GRUPO DE MINDFULNESS Y ATENCIÓN PLENA Recientemente el periódico The New York Times publicó un artículo con el llamativo titulo “cuando la mente divaga la felicidad se evapora”, en el que se hacia eco de una investigación de la universidad de Harvard sobre el tema de la felicidad, publicada en la revista Science Allí se afirmaba que las personas que se concentraban en lo que estaban haciendo se sentían más felices que aquellas en las que existían una disociación entre lo que estaban haciendo y lo que estaban pensando. El término “mindfulness” no tiene una traducción exacta en castellano, aunque suele traducirse por “atención plena “ o “conciencia plena”, haciendo referencia tanto al atender como al darse cuenta, dos aspectos centrales en este concepto. La palabra inglesa hace referencia al vocablo “sati” (en pali, lengua indoaria en la que estaban escritos los escritos budistas). Esta palabra no tienen una traducción clara, haciendo referencia tanto al proceso de atender como al de darse cuenta. Por esto en castellano algunos autores prefieren dejarla sin traducir. Lo cierto es que a menudo vivimos “con el piloto automatico” puesto, sin darnos cuenta de lo que hacemos cotidianamente y muchas veces sin “ver” realmente a las personas que nos rodean ni entender lo que nos pasa. La meditación basada en la atención plena es una herramienta empleada con éxito en el tratamiento de ansiedad, depresión, estrés y otros muchos problemas psicológicos. Es, de hecho, una forma de vivir que nos lleva a estar en el mundo y relacionarnos más plenamente. El Centro Mencey ofrece un curso de iniciación al mindfulness, de 10 semanas de duración, para comenzar a vivir de una manera más consciente. El curso será conducido por una psicóloga clínica con amplia experiencia personal y profesional sobre el tema. Serán sesiones de una hora y solo necesitamos ropa cómoda y curiosidad y apertura ante la experiencia. MINDFULNESS PARA PADRES: PARENTALIDAD CONSCIENTE Ser padre o madre puede ser lo más gratificante en la vida de una persona, y también una gran fuente de sufrimiento y conflictos. Los hijos ponen a prueba nuestros límites , creencias y capacidades, no importa cuál sea nuestra profesión, nivel cultural o personalidad… La vida actual impone unos ritmos y horarios que a menudo dificultan la vida familiar. El estrés forma un circulo vicioso entre padres e hijos que se realimenta y con frecuencia las relaciones se tornan difíciles. La comunicación a menudo es funcional y superficial. Su grabaramos la banda sonora de lo que decimos a nuestros hijos en un dia a menudo oiríamos fundamentalmente órdenes, instrucciones, regaños y apremios “venga, vamos, deprisa”… ¿queremos vivir con el piloto automático, sin “ver” al niño real que tenemos con nosotros? John Kavatt Zinn , investigador pionero en la aplicación del mindfulness a la salud mental, escribió un libro sobre parentalidad consciente (Everyday blessings, the inner work of mindful parenting). En él dice: "El mejor regalo que podemos hacer a nuestros niños es el nuestra propia presencia", "Para estar en pleno contacto con nuestras vidas, hay que aprender a desconectar el piloto automático y aterrizar en el momento presente, vivir intencionalmente en el ahora, practicar lo que llamamos la "paternidad atenta". "Es increíble comprobar cómo cambia radicalmente la actitud de los niños en cuanto perciben que estamos con ellos con nuestros cinco sentidos. La relación padre-hijo se convierte entonces en un flujo constante: las tensiones desaparecen y se alcanza una mágica sensación de gratitud y equilibrio". El Centro Mencey ofrece un curso de mindfulness para padres, de 11 semanas de duración, en sesiones de 75 minutos. En él aprenderemos a meditar y aplicaremos esta filosofía a la crianza de nuestros hijos, con el siguiente programa: 1) Introducción al darse cuenta en la relación con los hijos 2) Quien soy yo/ quien es mi hijo 3 y 4) Afrontamiento de la ira (mía y de mis hijos) 4) Aprendiendo a (no) preocuparse 6) Encontrar calma en el día a día 7) Compartir y disfrutar momentos especiales 8) Momentos de crisis: Cuando todo parece ir mal. Cuando hemos “metido la pata” 9) Poniendo (y quitando) límites a nuestros hijos 10) El arte de conversar 11) Última sesión de revisión y cierre del curso Las sesiones serán llevadas a cabo por una psicóloga clínica con experiencia personal y profesional en el tema, que ha llevado a cabo una investigación que demuestra la efectividad de este entrenamiento para mejorar las relaciones familiares.