El auge de las lavanderías autoservicio

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Expansión Martes 9 diciembre 2014
CATALUNYA
El auge de las lavanderías autoservicio
NUEVO FENÓMENO EN LOS BARRIOS DE BARCELONA/ Cada vez es más habitual ver este tipo de locales, que ofrecen una alternativa
más barata que las tintorerías y permiten hacer la colada en menos tiempo. El perfil de sus clientes cada vez es más local.
La Wash, una cadena en pleno crecimiento
Principal fabricante
Si bien es cierto que cada local
y cada cadena tiene sus peculiaridades en diseño, capacidad de las lavadoras y servicio
(WiFi gratis, por ejemplo), la
autoría de las máquinas apunta hacia una misma dirección:
Girbau. Esta compañía con
sede en Vic (Osona) es líder
del mercado de lavandería industrial, tiene 14 filiales en todo el mundo –su mercado
principal es EEUU– y emplea
a 600 personas. En 2013, facturó 106 millones de euros, de
los cuales entre 18 millones y
20 millones provienen del
sector de las lavanderías autoservicio, entre lavadoras (10
millones de euros), secadoras,
centrales de pago y sistemas
de dosificación de jabón y
suavizante.
Según el jefe de producto
de Girbau, Marc Caralt, el auge de las lavanderías autoservicio se explica por la crisis, la
falta de tiempo –se pueden
poner simultáneamente varias coladas–, la inmigración
–personas que ya tenían esta
costumbre en su país de origen– y por la tendencia a llevar más ropa de algodón y
otros tejidos fáciles de lavar.
Local de La Wash en la calle Comte Borrell, 38, de Barcelona.
les han hecho ofertas para
abrir en varias ciudades
españolas. Llacuna llevaba
años trabajando en una
multinacional de gran
consumo y conocía el sector
del comercio cuando decidió
embarcarse en el proyecto de
La Wash. El perfil de sus
clientes es diverso, desde
familias numerosas que
vuelven de viaje (necesitan
poner muchas lavadoras y
con sus servicios ahorran
tiempo), negocios pequeños
La cadena de lavanderías
La Wash inició su andadura
hace tres años en Barcelona
y ya cuenta con 23
establecimientos, dos de ellos
en Portugal. “Hay que seguir
trabajando duro para escalar”,
afirma el gerente y fundador
de la empresa, Xavier
Llacuna. El 30% de los locales
son propios y los demás,
franquiciados. La previsión
para el año que viene es
duplicar su presencia, ya que
el modelo es fácil de replicar y
que hay en las proximidades y
que necesitan lavar, hombres
que viven solos... “Si sólo
fueran turistas, no tendría la
fuerza que tiene”, asegura el
fundador. Un establecimiento
mediano registra unos cien
ciclos de lavado al día. Sin el
descuento que ofrecen las
tarjetas de fidelización de la
cadena, una colada en su
lavadora más grande, de 18
kg, cuesta 7,5 euros, y una en
la más pequeña, 4,5 euros
con detergente incluido.
La lavandería representa
una opción más económica
para el usuario que
la tintorería. Sabiendo esto
y en vista de que estaban
empezando a abrirse
muchos autoservicios,
el Grup Ninot prefirió
defenderse con un ataque
preventivo. Ninot tiene tres
lavanderías, una en Solsona
y dos en Barcelona. De las
dos que tiene en la capital
catalana, una se encuentra
en el número 217
de la calle Villarroel, en las
inmediaciones del Hospital
Clínic. “Siempre habíamos
hecho tintorería y
lavandería; no queríamos
que nos abrieran un
autoservicio al lado”,
explican, puesto que es una
zona céntrica, con muchos
hoteles y apartamentos
turísticos. El resultado es el
autoservicio Laundry Quality
Services (LQS), en la calle
Casanova, 172. “Los turistas
hacía tiempo que nos lo
pedían porque en otros
países es muy habitual este
tipo de servicio”, comentan.
Entre sus clientes también
abundan los estudiantes y
las personas que están de
paso en el hospital. Por sus
instalaciones pasan entre
15 y 20 usuarios al día, que
pagan 9 euros por utilizar la
lavadora de 13 kg, y 6 euros
por la de 8 kg.
Elena Ramón
LQS: de la tintorería al autoservicio
El autoservicio de LQS está en la calle Casanova, 172.
Splash apuesta por el establecimiento de diseño
Elena Ramón
Un negocio con seguridad en
el retorno de la inversión, cobro por anticipado, sin gastos
de personal y que abre todos
los días del año de ocho de la
mañana a diez de la noche.
Así definen su modelo de negocio los propietarios de lavanderías autoservicio, un tipo de establecimientos cada
día más presentes en los barrios de Barcelona.
Inicialmente, los inmigrantes y los turistas extranjeros
eran quienes más utilizaban
este servicio, pero la población local le está cogiendo el
gusto. Los propietarios indican que son asiduos los estudiantes y los jóvenes que viven solos, y las personas que
quieren lavar piezas grandes
(como edredones o cortinas)
y se inclinan por una opción
más económica que la tintorería. Pero, al parecer, cada
vez se está diversificando más
la clientela. “Si sólo fueran turistas, no tendría la fuerza que
tiene”, asegura Xavier Llacuna, fundador de La Wash. Roberto Haboba, propietario de
Splash y de Fresh, señala también que muchos de los usuarios que inicialmente utilizan
sus servicios para lavar una
pieza grande vuelven para hacer la colada habitual.
Elena Ramón
Irene G. Pérez. Barcelona
La lavandería de referencia de Splash está en la calle Diputació, 199.
Roberto Haboba abrió
su primer autoservicio en
Barcelona hace ocho años, un
modelo de negocio entonces
extraño en España pero
más habitual en su Argentina
natal. “Entonces los usuarios
eran sobre todo inmigrantes
que compartían piso con
muchas personas o turistas
europeos, porque en el resto
de Europa esto funciona
desde hace muchos años”,
explica. Pero eso ya pasó,
el perfil se ha diversificado
porque la gente se ha dado
cuenta de que estas
máquinas “lavan mejor,
gastan menos que en su casa
y ahorran tiempo”, afirma
Haboba. Hace dos años y
medio abrió la lavandería
autoservicio Splash en la calle
Diputació, 199, un local
de diseño que bien podría
confundirse con un bar
de copas o una discoteca. El
precio sin descuento por una
colada de hasta 8 kg es de
5 euros, y por una de hasta
17 kg, 10 euros. Splash tiene
también un establecimiento
más pequeño en la calle
Sicilia, 348, y está negociando
para abrir franquicias
en ciudades como París,
Múnich y Nueva York. El
emprendedor es, asimismo,
propietario de la marca Fresh,
una cadena de lavanderías
autoservicio con modelo de
franquicia, que de momento
tiene ocho lavanderías
en el área metropolitana
de Barcelona.
Fresh Box lanza la lavandería móvil
La cadena de lavanderías
Fresh, con un año y medio de
vida y fundada también por
Roberto Haboba, tiene dos
modelos de negocio. Uno es
el clásico de establecimiento
autoservicio con sus
lavadoras, secadoras,
máquina de pago y puertas
domotizadas que abren
y cierran la tienda
automáticamente. En un
formato de cinco lavadoras
y tres secadoras se registran
cada día entre 16 y 20 ciclos
completos (lavado y
secado), y la inversión inicial
de un franquiciado ronda
los 70.000 euros. El otro es
el modelo de lavandería
autoservicio móvil.
El prototipo, que se
comercializará bajo la marca
Fresh Box, lo terminaron
hace dos meses y se
presentó en la última edición
de Hostelco, celebrada a
finales de octubre en
Barcelona. Este módulo,
que ya existe en otros
países, es una oportunidad
para las gasolineras e
hipermercados, por ejemplo,
que pueden alquilar parte de
su espacio para ubicar estas
lavanderías “sobre ruedas”.
Fresh cuenta actualmente
con ocho locales y tiene
previsto triplicar esta cifra
el año que viene. Utilizar la
lavadora de 8 kg cuesta 4,5
euros y la de 17 kg, 9 euros.
Prototipo de lavandería móvil diseñado por la cadena Fresh.
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