52-11 MARA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCION DE

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52-11
MARA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCION DE OCCIDENTE: Santa Ana, a las
once horas del día veintiuno de marzo del año dos mil once.
Por recibido el anterior Oficio Número 174, de fecha quince de marzo del presente mes,
juntamente con el Proceso Común de Nulidad de Diligencias de Pago por Consignación,
identificado como NUE: 00158-11 -PC-3CM1, Ref. PC-05-11-CIII, proveniente del Juzgado
Tercero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, el cual se ha remitido a efecto de conocer el
recurso de apelación interpuesto en el mismo por el Licenciado Eduardo García Gutiérrez.
Tiénese en concepto de apelante al referido Licenciado Eduardo García Gutiérrez, mayor
de edad, Abogado y del domicilio de San Salvador, en concepto de Apoderado General Judicial
del BANCO HSBC SALVADOREÑO, SOCIEDAD ANONIMA o BANCO HSBC, SOCIEDAD
ANONIMA o BANCO SALVADOREÑO, SOCIEDAD ANONIMA o BANCOSAL,
SOCIEDAD ANONIMA, que puede abreviarse BANCO HSBC SALVADOREÑO, S.A.,
BANCO HSBC, S.A., BANCO SALVADOREÑO S.A. o BANCOSAL, S.A., institución
bancaria, del domicilio de San Salvador.
IDENTIFICACION DEL PROCESO Y AUTO APELADO
El presente proceso común de Nulidad de Diligencias de Pago por Consignación, ha sido
promovido en el Juzgado Tercero de lo Civil y Mercantil de esta ciudad, por el Licenciado
Eduardo García Gutiérrez, mayor de edad, Abogado y del domicilio de San Salvador, como
Apoderado General Judicial del Banco HSBC Salvadoreño, Sociedad Anónima o Banco HSBC,
Sociedad Anónima o Banco Salvadoreño, Sociedad Anónima o BANCOSAL, Sociedad
Anónima, que puede abreviarse Banco HSBC Salvadoreño, S.A., Banco HSBC, S.A.,
Salvadoreño S.A. o BANCOSAL, S.A., contra la señora Berta Isabel Retana viuda de Cruz o
Berta Isabel Retana Sandoval de Cruz, a fin de que se declare la Nulidad de Diligencias de Pago
por Consignación.
El recurso de apelación interpuesto, ha tenido su origen en el auto definitivo
pronunciado a las quince horas con treinta y nueve minutos del día cuatro del presente mes, y
que en lo pertinente dice: De conformidad con el artículo 277 del Código Procesal Civil y
Mercantil Declárase improponible la demanda presentada por el licenciado Eduardo García
Gutiérrez pues se ha evidenciado que no es posible controlar una resolución y en consecuencia
declarar la nulidad de la misma, cuando se le corrió el traslado que ordena el artículo 946 del
Código de Procedimientos Civiles y se dejó transcurrir los plazos que la ley ha establecido para
controlarla mediante los medios impugnativos correspondientes; es decir, ya existe cosa juzgada
sobre dicha resolución.
EXAMEN DE ADMISIBLIDAD DE LA IMPUGNACION
Antes de entrar al análisis del auto impugnado, es necesario determinar la procedencia
de la alzada y siendo competente este Tribunal tanto en grado como en territorio, se procede a
examinar si se cumplen los requisitos que exige el Art. 513 CPCM, para continuar, según
corresponda, con el trámite del recurso o rechazo del mismo y, de ocurrir lo último, con la
eventual condena a la multa que dicha disposición establece.
PROCEDENCIA. El auto impugnado es definitivo, el que de conformidad al Art. 508 en
relación con el Art. 212 CPCM, es susceptible de apelación.
SUJETO. El Licenciado Eduardo García Gutiérrez, en el concepto en que actúa, tiene la
calidad de demandante, por lo que tiene el interés y capacidad procesal para actuar en esta
instancia, personería que está debidamente legitimada.
FORMA. Se cumplió con tal requisito al haberse interpuesto la alzada por medio de
escrito agregado de fs. 206 a 207 de la pieza principal.
PLAZO. También se ha cumplido con esta exigencia, pues la resolución impugnada fue
notificada al Licenciado Eduardo García Gutiérrez, a las quince horas con catorce minutos del día
siete de marzo del presente año y el recurso fue interpuesto el día catorce de ese mismo mes, por
lo que estaba dentro del plazo que establece el Art. 511 Inc. 1° CPCM.
RAZONES EN QUE SE FUNDA EL RECURSO
El Licenciado Eduardo García Gutiérrez, señala como motivos de agravio los que a
continuación se transcriben: "Este Tribunal no ha hecho una adecuada valoración de la prueba, ya
que en la Certificación literal de las Diligencias de Consignación que se pretende la nulidad,
consta claramente que dicha consignación se ha hecho en virtud de una escritura pública de
primera hipoteca abierta y su respectiva modificación, que no son documentos que con su sola
presentación den lugar a una liquidación, ya que únicamente constituyen garantía. Tampoco se
valoró adecuadamente que el Juez competente para conocer de dichas diligencias en todo caso, es
el Juez Primero de lo Civil de esta ciudad, que es el Juez que está conociendo del Juicio Ejecutivo
Mercantil en donde están agregados los documentos de mutuo y que si constituyen los
documentos en donde se refleja lo que debe la señora Retana viuda de Cruz. El Tribunal tampoco
aplicó las normas que rigen los actos, puesto que el art. 947 Pr. establece que el procedimiento
que procede intentar contra una consignación es la nulidad de la consignación y que ésta se
tramitará por el procedimiento ordinario, en nuestra nueva legislación por el Proceso Común
respectivo, que es precisamente el que estoy haciendo valer con el presente proceso, por lo tanto
no es cierto la afirmación de este tribunal en el sentido que no puede controlar la resolución que
dio paso a la consignación, puesto que existe disposición expresa que legitima la presentación de
esta demanda, por lo que mi pretensión es completamente válida. Este tribunal también ha hecho
una mala interpretación de las normas jurídicas, especialmente del art. 946 Pr., puesto que las
Diligencias de Consignación su medio impugnativo no son los recurso de apelación como parece
sugerir en su resolución, puesto que la autorización para la consignación no es de aquéllas
resoluciones que ponen fin al juicio o diligencia haciendo imposible su continuación, ya que cada
consignación de dinero tiene que solicitarse y autorizarse, en consecuencia mientras dure la
consignación, existirán resoluciones que la autoricen y el medio para controlar dichas
resoluciones, es precisamente la nulidad de dichas diligencias, pues de lo contrario se podría
apelar cuantas resoluciones se dicten ordenando las consignaciones, por lo que en todo caso la
disposición legal pertinente para impugnar la consignación, es precisamente la nulidad de las
mismas, tal como lo establece el Art. 947 Pr. Por las razones expuestas y disposiciones legales
citadas a Usted le PIDO: 1) Me admita el presente escrito; 2) Tenga por interpuesto de mi parte
Recurso de Apelación en contra de la resolución que declaró improponible la demanda, dictada a
las quince horas y treinta y nueve minutos del día cuatro de marzo de dos mil once, para ante la
Cámara de lo Civil de la Primera Sección de Occidente y 3) Remita el presente escrito de
apelación a la Cámara respectiva, donde oportunamente me personaré y me mostraré parte.''
PRONUNCIAMIENTO DE ESTE TRIBUNAL SOBRE LA FUNDAMENTACION
DEL RECURSO.
El Art. 511 CPCM en sus incisos segundo y tercero del Código Procesal Civil y
Mercantil, señala los requisitos necesarios para admitir un recurso de apelación y cuya ausencia,
se traduce en una imposibilidad para este Tribunal de imponerse sobre tal recurso; a raíz de que
ellos constituyen el fundamento, la condición necesaria, para su admisibilidad. Dicho artículo en
los incisos citados, dispone: "En el escrito de interposición del recurso se expresarán con claridad
y precisión las razones en que se funda el recurso, haciendo distinción con claridad y precisión
las razones en que se funda el recurso, haciendo distinción entre las que se refieran a la revisión e
interpretación del derecho aplicado y las que afecten a la revisión de la fijación de los hechos y la
valoración de las pruebas. Los pronunciamientos impugnados deberán determinarse con
claridad." "Si se alegare la infracción de normas o garantías procesales en la primera instancia, se
deberán citar en el escrito las que se consideren infringidas y alegar, en su caso, la indefensión
sufrida."
La fundamentación, cobra relevante importancia para el apelante, en razón de que es el
escrito de interposición del recurso, donde debe agotar toda la carga argumentativa a su favor,
pues no dispondrá de otro momento para exponer y razonar sus pretensiones; por lo que en dicho
escrito, deben expresarse con claridad y precisión las razones en que se funda el recurso, pues la
omisión de este requisito tiene como resultado su inadmisibilidad, pues impide el cumplimiento
de los fines que tanto la ley como la doctrina le atribuyen a este medio impugnativo. La misma
disposición insta a distinguir entre las razones que se refieran a la revisión e interpretación del
derecho aplicado y las que afecten la revisión de la fijación de los hechos y la valoración de las
pruebas, por lo que los pronunciamientos impugnados deberán determinarse con claridad.
Asimismo, si se alegare la infracción de normas o garantías procesales, se deberán mencionar las
que se consideran infringidas y alegar, en su caso, la indefensión sufrida. En consecuencia,
además de identificar la resolución que dio origen al recurso, el impugnante debe distinguir y
puntualizar de manera clara y separada cada uno de los motivos en que fundamenta su
impugnación, debiendo puntualizar en cada motivo, si la infracción ha sido procesal o de fondo y,
en este último caso, si ha sido inherente a la prueba o a la aplicación del derecho material, el
pasaje o pasajes de la resolución gravada con cada motivo; también la descripción de los hechos
que origina cada infracción y las bases legales en que sustenta la reprobación de la resolución.
Debe asimismo, mencionar el precepto o preceptos infringidos por inaplicación o aplicación
errónea; aclarando que, además de los requisitos señalados, si se alega infracción de normas o
garantías procesales, se debe especificar las que se consideren infringidas y alegar para cada caso,
en que consiste la indefensión sufrida por la conculcación de dichas normas o garantías.
Tomando como base los razonamientos mencionados, se advierte que el escrito de
apelación agregado de fs. 206 a 207, de la pieza principal, no reúne los requisitos antes
apuntados, debido a que el apelante no ha fundamentado el agravio cometido, limitándose a
relatar las actuaciones del tribunal inferior; agravando tal incumplimiento, el hecho de que el
Licenciado García Gutiérrez en el mencionado escrito, circunscribe su petitorio, únicamente en
cuanto a que se le admita el escrito, se tenga por interpuesto de su parte el recurso de apelación
contra la resolución que declaró improponible la demanda y se remita el presente escrito de
apelación a este Tribunal, en donde oportunamente se personará y se mostrará parte; sin
haberse manifestado en cuanto a su pretensión respecto a la resolución dictada por el Juez a
quo.
En consecuencia, advirtiéndose que en el escrito de interposición del recurso de
apelación que se conoce, no se configuran los requisitos de admisibilidad exigidos en el Art. 511
CPCM, en razón de que no existe un motivo concreto y viable sobre el cual este Tribunal deba
pronunciarse, es procedente rechazar la apelación interpuesta, por ser inadmisible de
conformidad con lo estipulado en el Art. 513 CPCM., sin imposición de la multa a que se refiere
tal artículo, por estimar esta Cámara que al interponerse el mismo, no hubo abuso del derecho en
vista de que el auto impugnado es susceptible de la apelación interpuesta por la parte a quien le
asiste el derecho y se hizo en tiempo y forma debidos, obedeciendo el rechazo únicamente a que
no se especificó la pretensión que esperaba de esta Cámara y a la falta de fundamentación como
se ha dicho.
En consecuencia, de conformidad a las razones expuestas y disposiciones legales
citadas, esta CAMARA RESUELVE: a) RECHAZASE por ser INADMISIBLE el recurso de
apelación interpuesto de la resolución impugnada por el Licenciado Eduardo García Gutiérrez,
en su calidad de Apoderado General Judicial del BANCO HSBC SALVADOREÑO,
SOCIEDAD
ANONIMA,
BANCO
HSBC,
SOCIEDAD
ANONIMA
o
BANCO
SALVADOREÑO SOCIEDAD ANONIMA o BANCOSAL, SOCIEDAD ANONIMA, que
puede abreviarse BANCO HSBC SALVADOREÑO, S.A., BANCO HSBC, S.A., BANCO
SALVADOREÑO, S.A. o BANCOSAL, S.A. y b) No hay condenación para la parte apelante de
la multa a que se refiere el Art. 513 CPCM. No hay costas.
Vuelva la pieza principal al Juzgado de origen con certificación de esta sentencia.
HAGASE SABER
PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN
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