UTILIZACIN DE AMINOCIDOS ESENCIALES COMO

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Utilización de los aminoácidos esenciales
como complemento de la dieta
La toma cotidiana de aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales y oligoelementos, es
imprescindible para la vida humana.
Para la síntesis de proteína corporal y otras sustancias nitrogenadas se necesitan 20
aminoácidos, de los cuales 9 son esenciales y por tanto han de ser aportados en la dieta
(leucina, isoleucina, lisina, valina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano e histidinaesencial solo en lactantes).
Los alimentos de hoy, producidos y conservados industrialmente, pueden carecer de
alguna de estas sustancias.
Por lo tanto, puede ser necesario complementar la dieta con productos específicos que
lleven estos nutrientes, sobre todo en los casos de carencia alimentaria, en régimen de
alimentación no controlado o en situaciones de mayor requerimiento de estas
sustancias.
Cuando una proteína contiene todos los aminoácidos esenciales en la proporción óptima
para poder realizar la síntesis proteica en el organismo se dice que es una proteína de
"alta calidad" o de "alto valor biológico".
Por el contrario, cuando la proteína contiene algún aminoácido esencial en baja
proporción (aminoácido limitante) se denomina proteína de "baja calidad" o de "bajo
valor biológico".
Si alguno de los aminoácidos esenciales no está disponible en la proporción adecuada
en el pool de aminoácidos del organismo no se podrá realizar perfectamente la síntesis
proteica. Los requerimientos proteicos son elevados en la niñez y adolescencia, etapas
de máximo crecimiento y desarrollo (1,6-1 g/Kg/día) y van disminuyendo hasta la edad
adulta (0,8 g/Kg/día), donde las proteínas son necesarias para el mantenimiento
corporal.
Durante el embarazo y la lactancia, el requerimiento proteico de las mujeres se
incrementa notablemente por las necesidades de desarrollo del embrión y feto y la
síntesis de las proteínas de la leche. Los ancianos presentan una disminución de sus
requerimientos debido a la pérdida de su masa magra.
Esta disminución queda compensada con la menor reutilización sus propias proteínas,
por lo que tiene unas necesidades similares a las del adulto.
Diariamente debemos ingerir una cantidad suficiente de proteína para mantener nuestra
masa magra en óptimas condiciones.
La ausencia o ingesta inadecuada de cualquiera de los aminoácidos esenciales conduce
a un balance nitrogenado negativo, pérdida de peso, retraso en el crecimiento en
lactantes y niños, así como síntomas clínico relacionados con un importante número de
patologías.
La utilización de aminoácidos esenciales puros cristalinos, como complementos de la
dieta garantiza la máxima biodisponibilidad, puesto que son 100% absorbibles con
ausencia de producción de residuos fecales.
Además interesa que estos aminoácidos estén presentes en una proporción óptima,
próxima a la proporción ideal calculada a partir de los requerimientos de aminoácidos
(Technical Report Series 724. Génova, Organización Mundial de la Salud, 1985, p. 65)
dividido por las recomendaciones permitidas de proteína según los grupos de edad
además del aporte adecuado de los aminoácidos, para que el proceso de la síntesis
proteica se produzca convenientemente es necesario por un lado, un aporte adecuado
de energía (ya que en caso contrario, las proteínas se derivarán a la producción de
energía prioritaria en el organismo), y por otro, es absolutamente imprescindible la
presencia de una serie de vitaminas, minerales y oligoelementos.
La mínima carencia de alguna de estas sustancias puede ocasionar un fracaso en el
proceso de síntesis proteica.
¿En qué situaciones sería interesante la utilización de estos complementos de la
dieta que llevan aminoácidos esenciales en proporción óptima, vitaminas,
minerales y oligoelementos?
En estados carenciales que sean debidos a una ingesta proteica insuficiente como en
situaciones de anorexia, bulimia; senilidad; dietas vegetarianas no equilibradas, en
dietas hipocalóricas e hipoproteicas, etc.
En situaciones de aumento del requerimiento proteico como en intervenciones
quirúrgicas, anemias y hemorragias, enfermedades crónicas debilitantes, úlceras
cutáneas (varicosas, de apoyo, diabéticas.), convalecencias de enfermedades agudas,
embarazo, lactancia, en afecciones del aparato músculoesquelético que requieran de un
proceso de regeneración tisular y síntesis proteica para su recuperación.
La alimentación proteica y los complementos a base de estos principios inmediatos han
sido muy utilizados para mejorar el rendimiento del deportista porque se consigue una
mayor masa muscular, aumenta el rendimiento, la fuerza y la resistencia muscular,
disminuye el tiempo de recuperación tras el ejercicio o el entrenamiento y acelera la
regeneración en destrucción muscular por largos esfuerzos (maratón, triatlón...).
El estado nutricional del deportista mejora, disminuyendo así los riesgos de anemia y de
depresión inmunológica del deportista profesional
Pero ¿por qué interesa utilizar esta complementación a la dieta en intervenciones
quirúrgicas?
Cualquier intervención quirúrgica implica un aumento del requerimiento proteico. El
estrés quirúrgico produce una situación de hipercatabolismo proteico y de déficit
inmunológico.
Al mismo tiempo el proceso de cicatrización de la herida quirúrgica y de recuperación de
las pérdidas sanguíneas requiere una activación de la biosíntesis proteica.
Por todo ello las necesidades proteicas se incrementan notablemente en el caso de una
intervención quirúrgica de cualquier tipo. Está muy demostrado que el buen estado
nutricional de un paciente que va a someterse a una intervención quirúrgica es
fundamental:
Se reducen las posibles complicaciones como las infecciones de la herida quirúrgica y
las cicatrizaciones deficientes, y se acorta y mejora el postoperatorio.
Los aminoácidos esenciales de máxima calidad y biodisponibilidad tras una intervención
quirúrgica, se integran rápidamente en la biosíntesis proteica implicada en:
- Los fenómenos de regeneración tisular, neoformación vascular y producción de
colágeno presentes en todo proceso de recuperación
- La cicatrización de la herida quirúrgica.
Por otro lado la suplementación con aminoácidos aumenta la concentración de proteínas
plasmáticas y por tanto la presión oncótica sanguínea, con lo que favorece la
reabsorción del líquido intersticial acumulado en la zona lesionada.
Esto va a suponer:
- Una mejoría de la zona afectada al favorecer la salida de restos necróticos, derrames y
exudados que se acumulan allí como consecuencia del hipercatabolismo post-quirúrgico.
- Una disminución del edema post-operatorio.
- Una reabsorción más rápida de los seromas y hematomas.
Por todo ello, estos complementos de la dieta son muy útiles en cirugía. Se recomienda
su utilización la semana previa a la intervención, para alcanzar un óptimo estado
nutricional preoperatorio y continuar con ellos después, con el fin de acelerar el proceso
de cicatrización y recuperación.
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- Block, R. J., Mitchell, H.H.. The correlation of the amino-acid composition of protein with their
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Ana Arnal y Elena Sánchez.
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