pal del nícol inferior, los fenómenos se repiten de un modo igual con

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Castellarnau.—TALLO DEL PINSAPO.
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pal del nícol inferior, los fenómenos se repiten de un modo
igual con relación á dicho eje, é inverso respecto á las seccio­
nes de los nícoles. El brazo que aparece primero y se apaga
primero, continúa siendo perpendicular al traquéido y para­
lelo al plano de polarización, contrariamente á lo que sucedia
antes; y cuando los nícoles están cruzados, el brazo que se en­
cuentra en su máximo de oscuridad es el paralelo al eje del
traquéido y perpendicular al plano de polarización, al contra­
rio también de lo que sucedia cuando éste ó aquél eran para­
lelos. De estas dos experiencias se deduce que la aparición y
máximo de intensidad de los dos brazos de la cruz, depende
de las relaciones de constitución que existen entre el poro y
el traquéido.
Si partiendo de cualquiera de las dos anteriores posiciones
de éste, con relación á la sección principal del polarizador, se
hace girar la preparación entre los nícoles cruzados, de modo
que el traquéido forme varios ángulos con dicha sección, los
brazos de la cruz pierden su perpendicular y giran alrededor
de su centro, aproximándose dos á dos; y cuando el ángulo es
de 45° ó 135°, la deformación alcanza su máximo. Entonces, la
figura de la cruz es de las que vulgarmente se llaman de San
Andrés; y está colocada de modo que la bisectriz de los á n g u ­
los obtusos corresponde con el eje del traquéido, y', por lo
tanto, le es perpendicular la de los ángulos agudos. Conti­
nuando el movimiento hasta formar un ángulo de 90° ó 180°,
los brazos vuelven á separarse y adquieren otra vez su posi­
ción perpendicular, produciéndose cuatro deformaciones en
una revolución completa.
Con el fin de aumentar la sensibilidad de los poros, y á la
vez poderme servir de los caracteres de la polarización cromá­
tica, he repetido las experiencias anteriores empleando u n a
placa de selenita de la forma que antes he dicho; y á conti­
nuación pongo los principales fenómenos que se producen, y
que creo de interés para el conocimiento de la constitución de
los poros, proponiéndome continuar su estudio y dar cuenta
de él en otra ocasión.
Para evitar confusiones, debo advertir: que la graduación de
que me sirvo, va siempre de derecha á izquierda—en sentido
contrario al movimiento de las agujas de un reloj;—que el
cero le supongo colocado en la sección principal del nícol in-
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