Pauta de relajación Minuto 0.00 Prepárate para hacer unos minutos de relajación. Ponte en una postura cómoda, bien tumbad@ o bien sentad@, aflojando las prendas de vestir que te puedan molestar. Cuando estés list@, cierras los ojos y comienzas a respirar muy lentamente, muy lentamente, una respiración abdominal, hinchando y deshinchando tu estómago, pensando únicamente en tu respiración, cómo entra el aire en tu cuerpo y cómo lo vas expulsando. Notas cómo la zona abdominal de tu cuerpo se mueve rítmicamente, con la respiración. Con cada expulsión te vas relajando un poco más, un poco más. Afloja bien el cuerpo, que notes tu cuerpo blando, sin rigidez. 1.00 Cierras los ojos y te olvidas ya de todo lo que te rodea, de lo que has hecho antes y de los pensamientos que te puedan venir a la cabeza, y te centras únicamente en tu relajación. 1.15 Fíjate en tu cabeza. Comienzas relajando los músculos de la cara. Tu frente muy lisa, los párpados suavemente sobre los ojos, las mejillas, los labios y la lengua. Los labios muy flojos, la boca ligeramente entreabierta para no forzar estos músculos y la lengua completamente quieta dentro de la boca, intenta percibir tu lengua, sintiendo como si fuera más grande, siendo consciente de esta parte de tu cuerpo. 2.30 Aflojas el resto de la cabeza, desde la frente hasta la nuca, como si te dieran un masaje muy suave, muy suave, por todo el cuero cabelludo, un masaje suave y lento que te produce bienestar, te deja con una sensación muy placentera; tú te abandonas a este masaje. 3.00 Aflojas los hombros dejándolos descender suavemente hacia abajo, que no estén rígidos. Aflojas los brazos y las manos, relajando cada uno de los dedos de las manos, notando la circulación de la sangre por los brazos. Intenta imaginar tus brazos interiormente, con las venas, las arterias, y la sangre subiendo y bajando, hasta que sientas un suave hormigueo en la palma de las manos. 4.00 Aflojas el cuello y la nuca, como si te dieran nuevamente otro masaje en esta zona, que te va dejando los músculos flojos, muy flojos. La nuca es un punto muy importante de nuestro cuerpo, tiene un papel muy esencial en la circulación cerebral. Si relajas estos músculos favoreces la circulación cerebral, y esto te produce una sensación de bienestar y de paz. 4.50 Relajas tu espalda, apoyándola bien en el asiento. Nótala bien floja, muy blanda, como si tu columna vertebral fuera muy flexible, recórrela desde los hombros hasta la cintura, aflojando los músculos. La espalda está completamente plana y pegada al respaldo. 5.50 Relajas ahora los músculos abdominales, el pecho, el vientre, el bajo vientre, dejando el estómago muy flojo para que puedas respirar mucho mejor, sin tensiones que impidan una respiración libre, una respiración libre y tranquila. Sientes tu respiración, y cada vez que expulsas el aire te relajas un poco más. 7.00 Ahora recorres la mitad inferior de tu cuerpo. Las nalgas, relajadas, la zona genital, los músculos, las rodillas flojas, las pantorrillas y los pies. Si relajas bien las pantorrillas favoreces la circulación en los pies. Recorre cada uno de los dedos de los pies, fijando tu atención uno por uno, con mucho cuidado. Deja abandonados tus pies. Intenta sentir la circulación por tus piernas. 8.00 Todo el cuerpo lo tienes relajado y flojo. La cara, los hombros, la nuca, la espalda, los músculos abdominales y la mitad inferior. Pauta de relajación 1-2 Minuto 8.30 Todavía puedes relajarte más, todavía puedes abandonarte más, perdiendo toda rigidez, toda tensión. 8.40 Ahora vas a intentar parar toda actividad mental para relajar tu mente, sin pensar en nada, dejándote llevar al borde del sueño, a un estado suave que te produce bienestar. Las cosas pasan como soñando, es como si tuvieras delante de ti una gran pantalla negra. Estás en un estado en el que ni estás despierto ni estás dormido, estás al mismo borde del sueño. 10.00 A tu alrededor todo es oscuridad. Percibes la oscuridad y el silencio. Tienes la mente en blanco, esto te produce tranquilidad y bienestar. No pienses en nada. Descansa. 11.00 Ahora vas a activar tu mente para realizar un ejercicio de concentración. Vas a concentrarte en un objeto natural, en un objeto que te guste, y vas a repasarlo cuidadosamente, fijándote muy bien en él. 12.30 Tu mente está ocupada únicamente en la contemplación de este objeto, y puedes estar así el tiempo que tú quieras, sin pensar en otra cosa, consiguiendo tu autocontrol y tu dominio. 13.20 Dejas de pensar en el objeto, dejas la mente en blanco. Ya no piensas en nada. Descansa. 14.00 Ahora vas a hacer unos minutos de sofro-aceptación. Un ejercicio muy importante para llevar una vida psicológica más sana. Intenta trabajar sobre lo positivo, buscando una situación positiva para ti. Piensa en una situación futura posible, en la que estás sol@ o en compañía de personas que te dan sentimientos positivos de ternura, de comprensión. La situación debes situarla en un momento próximo, es decir que te pueda ocurrir mañana o pasado mañana y que sea positiva. 16.00 Intenta saborear la situación con calma, sin prisas, intentando disfrutarla lo más posible. 17.20 Dejas de nuevo la mente en blanco, no piensas más en esta situación. 17.40 Te preparas ahora para terminar. Pero antes vas a activar 3 cualidades positivas que debes conseguir: - Seguridad en ti mism@ - Armonía física y mental - Aumento de la capacidad de ilusión por las cosas 18.20 Respiras varias veces profundamente con el estómago, mueves suavemente las manos, los pies y la cara, y te estiras primero despacio y después con más intensidad, libremente, lo que te pida tu cuerpo. 19.00 Cuando te sientas recuperado, abres los ojos. Recuerda que cuanto más practiques la relajación más beneficiosa resulta. Pauta de relajación 2-2