Diario de Mallorca DOMINGO, 21 DE JULIO DE 2013 15 CORREO ELECTRÓNICO [email protected] 1 2 3 5 4 LA SALA DE CONTROL SITUADA EN LA AVENIDA SANT FERRAN cuenta con 16 trabajadores que se coordinan para ocupar los puestos de vigilancia durante las 24 horas de los 365 días del año. 1 Las pantallas muestran los niveles del tráfico a tiempo real. F MANU MIELNIEZUK 2 Un trabajador se encarga de revisar las matrículas de los vehículos que entran en los acires. F MANU MIELNIEZUK 3 De izquierda a derecha: el jefe de servicios de regulación de tráfico, Francisco Rodríguez, el concejal de movilidad, Gabriel Vallejo, y el jefe del departamento, Miquel Femenía. F MANU MIELNIEZUK 4 Dos de las tres mesas de la sala se dedican al control del tráfico. Obras, atascos y accidentes son la mayor preocupación. F MANU MIELNIEZUK 5 Los monitores nuevos son de 55 pulgadas. F MANU MIELNIEZUK las previsiones del tiempo”. Los modelos de simulación consisten en estudios que calculan qué pasaría si se colocasen semáforos en determinadas zonas. El sistema funciona con detalles que dibujan pequeños coches en circulación, como en un juego. Además, poseen un fichero totalmente digitalizado. “Intentamos que todo se pueda hacer sin papel”, asegura Femenía. El fichero contiene las licencias de taxi en formato PDF, incidencias de cada vehículo, estadísticas y un recuento del total de taxistas en funcionamiento. El jefe del departamento cuenta que tienen conexión con las cámaras del Consell y de la Dirección General de Tráfico (DGT). “Las labores de la sala del Consell son de corte más informativo”, asegura Femenía. Los trabajadores reivindican que su trabajo es muy necesario y desconocido a la vez. “Lo que hacemos aquí afecta en tiempo real al ciudadano, y esto nadie lo sabe. Los semáforos no funcionan solos”, afirma Francisco Rodríguez. Además, la sala cuenta con una sala con armarios repletos de ordenadores antiguos. “Cuando comenzamos no existía la fibra óptica, ni internet. Pero ahora todo funciona así y hay que adaptarse”. Justo al lado, una salita para merendar y descansar, con un monitor de los antiguos. En total tienen colocadas cámaras a lo largo de la ciudad. Las últimas que han instalado se encuentran en la zona de Can Pastilla. Femenía afirma que aún estando marcados por la austeridad, no lo llevan mal. “Las inversiones son cero, pero nos basta para mantenernos. Mientras todo funcione, no pedimos más”. “Es una orquesta muy bien dirigida que intenta mantener la armonía” ANTECEDENTES La historia de la sala comenzó en 1991. Desde ese momento han añadido progresivamente nuevos sistemas y mecanismos A. ALCOLEA MARÍN PALMA La sala de control de tráfico nació de un proyecto que la Dirección General de Tráfico empezó en el año . Desde entonces, se han venido sucediendo cambios a nivel estructural y tecnológico que han permitido una mejor gestión y vigilancia de la circulación. “Se estaba intentando centralizar las instalaciones de tráfico para tener un programa que gestionase los cruces”, cuenta el jefe de servicios de regulación de tráfico, Francisco Rodríguez. La historia comenzó con solo cámaras, de ellas del Ayuntamiento, luego monitores y un panel sinóptico, que controlaba los cruces semafóricos con un sistema muy antiguo en comparación con la tecnología actual. “Era muy primitivo, pero ha ido evolucionando”, agrega Rodríguez. Con el tiempo fueron incorporando los nuevos servicios que aparecían gracias al avance tecnológico, como el sistema de lectura de matrículas o el de Bicipalma. El año pasado ampliaron el espacio de la sala y renovaron elementos de trabajo reciclando material recogido en el edificio de Gesa. Cortinas, armarios, suelos, mamparas, techos, y cuadros eléctricos utilizados. “Aquí no hay ningún lujo, todo es de segunda mano. Quisimos aprovechar al máximo todo lo que teníamos, gastando solamente lo necesario”, asegura Miquel Femenía. El jefe de servicios siente melancolía por los primeros reguladores semafóricos con los que trabajaron antiguamente. El primero data en el año , un Rotrotol, que dirigía el cruce entre la calle Colom y Jaume II. Ellos lo llamaban El Águila. Ahora está en una vitrina junto a otros cuantos más, custodiando la entrada a la sala, a modo de homenaje al pasado. El presente Recapitulando hasta los últimos días, cuentan que esta semana han estado vigilando algunos trabajos de asfaltado y unas obras. “Se aprovecha el verano para hacer las obras porque molestan mucho menos. Ahora estamos en una época de valle. En febrero, la circulación volverá a alcanzar su La oficina tiene una sala para guardar ordenadores. MANU MIELNIEZUK punto máximo”, cuenta un trabajador. Por otro lado, aseguran que nunca han tenido problemas en relación a la intimidad. “La gente no se preocupa, nuestras cámaras suelen estar situadas alturas considerables”, afirma Femenía. Rodríguez cuenta que el trabajo de la sala es “una orquesta muy bien dirigida”. “Intentamos mantener esa armonía", añade. Hasta hace un año la sala de control era mucho más pequeña, pero tiraron una pared para tener más espacio, y trasladaron la emisora. Los monitores pequeños quedaron atrás, los de ahora son de pulgadas.