Trabajo Nº 1 DR520A-1 Yoga Nombre: Catalina Bravo I. Fecha: 23 Abril 2012 Profesor: Ruth Contreras En el presente trabajo describiré cómo reaccionan distintos aspectos de mi cuerpo frente a diferentes estados mentales, de manera de observar cuán ligados están ambos, mente y cuerpo. Este trabajo de auto observación lo realicé durante una semana. Lo primero que pude notar es que mi estado usual es de un relajo relativo, generalmente estoy pensando muchas cosas, a veces varias a la vez, sin embargo mi cuerpo se siente relajado, los músculos aflojados, la respiración a un ritmo normal, no muy profunda y una postura tranquila también. Puedo decir que este es mi estado más frecuente, sin embargo, me sucede cuando los pensamientos que tengo son relativos a temas que no me afectan realmente y que además no tienen mayor relación con mi desempeño académico. Durante la semana tuve algunas tensiones, principalmente en la Universidad. Observé mi estado (mental y físico) antes, durante y después de una prueba y pude notar cambios importantes respecto a mi situación usual. Me sucede que cuando faltan algunas horas para alguna evaluación y aún me encuentro estudiando a mi mente le cuesta concentrarse, necesito estar en un lugar sumamente silencioso y sin estímulos visuales para poder lograr la concentración que necesito. En esta situación mis músculos se encuentran tensos y a veces adoloridos, siento dolor en el cuello o espalda, mi corazón late rápido y a veces por muy profunda que sea la respiración siento que no alcanza el aire. Lo único que me relaja en estos casos es simplemente dejar de estudiar y salir a tomar aire. Noto inmediatamente los cambios en mi cuerpo, se aflojan los músculos y se calman los dolores. La respiración comienza a ser más pausada, profunda y parece ser suficiente para calmar la mente también. Durante una prueba generalmente me encuentro relajada mentalmente, en el sentido que logro concentrarme bien en lo que estoy haciendo. No obstante mi cuerpo se encuentra un poco tenso, mantengo una postura fija por mucho rato y eso me termina significando un pequeño esfuerzo físico. Por esto durante cada evaluación necesito darme un espacio de 5 minutos para sacar mi mente de la prueba, mirar a mi alrededor, comer, etc. En este espacio de tiempo mi cuerpo se afloja, mi postura se relaja hasta casi “echarme” en la silla. Este tiempo me ayuda a recuperar la concentración y a evitar que comience a dolerme el cuerpo. Ya al salir de la prueba me relajo totalmente, cambia incluso mi estado anímico por uno más alegre (esto es independiente de cómo sienta que me fue en la prueba) y vuelvo a mi estado usual mental de no pensar en cosas que me hagan tensarme. Pude notar también en esta semana que mis estados anímicos también influyen en cómo se encuentra mi cuerpo. Cuando estoy contenta mi cuerpo se siente relajado y flexible, la respiración es de un ritmo normal y siempre inhalando y exhalando por la nariz. Cuando estoy triste o desanimada me sucede que el aire no alcanza y debo tomar grandes bocanadas de aire para sentirme bien. En resumen puedo concluir que cada vez que experimento cambios mentales o anímicos mi cuerpo lo nota y reacciona principalmente en la respiración y en los músculos.