1 CUADRANTEPHI No. 23 Julio - diciembre de 2011, Bogotá, Colombia Reseña del Cuarto debate CuadrantePhi: ¿es posible hacer filosofía al margen de la historia de la filosofía? Héctor Javier Valencia Salamanca Filosofía y Licenciatura en lenguas modernas Pontificia Universidad Javeriana Bogotá [email protected] El presente texto pretende dar cuenta del Cuarto debate CuadrantePhi realizado el día 17 de marzo del año 2011 en torno a la pregunta planteada por la revista. La pregunta en sí misma insinúa un interrogante acerca del carácter de la filosofía, es decir, de aquello que la constituye como un conjunto de saberes y de cómo éstos se relacionan a lo largo de su historia. Por ello, en el presente texto se tratará de mostrar grosso modo el desarrollo del debate y sus posibles consecuencias en la noción de filosofía. Para ello, 2 CUADRANTEPHI No. 23 Julio - diciembre de 2011, Bogotá, Colombia expondré: i) las posiciones expuestas por los ponentes del debate; ii) la discusión que surgió en torno a dichas posiciones; y, por último, iii) una pequeña conclusión que, gracias la pregunta reguladora del debate, pone en cuestión el carácter mismo de la filosofía. 1. Posiciones Para comenzar, se podría decir, en términos generales, que la filosofía está íntimamente ligada con su propia historia, esto es, autores, corrientes y libros que la han configurado como un conocimiento desligado de otras formas de pensar. No obstante, en dicho conocimiento no se agota el quehacer del filósofo. Todo un conjunto de corrientes de pensamiento pueden ser incluidos bajo el rótulo de filosofía gracias a una serie de problemas que a lo largo del tiempo han tenido resonancia en diferentes autores; es decir, ha existido un desarrollo transversal de ciertos problemas a lo largo de la historia de la filosofía, por ejemplo, el problema del bien, de la justicia y la muerte, entre otras cosas. En este sentido, sin duda, la filosofía y su historia hacen parte de un desarrollo temático que ha venido ejerciendo influencias en distintos campos de la vida humana. La filosofía, al igual que la historia de la humanidad, ha evolucionado según las circunstancias que en un momento determinado se han presentado. Pero, ¿es necesario saber qué pensaron los filósofos del pasado para enfrentarse a una problemática filosófica del presente? En un primer momento, la ponencia del debate elaborada por Daniel Becerra y Estefanía Losada sostiene que la filosofía es un constante diálogo con amigos, retomando la expresión de Sloterdijk, y en esta medida, un constante debate con ideas que han sido reformuladas, debatidas y retomadas durante años. Si la filosofía es un diálogo con amigos, entonces, es necesario conocer en qué medida dicha amistad contribuye a que la filosofía florezca. Dentro del contenido de los problemas propios de la filosofía –si existen tales–se ha configurado una renovación de los pensamientos de sus predecesores, es decir, la filosofía, en su historia, ha sido un diálogo con sí misma y, por tanto, con la vida de aquellos que la practicaron. Por ejemplo, una relación muy particular y fructífera en la antigüedad fue la de Platón y Aristóteles, pues más allá de 3 CUADRANTEPHI No. 23 Julio - diciembre de 2011, Bogotá, Colombia que fueran grandes amigos en su momento, el diálogo que se mantuvo durante y después de la muerte del autor de La república muestra que la filosofía es un debate con las ideas de aquellos personajes que nos inspiraron por primera vez. Ejemplos como estos los podemos encontrar a lo largo de la historia de la filosofía, a saber: Descartes y los escolásticos, Hume y Locke, Kant y Aristóteles, Nietzsche y Schopenhauer, Heidegger y Husserl, Lacan y Freud, entre otros. Así pues, la filosofía y la historia de la filosofía están íntimamente relacionadas aunque la una no se supedite a la otra, ya que la ésta nos abre el panorama filosófico en la medida en que nos introduce en una correspondencia con viejos amigos, pero esto no quiere decir que el quehacer filosófico se subordine al mero conocimiento histórico. Como bien lo dicen los ponentes, no solo es necesario saber de memoria la correspondencia explícita, sino saber que dicha correspondencia nos abre un horizonte interpretativo en la medida en que nos dirigimos como amigos o, en su defecto, como enemigos, a un autor o tradición filosófica para rebatir, alimentar, extraer o deleitar de su filosofía. Ahora bien, parece que las tentativas de dar por respuesta un ‘no’ a la pregunta planteada por la revista carecería de fundamentos, pues en su gran mayoría todos los estudiantes de filosofía estamos de acuerdo en que el conocimiento de la historia de la filosofía, sus exponentes y teorías es lo que nos permite de alguna u otra manera hacer de nuestras inquietudes un problema filosófico. No obstante, la ponencia sustentada por Julián Sandoval muestra una salida muy particular a la pregunta planteada por la revista, ya que, en un primer momento, parece asentir acerca de la idea de que sería inconcebible pensar la filosofía sin su historia, pero luego sustenta que lo realmente importante es la perplejidad inicial que motiva la pregunta y, por tanto, al filosofar. En este sentido, la discusión en torno a la legitimidad de la filosofía latinoamericana u oriental perdería relevancia, pues cualquier individuo que poseyera una inquietud original, es decir, preguntas tales como la muerte, la felicidad o el bien estaría en potestad de hacer filosofía sin tener el más mínimo conocimiento de lo que algunos filósofos como, por ejemplo, Aristóteles, Kant o Nietzsche pensaron al respecto. Incluso, cualquier individuo que tenga la inquietud de aquellos problemas y le de una respuesta honesta y concebible estaría en la condición de hacer filosofía. Los cafés filosóficos, de esta manera, se convierten en lugares para la disertación filosófica allende a la historia misma. Así pues, la tesis acerca de la correspondencia entre la 4 CUADRANTEPHI No. 23 Julio - diciembre de 2011, Bogotá, Colombia filosofía y su historia perdería legitimidad, puesto que el conocimiento erudito y juicioso de los grandes pensadores de la historia solo serían un medio para incentivar preguntas, mas no para introducirse en el conjunto de saberes llamado filosofía. Al parecer, el hecho mismo de tener el deseo ferviente de preguntar y dejarse inquietar por los problemas de la vida hacen de la filosofía un lugar en el cual todos los seres humanos, en algún momento de su vida, tendrán que pasar, ya sea tangencialmente. 2. Debate El debate surge en el momento de contraponer estas dos posturas que claramente tienen dos concepciones y acercamientos distintos a la pregunta formulada por la revista. En primera instancia, si decimos que la filosofía y la historia de la filosofía tienen una relación muy estrecha, una correspondencia, en la figura planteada en la ponencia, es legítimo plantear que el conocimiento histórico hace parte fundamental de lo que se constituye como filosofía. Por ello, comúnmente la filosofía se enseña a través de los periodos históricos y sus principales representantes, aludiendo que ésta es un conocimiento que nació en Grecia y ha tenido diferentes cambios a lo largo de la historia. Incluso, algunos autores como Martin Heidegger sostiene que la historia de la filosofía y, por tanto, de occidente, ha tenido una concepción errónea del ser, pues ha sido vista a través del presupuesto de la presencia. Otros, como Nietzsche, piensan que la moral cristiana ha permeado la filosofía durante siglos y ha hecho del hombre un individuo débil y resentido. Kant, por su parte, plantea que la filosofía ha caído en la tendencia natural de la razón y ha especulado acerca de cosas que realmente no se pueden conocer. En un contexto más reciente, Wittgenstein sostiene la tesis de que la filosofía a lo largo de su historia no ha sido más que un conjunto de problemas gramaticales. Tesis como estas muestran cómo los filósofos siempre han tratado de juzgar, desde sus marcos teóricos, una tradición a la cual defienden o refutan. En contra de esto, la segunda tesis muestra un lado más modesto de la filosofía, pues la baja del pedestal y la ubica entre un conjunto más de saberes en los cuales existe un acercamiento a una problemática específica. La filosofía, entonces, empieza a entablar correspondencia, no ya con sus antiguos amigos, sino con amigos en tiempo real, a 5 CUADRANTEPHI No. 23 Julio - diciembre de 2011, Bogotá, Colombia saber: antropólogos, historiadores, psicólogos, sociólogos, comunicadores, teólogos y científicos, entre otros. Esto hace que en la filosofía se de un cambio, el cual plantea dicho conjunto de saberes como una actividad en la que el diálogo entre individuos no se patentiza por el conocimiento riguroso o no de una tradición milenaria. En efecto, el hecho de compartir una lengua nos permite entablar una discusión filosófica a pesar del desconocimiento de la tradición filosófica. Una vez más, al retomar la estrategia de los cafés filosóficos, se encuentra una importante iniciativa la cual pretende romper precisamente dicha necesidad para entablar un diálogo filosófico. En este sentido, el hecho de compartir creencias no se hace indispensable para entablar una interpretación e iniciar con la creación de argumentos, por ejemplo, Quine y su traducción radical muestra como esto no es indispensable. La respuesta a la pregunta, sin duda, genera un aire de incomodidad, pues su respuesta trastabilla la noción misma que tenemos de filosofía, es decir, su carácter como conocimiento heredado a lo largo de los siglos. Dado el caso, la filosofía entendida bajo el marco de esta postulación, perdería el lugar que le ha permitido retroalimentarse y cuestionarse a sí misma durante los años. 3. Consideraciones finales Tras haber visto las posiciones y el debate que surgió gracias a los textos presentados, es necesario realizar una pequeña conclusión de lo dicho en aquel momento y, sobre todo, la relevancia e importancia de dichas problemáticas. La opinión que voy a mostrar, sin embargo, no fue discutida ampliamente durante el desarrollo del debate, pero, en su conjunto, la discusión podría plantearse en los siguientes términos, a saber: la filosofía es un conjunto de saberes que han tenido una continuación a lo largo de la historia con una característica, siendo esta: la filosofía ha reflexionado constantemente sobre su propio carácter entre un conjunto de saberes variados. Así pues, la filosofía es una re-escritura de sí misma que se efectúa constantemente, es volver a plantear las preguntas de otrora, actualizarlas y verlas con nuevos matices. En este sentido, es un dejarse cautivar por un filósofo o doctrina filosófica la cual nos ilumina constantemente en los problemas fundamentales de la vida. La pregunta que podría plantearse es la de si 6 CUADRANTEPHI No. 23 Julio - diciembre de 2011, Bogotá, Colombia los cafés filosóficos podrían hacer parte constitutiva de lo conocemos como filosofía. En otras palabras, si la opinión pormenorizada de individuos que desconocen la tradición filosófica podría ser concebida como trabajo filosófico. El hecho de hacer filosofía allende de su historia es un tema polémico que despierta sospecha al momento de responderse de forma negativa a dicha relación. Sin embargo, la filosofía explícita o implícitamente hace parte constitutiva del pensamiento cotidiano, es decir, el devenir de las ideas filosóficas a lo largo de la historia ha configurado un modo de pensar (Aristóteles, Rousseau, Kant, entre otros), el modo de pensar occidental mismo y sus resultados tanto políticos, económicos como científicos.