Díptic Un viejo que leía novelas de amor

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CLUB DE LECTURA
AGÈNCIA DE LECTURA
FRANCESC FERRER PASTOR
UN VIEJO QUE LEÍA NOVELAS DE
AMOR
SESSIÓ:
dissabte 26 de maig de 2012
a les 17h30
Agència de Lectura F. Ferrer Pastor
c/ Francesc Ferrer Pastor, 24 baix
46717 La Font d’en Carròs
tel. 96 283 38 95
c/e: [email protected]
www.lafontdencarros.es/bilbioteques
Horari:
de dilluns a divendres de 16.00 a 21.00 hores
de Luis Sepúlveda
"
Leía lentamente, juntando las sílabas,
murmurándolas a media voz como si las paladeara"
El autor: Luis Sepúlveda
Narrador chileno, es uno de los
escritores en lengua española
más leídos y traducidos de
Europa. Nacido en Ovalle en
1949,
participó
en
el
movimiento estudiantil de su
país; fue apresado y, más tarde,
durante el régimen militar, tuvo
que exiliarse. En 1980 fijó su
residencia
en
Hamburgo
(Alemania), donde ha trabajado
como escritor y periodista. Ha
escrito colaboraciones para periódicos y revistas de España y
América Latina. Ha recorrido desde muy joven casi todos los
territorios posibles de la geografía y las utopías, y de esa vida
inquieta y agitada ha sabido dar cuenta, como dotadísimo
narrador de historias, en apasionantes relatos y novelas. Ha
cultivado diversos perfiles de la narrativa, como el relato
ecologista, el cuento infantil, la novela de intriga, la novela
policíaca, la novela negra y la crónica de viajes.
Entre sus títulos figuran: Un viejo que leía novelas de amor
(1992), obra que transcurre en la selva ecuatoriana, en el
mundo de los indios shuar o jíbaros, y que ha recibido el
premio Tigre Juan y otras distinciones internacionales, además
de haber sido traducida a catorce idiomas; Mundo del fin del
mundo (1994), premio de novela corta Juan Chabás; Nombre
de torero (1994); Patagonia Express (1995); Historia de
una gaviota y del gato que le enseñó a volar (1996);
Desencuentros (1997), libro de cuentos; Diario de un
killer sentimental (1998); Yacaré (1998); Historias
marginales (2000); y Hot Line (2002), una novela negra
protagonizada por un detective mapuche.
La obra: Un viejo que leía novelas de amor
Antonio
José Bolívar Proaño vive en El Idilio, un pueblo
remoto en la región amazónica de los indios shuar (mal
llamados jíbaros), y con ellos aprendió a conocer la Selva y
sus leyes, a respetar a los animales y los indígenas que la
pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo como ningún
blanco jamás pudo hacerlo. Un buen día decidió leer con
pasión las novelas de amor -«del verdadero, del que hace
sufrir»- que dos veces al año le lleva el dentista Rubicundo
Loachamín para distraer las solitarias noches ecuatoriales de
su incipiente vejez. En ellas intenta alejarse un poco de la
fanfarrona estupidez de esos codiciosos forasteros que creen
dominar la Selva porque van armados hasta los dientes pero
que no saben cómo enfrentarse a una fiera enloquecida
porque le han matado las crías. Descritas en un lenguaje
cristalino, escueto y preciso, las aventuras y las emociones del
viejo Bolívar Proaño difícilmente abandonarán nuestra
memoria.
En un verdadero encuentro con la naturaleza en forma
literaria Luis Sepúlveda, el autor de ésta extraordinaria novela
“Un Viejo que leía novelas de amor”, hace una minuciosa y
exuberante descripción del entorno en que se puede llegar a
vivir en la selva amazónica ecuatoriana, aprendiendo,
cazando, viviendo y disfrutando del contacto directo con la
naturaleza. Un relato que surgió como consecuencia de la
propia experiencia de este autor que convivió durante siete
meses con los indios shuar en la Amazonia ecuatoriana
Hay una película, con el mismo título, dirigida por Rolf de Heer
y protagonizada por Richard Dreyfuss en el año 2000, basada
en esta novela, bastante fiel a la historia.
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