letras - Servei de Biblioteques

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IIARRIBA
ESPAÑA!!
LETRAS ,
COLABORACIÓN
ña del maíz
La próxima campana
,
Míiarois y ú seütifflíento
/
La próxima campaña del maíz ten- íencia, y dicha é p o c a - c o i n c i d í con las
drá este año para España excepcional
siegas en la que escasea la mano ác^
importancia. Las circunstancias actua- obra, es necesario sustituir en ellas el
les han venido a hacer más valioso eslaboreo a bra^^o por el mecánico por
te cereal no sólo para las necesidades medio de los llamados cultivadores
d e la ganadería y J a avicultura, sino (calcadoras), cuyo órgano más imporp a r í las hoy tan apremiantes de la ali- tante es la reja plana o binadora (esmentación h u m a n a . A u n en las épocas parver). En su tiempo hicimos grandínormales es ' extra^ordinarío nuestro sima propaganda en favor de estos
consumo como lo prueba el que en la aparatos cuyo uso se ha extendido de
última importación oficialmente regis- iin modo extraordinario v de ello nos
trada, !a de 1934, de su cupo de congratulamos. En cuanto a !a aiimen75.000 toneladas se consumió casi la tacíón que necesita la planta debe no
mirad en Cataluña. N u e s t r a comarca tarsc que el estiércol conviene sea alfigura entre las njás productoras por , go antiguo o que hava permanecido
constituir su característica agrícola los algún tiempo eñ el estercolero y de
cultivos de verano ü tavdanías y per- aquí la práctica quç no nos liemos
mitir las condiciones climatológicas cansado de recomendar, de tenerlos
locales el c u h i v o como p b n i a de se- cubiertos y con suelo impermeable pagunda cosecha después de la del trigo. ra facilitar su conservación y descomS^u superficie de siembra ha aumenta- posición. Si' lo llevamos al campo sin
d o en los últimos aiios a expensas d e esta última condición, dicha descompo• de la del alforfón antes típico en estas síción se verifica a expensas de la hutierras, y en consoíiantia con la evolu- medad del terreno y p o r lo tanto roción de la ganadería que ha yenido bándolo a la planta. El estiércol puede
sustituyendo la raz3 vacuna del país ser reforzado con 100 kilos de supcrpor la holandesa de mayor aptitud le- fosfato v 30 d e cloruro d e potasa por
chera, lo que exije una mayor canti- cuartera de sembradura como mínidad de forraje. El maíz con su despun- m u m ; la adición de abono químico nite, hojas y espatas o envolventes d e trogenado no es indispensable, por enlas mazorcas (paílons) lo proporciona trar en la rotación el cultivo del tréaproximadamente en estado seco, cu bol, planta mcjoradora guc deja exceuna mitad del peso del grano y esta
lente barbecho (^oret) así como por
circunstancia explica dicho aumento enterrar leguminosas en verde que
en su área de cultivoconstituye, como la anterior, una práctica excelente v ambas uno de los seE¡ maíz es planta de vida corta o cretos de' la fertilidad de nuestras
ciclo vegetativo rápido, unos 140 días, tiei'ras.
y para asegurar el éxito de su cultivo
hemos de proporcionarle todo lo necesario en cada una de las fases de su
desorrollo;. humedad suficiente en el
suelo y elementos autritivos en forma
fácilmente asimilable. Lo primero se
consigue si las condiciones de) t e r r e n o
lo permiten, por medio de labores profundas en el oroño anterior^ a fin de
constituir en el invierno y primavera
una reserva de humedad en el sub•
suelo y d u r a n t e el cultivo por medio
d e repetidas escardas que eviten su
desecación. C o m o las más importantes
entre éstas, son las de principio de verano al desarrollarse ios primeros calores y tener aún la planta poca resis-
Diputació de Girona — Servei de Biblioteques
Es d e notar la tendencia moderna
3 no emplear variedades de gran alzada que además de tener propensión a
un desarrollo excesivo d e las hojas en
detrimento del grano, esquilman inútilmente el suelo, por las materias minerales q u e extrae del mistno la p a n e
menos útil de !a planta, el largo tallo
o can a j como se demuestra procediend e a su incineración v análisis.' Estas
r"
son las más útiles recomendaciones en
el cultivo del maíz en c í que debe empicarse CsSte ario e l m a y o r esmero para
obtener el máximo rendimiento,
r
^
L, P o \ S Y TUSQUKTS
de lo eteffll*
Pocas leyendas más exactas y ti^nr
¡or situadas que e5ta que aparece j ^
volver la portada de una reciente col^
ción española del iCHmas» de M
rois: ^Aparecemos constantemente e
peñados en dar con lo eterno fuera
lo que nos r o d e a - . . . Porque lo etei"
5e dibuja, enseguida, desde cí prin
pió al fin de esta obra exquisita que
'^Climas-, Venècia, Horencia, ciud*|j
des eternas, descubren algo que sòl'l I
tiene definición en la purjcza inm^^
riai, algo q u e conscientemente condü^i»
a uno de esos giros trascendentales^
los sentimientos. La figura de O d i U ^
como AtaUj Dorotea o Julieta^—coí^^
be un m u n d o distinto, y es cuando *
atomiza toda la sensación d e lo teiTí
no. N a d a puede ser más vacío que u"^
ausencia de Odile, nada, tampoco, ni
denso que el trepidar d e sus paíf*C u a n d o la lejanía nos separa de OJ''^
intuímos sus luchasj nos ro?a, volá^í'
la espuma de la playa que baña su c*'
bclteKEsta pasión dominada p o r el se"
timiento eterno labemos cuando n3f^
p e r o , al igual que el caudal de los ri^:
cuando se pierde p o r la Irabazi^n di
oleaje marino, desconocemos, a vec^^
cuando se extingue.
La segunda parte de la obra (Is^'
belle) nos ofrece el inesperado reverS^^
Es ahora el sentimiento vJril el que à^'
ambuia entre dos ideales (Isabcll^'
Solangc),
A n d r é Maurois, escritor caractc^^'
zado p o r su introspección fácil no p'''
dfa dejar meramente planteado un prO'
blcma tan agudo y he aqui como ^\
análisis de este sentimiento' de lo etcf
no aparece revelado en sus posircfS*
páginas: «De hecho, mi única ocup*'
ción ha consistido í n perseguir un^
felicidad absoluta,., Y nada más van^^
El amor absoluto no existe, como n^*
existe el gobierno perfecto, y el opo^'
tunisino del corazón es la única szb^'
duría sentimental..."
• Con ello V después de una teníate'
va audaz, reclina a los sentrnTÍcntoS ^
su primitivismo oiiginario, a b a n J f
n a n d o ^^ífiemor? ¿depresión?— su d'
fraordinario vuelo transubstailcial.
L. A.
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