Así lo ha indicado la Sala Constitucional en sentencia Nº 2629 de

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LIMITES CONSTITUCIONALES DE LA FACULTAD DEL
AVOCAMIENTO Y EL DEBIDO RAZONAMIENTO DE LAS
SENTENCIAS
Román J. Duque Corredor
Presidente de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales
La Sala Constitucional en Sentencia del 29 de abril del 2009 (Exp. Nº AA50T-2009-0346), declaró procedente la solicitud de revisión de la Sentencia N° 58
de la Sala de Casación Civil del 19 de febrero de 2009, que había declarado con
lugar el avocamiento que le fuera solicitado en un proceso por cumplimiento de
contrato, fundamentalmente
con el argumento de la existencia de un fraude
procesal forjado entre la parte demandante y el juez; porque a pesar de su
incompetencia territorial le dio curso a la demanda y decretó inmotivadamente
medidas preventivas innominadas; por lo que además anuló la admisión de la
demanda
y
el decreto de medidas preventivas; y ordenó la reposición del
procedimiento al estado de que el tribunal de la causa se pronuncie de nuevo
sobre la admisión de la demanda y acerca de de las medidas cautelares que le
fueron requeridas a dicho tribunal.
En su Sentencia, en comento, la Sala Constitucional estimó que la Sala
de Casación Civil lesionó los derechos al debido proceso y a una tutela judicial
efectiva, desde el momento en que se avocó al conocimiento de una causa y tras
haber declarado fraude procesal en la totalidad del juicio y ordenó la reposición de
la causa al estado de admisión de la demanda; formulando un pronunciamiento
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de fondo respecto de la titularidad de los bienes objeto de litigio, desconociendo la
jurisprudencia vinculante de esta Sala en relación al fraude procesal y a la
garantía del debido proceso y a una tutela judicial efectiva.. Por estas razones, la
Sala Constitucional consideró inconstitucional la sentencia objeto de la solicitud
de revisión, debido a que su decisión de avocamiento generó una violación
constitucional, que consideró
tutelable mediante la
solicitud de revisión de
sentencias definitivamente firmes, conforme el criterio expuesto en la Sentencia
de la misma Sala Nº 325/05, en el Caso: “Alcido Pedro Ferreira”.
La Sala Constitucional insiste en que la revisión constitucional de
sentencias no debe entenderse como una nueva instancia; por lo que sólo se
admite a los fines de preservar la uniformidad de la interpretación de normas y
principios constitucionales o cuando exista una deliberada violación de preceptos
de ese rango, así como cuando se contraríen los criterios vinculantes de la Sala
Constitucional del Máximo Tribunal, Sin embargo, dicha Sala ratifica su criterio
que su decisión de admitir solicitudes le es potestativo sin tener por qué motivar
la inadmisión (Ver Sentencia Nº 93 del 6 de febrero de 200; Caso “Corpoturismo")
Además, ratificó que sólo a ella le es facultativo determinar, en cada caso, la
contradicción con su doctrina jurisprudencial. Pensamos, por nuestra parte, que la
obligación de la motivación de las sentencias es una formalidad esencial de la
garantía de la tutela judicial efectiva y del debido proceso, aplicable a cualquier
órgano del poder judicial; y con mayor razón si se trata del Máxima Interprete de
la Constitución, a quien se le atribuye la salvaguarda de la integridad de los
principios constitucionales. Uno de ellos, precisamente, es que cuando se ejerce
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el derecho de acceso a la jurisdicción se dicte la sentencia que corresponde; lo
cual no se cumple, cuando el accionante ignora los motivos por los que se le
niega tal derecho.
Respecto de la facultad del avocamiento, la Sala Constitucional, en la
sentencia en comento, precisó que esta potestad reviste carácter extraordinario
porque altera las garantías del juez natural y del doble grado de jurisdicción, por lo
que ha de darse estricto cumplimiento al contenido del artículo 18 de la ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, en cuanto a su ejercicio por la Salas
de dicho Tribunal;
En este orden de ideas, vale la pena señalar que según la
norma citada, (…)".el legislador circunscribió su ejercicio a la posibilidad de: (1)
de asumir
" el conocimiento del asunto”, con lo cual la respectiva Sala decide el
fondo del asunto planteado". O , (2) “decretar la nulidad y subsiguiente reposición
del juicio al estado que tiene pertinencia, o decretar la nulidad de alguno o algunos
de los actos de los procesos, u ordenar la remisión del expediente para la
continuación del proceso o de los procesos en otro tribunal competente por la
materia, así como adoptar cualquier medida legal que estime idónea para
restablecer el orden jurídico infringido”; supuestos en los cuales es posible que la
causa pueda ser objeto de revisión por los tribunales de instancia nuevamente.
En el caso que fue objeto revisión de sentencia,
comentarios, la Sala
y que motiva estos
Constitucional consideró que la sentencia de la Sala de
Casación Civil, entró en contradicción con la prohibición constitucional contenida
en el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que
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veda las reposiciones inútiles y erige al proceso como un medio para la resolución
del conflicto de fondo, de manera imparcial, idónea, transparente, independiente,
expedita y sin formalismos, ya que no es posible concluir en el marco conceptual
que informa la normativa contenida en los artículos 2, 26 y 257 de la Constitución
que se ordene la tramitación de un proceso considerado como un fraude contra la
administración de justicia y en resguardo del orden público constitucional, en el
cual por lo demás existe un pronunciamiento de fondo, respecto de la titularidad
de los bienes objeto de litigio. Sin embargo, aclaró la Sala mencionada que lo
anterior no impide que se decreten reposiciones en el marco de los procesos de
avocamiento, cuando se determina la existencia de fraude procesal, pero que sí
al declararse la existencia de un fraude procesal y ordenarse la reposición de la
causa, el contenido de los fundamentos de la respectiva decisión, es de tal
entidad respecto de las pretensiones deducidas,
hacer
ello no puede desconocer o
nugatoria la garantía de las partes y a todos los interesados en una
determinada contención, que la tramitación de un proceso y que las decisiones
que se dicten e, además de estar fundadas en el Derecho, en atención a lo
alegado y probado en autos, reflejen criterios de justicia y razonabilidad que
aseguren la tutela efectiva de quien haya demostrado su legítima pretensión en el
asunto a resolver. La lesión, en concreto, que aprecio la Sala Constitucional,
avocarse
la Sala de Casación Civil al conocimiento de la causa,
al
tras haber
declarado fraude procesal en la totalidad del juicio iniciado y ordenar la reposición
de la causa al estado de la admisión de la demanda, fue que se pronunció acerca
de la titularidad de los bienes objeto de litigio, al señalar que estos bienes eran de
una de las partes y no de las de las empresas demandadas
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En el voto concurrente, pero disidente de la motivación se discrepa en
razón de que en sus motivos
debió incluir la
Sentencia la
revisión de los
conceptos sobre la prorrogabilidad de la competencia territorial y las obligaciones
del juez ante la selección de la misma por las partes; porque debieron revisarse
también algunas de las razones de la Sala de Casación Civil para avocarse y
declarar
la existencia de un fraude procesal, por ejemplo la incompetencia
territorial del juez de la causa para adoptar la medida extraordinaria del
avocamiento, pues éstas carecen de fundamento legal y causan una violación al
derecho de las partes a la derogación de la competencia por el territorio en los
casos en que ella es admisible. Y además, se advierte en este voto concurrente,
que la Sala de Casación Civil estableció la necesidad del avocamiento en que el
Juzgado de la causa, no declaró, de oficio, su incompetencia por el territorio. En
otras palabras, que dicha Sala objetó la actuación del juzgado de la causa por
cuanto admitió la demanda, pese a que no era competente por el territorio. Lo que
implica que la incompetencia por el territorio debe decretarse de oficio en todos los
casos y, que la incompetencia por ese motivo es causa para la negativa de la
admisión de la pretensión,
lo que en verdad carece de sustento jurídico. En
efecto, se argumenta en este voto que disiente de la motivación de la Sentencia
en comentarios, que el artículo 47 del Código de Procedimiento Civil deja a las
partes en libertad para la determinación de lugar en que debe demandarse; lo cual
puede ser expreso, cuando las partes eligen formalmente lo que se conoce como
un domicilio especial, o tácito, cuando el demandado no objeta la elección del
demandante. Sólo en los casos en que debe intervenir el Ministerio Público o
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donde la ley expresamente prohíbe esta
derogatoria quedan fuera de ese
principio. En cuanto a que la incompetencia territorial impide la admisión de la
demanda el voto disidente cita el artículo el artículo 60 del Código de
Procedimiento Civil de donde se infiere de la regulación que contiene el artículo
47 eiusdem, que “…la incompetencia por el territorio con excepción de los casos
previstos en la última parte del artículo 47, puede oponerse sólo como cuestión
previa, como se indica en el artículo 346.”; lo que implica que la demanda debe ser
admitida aunque no hubiere sido propuesta en el domicilio o residencia del
demando y sólo habría lugar al pronunciamiento judicial, cuando aquel plantease
la incompetencia. En consecuencia, concluye el voto disidente de la motivación,
que el juez de la causa actuó apegado a derecho cuando tramitó la demanda
pese a que fue propuesta fuera del domicilio del deudor. Asimismo, el magistrado
que expresó su voto concurrente, pero que disintió de la motivación, objetó que
no hubiere sido materia de revisión la declaración de la Sala de Casación Civil de
que, en el juicio objeto de avocamiento, las denuncias sobre irregularidades no
obtuvieron respuesta, afirmación que resultó falsa en lo que se refiere a la
competencia territorial, pues, en el acto jurisdiccional objeto de revisión se reseñó
que la parte demandada promovió, oportunamente, la cuestión previa respectiva y
esta fue declarada con lugar por el juez que conoció de la causa luego de la
recusación de que fue objeto el titular del tribunal que conoció originalmente. Por
último, el voto concurrente apoyó su opinión disidente de la motivación en que
en que los conceptos, que se expresan en la decisión objeto de la solicitud sobre
la competencia territorial, contravienen el criterio que la Sala Constitucional
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sostuvo en su Sentencia N° 117 del 29 de enero de 2002 en el Caso "Manuel
Fernández Rodríguez y Gladys Yolanda Delgado."
La motivación de la Sentencia, en comentarios, así como la discrepancia
en cuanto a sus motivos; lleva a la reflexión que del debido razonamiento jurídico
de las sentencias depende que la decisión que se adopte, por más que sea la
correcta, resulte convincente y transparente. Sobre todo en los casos en que la
Sala Constitucional aborde, extraordinariamente, cuestiones sustantivas de
derecho común o especial o de naturaleza procesal, al revisar las interpretaciones
que los jueces ordinarios han dado, puesto que el carácter extraordinario de sus
facultades de avocamiento o de revisión de sentencias, le impone con mayor
rigor la suficiencia, la coherencia y la razonabilidad de la motivación de sus
sentencias; particularmente cuando se trata de la valoración de los hechos y de
las pruebas apreciadas por los jueces. En estos casos, la ausencia de todos los
elementos útiles para la comprensión de las sentencias, resulta perjudicial para el
derecho de acceso de la justicia y su garantía de la tutela judicial efectiva.
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