"La Codorniz, los ‘límites’ de la libertad de prensa en la España de los años 40. Cristina Gonzalez Lozano FILOSOFIA Y LETRAS HMCAPCAP. Uva. Abstract Los estrechos límites en que se tiene que mover la prensa en España en la inmediata posguerra ‐ años 40‐ los conocemos: censura previa, consignas, imposición de temas y formas de tratarlos, etc. De todo ello haremos un breve resumen en función de nuestro tema: Los límites máximos tolerables por el régimen franquista especialmente en los primeros años de la ‘pos‐victoria’. El mejor exponente para tratar de detectar esos límites entendemos que puede ser la revista grafico‐humorista La Codorniz, heredera de La Ametralladora ,durante la etapa de Miguel Mihura (1941‐1944), puesto que es el semanario de humor gráfico más notable de la parte central del siglo XX y sobre todo de la dictadura franquista. Su fundador así como director de la misma es Miguel Mihura Santos (1905‐1977): Dibujante (humorista gráfico), escritor, dramaturgo, etc. el cual estaba por tradición familiar (hijo de actor y empresario teatral) muy relacionado con el mundo teatral, tras abandonar la propiedad y dirección de La Codorniz se dedica a escribir obras teatrales de gran éxito, creando lo que ha venido a denominarse el ‘teatro del absurdo español’. Nuestro objetivo principal en este trabajo es tratar de comprobar a través de La Codorniz, utilizada a modo de baremo, hasta dónde el régimen nacionalista es capaz de permitir ciertas críticas: ¿blancas o reales desde el principio? Al respecto hay dos tesis enfrentadas: La Codorniz nace como una revista de ‘humor descomprometido’ o, desde los mismos inicios, practica ya un ‘humor mordaz’. La primera de la tesis es la defendida por el mismo Mihura, lo que no sabes es si realmente ese era su objetivo o se trata de una simple argucia frente a la censura, o por el contrario, segunda hipótesis, La Codorniz fue mordaz desde el principio, aunque va ganando mordacidad sucesivamente bajo la batuta de Álvaro de Laiglesia. Esta es la tesis que sostiene, entre otros, por ejemplo Antonio Mingote. Por mi parte, aquí únicamente pretendo centrarme en la primera etapa; o sea, bajo la batuta de Miguel Mihura (1941‐1944), como paso previo e imprescindible para poder compararla con las etapas siguientes con el fin de poder obtener en su momento una visión de conjunto de esta importante revista como uno de los baremo para poder medir los ‘límites’ de la libertad de prensa en España bajo el franquismo. La pregunta de partida sería: ¿Ha sido La Codorniz una revista de humor ‘descomprometido’ o, por contra, ‘mordaz’ desde sus mismos inicios? Mi hipótesis de partida es que se trata de un ‘humor descomprometido’, blanco, en función tanto por el momento histórico represivo, por la ideología del director y de los principales colaboradores; pero ello no presupone que La Codorniz efectivamente no conformase en buena medida la mentalidad de toda una nueva generación.