Otro sector donde se utilizan con más asiduidad las servidumbres administrativas, es el minero, lo que no está ajeno a Cuba. La regulación minera en el país establece todo un procedimiento para la constitución de las servidumbres administrativas, contando con la más amplia regulación de la institución que existe en la isla. II.3.4.1 El concepto de servidumbre de la Ley de Minas. La Ley No. 76, Ley de Minas85, es la principal legislación minera en Cuba. Para este cuerpo normativo las servidumbres son: “un gravamen impuesto sobre un inmueble en beneficio de otro, perteneciente a distinto dueño. El inmueble a cuyo favor está constituida la servidumbre se llama predio dominante; el que la sufre, predio sirviente”. Este concepto no es el más adecuado para las servidumbres administrativas pues más que definir esta institución lo que hace es caracterizar a las servidumbres civiles; lo que se fundamenta además, en que es una copia exacta del concepto que sobre las servidumbres ofrecía el derogado Código Civil español. El concepto carece de los elementos básicos que no deben faltar en materia de servidumbres administrativas: el interés social que le da fundamento a la imposición de estas, y que el beneficiado con ella es la administración como representante de los intereses colectivos. Además, al hacer referencia a un predio sirviente y uno dominante incurre en otro error que fue abordado con anterioridad, al concluir que en las servidumbres administrativas no es imprescindible la predialidad activa. 85 Ley No. 76. Ley de Minas, de 21 de diciembre de 1994. Vigente desde el 23 de enero de 1995. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición ordinaria, de 23 de enero de 1995. La Habana, Cuba. 67 Capítulo 2 Es importante en este punto hacer mención al artículo 11 de la Ley 76, pues a través de él se pone de manifiesto una de los aspectos caracterizadores de las servidumbres administrativas que mayor polémica ha ocasionado. “ARTICULO 11.- Para realizar la actividad minera los concesionarios pueden ser autorizados por el Consejo de Ministros o su Comité Ejecutivo a ocupar o utilizar bienes de propiedad estatal. En los casos de bienes de propiedad privada se aplica, cuando es posible, el régimen especial de las servidumbres mineras así como cualquiera otras alternativas de solución que no impliquen el desplazamiento o la afectación de posesión disfrutada por un tercero. (…)” Este precepto señala dos supuestos: uno referido a los bienes de propiedad estatal y otro a los bienes de propiedad no estatal, disponiendo que sea en éste último donde se aplique el régimen especial de servidumbre. El artículo excluye por tanto la posibilidad de constitución de servidumbres administrativas sobre bienes de propiedad estatal, disponiendo que para su uso lo que requerirá el concesionario es una autorización del Consejo de Ministros o su Comité Ejecutivo. Esto cumple con aquel presupuesto de constitución de las servidumbres referido a que estas solo recaen sobre bienes ajenos a las administraciones públicas. Más adelante la propia Ley se contradice en su artículo 49, al establecer que para tener acceso al área minera por terrenos estatales o particulares se deberá utilizar el régimen especial de servidumbre, incurriendo aquí en el error de referir que se constituyen servidumbres sobre bienes de propiedad estatal aspecto que aparentemente había superado desde el principio. II.3.4.2 Autorizados para solicitar servidumbres mineras. La Ley de Minas en su artículo 50 reconoce el derecho que tiene el titular de una concesión minera a solicitar el establecimiento de servidumbres en terrenos vecinos de terceras personas; este derecho se le reconoce siempre y cuando el establecimiento de la servidumbre responda a necesidades relacionadas con la 68 Capítulo 2 actividad minera. El Reglamento de la Ley de Minas86, en el artículo 1 también reconoce que las personas naturales o jurídicas están autorizadas para solicitar una concesión minera, y todo aquello que para la explotación de esta le sea necesario como son prórrogas, ampliación de áreas, cierre de minas y servidumbres mineras. II.3.4.3 Derechos y obligaciones de los sujetos de las servidumbres mineras. Según lo preceptuado por el artículo 49 de la Ley de Minas, todo concesionario que obtenga una servidumbre minera debe evitar causar con su ejercicio grandes perjuicios al titular del bien gravado, intentando establecerlas por las vías menos perjudiciales. En este mismo artículo y en el artículo 54, reconoce también la obligación del titular de la servidumbre de pagar una indemnización por todo daño y perjuicio ocasionado al titular del bien gravado con la servidumbre. Este es otro ejemplo de normativa cubana que reconoce el derecho a la indemnización cuando se causen daños y perjuicios al titular gravado. II.3.4.4 Clases de servidumbres mineras. Procedimiento para su constitución y extinción. La Ley de Minas reconoce a partir del artículo 51 dos clases de servidumbres mineras: legales y voluntarias, y en atención a esta clasificación es que establece el procedimiento para constituirlas, ampliando este en la Sección Quinta, del Capítulo 1 del Reglamento de la Ley. Las servidumbres voluntarias, son aquellas que otorga el propietario del bien gravado con la servidumbre al titular de la concesión. Dicha autorización debe ser consultada con las autoridades responsables del uso de la tierra; y quedará plasmada la 86 Decreto No. 222. Reglamento de la Ley de Minas, de 16 de septiembre del 1997. Vigente desde 19 de septiembre de 1997. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No. 32 Ordinaria, de 19 de septiembre de 1997, La Habana, Cuba. 69 Capítulo 2 servidumbre en escritura pública que se inscribirá en el Registro Minero 87, encargado de llevar, entre otros particulares, la constitución de las servidumbres mineras. Por otro lado las servidumbres legales solo proceden, cuando no se pudo constituir de forma voluntaria por la negativa del titular del inmueble sobre el que se debe imponer la servidumbre. Estas servidumbres se otorgan por el Ministerio de Industria Básica –actualmente Ministerio de Energía y Minas-, por conducto de la Autoridad Minera, oído el parecer de las autoridades responsabilizadas con el uso de los inmuebles. La solicitud que se presentará ante dicho organismo para la aprobación de la servidumbre deberá contener los datos del titular de la actividad minera y título que ampara dicha actividad; los datos del propietario del inmueble que debe ser gravado con la servidumbre, los fundamentos para su imposición, el área que esta abarcará, así como las cargas comprendidas dentro de estas y el tiempo por el que se pretenda constituir. También deberá incluirse en esta solicitud la cuantía de la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados al propietario gravado; y los argumentos que fundamenten la oposición del propietario del bien que se pretende gravar. Presentada dicha solicitud la autoridad minera tiene noventa días para notificar la resolución que dispone la constitución de la servidumbre, la cual deberá inscribirse en el ya citado Registro Minero. Así mismo, la Ley de Minas establece las causas por las que se podrá extinguir la servidumbre minera: nulidad, anulación o extinción de la concesión o por reunirse en una misma persona la propiedad del predio sirviente con el dominante. La Ley de Minas constituye el cuerpo normativo más amplio en materia de servidumbres administrativas regulando algunas de sus particularidades: autorizados para solicitarlas y sus obligaciones, clases de servidumbres mineras, el procedimiento para su constitución y extinción, así como lo referido a la indemnización. No obstante la ley no está exenta de problemas como el hecho de 87 Ley No. 76. Ley de Minas. Artículo 15 e); y Decreto No. 222. Reglamento de la Ley de Minas. Artículo 91 c) 70 Capítulo 2 tomar de una ley anterior un concepto civilista e intentar encuadrar dentro de esta a las servidumbres administrativas, o aunque aparentemente superado en sus inicios, incurrir en el típico error de aplicar el régimen especial de servidumbres para la propiedad estatal. Estos errores, sin embargo, se hacen mínimos ante el intento acertado del legislador de una regulación amplia y especializada de las servidumbres administrativas en materia de minería, la cual se puede utilizar como referente para una norma que regule las generalidades de la institución. II.3.5 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia de ferrocarriles. Regulan la actividad de los ferrocarriles en Cuba el Decreto Ley No. 180 de 1998 de los Ferrocarriles88 y la Resolución No. 93 de 1998 Reglamento del Decreto-Ley de los Ferrocarriles89. Ambas disposiciones legales son omisas en cuanto a servidumbres administrativas, aunque existe un artículo en cada uno de los cuerpos normativos que pudieran ventilarse como tal. El artículo 17 del Decreto Ley 180 establece una servidumbre administrativa cuando dice que el propietario de un terreno que sea lindante con una faja de terreno de vía, “está obligado a colocar y mantener en buen estado las cercas que sean necesarias para impedir el paso de ganado mayor a dichas áreas.” 90 También el artículo 6 inciso d) de la Resolución No. 93, cuando hace referencia a los derechos de los ferrocarriles y entidades operadoras de los ferrocarriles, da la posibilidad a estos de construir desagües a través de las tierras colindantes a las 88 Decreto Ley No. 180. De los Ferrocarriles, vigente desde el 5 de abril de 1998. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No. 1 Ordinaria, de 5 de enero de 1998. La Habana, Cuba. 89 Resolución No. 93. Reglamento del Decreto-Ley de los Ferrocarriles, vigente desde 1 de junio de 1998. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No. 27 Ordinaria de 1 de junio de 1998. La Habana, Cuba. 90 Faja de derecho de vía: Es la superficie de terreno requerida para la operación y seguridad de los ferrocarriles. Decreto Ley No. 180 de los Ferrocarriles. Artículo 2. 71 Capítulo 2 fajas de derecho de vías. Si se tomara como base que estas tierras colindantes pueden ser de propiedad personal entonces se constituiría una verdadera servidumbre administrativa que permitirá construir dichos desagües. Aunque el artículo deja planteada una posibilidad que pudiera resolverse por la vía de las servidumbres administrativas, lo cierto es que no la llega a concretar como tal. Aunque la legislación vigente en Cuba en materia de ferrocarriles deja sentados unos pocos supuestos que cumplen con algunas de las tipicidades de las servidumbres administrativas, lo cierto es que, como la mayoría de las normas administrativas en la Isla, desconoce una regulación exacta y pormenorizada de la institución. II.3.6 Regulación legal de las servidumbres administrativas en materia de aguas. En materia de aguas está vigente en Cuba el Decreto Ley No. 138 de las Aguas Terrestres91 y el Decreto 199 de 1995, Contravenciones de las regulaciones para la protección y el uso racional de los recursos hidráulicos. 92 Ambos cuerpos normativos excluyen de su articulado a las servidumbres administrativas que tan ampliamente fueron reguladas por la Ley de Aguas para la República de Cuba de 13 de junio de 1879, anteriormente analizada. Tampoco existen en el Decreto-Ley No. 230 de Puertos93, ninguna referencia a las servidumbres administrativas que regulaba la Ley de Puertos para la República de Cuba de 7 de mayo de 1880. En tanto en el mundo jurídico otro de los sectores de la actividad administrativa más beneficiados con la imposición de las servidumbres administrativas es el de aguas, 91 Decreto Ley No. 138. De las Aguas Terrestres, vigente desde el 2 de agosto de 1993. Gaceta Oficial de la República de Cuba Edición No. 9 Ordinaria, de 2 de julio de 1993. La Habana, Cuba.. 92 Decreto 199. Contravenciones de las regulaciones para la protección y el uso racional de los recursos hidráulicos, vigente desde 20 de febrero de 1995. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No.6 Ordinaria, de 20 de febrero de 1995. La Habana, Cuba. 93 Decreto-Ley No. 230. De Puertos, vigente desde el 13 de septiembre del 2002. Gaceta Oficial de la República de Cuba, de 13 de septiembre del 2002. La Habana, Cuba. 72 Capítulo 2 en Cuba no se encuentra protección legal a la categoría. Las normas cubanas actuales en materia de aguas, a diferencia de sus antecesoras, son totalmente omisas en relación con las servidumbres. II.4. Consideraciones sobre la necesidad de la regulación jurídica de las servidumbres administrativas en Cuba. La valoración legislativa desarrollada a lo largo del capítulo se realizó con el objetivo de localizar los principales problemas que afectan a la regulación actual de las servidumbres administrativas en Cuba, los que, en su gran mayoría, no existían mientras estuvo vigente el Código Civil español. Esto demuestra la necesidad de perfeccionar el actual régimen legal de las servidumbres administrativas en Cuba. El respaldo legal que poseen actualmente las servidumbres administrativas en Cuba se encuentra en pocas legislaciones especiales que no están exentas de una serie de problemas, que hacen inoperante su adecuada implementación. Estas legislaciones adolecen de un concepto de servidumbres administrativas, o si lo ofrecen no se ajusta a sus características, más bien la definen desde un punto de vista civilista –Ley de Minas, Código de Seguridad Vial-. Además los pocos conceptos ofrecidos difieren unos de otros, no existiendo uniformidad en este sentido. Si existiera en Cuba una ley que regulara las servidumbres administrativas de manera general, esta se encargaría de dar un único concepto que englobara las principales características de la institución evitando así que las leyes especiales tengan que conceptualizarlas y con ello caer en el error de la diversidad legislativa de conceptos sobre una única categoría. Otro problema que provoca el hecho de no tener una norma que generalice la institución es lo concerniente a que algunas leyes especiales –Ley de Minas, Decreto Ley de Gestión de la Zona Costera- contemplan la posibilidad de establecer servidumbres administrativas sobre bienes inmuebles de propiedad estatal. Dicho error trae como consecuencia que estas normas llamen servidumbres a instituciones que verdaderamente no lo son. 73 Capítulo 2 Otro problema en la regulación legal de las servidumbres administrativas en Cuba consiste en que, materias tan importantes como las de agua, no cuenten en su normativa con la regulación de la institución; o que otras como la materia eléctrica, solo cuenten con vagos preceptos que puedan entenderse como servidumbres administrativas. Si existiera una legislación general que las regulara, las legislaciones especiales que carezcan de una regulación específica de la categoría pudieran recurrir a esta, como de hecho debe suceder. Se superaría así la falta de protección legal para la administración y sus administrados cuando exista una situación que cumpla con las características de una servidumbre administrativa, y sin embargo no esté contemplada en las normas del sector. Las pocas legislaciones especiales que regulan a las servidumbres administrativas, se limitan a mencionarla u ofrecer un concepto vago de esta. No establecen aspectos tan importantes como los principios que deben regir la institución, las clasificaciones que pueden tomar, o las formas de constitución o extinción –excepto la Ley de Minas-. Dichos vacíos legislativos, no pueden ser suplidos con otras normas administrativas, ni siquiera con el Código Civil cubano, que pudiera servir de norma supletoria ante las lagunas de las normas administrativas, pues contiene una regulación desacertada de la institución. Una solución para superar todos estos problemas pudiera ser la creación de una norma de carácter general que regule las servidumbres administrativas. Dicha norma no solo incluiría a la institución sino a todas aquellas figuras que someten a la propiedad no estatal a un régimen administrativo: la expropiación forzosa y otras formas de transferencia del dominio privado al Estado, la ocupación temporal, las limitaciones a la propiedad y las servidumbres administrativas. Todas estas instituciones han sido reguladas en menor o mayor medida en las legislaciones cubanas, pero ninguna de ellas está sistematizada de forma general en una norma jurídica. Al ser el tema de esta investigación las servidumbres administrativas, se quiere apuntar aquellos elementos que no deben faltar en dicha norma sobre la institución. Los basamentos teóricos para las otras instituciones que integran el régimen 74 Capítulo 2 administrativo de la propiedad no estatal podrá ser el tema de futuras investigaciones. En relación con las servidumbres administrativas y a partir de los resultados obtenidos con la investigación, a continuación se exponen los elementos que esta norma debería contener. Se incluye en el anexo una propuesta de norma donde figura el título referido a las servidumbres administrativas. 1. Las generalidades de la institución: esta parte debería incluir un concepto de la institución que refiera que ineludiblemente deben cumplir una necesidad pública o interés social; si es posible o no la indemnización y otras especificidades de las servidumbres administrativas que han sido planteadas a lo largo de esta investigación. 2. Los tipos de servidumbres administrativas: aquí se deberán incluir las principales formas que pueden revestir las servidumbres administrativas de acuerdo a los intereses de la administración pública. 3. Los derechos y obligaciones de las partes de la servidumbre administrativa: deberá contener los principales derechos y obligaciones tanto del titular del predio sirviente como del titular de la servidumbre o quien haya sido autorizado por este para utilizarla. 4. Formas y procedimiento de constitución de las servidumbres administrativas: se deberá especificar que las servidumbres requieren un acto propio de constitución que puede ser por medio de acto jurídico voluntario o acto administrativo. Deberá contener todo el procedimiento a seguir para ambos tipos de constitución. 5. Inscripción en el registro: con el fin de que las servidumbres administrativas tengan una mayor protección jurídica como derecho real administrativo en cosa ajena que son, sería prudente su inscripción en los registros públicos. 6. Extinción de las servidumbres administrativas: deberá contener las principales formas de extinción de las servidumbres administrativas. 75 Conclusiones CONCLUSIONES Primera: Las servidumbres administrativas son derechos reales administrativos que recaen sobre los bienes inmuebles ajenos a la administración pública, y que benefician a ésta con el objetivo de cumplir con una función social determinada. Segunda: La imposición de las servidumbres administrativas requiere un acto propio de constitución sea por medio de acto jurídico voluntario o acto administrativo, y debe fundamentarse en un interés social o utilidad pública. Tercera: Las servidumbres administrativas, en principio, no generan indemnización para quien las sufre. No obstante, si producto de su constitución se generaran daños económicos al propietario del predio sirviente se le deberá indemnizar a este el monto del perjuicio sufrido. Cuarta: Hasta 1987 -cuando regía en Cuba el Código Civil español reconocedor de las servidumbres- se respaldaban las servidumbres por razones de utilidad pública en la legislación cubana. Fue en las leyes nacidas después de su derogación que desaparece o se minimiza considerablemente la regulación de la categoría administrativa, como consecuencia del insuficiente respaldo dado por el Código Civil actual a las servidumbres. Quinta: La regulación legal en Cuba de las servidumbres administrativas es insuficiente; solo algunos sectores de la administración reconocen la existencia de la institución, pero de forma escueta, sin regular sus principales características, las formas de constitución y extinción, o los derechos y obligaciones de las partes – excepto la Ley de Minas-. Sexta: La mejor vía para superar los problemas de los que padece la regulación legal de las servidumbres administrativas dentro del ordenamiento jurídico cubano, sería una norma de carácter general que regula las servidumbres administrativas y otras instituciones que integran el régimen administrativo de la propiedad no estatal, y que puede auxiliar a todos los sectores administrativos en la aplicación de la institución. 76 Recomendaciones RECOMENDACIONES En el orden legislativo: Utilizar los presupuestos teóricos analizados en el primer capítulo sobre las servidumbres administrativas como base para la implementación de estas en futuras normas administrativas, ya sean generales o específicas, para cada sector de la administración. Implementar legalmente la institución de las servidumbres civiles en futuras modificaciones del Código Civil. En el orden académico: Preparar a los dirigentes administrativos, así como a los asesores jurídicos de las empresas estales y demás órganos de la administración sobre la institución de las servidumbres administrativas como un instrumento eficaz en manos de las administraciones públicas. Utilizar esta tesis como material de estudio para profundizar en el análisis de las servidumbres administrativas. 77 Bibliografía BIBLIOGRAFÍA ABOUHAMAD HOBAICA, C. (1995) Anotaciones y comentarios sobre Derecho Romano. Tomo I. Ediciones de la Biblioteca. Caracas, Venezuela. ALVERO FRANCÉS. F. (s-a) Cervantes. Diccionario Manual de la Lengua Española. 3ra Edición. Editorial Pueblo y Educación. La Habana, Cuba. BANDEIRA DE MELLO, O. (1943) Limitação do Direito de Propriedade. En: Revista de Jurisprudència Brasileira, Vol. 5, Publicaçao da Prefeitura do Municipio de São Paulo. BERNAL, S. Y HERRERA ROBLE, A. (2002) El patrimonio público. En: Revista de Derecho, Universidad del Norte. Colombia. BIELSA, R. (1923) Restricciones y servidumbres administrativas. Editorial J. Lajouane & C.ia Buenos Aires, Argentina. BREWER CARIAS, A. (1972) Curso de Derecho Administrativo, Tomo III, Editorial Mohimgo, Caracas, Venezuela. BREWER CARIAS, A. (1980) Urbanismo y propiedad privada. Editorial Jurídica venezolana. Caracas, Venezuela. CARRILLO DONAIRE, J. (2003) Las servidumbres administrativas. Primera Edición. Editorial Lex Nova. España CASSAGNE, J. (2002) Derecho Administrativo. Tomo II. Séptima Edición actualizada. Editorial Lexis Nexis. Abeledo- Perrot. Buenos Aires, Argentina. CANCINO, F. (2005) Consideraciones en torno a las limitaciones al dominio en materia urbanística. En: Revista de Derecho Administrativo Económico Nº 15. julio- diciembre 2005. Ed. Lexis- Nexis. Santiago, Chile COLECTIVO DE AUTORES (2004) Manual de Derecho Romano. Editorial Félix Varela. La Habana, Cuba. COLECTIVO DE AUTORES (2010) La administración pública entre dos siglos. Homenaje a Mariano Baena del Alcázar. Editado por: Instituto Nacional de Administración Pública. Madrid, España. Bibliografía COMADIRA, J. Y ESCOLA, H. (s-a) Curso de Derecho Administrativo. Editado: En prensa. CONDE Y CONDE, M. (1974) El pretendido uso público de las playas y zona marítimo- terrestre de propiedad particular. En: Revista de Administración Pública No. 073. España. CUÉTARA MARTÍNEZ, J. M. (2011) Derecho administrativo y regulación económica. Liber Amicorum Gaspara Ariño Ortiz. Editorial La ley. Grupo Wolters Kluwer. Madrid, España. DAGNINO GUERRA, A. (1996) Propiedad privada y dominio público en materia viaria. En: Revista de administración pública. No. 141. Septimbre- diciembre 1996. Madrid, España. DROMI, R. (1998) Tratado de Derecho Administrativo. Editorial Ciudad Argentina, Buenos Aires, Argentina. GARCÍA DE ENTERRÍA, E. Y FERNÁNDEZ, T. R. (2006) Curso de Derecho Administrativo II. Parte 1. Editorial Félix Varela. La Habana, Cuba. GARCINI GUERRA, H. (1986) Derecho Administrativo. Segunda Edición. Editorial Pueblo y Educación. Cuidad de la Habana, Cuba. GARRIDO FALLA, F. (1976) El derecho a indemnización por limitaciones o vinculaciones impuestas a la propiedad privada. En: Revista de Administración Pública. No. 81. septiembre- diciembre de 1976. España. GONZÁLEZ PÉREZ, J. (1975) Los derechos reales administrativos. Editorial Civitas. Madrid, España. MARIANI, A. (1980) Comentarios a la ley sobre servidumbres de conductores eléctricos. En: Revista de Derecho Público. No. 4. Caracas, Venezuela. MAYER, O, (1951). Derecho administrativo alemán, Tomo III, Parte Especial. El derecho público de las cosas. Editorial Depalma, Buenos Aires, Argentina. NOGUERA DE LA MUELA, B. (1995) Las servidumbres de la Ley de Costas de 1988. Editorial Marcial Pons, Ediciones Jurídicas. Madrid, España. Bibliografía PÉREZ GALLARDO, L. (2007) Código Civil de la República de Cuba, Ley № 59/1987 de 16 de julio (anotado y concordado). Editorial ONBC. La Habana, Cuba. PLANIOL, M. Y RIPERT, J. (1940) Tratado práctico de derecho civil francés. Tomo III. Editorial Cultural. La Habana, Cuba. Pozo Gowland, H.,(s-a) Servidumbre administrativa de electroducto. En: Revista de Derecho Administrativo. No. 11. Disponible en: http://www.pozogowlandabogados.com.ar/servidumbre_administrativa.htm (Consultado: 23 de octubre del 2011) PUIG, A. (s-a) Derecho administrativo para ciencias económicas. Universidad Nacional de Salta. Salta, Argentina. RAPA ÁLVAREZ, V. (1990) Propiedad y otros derechos sobre bienes. Universidad de la Habana. Facultad de Derecho. La Habana, Cuba. RIVERO VALDÉS, O. (2001) Temas de Derechos Reales. Ed.: Félix Varela. La Habana, Cuba. RIZO OYANGUREN A. (1991). Manual elemental de Derecho Administrativo, Editorial Universitaria, Universidad Nacional autónoma de Nicaragua. León, Nicaragua. SÁNCHEZ ROCA, M, (1942) Leyes administrativas de la República de Cuba y su jurisprudencia, Editorial Lex Obispo 465, La Habana. VANESTRALEN, H. (2004) Bienes de titularidad pública: patrimoniales y de dominio público. Una aproximación al sistema español. En: Revista de Estudios Socio- Jurídicos. enero- julio 2004. Bogotá, Colombia. VERGARA BLANCO, A. (1997) Tres problemas actuales sobre bienes del dominio público: caminos privados de uso público; subsuelo de bienes públicos; y acceso a playas de mar y a orillas de ríos y lagos. En: Revista de Derecho de la Universidad Católica de Valparaíso. No. XVIII. Editorial: Ediciones Universitarias de Valparaíso. Chile. Bibliografía VERGARA BLANCO, A. (1998) Constitución de servidumbres a favor de instalaciones eléctricas. En: Revista Chilena de Derecho. Vol. 25. No. 2. Chile. VERGARA BLANCO. A. (1999) Servidumbre de paso de energía eléctrica en sistemas regulados por precios de nudo e interconectados a centrales generadoras. En: Revista de Derecho y Jurisprudencia. Tomo XCVI. No. 1. VERGARA BLANCO, A. (2003) Servidumbre de postación, paso y transmisión de energía eléctrica, contenido, peajes y rol del órgano de coordinación. En: Revista de Derecho Administrativo Económico. No 1. Pp. 225-245 Zúñiga Urbina, F. (2005). Constitución y Dominio Público. Dominio Público de Minas y Aguas Terrestres. En: Revista Ius et Praxis. Versión on-line. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718- 00122005000200003&script=sci_arttext (Consultado: 28 de enero del 2014) Documentos Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, del 26 de agosto de 1768. Francia. Tribunal Supremo Popular, Sala de lo Civil y de lo Administrativo. Sentencia No. 327, de 28 de abril del 2000. Tomado del Boletín del Tribunal Supremo Popular de 2000 Tribunal Supremo Popular, Sala de lo Civil y de lo Administrativo. Sentencia No. 492, de 30 de mayo del 2000. Tomado del Boletín del Tribunal Supremo Popular de 2000 Tribunal Supremo Popular, Sala de lo Civil y de lo Administrativo. Sentencia No. 533, de 27 de junio del 2000. Tomado del Boletín del Tribunal Supremo Popular de 2000 Bibliografía Tribunal Supremo Popular, Sala de lo Civil y de lo Administrativo. Sentencia No. 1380, de 31 de octubre de 2011. Tomada del Boletín del Tribunal Supremo Popular de 2011. Fuentes legales Legislación nacional: Ley No. 1287, Ley Eléctrica, de 26 de diciembre de 1974. Ley No. 59. Código Civil de la República de Cuba, de 16 de julio de 1987, vigente desde el 12 de abril de 1988. Divulgación del MINJUS, La Habana, 1988. Ley No. 76. Ley de Minas, de 21 de diciembre de 1994. Vigente desde el 23 de enero de 1995. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición ordinaria, de 23 de enero de 1995. La Habana, Cuba. Ley No. 81. Ley del Medio Ambiente, de julio de 1997. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición Extraordinaria de 11 de julio de 1997. La Habana, Cuba. Ley 109. Código de Seguridad Vial, de 1 de agosto del 2010. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No. 040 Ordinaria, de 17 de septiembre de 2010. La Habana, Cuba. Decreto Ley 212. Gestión de la Zona Costera. De 8 de agosto del 2000. Vigente desde 14 de agosto de 2000. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición Ordinaria No. 068, de 14 de agosto del 2000. La Habana, Cuba. Decreto 177, Reglamento para la instalación y protección de líneas aéreas, soterradas y enterradas de comunicaciones y eléctricas, y sus contravenciones, de 8 de diciembre de 1992. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No. 15 Ordinaria, de 18 de diciembre de 1992. La Habana, Cuba. Bibliografía Decreto Ley No. 138. De las Aguas Terrestres, vigente desde el 2 de agosto de 1993. Gaceta Oficial de la República de Cuba Edición No. 9 Ordinaria, de 2 de julio de 1993. La Habana, Cuba. Decreto Ley No. 180. De los Ferrocarriles, vigente desde el 5 de abril de 1998. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No. 1 Ordinaria, de 5 de enero de 1998. La Habana, Cuba. Decreto Ley No. 230. De Puertos, vigente desde el 13 de septiembre del 2002. Gaceta Oficial de la República de Cuba, de 13 de septiembre del 2002. La Habana, Cuba. Decreto 199. Contravenciones de las regulaciones para la protección y el uso racional de los recursos hidráulicos, vigente desde 20 de febrero de 1995. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No.6 Ordinaria, de 20 de febrero de 1995. La Habana, Cuba. Decreto No. 222. Reglamento de la Ley de Minas, de 16 de septiembre del 1997. Vigente desde 19 de septiembre de 1997. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No. 32 Ordinaria, de 19 de septiembre de 1997, La Habana, Cuba. Reglamento del Servicio Eléctrico, de 3 de enero de 1975. Resolución No. 93. Reglamento del Decreto Ley de los Ferrocarriles, vigente desde 1 de junio de 1998. Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición No. 27 Ordinaria de 1 de junio de 1998. La Habana, Cuba. Instrucción No. 202 del 2010, del Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular. Boletín del Tribunal Supremo Popular 2010. Legislación nacional derogada: Ley de Minas de 6 de julio de 1859. Decreto- Ley, Bases Generales para la Nueva Legislación de Minas, de 29 de diciembre de 1868. Bibliografía Real Decreto de 9 de enero de 1891, dispuso la vigencia en Cuba de la Ley de Aguas, de 13 de junio de 1879. Gaceta de la Habana, de 26 de febrero a 3 de marzo de 1891. Real Decreto de 31 de octubre del 1890 puso en vigor la Ley de Puertos para la República de Cuba de 7 de mayo de 1880. Código Civil español, vigente desde 5 de noviembre de 1889, ratificado por la proclama de 5 de enero de 1899, del Gobierno Militar de la Primera Intervención Norteamericana. Decreto Ley 787. De la Pesca Fluvial, de 4 de abril de 1936. Gaceta Oficial del 8 de abril de 1936. Orden No. 78. De Servidumbre de Paso en las Minas de 15 de marzo de 1902. Orden No. 34. De Expropiación Forzosa en materia de Ferrocarriles y Tranvías, de 1902. Ley 60, Código de Vialidad y Tránsito. De 28 de septiembre de 1987. Modificado por el Decreto-Ley No. 231, Modificativo de la Ley No. 60, de 28 de septiembre de 1987, Código de Vialidad y Tránsito de 12 de diciembre del 2002. Legislación extranjera: Código Civil de Chile, de 14 de diciembre de 1855. Vigente desde el 1 de enero de 1857. Actualizado al año 2000. Ley N.º 340. Código Civil de la República Argentina, de 25 de septiembre de 1869. Vigente desde 1 de enero de 1871. Ley No. 63. Código Civil de la República de Costa Rica, de 26 de abril de 1886. Vigente desde 1de enero de 1888. Código Civil del Reino de España, de 6 de octubre de 1888, vigente desde 5 de noviembre de 1889. Bibliografía Ley 2873. Ley general de ferrocarriles nacionales. Promulgada el 25 de noviembre de 1891. Argentina. Código Civil de Alemania (BGB), vigente desde 1 de enero de 1900. Código Civil Federal de México. Publicado en el Diario Oficial de la Federación en cuatro partes los días 26 de mayo, 14 de julio, 3 y 31 de agosto de 1928. Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, de 8 de diciembre de 1975. Diario Oficial de la Federación, de 22 de diciembre de 1975. Última reforma aplicada el 22 de diciembre de 1993. México. Código Civil de Venezuela. Gaceta Nº 2.990 Extraordinaria, de 26 de julio de 1982. Decreto Ley No. 25844. Ley de Concesiones Eléctricas. Vigente desde 5 de diciembre de 1992. Perú Decreto con Fuerza de Ley No. 1, Ley General de Servicios Eléctricos en materia de Energía Eléctrica, de 22 de junio de 1982. Diario Oficial de la República de Chile. Edición Nº31.366, de 13 de septiembre de 1982. Perú Anexo ANEXO TITULO DE LAS SERVIDUMBRES ADMINISTRATIVAS CAPITULO I GENERALIDADES DE LAS SERVIDUMBRES ADMINISTRATIVAS ARTICULO. Se entiende por servidumbre administrativa al derecho real administrativo que recae sobre los bienes inmuebles ajenos a la administración pública, y que benefician a ésta con el objetivo de cumplir con una función social determinada. El bien sometido a la servidumbre administrativa será denominado predio sirviente. ARTICULO. La servidumbre administrativa se constituye por la administración pública, quien puede autorizar a otra persona natural o jurídica, nacional o extranjera, a beneficiarse con el derecho real administrativo. ARTICULO. Toda persona natural o jurídica, nacional o extranjera, que obtenga una concesión administrativa, puede convenir o solicitar a la administración pública la constitución de una servidumbre administrativa con el objetivo de contribuir al sostenimiento de necesidades públicas. ARTICULO. La servidumbre administrativa siempre va tener como fin contribuir a la satisfacción de intereses colectivos. Aquella servidumbre impuesta que no cumpla con este fin, no podrá llamarse administrativa y se ajustará a las reglas de las servidumbres civiles. ARTICULO. La imposición de servidumbres administrativas no genera indemnización, excepto que se ocasionen daños económicos cuantificables al propietario legal de predio sirviente. ARTICULO. Pueden imponerse servidumbres administrativas en beneficio del sector minero, el eléctrico, el de aguas y acueductos, de transporte ya sea marítimo, terrestre o aéreo, y cualquier otro que demuestre la necesidad de la servidumbre administrativa. Anexo ARTICULO. Las particularidades que adquieran las servidumbres administrativas para cada sector de la administración pública serán reguladas en las legislaciones correspondientes a estos. CAPITULO II DE LOS TIPOS DE SERVIDUMBRES ADMINISTRATIVAS ARTICULO. Las servidumbres administrativas pueden ser perpetuas o temporales. ARTICULO. La servidumbre administrativa perpetua es aquella cuya duración es indefinida. En casos excepcionales se podrá imponer una servidumbre temporal, cuando la causa no sea de tal envergadura que requiera la ocupación temporal. ARTICULO. Las servidumbres administrativas pueden ser continuas o discontinuas. ARTICULO. La servidumbre continua es la que se ejerce ininterrumpidamente y que no requiere de actividades concretas por parte del hombre para ser ejercida. Las servidumbres discontinuas son las que se ejercen a intervalos y necesitan de una actividad del hombre para ser ejercidas. ARTICULO. Las servidumbres administrativas pueden ser aparentes y no aparentes. ARTICULO. La servidumbre aparente es la que está continuamente a la vista ya que posee señalizaciones externas que lo indiquen, o que la propia servidumbre evidencie su existencia. Las servidumbres administrativas no aparentes son aquellas que no tienen una señal exterior o algún signo que pueda indicar su existencia. CAPITULO III DE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL BENEFICIADO CON LA SERVIDUMBRE ADMINISTRATIVA ARTICULO. El titular de la servidumbre, o quien haya sido autorizado por este, tiene derecho a utilizarla para contribuir a la satisfacción de las necesidades públicas. Solo puede servirse de esta hasta los límites que se dispusieron en su constitución. Anexo ARTICULO. No se puede causar daños innecesarios al terreno sirviente. ARTICULO. El titular de la servidumbre, o quien haya sido autorizado por este, estará obligado a: a) realizar toda la infraestructura para el aprovechamiento de la servidumbre administrativa. Los gastos de mantenimiento y reparación correrán a su cargo. b) indemnizar cuando haya causado daños económicos cuantificables al poseedor legal del predio sirviente. CAPITULO IV DE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL POSEEDOR LEGAL DEL PREDIO SIRVIENTE ARTICULO. El poseedor legal del predio sirviente tendrá que soportar la servidumbre administrativa que pesa sobre su propiedad. No puede realizar actividades tendentes a disminuir su uso o hacerla más incomoda. ARTICULO. El poseedor legal del bien sujeto a la servidumbre administrativa no está obligado a soportar más de lo que la servidumbre le obligue. ARTICULO. El poseedor legal del predio sirviente tendrá derecho a a) reclamar indemnización cuando sufra daños económicos cuantificables. b) reclamar ante el órgano administrativo si estuviera inconforme con la imposición de la servidumbre administrativa, o si el que esté haciendo uso de la servidumbre se excediera de los límites de esta. c) reclamar ante el órgano judicial si se mantiene inconforme con la decisión tomada por la administración pública. CAPITULO V DE LAS FORMAS Y PROCEDIMIENTO DE CONSTITUCIÓN DE LAS SERVIDUMBRES ADMINISTRATIVAS Anexo SECCIÓN PRIMERA Disposiciones generales ARTICULO. Las servidumbres administrativas requieren un acto propio de constitución que puede tomar forma convencional o administrativa. SECCIÓN SEGUNDA De la servidumbres administrativa convencional ARTICULO. La servidumbre administrativa convencional será aquella que se constituya por acuerdo entre el poseedor legal del predio sobre el que se pretende constituir y la administración o quien haya sido autorizada por esta. ARTICULO. En el convenio administrativo se pactarán las condiciones por las cuales la servidumbre beneficie a la administración o a quien esta haya autorizado, causando la menor cantidad de daños al particular afectado. ARTICULO. Cada sector de la administración pública podrá establecer las clausulas fundamentales que deben pactarse en el convenio en dependencia de los intereses de ambas partes. SECCION TERCERA De la imposición administrativa de la servidumbre ARTICULO. Procederá la imposición administrativa de la servidumbre cuando no se pueda constituir esta convencionalmente por no mediar acuerdo entre las partes. La solicitud para la imposición administrativa se hará ante el máximo órgano del sector administrativo que corresponda. ARTICULO. La solicitud presentada debe contener: a) Los datos de la persona jurídica estatal o el concesionario que pretenda la servidumbre. Anexo b) Probar el interés social o la utilidad pública a la que responderá la imposición de la servidumbre administrativa. c) Los datos del inmueble sobre el que recaerá la servidumbre administrativa. d) El contenido de la servidumbre administrativa que se pretenda, así como el tiempo para el cual será impuesta. e) Los motivos por los que se opone a la constitución de la servidumbre el poseedor legal del inmueble que se pretende afectar. ARTICULO. El máximo responsable del sector al que se presente la solicitud de la servidumbre administrativa tendrá un plazo de treinta días para disponer mediante resolución su imposición o su denegación. ARTICULO. Una vez autorizada la servidumbre administrativa, la resolución debe ser notificada al poseedor legal del predio sirviente y al titular de la servidumbre en un término de quince días. CAPITULO VI DE LA INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO ARTICULO. Las servidumbres administrativas corresponden al dominio público como derecho real sobre las propiedades no estatales. Su inscripción en los registros correspondientes será de obligatorio cumplimiento. ARTICULO. El beneficiado con la servidumbre administrativa será el responsable de su inscripción en el registro correspondiente en un plazo de 60 días a partir de su constitución. CAPITULO VII DE LA EXTINCIÓN DE LAS SERVIDUMBRES ADMINISTRATIVAS ARTICULO. Las servidumbres administrativas podrán extinguirse por: a) La afectación al dominio público del bien sobre el que pesa la servidumbre. Anexo b) Desaparecer la necesidad pública o interés social que fundamentaba la imposición de la servidumbre. c) Transcurrir el término por el cual fue impuesta la servidumbre temporal. ARTICULO. Podrán preverse formas especiales de extinción en las legislaciones de cada sector administrativo.