¡REMA, ESCLAVO, REMA! (Rap) Malvives en falsa democracia

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¡REMA, ESCLAVO, REMA!
(Rap)
Malvives en falsa democracia, patética falacia
que pervierte tu voto por control remoto,
sufragio prisionero del capricho financiero.
Cuenta el librito de los articulitos,
papel mojado del Congreso y del Senado,
mil derechos, simples cuentos sin hechos.
¡¿Ves tu vivienda digna y tu trabajo?!.
¡Yo, no!. ¡¿Dónde están?!. ¡¿Dónde, carajo?!.
¡Pobre Estado de Derecho!. ¡Pobre desecho!.
¡¿Tío, no lo ves?!. ¡Si está torcido y del revés!.
Tiene lo público como el vello púbico:
privatizado y recortado, jodido y fornicado.
¡Política nefasta, vergonzosa casta!.
“Pinochos” y corruptos, pocos se salvan.
Gobiernan con pausa, pero sin prisa.
¡Partidos políticos, partidos de risa!.
Vives en el reino del cuento, no me lo invento.
El rey caza elefantes, muy campechano.
El yerno, en su nombre, pone la mano.
El nieto da un traspiés,
y Froilán armado, ¡ay!, se vuela un pie.
A ellos, chucho plebeyo,
les llena de orgullo y satisfacción
incinerar lo tuyo con su real calefacción.
¡Rema, esclavo, rema
en la galera empresarial, política y banquera!.
¡Rema, esclavo, rema!.
Crees en la economía, religiosa ideología.
De rodillas en los bancos, templos de usura,
suplicas a banqueros, usureros curas.
“¡Cliente Paco: cien te presto y diez mil te saco!.
¡Y de postre, y de regalo,
cuatro sartenes y una olla si me comes la polla!”.
¡En nombre del dólar, del euro,
y del Espirito Santo, otro puto banco!.
Economía de mercado, social atentado.
Fábrica de ricos, INEM de parados.
¡Compra, consume, gasta!. ¡Inventa la pasta!.
Alimenta la rueda del “¡sálvese quien pueda!”.
Tienes saldos, rebajas, plazos, ofertas…
¡¿De qué te quejas?!. ¡¿De qué te sirve estudiar?!.
“Yo no soy tonto”. ¡Ve a Media Markt!.
¡Si tuvieras qué comer, podrías vomitar!.
“¡Reza a San Pancracio y hazte funcionario!”,
aconsejan tus padres, saciados de hambre.
“Y con tu fijo sueldo de listo del pueblo,
cásate con otra lista y su papá el avalista.
¡Qué orgullo: nuestro hijo, hipotecado capullo!”.
Cuento de la lechera sin nada en la nevera.
Es el sueño situado de futuro desahuciado,
menú en contenedores de cinco tenedores.
¡Rema, esclavo, rema
en la galera empresarial, política y banquera!.
¡Rema, esclavo, rema!.
Y cuando ya no puedas caminar,
pobre cucaracha, eterna mala racha,
porque ya no tengas, y no te ofendas,
mala sangre que chupar,
la economía de mercado, social atentado,
lo celebrará sin sonrojo ni piedad:
“¡A tu muerta salud, vendido ataúd!”.
“¡Viva el beneficio de TU sacrificado sacrificio!”.
Yo te digo, democrático mendigo,
ciudadano votante sin futuro por delante:
¡Manos arriba, esto es un atraco!.
La derecha y la izquierda, de arriba y de abajo,
banqueros y empresarios, todos a saco.
¡Manos arriba, esto es un atraco!.
¡Despierta: tu bolsa y tu vida se llevan!.
¡Despierta del fútbol y de Belén Esteban!.
¡Grita, protesta!. ¡Águales la fiesta!.
¡Defiende a tu gente de gentuza maloliente!.
¡Despierta y deja de dar pena!.
¡Te explotan sin disimulo!.
¡Te mienten sin disimulo!.
¡Te roban sin disimulo!.
¡Despierta aunque te “ponga” el griego,
o te seguirán rompiendo el culo!.
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