Según las lecturas sobre las culturas de infancia y adolescencia, recordemos las cinco visiones diferentes sobre la infancia: En primer lugar la idea de que los hijos/as son propiedad, posesión de los padres y madres. En segundo lugar aparece la idea del niño/a como potencia, como futuro, como los futuros ciudadanos en los que se convertirán. Una tercera idea que reaparece, es el del niño/a como víctima o victimario/a, Una cuarta idea es la que asume a la infancia como algo privado. Finalmente la idea de la infancia como incapaz o necesitada Estas visiones sobre la infancia lejos de restringir la discusión, le dan paso al hecho de considerar que la infancia no es sólo un fenómeno natural, directamente derivado del desarrollo o crecimiento físico, sino que además y ante todo es una construcción social, diferente en cada tiempo y geografía, que hace referencia a un estatus delimitado, incorporado dentro de una estructura social y manifestado en ciertas formas de conducta, todas ellas relacionadas con un conjunto concreto de elementos culturales sea cual sea la postura que se asuma, la idea de ser niño ha sido una construcción histórica caracterizada por una constante marginalidad, derivada de los intereses de grupos económica, mediáticay políticamente poderosos que buscan usar a la infancia como un medio más que como un fin. A diferencia de las culturas occidentales se puede ver que en las culturas del mundo Andino Amazónico que el niño es considerado como un líder o ser ánima del pacha, eso hace que el niño tenga roles vitales y sagrados, porque según a estas culturas los niños son puros y pueden conectarse fácilmente con otros mundos y esto los hacen sagrados, pues se ve también que el mundo andino amazónico es diverso y cada lugar tiene sus propias formas de ser y de vivir, respetando su cosmovisión que lo caracterizan como por ejemplo ser mediador con los dioses, pues esto hace que el niño ocupa un lugar importante en su comunidad andina, un lugar de importancia vital porque en él se resumen la posibilidad de renacer como semilla, como persona, y como pueblos. En las culturas andinas amazónicas se construyen otras formas de ser, hacer y sentir las infancias y que para poder hablar de los derechos e infancias en el mundo andino es necesario recuperar el ser de estos pueblos. Por otro lado haciendo un comentario sobre los enfoques y paradigmas en culturas de infancia en América Latina se considera tres grandes sub sistemas de ideologías que son: la decadente, la prevalente y la emergente en las cuales se ve como subyacen las políticas públicas de infancia desde un enfoque que trasciende la visión dicotómica con que se ha dado tratamiento a la intervención estatal con niños y niñas. Desde esta perspectiva se realiza una crítica a la noción de paradigma anclado en sus versiones sobre la situación irregular y la protección integral ya que se considera de capacidad heurística reducida al dejar por fuera elementos constitutivos para la reflexión de las políticas públicas actuales. En la Convención sobre los Derechos del Niño (1990) nos devuelve a un pasado que es preciso revisar. De esta manera se articula la invención de la familia con los procesos de integración social modernos para concluir con una serie de reflexiones sobre los derechos de los niños y niñas han contribuido a la modificación de la visión tradicional de la infancia. Al ser los niños y niñas titulares de derechos la centralidad de las acciones públicas no debe estar puesta en ellos como futuros ciudadanos sino como ciudadanos actuales con necesidades de protección y cuidados especiales por su condición de no adultos. La protección y los cuidados son imprescindibles en esta etapa de la vida en que todo ser humano se constituye en sujeto hablante Es en la relación con los otros significativos que los infantes entran al mundo de la cultura desarrollando sus capacidades psíquicas, mentales, emocionales y de aprendizaje Si bien es importante destacar los cambios actuales es necesario centrar el análisis de los derechos de los niños y niñas en las políticas públicas que deben garantizar los compromisos que el país asumió a la hora de firmar la Convención sobre los Derechos del niño. De esta manera acercarnos a una visión operativa de los mismos. Desde este enfoque los derechos demandan obligaciones y las obligaciones requieren mecanismos para hacerlas exigibles y darles cumplimiento