CONDICIONES PARA LA MONOTONÍA DE FUNCIONES DE DEMANDA Juan Enrique Martínez Legaz CODE y Departament d’Economia i d’Història Econòmica Universitat Autònoma de Barcelona Resumen El modelo clásico de comportamiento de un consumidor parte del supuesto de que sus preferencias sobre cestas de bienes son representables mediante una función de utilidad. Dados los precios de todos los bienes y la renta disponible, el problema del consumidor consiste en maximizar su función de utilidad bajo la restricción presupuestaria. La correspondencia de demanda (función, cuando es univaluada) asigna a cada vector de precios, para una renta dada, la solución óptima del problema asociado, es decir, el conjunto de cestas de bienes que constituirían una elección óptima para el consumidor bajo esos precios. Cuando esta correspondencia es monótona (decreciente), un incremento en el precio de uno de los bienes, manteniendo constantes todos los restantes precios, tiene como efecto una disminución en la demanda de ese bien. Sin embargo, es bien sabido que las correspondencias de demanda no son necesariamente monótonas. Existen ejemplos simples de preferencias que inducen demandas no monótonas; bajo tales preferencias, aumentar los precios de algunos bienes (llamados inferiores, o también bienes Giffen) genera un incremento en sus demandas. Por tanto, la ley de la demanda no se cumple en esos casos. Sin embargo, si las preferencias son localmente no saciables (es decir, si la función de utilidad que las representa carece de máximos locales), la correspondencia de demanda es cíclicamente cuasimonótona. Un teorema clásico de Mitjushin y Polterovich (1978) determina condiciones suficientes sobre la función de utilidad para que la función de demanda inducida sea monótona. Entre esas condiciones figura la concavidad, que es una propiedad cardinal (es decir, una propiedad de una función de utilidad concreta de la que carecen otras funciones de utilidad que representan las mismas preferencias). Por otra parte, esas condiciones son suficientes pero no necesarias. En esta charla presentaré una condición que es a la vez necesaria y suficiente para la monotonía de la función de demanda inducida por una función de utilidad estrictamente cuasicóncava. La cuasiconcavidad estricta tiene la ventaja, en relación con la concavidad, de ser una propiedad ordinal, o sea, intrínseca de las preferencias (independiente de la función de utilidad que se elija para representarlas). Para el caso, más difícil, en el que las preferencias del consumidor no estén representadas por una función de utilidad, presentaré algunas condiciones suficientes para la monotonía de la correspondencia de demanda asociada.