Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura Buenos Aires, 22 de octubre de 2009 DICTAMEN N° 255/2009 VISTO el expediente N° 253/09, caratulado “Pettigiani, Juan Manuel (Fiscal Gral.) s/ Act. del Dr. Roberto Atilio Falcone”, del que RESULTA: I. La presentación efectuada el 15 de septiembre de 2009, ante este Consejo de la Magistratura por el Dr. Juan Manuel Pettigiani, en su carácter de Fiscal General Criminal ante Federal procediera a el de Excmo. Mar investigar Tribunal Oral en lo solicitando se del Plata, una “inadecuada actuación” atribuida al Dr. Roberto Atilio Falcone, Presidente del Excmo. Tribunal indicado (fs. 27). De acuerdo con el relato efectuado por el denunciante, en virtud de la extensión de la última feria judicial, dispuesta por el correspondiente Tribunal de Alzada mediante la Acordada N° 73/09 del 23 de julio de 2009, aquel “permaneció en su función, la que venía desempeñando desde la semana anterior (20/24 de julio)”. Al respecto, aclara que la extensión temporal en cuestión abarcó desde el día 27 al día 31 de julio del corriente año (fs. 27). Señala el denunciante que el 24 de julio de 2009, “a los fines de ordenar la actividad del Ministerio Público, el Fiscal de Cámaras Departamental, en ejercicio de la superintendencia, reasumió sus funciones y dispuso subrogar la actividad [de aquél]”. Decisión, ésta, que, tal como aportados surge por de el los propios compareciente, dichos el y constancias Fiscal General comunicó fehacientemente al Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata. Conforme se deriva de la reseña fáctica realizada por el denunciante y de la documental que el mismo ha acompañado para las presentes actuaciones, ante la mentada actuación del Fiscal General, aquel 1 funcionario informó su voluntad de permanecer en funciones durante el período de prórroga de la feria, solicitando autorización al efecto. Primero, en fecha 24 de julio de 2009, al propio Fiscal General y, en segundo lugar, en fecha 27 de julio de 2009, al Procurador General de la Nación. Asimismo, en esta última fecha, el denunciante también comunicó la situación recién planteada al Excmo. Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata. Sostiene cuestionado dio investigaciones que pese traslado que se a al ello, Fiscal estaban el magistrado General desarrollando en en unas aquel momento, lo que dio lugar a que este último funcionario se notificara e, incluso, dictaminara dentro de tales actuaciones. Circunstancia, ésta, que, en definitiva, ha motivado el reproche del denunciante. Refiere el denunciante que, una vez requeridas -por su parte- las “pertinentes explicaciones (…) el Dr. Falcone sólo se limita a afirmar que ‘ha intervenido en aquellos expedientes que así lo hayan ameritado, el Sr. Fiscal General Dr. Daniel Adler, ello en virtud de lo resuelto por el citado magistrado en el ejercicio de la superintendencia del jurisdicción le que Ministerio compete, Público resolución de que la fuera comunicada a [esos] estrados el 24/7/09’” (fs. 27). Finalmente, el 1 de septiembre de 2009, mediante la Resolución de Superintendencia N° 341/09, el Procurador General de la Nación decidió “(t)ener por designado al señor Fiscal General ante la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata, doctor Daniel E. Adler, para permanecer en funciones a cargo de su dependencia desde el 24 hasta el 31 de julio de 2009”; así como también “(t)ener por autorizado al señor Fiscal General ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de la misma jurisdicción, doctor Juan Manuel Pettigiani, para prestar funciones desde el 20 hasta el 31 de julio de 2009” (fs. 20). Conviene aclarar que la citada resolución fue dictada “para dejar constancia de las autoridades que han 2 Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura actuado durante la feria judicial del mes de julio de 2009 a cargo de las Fiscalías de Cámara del interior del país”, según se puede leer en los “considerandos” del aludido decisorio administrativo (fs. 19). CONSIDERANDO: 1. Que, ante todo, es menester poner de relieve que la cuestión planteada por el denunciante, relativa a la competencia involucrados (o en incompetencia) el caso reseñado, de los ha Fiscales constituido un problema interno del Ministerio Público Fiscal. Así las cosas, la aludida problemática ha sido completamente ajena al magistrado judicial denunciado; no pudiéndosele atribuir responsabilidad alguna en lo que respecta a su origen, ni a su solución. Por lo tanto, mal puede este Consejo de la Magistratura tomar intervención en una cuestión que ni siquiera integra la órbita de las funciones que, por imperio constitucional, deben llenar los propios jueces nacionales y federales, por cuyo buen desempeño aquél debe velar. Que desarrolladas, con las resulta observaciones suficiente a hasta los aquí efectos de desestimar la denuncia de marras. 2. Que, sin perjuicio de lo antedicho, cabe señalar que, este Consejo de la Magistratura ha sostenido que los problemas de índole de competencia (suscitados entre magistrados judiciales) constituyen cuestiones de orden jurisdiccional, que –en tanto tales- resultan enteramente extrañas a la esfera propia de este organismo público, ameritando –en todo caso- ser abordadas a través de los correspondientes “remedios” procesales. Que, Magistratura funciones, de se lo contrario, este extralimitaría pasando a invadir Consejo groseramente el área de en la sus competencial perteneciente a los magistrados de la Nación, con grave menoscabo político de su independencia, institucional programada de en la organización la Constitución 3 Nacional y, en definitiva, del Estado de Derecho y la seguridad jurídica de los ciudadanos. Que con cuánta más razón son aplicables estas consideraciones a las cuestiones de competencia que se plantean ya no entre Jueces, sino entre Fiscales. 3. Que, por otra parte, es preciso señalar que la actuación frente al desplegada conflicto por el generado magistrado entre los cuestionado dos Fiscales, lejos de resultar irregular o antijurídica, aparece como razonable y enteramente ajustada a Derecho. Que ello es así, porque el aludido Juez continuó con el trámite de la causa con la intervención del Fiscal de Cámaras Departamental. Opción, ésta, que se encuentra plenamente justificada a la luz de las siguientes observaciones: Que, en primer lugar, el susodicho Fiscal había reasumido sus funciones, tanto respecto del Tribunal de Alzada como del Tribunal Oral. Decisión, ésta, que el mencionado anómala funcionario (la judicial), adoptó, prolongación en a una extraordinaria de ejercicio frente de sus situación la feria facultades de superintendencia. Que, en segundo lugar, dicha resolución había sido debidamente comunicada a los tribunales recién aludidos, entre los que se encontraba -claro está- el que presidía el magistrado cuestionado. Que, en tercer lugar, el Fiscal de Cámaras Departamental es jerárquicamente superior al Fiscal ante el Excmo. Tribunal Oral. Verdad de perogrullo, ésta, de la que forzosamente se deriva la prevalencia de la decisión de superintendencia del primero sobre el acto administrativo del segundo. Esta y no otra es la única interpretación razonable, frente a propios y -sobre todofrente a extraños -como el Juez cuestionado-, a quienes ninguna participación les cabe en la dilucidación de semejante situación. Que, en cuarto lugar, debe hacerse notar que, en las comunicaciones elevadas por el denunciante tanto a la 4 Fiscalía de Cámara como a la Procuración General, Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura aquél solicita autorización para continuar con su desempeño. Solicitud, ésta, que no sólo confirma cuán acertado estuvo el magistrado cuestionado al remitirse al Fiscal de mayor jerarquía, sino que, además, muestra claramente que al tiempo de producirse dicha remisión el denunciante ni habilitado siquiera para se desempeñar encontraba la función formalmente que pretendía desplegar. Que, en quinto lugar, es conveniente aclarar que la mentada autorización llegó finalmente, desde la Procuración General de la Nación, pero después de transcurrido más de un mes, vale decir, cuando ya hacía tiempo considerable que los actos cuestionados habían tenido lugar. 4. Que, en consecuencia, de lo precedentemente expuesto, no constituir se verifican faltas de conductas carácter que pudieran disciplinario en los términos del art. 14, apartado A, de la ley 24.937 y sus modificatorias, como tampoco implicar supuesto alcanzaran a causal remoción, de conforme irregularidades alguno lo que que constituya establecido en los artículos 53 y 114 de la Constitución Nacional. Bajo tales pautas, corresponde la desestimación in limine de la denuncia formulada por resultar manifiestamente improcedente, conforme lo establecido en el artículo 10 del Reglamento de la Comisión de Disciplina y Acusación. Por ello, SE RESUELVE: 1º Magistratura Aconsejar del al Poder Plenario Judicial del de Consejo la de Nación, la la desestimación in limine de la denuncia formulada por el Dr. Juan Manuel Pettigiani. 2° De forma. Fdo: Diana Disciplina B. y Conti (Presidenta Acusación) - Santiago de la Comisión Montaña – de Mariano 5 Candioti – Ernesto Sanz – Nicolás A. Fernández – Héctor Masquelet – Luis María Bunge Campos – Luis María Cabral.- 6