El Buddha Shakyamuni Hacia el año 560 antes de Jesucristo, nació

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El Buddha Shakyamuni
Hacia el año 560 antes de Jesucristo, nació en el norte de la India un príncipe del clan de los Shakyas, su
nombre era Sidarta Gautama. Pasó la primera parte de su vida en la corte real. A la edad de 29 años
descubrió la existencia de las miserias humanas, hasta el momento desconocidas para Él, e inspirado por un
religioso errante, siguió la vía de la búsqueda interior. Tras dejar el palacio, siguió la enseñanza de los
maestros contemporáneos. Su inquietud le llevó a practicar un ascetismo exagerado durante 6 años; poco
satisfecho con los resultados optó por seguir un camino intermedio, libre de mortificaciones y abandonos.
Llegó un día memorable, en que adoptando la postura de la meditación, se sentó bajo una higuera e hizo la
promesa de no levantarse hasta la obtención del Despertar Último. Tras enarbolar la Bandera de la Victoria
gracias al amor y la sabiduría sobre los demonios (tendencias negativas), al alba de ese supremo día, alcanzó
el fin que se había propuesto. A partir de ese momento fue el Buddha, “El que ha Despertado”. Pasó el resto
de sus días reposando en la serenidad y sabiduría, mostrando el camino de la obtención del bienestar
supremo a todo aquel que lo pedía. Murió a la edad de 80 años.
Se le conoce como el “Buddha Shakyamuni”, que significa “el Sabio de los Shakya”, haciendo referencia a su
clan familiar.
Buddha
El término Buddha, más que referirse a una persona, es un adjetivo que significa “Despierto”. La palabra es,
pues, ambivalente y se refiere tanto a un estado, como a la persona que ha alcanzado este estado, tanto al
“despertar” como al “Despierto”. En tibetano, Buddha se dice “Sang-gye”. La etimología del término permite
comprender lo que entendemos por Buddha: La primera sílaba “sang”, significa “purificado”, indicando que el
espíritu de un ser despierto está totalmente purificado de las
disfunciones que son las emociones perturbadoras o conflictivas,
la dualidad y la ignorancia fundamental. La segunda sílaba “gye”
significa “desarrollado”, indicando que se han desarrollado las
infinitas cualidades propias del espíritu que hasta entonces
estaban latentes.
Las cualidades de un Buddha se agrupan con frecuencia en tres
grandes áreas:
1. La omnisciencia: El conocimiento de la verdadera naturaleza de
todos los fenómenos, así como de la diversidad de sus
manifestaciones en los tres tiempos (pasado, presente y futuro).
2. El amor para cada ser sin excepción, un igual al de una madre
por su hijo único.
3. El poder de ayudar a los seres.
Con esto se puede ver que la actualización del estado de Buddha
está lejos de ser una suerte de fusión en la nada, como piensan
ciertos eruditos occidentales. Lo que es verdaderamente un
Buddha, sobrepasa nuestras facultades de comprensión.
Los tres cuerpos de Buddha
El ser de un Buddha se describe en términos de “cuerpos”, no
para indicar las realidades físicas, sino para indicar diferentes
aspectos, manifestaciones o dimensiones de una realidad única.
La palabra “cuerpo” en este contexto está bastante cercana a la
de “persona” que se utiliza en el concepto cristiano de Trinidad.
La división más común observa tres aspectos:
1. Dharmakaya o cuerpo absoluto: Se refiere al ser más allá de
toda determinación espacial, temporal u otra y corresponde a la
vacuidad.
2. Sambhogakaya o cuerpo de gozo: Se manifiesta en los campos
puros para guiar a los seres que ya han alcanzado estos altos
niveles espirituales.
3. Nirmanakaya o cuerpo de emanación: Se manifiesta bajo la
forma humana, u otra forma material, para guiar a los seres
ordinarios.
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