MUJERES ENAMORADAS: MUJERES TERRIBLES (CON MEDEA Y FEDRA) De Alicia Esteban Santos SINOPSIS El autor (de esta obra) presenta a otro autor (Eurípides), que a su vez presenta a sus personajes, a los que modela a su antojo en el transcurso de la acción. Ésta consiste en las historias en paralelo de dos mujeres míticas: mujeres esencialmente enamoradas, cuya intensa pasión las lleva a una situación límite y a mostrarse como mujeres terribles. Ellas son Fedra y Medea, cuyas impresionantes leyendas -con notables puntos en común, pero a la vez grandes diferencias- nos son bien conocidas gracias a sendas tragedias de Eurípides (Hipólito y Medea): Fedra, esposa del rey de Atenas, Teseo, está enamorada de su hijastro, que la rechaza; Medea, maga, princesa de la lejana Cólquide, es abandonada por su esposo Jasón, a quien ella tanto había ayudado (por ejemplo, para conseguir el vellocino de oro), y queda en el mayor desamparo. COMENTARIO La autora se ha basado en los temas de dichas tragedias y ha intentado reflejar y comunicar el espíritu y la originalidad de Eurípides, mostrando a éste (que en la acción interactúa con sus propios personajes, mientras que a su vez la autora interactúa asimismo con su personaje, Eurípides) en su acto creativo, que aporta muy significativas innovaciones al mito tradicional. Ya que –como se presenta en la trama de la obra- la Fedra (“púdica”) del Hipólito conservado es opuesta en gran parte a la tradicional (“impúdica”), que él fielmente había plasmado sin embargo en una primera versión –perdida- de la tragedia. En cuanto al personaje de Medea, también está sustancialmente alterado por Eurípides con respecto al tradicional, tal como había sido tratado antes por lo general, pues es probablemente innovación de nuestro trágico el adjudicarle el más monstruoso de sus actos: el asesinato de sus hijos. También se hace un pequeño homenaje en esta obra a la recreación de Medea en la ópera de Luigi Cherubini (y a su principal cantante en el s. XX, la griega Maria Callas), al usarse como leitmotiv la frase “Yo soy Medea”, con que más o menos inicia la heroína su canto en dicha ópera. 1