Fundamentos de la Posmodernidad. Limitaciones de la educación Por Joan Tahull Fort, Dr. en Sociología, Universidad de Lérida. Miembro del GESEC (grupo de estudios sobre sociedad, salud, educación y cultura), Grupo de Estudios sociológicos adscrito a la Universidad de Lérida. Yolanda Montero Plaza, Lic. en antropología social y cultural. Profesora y directora de equipo de asesoramiento psicopedagógico. Universidad de Lleida. Resumen A lo largo del siglo XX se han producido importantes cambios en las sociedades occidentales. Las transformaciones se han dejado notar en todas las áreas: la filosofía, la sociología, la antropología, la psicología, la ciencia, la literatura… Este proceso ha cristalizado en un periodo llamado Posmodernidad. Concepto popularizado por Lyotard, quién en 1979 escribió la obra La condición posmoderna, donde desarrolló los elementos fundamentales. Las diferentes especialidades del conocimiento han hecho durante el siglo pasado importantes esfuerzos para construir un marco teórico adecuado a los nuevos tiempos. La pedagogía no ha tenido el desarrollo de otras materias y su ubicación en un contexto social y cultural posmoderno es problemática. La educación no tiene claras sus funciones en un paradigma complejo y difuso. Palabras claves: Educación- sociedad - complejidad- Posmodernidad- Crisis Foundations of Postmodern era. Limitations of education Summary Throughout the twentieth century there have been major changes in Western societies. The transformations have been given in all kind of subjects: philosophy, sociology, anthropology, psychology, science, literature ... This process has resulted in a period called Postmodernism. This concept was popularized by Lyotard who in 1979 wrote the play The postmodern condition where he developed the fundamental elements. The different fields of knowledge have made considerable efforts to build a theoretical framework over the last century and this change has been adapted to modern times. The pedagogy has not had the development of other materials and its location in a postmodern social and cultural context is problematic. Education does not have its functions clear in a complex and diffuse paradigm. Keywords: Education- Society- Complexity- Postmodern - Crisis La finalización de la Modernidad abrió una nueva etapa, la Posmodernidad. La presentación de este concepto implica un conjunto de inconvenientes. El primero hace referencia a la dificultad de delimitar exactamente la duración del periodo. Se plantean las cuestiones siguientes: ¿cuándo se termina la Modernidad?, ¿cuándo se inicia la Posmodernidad?, ¿la Posmodernidad tiene entidad suficiente para separarse de la Modernidad?... Estas cuestiones y más serán tratadas en el artículo. Los sociólogos y filósofos se plantean este tipo de preguntas en referencia a la conceptualización de todo periodo histórico. Diversos autores tratan la Posmodernidad y utilizan conceptos diferentes1, aunque hacen referencia a la misma realidad social y cultural. Una de las dificultades más importantes del término hace referencia a la proximidad temporal del mismo. Actualmente estamos instalados en la Posmodernidad. Este hecho hace difícil tener la distancia adecuada para interpretarlo de forma global e integral. La inmediatez del objeto de estudio complica y dificulta la investigación. La evolución de esta etapa sucede delante de nosotros. No conocemos los caminos que seguirá ni la entidad final del periodo. Sucesos recientes importantes, como los atentados de Nueva York del 11 de septiembre de 2001, hacen que la Posmodernidad siga un camino u otro. Definir y delimitar el objeto de estudio es precario y difícil. Cuando el periodo se dé como finalizado, los investigadores agregarán o anularán determinados elementos considerados actualmente relevantes. Valoraciones actuales pueden ser superadas y adaptadas en el futuro. Una primera conclusión, el concepto de Posmodernidad está en constante revisión y adecuación a una realidad social y cultural cambiante. El presente artículo mostrará como diferentes materias se han adaptado a este periodo. En ellas se ha producido una reflexión global y profunda que ha permitido crear un marco teórico más o menos adecuado, pero suficiente para situar la especialidad en un contexto social y cultural turbulento. Trataremos diferentes disciplinas, como filosofía, psicología, economía, literatura, arquitectura…, pero no 1 Bauman ha publicado una extensa obra analizando la sociedad actual. Considera que el elemento principal para caracterizarla es la viscosidad. Las relaciones sociales son acuosas, móviles y dinámicas. En cambio, Marina no utiliza el término Posmodernidad, sino Ultramodernidad. Autores como Lipovetsky usan el concepto Hipermodernidad. Otros continúan citando Modernidad, como Giddens o Rubert de Ventós, pero en un estadio diferente, más complejo y dinámico. introduciremos hasta el final una reflexión de la pedagogía. Mostraremos como en esta materia no se han hecho los mismos esfuerzos que en las otras. No tiene un marco teórico adecuado para estar situada adecuadamente en un contexto social y cultural posmoderno. Algunos intelectuales afirman que la escuela actual está anclada en unas estructuras arcaicas. A continuación presentaremos como las diferentes áreas han hecho esfuerzos para adaptarse a los cambios radicales producidos en el siglo pasado. Una vez presentadas las dificultades del periodo se hace necesario dar una visión global y presentar el origen. Un nuevo paradigma viene precedido de un determinado contexto social y cultural. El origen del cambio es difícil de situar, está sujeto a múltiples interpretaciones. Diferentes autores, Vattimo2 y otros, consideran Nietzsche la figura principal para superar el estadio anterior. Éste afirma que Dios era el elemento fundamental de legitimación de toda estructura social y cultural. La Modernidad se inicia a finales del siglo XV y se caracteriza por introducir nuevas herramientas para acceder a la realidad. La ciencia, la razón y el retorno a los clásicos fueron consideradas estrategias adecuadas para construir un nuevo conocimiento. Este proceso fue evolucionando en diferentes etapas. No se tiene que interpretar de forma continua y unidireccional, sino discontinua, con avances y retrasos. Este proceso iniciado a finales del siglo XV, cristalizó a mediados del siglo XIX y principios del XX, con los tres autores de la Sospecha, Nietzsche, Marx y Freud. Estos pensadores, desde diferentes perspectivas, presentan una reflexión teórica crítica y profunda del modelo social y cultural dominante. Ellos sospechan de aquello considerado evidente y creen que se esconden lógicas ocultas. Las múltiples obras de estos autores pretenden explicitar, sacar a la luz, lo que por diferentes motivos ha sido escondido. Nietzsche (muerto en 1900) reflexiona de forma clara y contundente en referencia a la figura simbólica legitimadora del saber, Dios. A lo largo de su extensa obra, presenta la tesis fundamental de su pensamiento, la muerte de Dios y el inicio del “En Nietzsche, como se sabe, Dios muere en la medida en que el saber ya no tiene necesidad de llegar a las causas últimas, en que el hombre no necesita ya creerse con un alma inmortal. Dios muere porque se lo debe negar en nombre del mismo imperativo de verdad que siempre se presentó como su ley y con esto pierde también sentido el imperativo de la verdad y, en última instancia, esto ocurre porque las condiciones de existencia son ahora menos violentas y, por lo tanto y sobre todo, menos patéticas. Aquí, en esta acentuación del carácter superfluo de los valores últimos, está la raíz del nihilismo consumado”. Vattimo (1986). P. 27. La cursiva es del autor. 2 nihilismo3. Nietzsche (2000) escribe una biografía metafórica de Zaratustra. Éste, a los treinta años, abandona su tierra y va solo a las montañas a meditar durante diez años. Después, vuelve a la ciudad para mostrar al pueblo su transformación. Ahora ve claras las cosas y comprende hechos que otros desconocen. La figura de Dios ha sido construida por los hombres para esconder la auténtica realidad, la nada. Dios ha sido hecho por los hombres y éstos lo destruirán. Zaratustra explica su muerte, “¿No oísteis hablar de aquel loco que en pleno día corría por la plaza pública con una linterna encendida?, gritando sin cesar: ¡Busco a Dios! ¡Busco a Dios! (...) ¿Se te ha extraviado? Decía uno. ¿Se ha perdido como un niño? Preguntaba el otro. ¿Se ha escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se ha embarcado? ¿Ha emigrado? Y a estas preguntas acompañaban risas en el coro. El loco se encaró con ellos y, clavándoles la mirada, exclamó: “¿Dónde está Dios? Os lo voy a decir. Le hemos muerto; vosotros y yo, todos nosotros somos sus asesinos. Pero ¿cómo hemos podido hacerlo? (...) ¿Vamos hacia adelante, hacia atrás, hacia algún lado, erramos en todas direcciones? ¿Hay todavía un arriba y un abajo? ¿Flotamos en una nada infinita? ¿Nos persigue el vacío con su aliento? ¿No sentimos frío? (...) Los dioses también se descomponen. ¡Dios ha muerto! ¡Dios permanece muerto! ¡Y nosotros le dimos muerte!”4. El desarrollo del conocimiento ha tenido la consecuencia que la figura de Dios no es necesaria. El hombre puede vivir, relacionarse, hacer ciencia y cualquier acción, sin la trascendencia. El hombre se ha separado de Dios y profundiza esta opción. Asimismo, Nietzsche considera que la humanidad todavía no está madura y no puede aprehender toda la radicalidad de esta tesis. Muchos individuos no entienden las afirmaciones de Zaratustra, ”Vine demasiado pronto, mi tiempo no es aún llegado. Ese acontecimiento inmenso está todavía en camino, viene andando, más aún no ha llegado a los oídos de los hombres”5. 3 Nietzsche (2000). Tomo 2. P. 490. Nietzsche (2000). Tomo 1. P. 268. 5 Ídem. P. 269. 4 Los hombres de finales del siglo XIX no vivían la realidad de la muerte de Dios ni del nihilismo. Zaratustra comprende como será el futuro. La humanidad habrá de construir una cosmovisión sin Dios. Destacados autores de finales del siglo XX, Vattimo y otros, presentan Nietzsche como un profeta de su tiempo. La Posmodernidad, a finales del siglo XX y XXI, presenta similitudes de los principios defendidos por Nietzsche. La muerte de Dios tiene consecuencias en la categorización del individuo y la sociedad. El hombre ha de ser superado y llegar a ser superhombre6. Tiene que ser mayor de edad y vivir sin falsos mitos. Los referentes se han diluido y el mundo ha quedado como un solar, sin ningún elemento donde apoyarse. El individuo, solo, ha de mirar cara a cara la cruda realidad. Tienen que aprender a luchar para vivir y avanzar. El individuo ha matado a Dios y se ha colocado en su lugar. El hombre es la referencia de las cosas, sin modelos exteriores. Ha de seguir su propio camino. El autor alemán hizo un replanteamiento global de la filosofía occidental y rompió muchos elementos considerados fundamentales del paradigma anterior. Este autor no fue totalmente comprendido en su época y decía que su filosofía era para las generaciones futuras. Algunas de sus ideas fueron apareciendo a lo largo del siglo XX y XXI. Algunos autores, como Durkheim, analizaron los senderos de la civilización occidental y alertaron de su deriva. La sociedad se apartaba progresivamente de la tradición. La pérdida de referentes podía producir graves problemas psicológicos al individuo y graves conflictos sociales. El deterioro de la comunidad, el trabajo precario, las familias desestructuradas… producía incertidumbre, pérdida de referentes y un aislamiento del individuo. Este contexto puede colocar a determinados individuos en un estado de anomia y, en último término, el suicidio (Lyon: 1994, 60). “Cuando Zaratustra llegó a la ciudad más próxima, situada a la vera de los bosques, halló la plaza llena de gente; pues se había avisado que actuaría un volatinero. Y Zaratustra se dirigió a la muchedumbre y le habló así: Yo os enseño el superhombre. El hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué habéis hecho vosotros para superarlo? (…) ¡Yo os enseño el superhombre! El superhombre es el sentido de la tierra. Que vuestra voluntad diga: ¡el superhombre debe ser el sentido de la tierra! ¡Os insto, hermanos, a que permanezcáis fieles a la tierra y no creáis a los que os hablan de esperanzas supraterrenales! Son envenenadores, conscientes o inconscientes. Desprecian la vida; llevan dentro de sí el germen de la muerte y están ellos mismos envenenados. La tierra está cansada de ellos; muéranse pues de una vez!”. Nietzsche (2000). Tomo 2. P. 489-490. La cursiva es del autor. 6 Otros autores de finales del siglo XIX y principios del XX hicieron más aportaciones para dinamitar más las seguridades y comodidades de la Modernidad. Mostraron la realidad más inquietante y compleja de la presentada hasta aquel momento. Destacan, juntamente con Nietzsche, Marx y Freud. Estos autores rompen con un modelo social y cultural dominante. Construyen un nuevo paradigma. Marx (1984) hizo un análisis de la realidad social y económica de su tiempo y mostró los elementos más oscuros. La economía estructura y organiza la sociedad. Las relaciones económicas entre clases sociales determinan directamente las interacciones sociales, hasta el punto de influir en los aspectos más íntimos. Las élites utilizan su habilidad para mantener sus privilegios. Las ideologías y religiones son instrumentos utilizados, a lo largo de la historia, para mantener y legitimar el poder. Tradicionalmente, la religión se consideraba un ámbito para organizar y dar sentido a la vida de los individuos; por el contrario, Marx, muestra una realidad oculta. Considera que éste no ha sido el verdadero objetivo, sino justificar las desigualdades sociales y económicas. Dios lo quiso así. Marx considera a la religión el opio del pueblo. Su objetivo es domesticar y controlar la población. El autor relaciona estrechamente tres elementos: ideología, sociedad y economía. Para Marx, el modelo capitalista estructura la economía, pero va más allá de lo deseable. Mediante su afán de imponer una determinada organización, construye unas relaciones sociales caracterizadas por la subordinación. El capitalismo tiene necesidad de nuevos mercados, nuevas materias primas, más trabajadores, menos salario… El sistema exige crecer continuamente. Los trabajadores están subordinados a los empresarios (2007: 20). Marx desenmascara el papel de la religión y la ideología. La primera es utilizada por las élites para legitimar y justificar su superioridad y la inferioridad de los otros. La ideología, la economía y la sociedad son espacios estrechamente relacionados. Freud también es fundamental para comprender los cambios que se producen durante el siglo XX. Hasta su llegada, se interpretaba la psique del individuo como un elemento estable y fijo. Era algo que se podía conocer mediante las diferentes teorías. Freud rompe esta visión simplista de la mente y defiende que la parte consciente de la misma es una pequeña porción. El conocimiento de la psique está escondido y llegar resulta complejo y traumático. La parte más importante de la personalidad es inconsciente, aquello que el sujeto no conoce. Por el contrario, lo consciente, aquello que conoce y sabe su valor, representa una porción pequeña. Para Freud, el conocimiento de la mente se tiene que buscar en aquello escondido, difícil y perverso (2008: 79). El inconsciente es el elemento más importante para entender la mente. Pero, ¿por qué es así? La psique utiliza este mecanismo para esconder la información en un lugar oscuro y recóndito de la mente. El individuo esconde aquello que socialmente no se considera idóneo y adecuado (2008: 57). Para Freud, el individuo tiene una energía interna que le empuja a actuar de una determinada manera. Las personas tienen instintos hacia el placer, la sexualidad, la violencia y la destrucción. Se obtiene satisfacción mediante el cumplimiento de los instintos. Asimismo, los sujetos chocan contra las limitaciones sociales y aparecen las frustraciones. Diferentes alteraciones psicológicas, neurosis, depresiones… tienen el origen en no saciar los deseos más íntimos. La educación pretende limitar y esconder determinadas conductas y pensamientos no aceptados socialmente. Existe un choque, un distanciamiento entre las posibilidades que ofrecen la sociedad y las necesidades individuales (2008: 65). El individuo tiene que aprender a disimular y esconder algunas ideas y pensamientos socialmente no aceptados. Estas experiencias son guardadas y olvidadas en la parte más oscura de la mente. El inconsciente va determinando los comportamientos, actos, opiniones y pensamientos de los individuos. Freud defiende la inquietante cuestión que la psique está construida por aquello oscuro, escondido y muchas veces desagradable. Su acceso es complejo, largo y penoso (2008: 67). El autor vienés introduce más elementos para comprender la complejidad del puzzle de la mente. Introduce los conceptos de yo, superyo y ello para completar su estructura. El primero hace referencia al principio de realidad; el segundo pertenece al ideal del yo; y el tercero el placer. La conducta se tiene que interpretar a partir de estos tres ámbitos. El individuo intenta buscar el equilibrio entre elementos contradictorios. El principio de realidad choca frontalmente contra el principio de placer y es diferente del ideal del yo. Cualquier acción individual exige equilibrar estos tres ámbitos diferentes y contrarios. La mente del individuo no se interpreta de forma harmoniosa y perfecta; al contrario, se considera oscura, compleja y desorganizada. El psicoanálisis rompe el paradigma tradicional del individuo racional, para valorarlo irracional y contradictorio. Los tres autores presentados se caracterizan por sospechar del conocimiento recibido. Detrás del marco tradicional se esconden objetivos ocultos, no explicitados. Estos tres intelectuales replantearon el marco teórico occidental y a partir de ellos nada volvió a ser igual. Los autores más importantes del siglo XX han reflexionado a propósito de sus ideas. Más allá del marco intelectual de las ciencias sociales (filosofía, psicología, sociología…), la ciencia también participó en romper el paradigma tradicional. El siglo XX se caracterizó por un cambio radical de la física, la matemática… La cosmovisión newtoniana fue superada por las aportaciones de Einstein. Éste revolucionó la física con la teoría de la Relatividad y rompió sus fundamentos tradicionales. Nicolau presenta la paradoja de los relojes para mostrar su complejidad, “Un hermano gemelo hace un viaje espacial a gran velocidad, cuando vuelva será más joven que su hermano. Esto es extraño, pero la paradoja no es aquí, sino con la contradicción de la misma teoría. Si la nave se desplaza en relación a la tierra, también la tierra, como todo es relativo, lo hace en relación la nave. Si el reloj de la nave se atrasa en relación con el de la tierra, también, la tierra se atrasará en relación con la nave y cuando vuelva el astronauta, los dos marcaran la misma hora” (Nicolau: 1991, 162). La teoría de Einstein tiene diferentes consecuencias: la primera consiste en que no existe un tiempo absoluto. La duración de un hecho varía según la velocidad. No se puede hablar de sucesos simultáneos, en objetos en movimientos relativos; la segunda hace referencia a las longitudes, estas son diferentes si se miden desde un sistema en movimiento relativo; la tercera consecuencia consiste en que el espacio y el tiempo no son entidades separadas; se funden en una sola, el “espacio-tiempo” (no hay tres dimensiones, sino cuatro); y la cuarta, la energía y la masa son dos aspectos de una única realidad física (Nicolau, 153). Según la física de Newton, el espacio y el tiempo son absolutos y estables. Einstein realizó un giro copernicano y los interpretó como relativos, flexibles y sujetos al cambio. Rompió los fundamentos de una realidad continua, sólida y estable. Introduce conceptos como perspectiva, relativismo, interpretación, dinamismo…, elementos que van más allá de su teoría y se incrustan en el paradigma social y cultural occidental. La revolución de la ciencia a lo largo del siglo XX no acabó con Einstein. Otros físicos teóricos hicieron aportaciones innovadoras y fomentaron su reestructuración. Destaca la Mecánica Quántica, el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, la teoría del caos y más7. Nicolau explica un ejemplo para ilustrar la Mecánica Quántica, “La ley del azar, base de la ciencia estadística, afirma que una multitud tiene indeterminación para conocer la probabilidad de actuación de cada elemento de la misma. Podemos conocer con una exactitud más que suficiente en la práctica el comportamiento global de todo el conjunto. Un ejemplo lo puede ilustrar: las moléculas de un gas están moviéndose constantemente y pueden desplazarse en todas direcciones. La probabilidad que una molécula determinada en un momento dado vaya arriba o abajo, derecha o izquierda… es la misma. Es imposible, en la práctica, observar lo que hace cada una para comprender el conjunto, pero el resultado global se puede conocer fácilmente” (Nicolau, 211). La revolución científica cambió la forma de interpretar el mundo. Los fundamentos de la ciencia tradicional se derrumbaron y una nueva representación del mundo apareció, más compleja, dinámica y flexible. Las aportaciones de la ciencia fueron recogidas por otras disciplinas y se abrieron nuevas posibilidades. La sociología, la psicología, la pintura, la literatura, la arquitectura… se inspiraron en las vías abiertas por la ciencia. La misma sociedad integraba progresivamente nuevos elementos: 7 La obra de Nicolau presenta de forma didáctica la teoría de la Mecánica Quántica, el principio de Incertidumbre, la teoría del Caos y más aportaciones que han revolucionado la ciencia del siglo XX. Ver: tema 47, El principio de Incertidumbre; tema 52, Cómo interpretar la Mecánica Quántica; tema 54, Prigogine y el Indeterminismo de la física actual… relativismo, azar, incertidumbre… y los adoptaba para mirar y interpretar la realidad social y cultural. La cristalización definitiva de la Posmodernidad al panorama intelectual occidental fue la publicación de un artículo de Lyotard8. Aunque, durante el siglo XX, diversos autores lo utilizaron, desde diferentes disciplinas, sin demasiado éxito. En España, De Onís (el 1934) utilizó el concepto de Posmodernidad para definir una época diferente a la Modernidad. Este autor hizo sus aportaciones en el ámbito literario, quería hacer volver la literatura a la raíces del Modernismo inicial. De Onís creía que Rubén Darío había provocado una fisura en las formas literarias convencionales y se tenía que volver a una literatura más convencional. El Modernismo y las vanguardias habían alejado la obra de arte del público (Anderson: 2000, 10). La idea de Posmodernidad también apareció en el mundo anglosajón. Toynbee, en 1954, en la obra Estudio de la historia, volumen 8, describe el inicio de la edad posmoderna. Para él, empezó en la guerra entre Francia y Prusia y tenía connotaciones negativas. Su perspectiva no arraigó y pasó desapercibido9. En los Estados Unidos, Olson (en 1951) también utilizó el concepto de Posmodernidad, desde una visión positiva. Consideraba que en la nueva época habría una profunda transformación del individuo y la sociedad. La comunidad integraría progresivamente las ciencias, la técnica, el arte (pintura, escritura, arquitectura... y las vanguardias) y habría una revolución política constante. Las aportaciones de Olson no cristalizaron en ninguna doctrina ni institución. Aunque, abrió nuevas vías para la reflexión y la inspiración (Anderson, 14). 8 Lyotard publicó en 1979 la obra, La condición posmoderna. Informe sobre el saber, describe las características principales de una nueva época, la Posmodernidad. 9 “Las comunidades occidentales se hicieron modernas apenas lograron producir una burguesía lo bastante numerosa y competente como para convertirse en el elemento predominante de la sociedad. Por contraste, en la edad posmoderna esa clase media no llevaba ya las riendas. Acerca de lo que seguía, Toynbee se expresaba con menos precisión; pero sin duda la edad posmoderna estaba marcada por dos procesos: el auge de una clase obrera industrial en Occidente y, en el resto del mundo, el esfuerzo de las sucesivas intelligentsias por dominar los secretos de la modernidad y volverlos contra Occidente”. Anderson (2000). P. 12. La cursiva es del autor. En sociología, autores como Mills, Howe y Levin, también utilizaron el concepto de Posmodernidad a finales de los años 50, pero desde una mirada negativa. Consideraban que los ideales modernos del liberalismo y socialismo se derrumbaban y no aparecía nada con entidad suficiente. Estos autores caracterizaban la sociedad posmoderna vacía y conformista (Anderson, 22). En los Estados Unidos, en 1972, en la ciudad de Binghamton, la revista Boundary 2 publicó un ensayo titulado Modernism and Post-Modernism: Approaching the Present in American Poetry (Modernidad y Posmodernidad: una aproximación al presente de la poesía americana), donde se destaca la importancia de Olson en la construcción de la nueva literatura, más próxima a las necesidades sociales y culturales del momento. El conocimiento se tiene que integrar para construir una sociedad y un hombre nuevo10. El concepto posmoderno también fue utilizado en Egipto, por Ihab Hassan. Este autor, en 1971, lo citó en diferentes artículos. Lo interpretaba como un movimiento social y cultural que superaba la Modernidad y tenía características propias. Integraba el arte, la música, la tecnología… Según Hassan, la Posmodernidad era mucho más que una tendencia o moda momentánea, era una forma de estar en la sociedad. El nuevo paradigma integraba elementos sociales, culturales, psicológicos, filosóficos, económicos y políticos. Se caracterizaba por la indeterminación y la inmanencia (Anderson, 30). La arquitectura y el urbanismo también utilizaron el concepto. Algunos autores se plantearon las ciudades del mundo más posmodernas. Algunos afirmaban Los Ángeles11 y otros Las Vegas12. Llegados a este punto, algunos intelectuales sitúan el “Fue esa recepción la que por primera vez estabilizó la idea de posmoderno como referencia colectiva, si bien sufrió cierta alteración en el proceso. Se recordaba y se ensalzaba el llamamiento de Olson a una literatura proyectiva más allá del humanismo y su compromiso político a favor de un futuro imprevisto más allá del capitalismo. (…) En el momento culminante de la Guerra de Vietnam, su objetivo era <conseguir el retorno de la literatura al dominio del mundo >, mientras se estaba viviendo <el momento más dramático de la hegemonía americana y de su colapso>; quería demostrar que <el posmodernismo es una especie de rechazo, un ataque, una manera de mirar el formalismo estético y la política conservadora del New Criticism>”. Anderson (2000). P. 27. 11 “Más de un comentarista ve en Los Ángeles la primera ciudad verdaderamente posmoderna. Esta inmensa metrópoli a la orilla del océano tiene una enorme proporción de empleos en la alta tecnología, además de trabajos de bajos salarios en los servicios y la manufactura. (…) Es difícil obtener una imagen nítida de este flujo urbano fragmentario, en constante movimiento, que se advierte por doquier, a nivel 10 tránsito de la Modernidad a la Posmodernidad en un día concreto. Harvey lo expresó de esta forma, “Con respecto a la arquitectura, Charles Jencks afirma que el fin simbólico del modernismo y el tránsito al posmodernismo se produjeron a las 15:32 horas del 15 de julio de 1972, cuando el complejo habitacional Pruitt-Igoe en St. Louis (una versión premiada de la <máquina para la vida moderna> de Le Corbusier) fue dinamitado por considerárselo un lugar inhabitable para las personas de bajos ingresos que alojaba. En lo sucesivo, las ideas del CIAM, Le Corbusier y otros apóstoles del <alto modernismo> cederían ante la embestida de otras posibilidades, entre las cuales las propuestas en el influyente Learning from Las Vegas por Venturi, Scott Brown e Izenou (publicado también en 1972) resultaron ser sólo algunas de las más efectivas” (Harvey: 1998, 57). Les sociedades occidentales estaban inquietas. La complejidad creciente exigía un marco teórico para interpretar adecuadamente la realidad social y cultural. Diferentes elementos aparecían de forma radical en la sociedad occidental, el consumismo, la publicidad, los medios de comunicación, la globalización, nuevos modelos de organización política, el papel de las minorías étnicas, el concepto del placer, el sexo, la inmediatez, el papel de la mujer y el hombre en la sociedad… y otros elementos que paulatinamente van apareciendo. El concepto posmoderno había sido utilizado por diversos autores, en diferentes disciplinas. Aunque no se había instalado de forma clara en el panorama intelectual. El global. Los Ángeles alberga a técnicos de la Guerra de las Galaxias y a estrellas de cine, pero cada uno en su propio enclave (vigilado). Tiene suburbios pobres y zonas modernas de la burguesía acomodada. Cuenta con un gran aeropuerto, el LAX, y bloques de oficinas, hoteles y centros comerciales. Crece desordenada y heterogéneamente a lo largo de muchos kilómetros, pero carece de un centro identificable. Si hay un centro (…) es el Hotel Bonaventure, un símbolo arquitectónico asombrosamente alto del laberinto fragmentado que se extiende unos cien kilómetros a su alrededor. Las miniciudades compensan con sus nombres el recuerdo nostálgico de otras geografías: Venice, Manhattan Beach, Ontario, Westminster. Todo es vívido, simultáneo y conexo. Una ciudad sin plan, sin profundidad, posmoderna”. Lyon (1994). P.108. 12 “En 1972, Robert Venturi y sus colaboradores Denise Scott Brown y Steven Izenour publicaron el manifiesto arquitectónico de la década, Learning from Las Vegas. (…) Venturi y sus colegas lanzaron un ataque mucho más iconoclasta contra la arquitectura moderna, en nombre de la imaginería popular. (…) Argüían que ahí (Las Vegas) se podía encontrar una renovación espectacular de la asociación histórica de la arquitectura con la pintura, las artes gráficas y la escultura –una exuberante primacía del símbolo sobre el espacio-, (…) Contrastando la monotonía planificada de las megaestructuras modernas en vigor y la heterogeneidad del espontáneo desparramiento urbano, Learning fron Las Vegas resumía la dicotomía entre ambas en una frase: <Construir para el Hombre> contra <construir para hombres (mercados)>”. Anderson (2000). P. 34. concepto estaba limitado a colectivos reducidos13. Lyotard publicó, el 1979, La condición posmoderna donde popularizó y generalizó el término. El filósofo francés hizo un análisis del estado del conocimiento del mundo occidental. El subtítulo de la obra es Informe sobre el saber. El autor busca las características del saber y sitúa el marco general. Lyotard, al inicio de la obra, afirma que saber es un elemento social y cultural. La sociedad moderna tiene un determinado tipo de conocimiento y una forma de acceder a él. Por el contrario, en una sociedad posmoderna, conocer significa otra cosa y se accede mediante otras vías. La Posmodernidad es un todo, un concepto global que integra un conjunto de ámbitos y disciplinas (Lyotard: 1994, 13). Para Lyotard, el hecho de conocer ha cambiado en la Posmodernidad. El saber se ha convertido en la principal fuerza de producción, permite un desarrollo más rápido y eficaz. La comunidad es más dinámica y flexible. En este nuevo contexto, el conocimiento permite una transformación constante. La innovación y la introducción de nuevas técnicas es un aspecto fundamental. El conocimiento en si mismo no es importante, sino el beneficio que pueda aportar. El concepto conocer cambia, no es un fin en si mismo, es un medio para conseguir algo. Tiene una acepción instrumental (Lyotard, 17). El autor francés interroga el significado de saber en un contexto determinado. Para él, una estructura social y cultural específica construye un conocimiento concreto. El saber es relativo14. También se pregunta si el conocimiento puede llegar a ser global, si la ciencia puede integrar conocimientos específicos de otras disciplinas. La Modernidad se caracterizaba por tener la capacidad de integrar todas las disciplinas. El “Nadie se pone de acuerdo acerca de qué se entiende por este término, excepto, quizás, en que el <posmodernismo> representa cierto tipo de reacción o distancia respecto del <modernismo>. En la medida en que el significado del modernismo también es muy confuso, la reacción o distancia que se conoce como <posmodernismo> lo es doblemente. El crítico literario Terry Eagleton (Awakening from modernity, Times Literary supplement, 20 de febrero de 1987) trata de definir el término así: Existe quizás un cierto consenso según el cual el típico artefacto posmodernista es leve, auto-irónico y hasta esquizoide; y reacciona a la autonomía austera del alto modernismo adoptando de manera imprudente el lenguaje del comercio y de la mercancía. Su posición con respecto a la tradición cultural es la de un pastiche irreverente, y su artificial superficialidad socava toda solemnidad metafísica, en ocasiones mediante una estética brutal de suciedad y shock”. Harvey (1998). P. 23. 14 “Esta esquemática llamada de atención no tenía otra función que precisar la problemática en la que intentamos situar la cuestión del saber en las sociedades industriales avanzadas. Pues no se puede saber lo que es el saber, es decir, qué problemas encaran hoy su desarrollo y su difusión, si no se sabe nada de la sociedad donde aparece. Y, hoy más que nunca, saber algo de esta última, es en principio elegir la manera de interrogar, que es también la manera de la que ella puede proporcionar respuestas”. Lyotard (1994). P. 33. 13 racionalismo situaba la razón como fuerte suprema de conocimiento. La Modernidad interpretaba la ciencia como un conocimiento empírico y progresivo. Se tenía fe en un desarrollo creciente del saber. También, la filosofía ofrecía un marco global; especialmente determinados autores, como Hegel. Este construyó un modelo teórico donde explicaba el sentido del pasado, el presente y el futuro. Este autor interpreta el conocimiento como un proceso dialéctico del espíritu, donde existen diferentes estadios que permiten llegar al espíritu absoluto, el conocimiento total de si mismo. Otros filósofos construyeron marcos teóricos globales para integrar conocimientos específicos. La religión también ha tenido históricamente una importante capacidad generalizadora. Lyotard cree que el saber superior es el científico, pero tiene el inconveniente de no tener la capacidad de integrar elementos específicos. Lyon lo expresa como sigue, “Y como Lyotard observa hoy: <La ciencia juega su propio juego; es incapaz de legitimar los otros juegos de lenguaje... sobre todo, es incapaz de legitimarse a sí misma>. Ya no existe ningún fundamento metodológico seguro; las certidumbres de la ciencia se han derrumbado. De hecho, el conocimiento tal y como lo concibieron los modernos se ha desvanecido: y no son posibles las descripciones del mundo” (Lyon: 1994, 114). El conocimiento ha perdido la unidad y se ha fragmentado en mil pedazos. No hay un hilo conductor que permita integrar las diferentes especialidades. La ciencia, como saber superior, no tiene esta capacidad globalizadora. Por este motivo, Lyon comentando a Lyotard, plantea el problema del fundamento del conocimiento, concretamente el científico. La ciencia no tiene capacidad de justificar las otras disciplinas, tampoco a si misma. El conocimiento instrumental, práctico y aplicado ha perdido la base, el fundamento y el sentido. Los fines de la ciencia pueden ser múltiples y contradictorios. No se puede hablar de verdad, justicia, conocimiento en mayúsculas; por el contrario, se habla de una razón débil, toda opinión tiene sus motivos y justificaciones en un marco determinado. No es posible extrapolar una manifestación a otro contexto, allí pierde todo sentido y significado. La verdad se ha reducido a un ámbito concreto y específico, depende de los condicionamientos sociales y culturales. La característica principal de la Posmodernidad es la pérdida de credibilidad de las metanarrativas15. La pérdida de fundamentos sólidos del saber tiene consecuencias sociales y aparece una relación estrecha entre poder y conocimiento. Las elites utilizan el conocimiento en beneficio propio, para mantener y aumentar sus privilegios. Estos utilizan los medios y estrategias para mantener una estructura social, cultural, política y económica determinada. Foucault es un autor destacado de este periodo. El conocimiento tiene una lógica interna que se relaciona con el dominio y el poder. Las elites construyen unas estructuras sociales y culturales que legitiman determinados valores. Foucault (1998) explicita una arqueología del poder y muestra sus lógicas en diferentes periodos históricos. La realidad es compleja, hay una gran cantidad de variables con influencia directa en los hechos. El investigador nunca es capaz de aprehenderlas totalmente. La finitud del hombre no permite captar la complejidad de relaciones sociales. Las élites están desconcertadas por la dificultad de las interacciones sociales y las simplifican en unos conocimientos específicos. Construyen un relato simple para reforzar sus puntos de vista. El conocimiento adquiere un objetivo instrumental. La finalidad es controlar y dominar los individuos. Foucault considera el lenguaje un ámbito fundamental para desarrollar estrategias de control y dominación. Tradicionalmente, se ha considerado una herramienta para comunicar y acercarse a la verdad. Por el contrario, el autor francés rompe esta tradición benigna y superficial. La función principal del lenguaje consiste en dominar. Seguramente es el recurso más potente, debido a que funciona inconscientemente. Los sujetos no son conscientes de su importancia. El discurso es la cristalización de los diferentes procesos de dominación en un determinado periodo “En la sociedad y la cultura contemporáneas, sociedad postindustrial, cultura posmoderna, la cuestión de la legitimación del saber se plantea en otros términos. El gran relato ha perdido su credibilidad, sea cual sea el modo de unificación que se le haya asignado: relato especulativo, relato de emancipación. Se puede ver en esa decadencia de los relatos un efecto del auge de técnicas y tecnologías a partir de la Segunda Guerra Mundial, que ha puesto el acento sobre los medios de la acción más que sobre sus fines; (…) Estas búsquedas de causalidad siempre son ilusorias. Supóngase que se admite una u otra de esas hipótesis. Queda por explicar la correlación de las tendencias invocadas con la decadencia de la potencia unificadora y legitimadora de los grandes relatos de la especulación y la emancipación”. Lyotard (1994). P. 73. 15 histórico. No se tiene que interpretar como una lucha física, sino una lucha por el espacio simbólico. Los individuos no pueden opinar de forma transparente; al contrario, la cultura determina y estructura una forma de mirar y interpretar los hechos sociales. Los individuos no pueden traspasar determinados límites impuestos por la cultura, si no se cumplen determinadas normas, aparecen los procedimientos de exclusión o separación forzosa (Foucault: 1982, 107). El estado es una institución fundamental para construir y mantener el aparato disciplinario y el control. Tiene la función de organizar, estructurar y planificar la sociedad. Permite desarrollar políticas integrales, coordinar diferentes ámbitos y plantearse objetivos complejos. Las sociedades occidentales han evolucionado progresivamente hacia formas más centralizadas y uniformes. El estado tiene la lógica interna de aumentar el control y la disciplina, siempre más. Si no actúa de esta manera, puede ser la destrucción de la institución. Para el autor francés, tradicionalmente, las prohibiciones han sido más severas en los ámbitos sexuales y políticos (Foucault: 1990, 294). El lenguaje no es arbitrario; al contario, se muestra de forma evidente la discriminación. La sociedad no tolera criticar determinadas tesis y defender modelos alternativos. Crea mecanismos para aislar a los sujetos no adecuados: la locura, la enfermedad, la cárcel… Foucault considera la locura un recurso para deslegitimar determinadas opiniones. No hace referencia a limitaciones o deficiencias intelectuales, sino una no adecuación a la cultura dominante. Esta no adaptación constituye la locura. La cultura dominante crea un discurso oficial, separa la razón y el desequilibrio mental. El grupo mayoritario define locos y desviados aquellos que dudan de las verdades establecidas. Foucault relaciona dos conceptos de forma directa: verdad y dominación. Esta unión permite la construcción del discurso oficial y crea las condiciones para dominar y discriminar (1982, 108). Las tesis de Foucault extienden dudas a todas las actividades humanas. Sospecha de cualquier hecho, de forma consciente o inconsciente, todo acto humano reproduce una lógica de dominación, legitimación y control. Los individuos están incrustados dentro de este proceso. El lenguaje tiene en su misma raíz marcas que fomentan la exclusión y la diferencia. Derrida (1975, 1989 y 1990), continuando la reflexión del lenguaje, hace referencia al divorcio entre las palabras y las cosas. La Posmodernidad ha abierto un abismo entre significado y significante. Considera que fuera del lenguaje no hay significado. El discurso está separado de la realidad y sigue una lógica propia. Las palabras actúan libremente y solamente se pueden entender dentro del propio discurso. Hay una metáfora para ilustrar esta tesis. Las palabras son trozos de hielo flotando durante el deshielo. El mundo de los significados se rompe y fragmenta. Hay una desconexión entre las palabras y las cosas. Los conceptos no explican la realidad, sino la propia lógica del discurso (Lyon: 1994, 29). Otros autores no tienen unos planteamientos tan negativos y muestran este periodo más abierto y plural. Vattimo (1986, 1988, 1990 y 2006), desde otro punto de vista, destaca la multiplicación de las posibilidades comunicativas del individuo. Todos los sujetos pueden dar y recibir información de forma sencilla y accesible. Las minorías tienen más posibilidades de presentar a la opinión pública sus cosmovisiones. La sociedad occidental es más plural, diversa y múltiple. La Posmodernidad no tiene un centro de donde surge la información, sino existen múltiples puntos donde sale y entra. Existen múltiples centros que participan de la conexión global. Hay una constante retroalimentación y modificación del mensaje original. Vattimo considera la sociedad posmoderna transparente, ha llegado a la consumación del espíritu absoluto de Hegel. La humanidad se ha hecho consciente de si misma16. Los sujetos tienen unas posibilidades enormes de acceso al conocimiento y aumentarlo constantemente. Siempre pueden estar informados de cualquier evento que sucede en cualquier lugar del mundo. Para él, las nuevas tecnologías no uniformizan la sociedad, sino ayudan a construir la diversidad. La Posmodernidad posibilita la emancipación del individuo y amplia los espacios de libertad (Lyon, 93). Baudrillard (1992) también reflexiona a propósito de las nuevas tecnologías. La televisión y los otros medios modifican radicalmente el mensaje original. La realidad no “¿No es acaso cierto que la universalización del dominio de la información puede interpretarse como una realización pervertida del triunfo del espíritu absoluto? La utopía del retorno del espíritu a sí mismo, de la coincidencia entre ser y autoconciencia completamente desplegada se realiza de alguna manera en nuestra vida cotidiana como generalización de la esfera de los medios de comunicación, como generalización del universo de representaciones difundidas por esos medios, que ya no se distingue (más) de la <realidad>”. Vattimo (1986). Pg. 49. 16 se muestra a si misma, únicamente aparece el relato televisivo. La verdad está formada por imágenes y la define como hiperrealidad. Cree, a diferencia de Vattimo, que se produce un proceso de homogeneización en la sociedad. Los mass media crean modelos, códigos y contenidos que son los referentes de los ciudadanos17. Otros autores han reflexionado a propósito de la Posmodernidad, desde diferentes perspectivas, pensadores como Deleuze, Lipovetsky, Bauman, Giddens, Habermas, Jameson y más. Todos ellos, tienen diferentes miradas, describen una realidad social y cultural caracterizada por la complejidad, la fragmentación, el dinamismo, el individualismo, la inmediatez, el placer, la razón débil, el relativismo, el pluralismo, los medios de comunicación, la pérdida de relevancia de la religión… En este artículo se ha presentado el origen, la evolución y la actualidad de la Posmodernidad desde una perspectiva próxima a la filosofía. Se ha mostrado como durante el siglo XX se han producido cambios importantes en diferentes áreas del conocimiento humano: literatura, poesía, arquitectura, filosofía, economía, psicología… Estas disciplinas han interiorizado elementos que caracterizan la Posmodernidad. También se ha mostrado como en diferentes disciplinas se ha producido una reflexión teórica para construir un marco teórico adecuado para comprender los cambios producidos. Considero que en la educación no se ha realizado la misma reflexión teórica. Diferentes intelectuales manifiestan que la sociedad actual es muy compleja y la escuela tiene estructuras fijas y estancas del siglo XIX. Los centros educativos no están fuera de la sociedad, sino dentro de ella. Están influenciados por todo lo que sucede en la comunidad. Vivimos momentos convulsos y difíciles y la escuela tiene dificultades para dar respuestas adecuadas. Se necesita una reflexión global del significado educar e integrar la complejidad en las aulas. La educación requiere un marco teórico adecuado. La escuela necesita una narración creíble y comprensible. Molina (2006) considera que el sistema educativo necesita estructuras más flexibles y adaptadas al cambio. Menos niveles de jerarquía formal y unos límites más difusos entre funciones y unidades. Los profesionales han de ser sensibles a los procesos y capacidades de los alumnos. Han de “Baudrillard, a quien probablemente se conoce más por sus versiones extremas de esta tesis de la <pérdida de significado>, alcanzó especial notoriedad al declarar que la Guerra del Golfo nunca se había producido. (…) Según Baudrillard, la irrealidad acompañó la guerra, la victoria, la derrota y las negociaciones árabes-israelíes. Todo lo que hubo -por ambas partes- fue simulación por ordenador y en los medios de comunicación. Ahora bien, es cierto que estos aspectos de la Guerra del Golfo representan una nueva fase en la historia de la guerra. Quizás fue la primera guerra posmoderna”. Lyon (1994). P. 97. 17 dar respuestas rápidas al medio. Molina, citando a Kanter (1992), define la organización educativa más adecuada y eficaz, “Estas organizaciones potencian a las personas para que actúen y sean emprendedoras, las recompensan por sus aportaciones y les ayudan a incrementar su destreza y su <empleatividad>... acelerando la evolución de un modelo de organización que define los límites de las organizaciones como elementos fluidos y permeables. Reconoce que las influencias sobre las acciones de la organización provienen de muchas fuentes y direcciones y a través de muchas vías... En consecuencia, en el nuevo modelo, hay que ver la acción de la organización en términos de conjuntos de grupos de actividades cuyos miembros, composición, propiedad y objetivos cambian constantemente...”18. 18 Artículo de Molina y Mayoral (2006). P. 16. (Consulta 30/10/2010). La cita corresponde a Kanter (1992). P. 93-94. Bibliografía - ANDERSON, P. (2000). Los orígenes de la posmodernidad. Anagrama, Barcelona. - BAUDRILLARD, J. (1992). El sistema de los objetos. Siglo XXI, México. - DERRIDA, J. (1975). La diseminación. Fundamentos, Madrid. - DERRIDA, J. (1989). La escritura y la diferencia. Anthropos, Barcelona. - DERRIDA, J. (1990). Teoría literaria y deconstrucción. Arco libros, Madrid. - FOUCAULT, M. (1982). L’ordre del discurs i altres escrits. Laia, Barcelona. - FOUCAULT, M. (1990). La vida de los hombres infames. Ediciones de la Piqueta, Madrid. - FOUCAULT, M. (1998). Arqueología del saber. Siglo XXI, México D. F. - FREUD, S. (2008). El malestar en la civilització. Accent, Girona. - HARVEY, D. (1998). La condición de la posmodernidad: investigación sobre los orígenes del cambio cultural. Amorrortu editores, Buenos Aires. - KANTER, R. M., STEIN, B. A. i JICK, T.D. (1992). The challenge of Organizational Change. The Free Press, New York. - LYON, D. (1994). La posmodernidad. Alianza, Madrid. - LYOTARD, J. F. (1994). La condición posmoderna: informe sobre el saber. Cátedra, Madrid. - MARX, K. (1984). El capital. Edicions 62, Barcelona. - MARX, K. y ENGELS, F. (2007). Manifiest comunista. Aeditors, el Perelló. - MOLINA, F. i MAYORAL, D. (2006). Crisis y conflicto entre el profesorado de secundaria. Cultura e identidades en cambio. Conferencia de sociologia de la Educación (2005 a Santander). Consulta artículo el 30/10/2010, (http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2377196). - NICOLAU, F. (1991). Ciències físiques i filosofia de la naturalesa. Edita fundació Catalunya cristiana, Barcelona. - NIETZSCHE, F. (2000). Obras inmortales. Edicomunicación, Barcelona. - VATTIMO, G. (1986). El fin de la modernidad: nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna. Gedisa, Barcelona. - VATTIMO, G. (1988). El pensamiento débil. Cátedra, Madrid. - VATTIMO, G. (1990). En torno a la posmodernidad. Anthropos, Barcelona. - VATTIMO, G. (1994). El fin de la modernidad: nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna. Gedisa, Barcelona. - VATTIMO, G. (2006). La interpretación del mundo: cuestiones para el tercer milenio. Anthropos, Rubí.