220-9056, 07 de febrero de 2003 Asunto: De La Indemnización Moratoria (Salarios Caídos) En Liquidación Obligatoria. Que sucede con la indemnización moratoria de que trata el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo, a cargo de un empleador en trámite de liquidación obligatoria, respecto de obligaciones laborales conciliadas ante el Ministerio de Trabajo, si llegada la fecha cierta prevista para el pago la sociedad deudora no paga. Como quiera que el asunto consulta se circunscribe a establecer la procedencia o no de iniciar una acción ejecutiva en contra de una sociedad admitida o convocada al trámite de un proceso concursal en la modalidad de liquidación obligatoria, esta Oficina se permitirá hacer las siguientes precisiones y consideraciones de orden legal a efectos de darle respuesta, abordando el análisis del caso desde la perspectiva de la legislación concursal. 1. De la preferencia concursal. Sea lo primero poner de presente que el proceso concursal se caracteriza, entre otros, por el principio de preferencia, según el cual, a partir de la providencia de apertura del trámite, no podrá admitirse petición en igual sentido, ni proceso de ejecución singular en su contra, en los términos del artículo 99 de la Ley 222 de 1995, en concordancia con el 208 ídem. Lo anterior tiene plena justificación legal si se tiene en cuenta que el objeto de la liquidación obligatoria, establecido en el artículo 95 de la misma ley, es la realización de los bienes del deudor, para atender en forma ordenada el pago de las obligaciones a su cargo. En efecto, no tendría sentido la consagración legal del referido principio ni el fuero de atracción inherente al proceso concursal, si se permitiese que los acreedores del deudor puedan individualmente demandar la ejecución de sus respectivas obligaciones, generando dificultades tanto para la realización de los bienes, como para el pago de las obligaciones. Debe también ponerse de presente que la apertura del proceso de liquidación obligatoria implica la remisión e incorporación al trámite, de todos los procesos de ejecución que se sigan contra el deudor, y la providencia respectiva de admisión ordena el embargo, secuestro y avalúo de todos los bienes embargables del deudor, de suerte que, en gracia de discusión, aún tratándose de ejecuciones por obligaciones exigibles con posterioridad a la apertura del trámite liquidatorio, las eventuales cautelas que se puedan decretar en ellas sobre los bienes del deudor estarían llamadas a no prosperar, por encontrarse éstos afectados con la medida cautelar decretada por el juez del concurso, en los términos de lo previsto en el artículo 157 numeral 1° de la citada ley 222, y el liquidador estará legitimado para oponerse a la demanda respectiva conforme a lo preceptuado en el artículo 99 citado. 2. De la preferencia al pago de las obligaciones laborales surgidas y exigibles con posterioridad a la iniciación del concurso liquidatorio. Ahora bien, las obligaciones causadas y exigibles con posterioridad a la admisión de la liquidación obligatoria serán tenidas como gastos de administración, de manera que se deben pagar inmediatamente y a medida que se vayan causando, conforme lo establece el artículo 197 ibídem, advirtiendo que es al liquidador a quien compete atender su reconocimiento y pago. En todo caso debe ponerse de presente que conforme con lo previsto en los artículos 14, 15, 142 y 340 del Código Sustantivo del Trabajo, los derechos y prerrogativas que conceden la ley laboral a los trabajadores son irrenunciables y, por lo tanto, cuando son ciertos e indiscutibles, no son susceptibles de transacción. Incluso, la jurisprudencia laboral refiriéndose al plazo para pagar las prestaciones debidas a sus trabajadores, ha manifestado que la ampliación de dicho plazo "implica la renuncia del trabajador al derecho a que se le paguen sus salarios y prestaciones sociales a la terminación del contrato de trabajo y a que se le indemnice si el patrono no cumple su obligación en ese momento. Doble renuncia que es violatoria del artículo 14 del Código Sustantivo del Trabajo y la cláusula que la contiene no produce ningún efecto, según los términos del artículo 43 ibídem, por desmejorar la situación del trabajador en relación con lo que establece la legislación nacional". Sin embargo, en la misma sentencia la Corte precisó que la referida decisión "no modifica jurisprudencia alguna en la cual se le haya dado validez a acuerdos celebrados con posterioridad a la terminación del contrato de trabajo contenidos en conciliaciones, artículo 20 y 78 del Código Procesal del Trabajo, o en transacciones en las cuales se ha producido renuncia de derechos ciertos e indiscutibles artículo 15 del Código Sustantivo del Trabajo, o porque se hubiese estimado que el patrono necesitó de un plazo prudencial para pagar los salarios y prestaciones por serle físicamente imposible hacer la liquidación de lo adeudado por esos conceptos al instante de la terminación del contrato". De otra parte, también se ha ocupado la jurisprudencia laboral de negar una justa causa que exima al empleador de pagar la indemnización por mora, también denominada salarios caídos, como consecuencia de la crisis generada por la insolvencia del deudor y su liquidación, cuando dijo: ".si bien no se descarta que la insolvencia en un momento dado pueda obedecer a caso fortuito o fuerza mayor, circunstancia que en cada caso deberá demostrarse considerando las exigencias propias de la prueba de una situación excepcional, ella por sí misma debe descartarse como motivo eximente por fuerza mayor o caso fortuito, pues el fracaso es un riesgo propio y por ende previsible de la actividad productiva, máxime si se considera que frecuentemente acontece por comportamientos inadecuados, imprudentes, negligentes e incluso dolosos de los propietarios de las unidades de explotación, respecto de quienes en todo caso debe presumirse que cuentan con los medios de prevención o de remedio de la crisis. Y no debe olvidarse que la empresa, como base del desarrollo, tiene una función social que implica obligaciones, entre las cuales ocupan lugar primordial las relativas al reconocimiento de los derechos mínimos a los empleados subordinados que le proporcionan la fuerza laboral".