PRIMER ENCUENTRO ESTATAL DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA P O N E N C I A L Í N E A T E M A T I C A: EVALUACIÓN DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA BAJO EL MODELO POR COMPETENCIA T E M A: LA EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS DESDE LA ORIENTACIÓN ESCOLAR P R E S E N T A D O P O R: OCTAVIO MARTÍNEZ ÁLVAREZ RESUMEN: La evaluación de las competencias desde el servicio de Orientación Escolar propuesta en la presente, es una evaluación conjunta denominada psicopedagógica, porque esta permite evaluar tanto las competencias de los alumnos, del orientador y de la relevancia de los programas involucrados en el servicio, además de que se preocupa por el proceso formador más que por los resultados y retroalimenta los resultados para buscar una mejoría. LA EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS DESDE LA ORIENTACIÓN ESCOLAR 1.- Introducción. La evaluación de competencias es una evaluación constructiva que no califica, sino valora las habilidades de cada estudiante tomando en cuenta todas las diferencias que existen entre cada uno, se interesa más en el proceso de formación que en los resultados, por ello es que involucra en a los alumnos en auto evaluación y evaluación de los demás. La Orientación Escolar promueve en los estudiantes actitudes, comportamientos y habilidades favorables para la vida; es decir, contribuye al desarrollo de las competencias que definen el perfil de egreso del bachiller, por ello debe de ser eje central de todas las actividades académicas, tomar en cuenta la evaluación como un proceso planeado inmerso en la formación que se realice día con día. Para ello, la evaluación que se propone es psicopedagógica, evaluación conjunta que valore las competencias de los estudiantes, las competencias del orientador, la relevancia del diagnóstico y plan de acción de la Orientación, de los programas del Plan Maestro de Orientación Educativa y de Orientación para la Vida. 2.- Desarrollo. La Orientación Escolar (OE) como servicio al alumno y la competencia del orientador para orientar, mejora sólo a través de la evaluación constructiva. Este proceso se vuelve complejo en su práctica, que no depende de una calendarización ni de un riguroso examen, es más un conjunto de procesos que nos permiten tomar decisiones que retroalimenten el servicio. La OE contribuye al desarrollo del alumno en diferentes áreas: institucional, psicosocial, escolar, vocacional y familiar. Es decir, apoya al alumno en el desarrollo de sus capacidades para solucionar los problemas que la vida le plantea (Serrano, 2003), a conocerse a sí mismo y al mundo que lo rodea (Rodríguez, 1993). Todo ello forma parte de las competencias a desarrollar. Por ello, la OE debe de ser eje central de las actividades académico escolares, como los proyectos interdisciplinarios y el plan institucional. Debe de ser apoyo de cada Unidad de Aprendizaje y ser canal de comunicación entre todos los integrantes del plantel, para contribuir en el desarrollo de competencias que integran el perfil de egreso (Acuerdo 444, del SNB). Pero, ¿cómo desarrollar las competencias del perfil de egreso? y ¿cómo darse cuenta de que se han desarrollado?. Para ello definimos competencia como la capacidad de responder a demandas complejas, utilizando y movilizando recursos psicosociales (habilidades y actitudes) en un contexto particular (OCDE 2008). Se componen de conocimientos, procedimientos, actitudes y valores. Cada Unidad de Aprendizaje desarrolla competencias en los estudiantes y la OE refuerza el desarrollo de estas competencias, para ello evalúa en tres momentos clave, diagnostico (detecta las principales necesidades de los estudiantes), formativo (retroalimenta el proceso de aprendizaje de las competencias), y sumativo (determina el proceso de formación de las competencias). Como tal, la OE se involucra en cada una de las actividades escolares promoviendo en los alumnos actitudes, comportamientos y habilidades favorables para la vida, con acciones preventivas, correctivas y emergentes, por ello, evaluar es una actividad de día a día inmerso en el proceso formativo. La evaluación de las competencias se convierte en un proceso que le da mayor importancia a desempeños contextualizados a diferencia de la evaluación tradicional que se centra en conocimientos específicos; la evaluación actual es un proceso de medición, acompañamiento y ajuste permanente del desarrollo de las competencias. Genera valor (reconocimiento), a lo que las personas aprenden, tomando en cuenta las múltiples dimensiones y relaciones entre estudiantes, regulada con una serie de criterios previamente acordados con los estudiantes (Álvarez, 2008). Es así que la OE como servicio debe de visionar y misionar una meta, divulgada entre todos los docentes, alumnos, padres de familia y directivos, ruta de acción que garantice logros y que permita planear la evaluación constante compuesta de aspectos centrales como: lo que se desea evaluar (que competencias), criterios para evaluar, sistematización para obtener la información, emisión de juicios y toma de decisiones. Con una serie de estrategias como la observación, el registro, anécdota, escala estimativa, cuestionario, entrevista, expedientes, dinámicas, etc., se puede detectar en el estudiante en desarrollo de las competencias como la adaptación al plantel, participación, auto conocimiento, aprovechamiento escolar, participación social, valores, actitudes, visión emprendedora, comunicación y actuación meta cognitiva. La evaluación propuesta de competencias es psicopedagógica (conjunta), en los alumnos que demuestran sus competencias en cada una de las actividades escolares, en la relevancia de las actividades del Plan de Orientación en el plantel y Plan Maestro de Orientación Educativa, los aprendizajes de los Programas de Orientación para la Vida y de las competencias del Orientador. La tarea de este último es lograr la evaluación conjunta que tome en cuenta la opinión de los estudiantes en cuanto a parámetros y normas de evaluación, principalmente formar la competencia de que el estudiante se auto evalué y evalué a los demás, brindar retroalimentación ante los resultados, mejorar la calidad de la evaluación y tener evidencias. Es decir, realizar un evaluación psicopedagógica, que se interese por los productos observables consolidando los recursos cognitivos y afectivos que los alumnos utilizan. La mejor evidencia es el desempeño cognitivo, actitudinal y procedimental de los alumnos en cada actividad escolar. Los elementos a considerar para una evaluación en competencias es la autovaloración (evaluación propia), la covaloración (evaluación en grupo), la heterovaloración (evaluación de una persona a otra), y la evaluación multidisciplianria (en el que participan otras Unidades de Aprendizaje), y una evaluación diferencial (se evalúa los conceptual, procedimental y actitudinal de alumno). Estas evaluaciones conforman una evaluación psicopedagógica planeada y basada en competencias, como un proceso dinámico y multidimensional, que toma en cuenta los procesos y resultados, ofrece retroalimentación, reconoce las habilidades de cada alumno y las zonas de desarrollo próximo. 3.- Conclusiones. La evaluación de competencias desde la OE, debe de ser un proceso que contribuya a la mejora del servicio de manera general, tanto en los alumnos como en los programas involucrados, donde se observe el comportamiento de los estudiantes día con día en los procesos formativos que propicien en los estudiantes el desarrollo de competencias (conocimientos, habilidades, actitudes y valores) que les permitan a ellos mismo el auto diagnóstico, la auto evaluación y la evaluación de los demás. 4.- Propuestas. El servicio de OE en el plantel debe de tener una visión y misión que guie las líneas de acción y sobre todo que permita planear el proceso de la evaluación de este servicio, la propuesta es una evaluación psicopedagógica, que conjunte todos los elementos involucrados para el desarrollo de las competencias, como en los alumnos, en el orientador y en los programas de intervención. La evaluación psicopedagógica se define como el proceso constructivo que se interesa por valorar (reconocer) la formación de habilidades, actitudes y comportamientos en cada uno de los alumnos evitando calificarlos, sino más bien retroalimentar sus avances. Bibliografía consultada: 1.- Serrano G., Javier M., Esteban V., Juana María (2003), Orientación Vocacional, UAEM. 2.- Gimeno S., José (2008), Educar por Competencias, ¿Qué hay de nuevo?, Ediciones Morata, S. L. 3.- Camacho Segura, R. (2007), ¡Manos arriba!, El Proceso de EnseñanzaAprendizaje, ST Editorial. Resumen de currículum vitae: Nombre: Octavio Martínez Álvarez Profesión: Lic. en Psicología y Pasante de la Maestría en Pedagogía. Experiencia laboral: 2006, Practicas profesionales en el Centro de Atención Múltiple de San Felipe del Progreso. 2007, Interinato de 3 meses como orientador en la Preparatoria Oficial No. 109, de Acambay e Interinato de 3 meses como orientador en la Preparatoria Oficial No. 138, de San Felipe del Progreso. 2007, Orientación escolar en el CBT Amanalco de Becerra. Datos de contacto: [email protected] y [email protected] Cel.: (722) 112 0989 Institución donde labora: CBT Amanalco de Becerra.