Otro caso de empresarios que cierran puertas Cien trabajadores de la clínica Salus de Benalmádena (Málaga), perteneciente al grupo Femenía, piden justicia y que se les paguen las nóminas de diez meses que se les adeuda “Ha habido una descapitalización, llevamos casi un año sin cobrar y sin actividad”, afirman los representantes sindicales Un grupo de trabajadores y trabajadoras de la clínica Salus de Benalmádena (Málaga) se han desplazado a Palma, sede del grupo Femenia al que pertenece Salus, para dar a conocer su dramática situación de paro tras la fuga de capitales de la empresa. Según los representantes sindicales Joaquín Doblas y Miguel Martín, miembros del comité de empresa, la responsable de esta situación es la administradora única, la señora Terry Kennedy Jones, la misma que pleitea con la familia Femenía, y que en los últimos seis meses se ha llevado el dinero de la empresa. “Ha habido una descapitalización, llevamos casi un año sin cobrar y sin actividad”, han manifestado. En septiembre de 2008 se presentó un concurso de acreedores ante el Juzgado de lo Mercantil de Málaga y acto seguido la administradora sacó de la clínica Salus dos millones de euros para otras empresas del grupo. Ante la inactividad de la empresa, y tras seis meses de negociación, 60 trabajadores pidieron el autodespido viendo que se llegaría al cierre total del hospital. En marzo el Juzgado de lo Social dio la razón a los trabajadores y empezaron a percibir la prestación por desempleo, pero la empresa puso un recurso y, según han explicado los representantes sindicales en rueda de prensa, ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía resolvió que no cabía el autodespido y ahora los trabajadores deberán devolver al INEM la prestación por desempleo recibida desde marzo. Los 40 trabajadores restantes de los 100 que conforman la plantilla llegaron a un acuerdo con la empresa con una resolución de contrato a 30 días. El grupo de empresas Femenía está valorado en 7 mil millones de pesetas. Sólo el hospital Salus de Benalmádena facturaba 2 mil millones de pesetas y estaba entre las 10-12 empresas que más facturaban de Málaga. “Pedimos nuestro dinero, que se nos indemnice y que se depuren responsabilidades”, puntualizan los trabajadores que se han desplazado a Palma y que se han concentrado esta mañana en la plaza de la Porta Pintada de la capital balear para dar a conocer sus justas reivindicaciones.