flores, cuyas flores, nunca vistas por mí antes de ahora, me die

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flores, cuyas flores, nunca vistas por mí antes de ahora, me dieron verdadera idea de un género rarísimo, y muy diversa de la
que adquirí por las figuras de Mr. Condamtne
»
Por esta razón, uno de los asuntos que más le preocupaban á
Mutis á consecuencia de las cortezas, hojas, flores y frutos secos
de quina que le regaló por el año 6 l el erudito D. Miguel Santisteban, y que remitió después, por el año 64, al caballero
Linné, era averiguar si en los bosques de Nueva Granada, cerca
de Santa F e , se encontraba
vegetando el árbol en cuestión;
y como las gentes con las cuales conversaba respecto al particular le aseguraban que dicho árbol crecía en las cercanías de la
capital, su curiosidad iba en aumento cada día; y pidiendo permiso al Virrey para satisfacer aquélla, refiere Mutis en su Diario
respectivo al 1 4 de Noviembre de l/6l
( i ) lo siguiente: «me
hizo el favor S. E x . de incitarme á que. saliese á examinar la
quina, que decían hallarse tan cerca de Santa F e , como que no
distaba mas que un dia de camino: distancia entre Santa F e y
la Mesa de Juan Diaz, donde se dice hallarse el árbol. E l primero
que me dio esta noticia íué D. Miguel de Santisteyan. Me la
confirmó mi criado Carlos, vaquiano de aquel terreno. Aviendo
yo visto allanado el camino de parte de S. E x . me determiné á
decirle que tanbien seria mui oportuno hacer algunas tentativas
sobre la canela, que decían estar tanbien mui cerca, pues me
avian asegurado que habitaba este árbol en el monte de Cipacon.
Respondióme que venia gustoso en ello; y que quando quisiera
diese principio á estas salidas. Reservo la disposición para en
adelante, hallándome
aora impedido con algunos graves cui-
dados.»
E n 1 7 5 31 siendo superintendente de Santa F e D. Miguel Santisteban, observó por vez primera, al bajar el páramo de Guanacas, cerca de Popayan (Nueva Granada), una especie de quina
que llamaban Palo de requesón.
Y , por último, en una de las distintas excursiones que á me-
a
(1) Véase parte 2. , capítulo 11, Diario de observaciones del año 1761, en
Santa F e de Bogotá.
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