Los náufragos de la armada española en Irlanda

Anuncio
Cesáreo Fernández Duro
Los náufragos de la armada española en Irlanda (1588)
Entre los materiales que sirvieron á la narración histórica de la Armada
que se llamó invencible, enviada por el rey Felipe II contra Inglaterra en
1588, hay una carta escrita en Anveres á 4 de Octubre del año siguiente,
por el capitán Francisco de Cuéllar, que lo era del galeón San Pedro,
conservada en la biblioteca de esta Academia como parte de la colección de
D. Luís de Salazar.
Refiere el capitán que durante el espantoso temporal que sufrieron las
naves sobre la costa de Irlanda, no pudiendo la suya montar el cabo de
Clara, fué forzoso fondearla á media legua de tierra, y allí, perdidas las
anclas, se fué sobre las peñas y se destrozó, como otras varias en que iba
mucha gente lucida, capitanes, caballeros, mayorazgos, de todos los cuales
muy pocos escaparon, porque los más murieron ahogados, y los que nadando
ganaron la playa fueron inhumanamente exterminados por los ingleses que
guarnecían la isla.
Uno de aquellos pocos fué Cuéllar, si bien para llegar á contarlo —226
desde Anveres, pasó más de siete meses entre breñas ó bosques, herido,
desnudo, sufriendo del frío y del hambre tormentos crueles y corriendo
aventuras tales que, según su decir, pudieran creerse sacadas de un libro
de caballería. Caminando siempre por despoblado, acogido á veces por
aldeanas compasivas; apaleado otras por los labradores; dando movimiento á
los fuelles de herrero por un poco de pan de avena; escapando al monte al
aproximarse los sajones; acudiendo al amparo de clérigos que comprendían
su latín macarrónico, llegó á refugiarse al fin: primero, en las tierras
de un señor, que nombra Ruerque, «muy buen cristiano, enemigo de los
herejes, que tenía siempre guerra con ellos» y había acogido hasta setenta
españoles de los náufragos; después en casa de otro señor, dicho Manglana,
enemigo también de la reina de Inglaterra, y si bien fué causa de que el
gobernador de Irlanda sitiara el castillo con fuerza considerable,
Cuéllar, con otros ocho españoles, lo defendió y libró, gracias al
temporal de nieves y aguas que obligó á los agresores á levantar el campo.
Marchó seguidamente el fugitivo á los dominios del príncipe Ocan con
propósito de embarcarse para Escocia, lo que consiguió por la piedad del
obispo D. Reymundo Termi, y de allí logró rescate para Flandes, negociado
por el duque de Parma.
La carta es interesante por los pormenores del naufragio de las naves y de
la desdicha de los tripulantes; pormenores no conocidos hasta la aparición
de este documento inédito1; mas parece que no solo es único y apreciable
por lo que atañe al esclarecimiento de nuestra historia naval, sino que á
la vez sirve é ilustra la general de la Gran Bretaña y la particular de
Irlanda, dando á conocer lugares, costumbres y personas de que se tenían
vagas é inexactas noticias.
Así lo dice el Sr. Michael Brophy, autor del libro titulado Carlow, su
pasado y presente2 , y así también lo ha estimado el —227 Lord Ducie
en su estudio de la Armada, con inserción de la carta de Cuéllar
traducida3.
El Sr. Conde encuentra que el lugar del naufragio fué una playa cercana á
Giant's Causeway, que aún se nombra en el país Port-na Spagna, en Erris
Head, Mayo: estudia la marcha del capitán; identifica al protector de los
desvalidos, Ruerque, con Bryan O'Rourke; en Manglana descubre al jefe Mac
Glanahie; en el príncipe Ocan al magnate O'Cahan, que solía residir entre
Lough Foyle y Bann. El castillo defendido por Cuéllar era sin duda
Rossclogher Castle, situado en la isla Innishkeen, en Lough Melvin, de que
existen ruinas, y el Gran gobernador que lo atacó con los sasanas ó
sajones, Sir William Fitzwilliam, Lord diputado de Irlanda.
El Sr. Brophy ha estudiado por su parte el origen y visicitudes de las
nobles familias que dieron acogida á los españoles. Bryan O'Rourke,
católico, liberal, amigo y protector de las letras tanto como opuesto á la
dominación inglesa, se vió en la necesidad de salir de la isla, pasando á
Escocia con esperanza de encontrar auxilio si no protección abierta; pero
bien juzgado tenía el capitán Cuéllar al monarca escribiendo «el rey de
Escocia no es nada, ni tiene autoridad ni talla de rey, y no se mueve un
paso ni come bocado que no sea por orden de Isabel.» El noble O'Rourke,
entregado por él á su enemiga, acusado de alta traición, fué ahorcado y
descuartizado en Londres en 1591, mostrándose hasta el momento del
suplicio altivo y digno. Los historiadores de Irlanda aseguran que el
crimen de que pudiera hacérsele culpable era el de haber dado asilo á
náufragos en que únicamente una barbarie incalificable podría ver
enemigos.
La familia de los Manglana ó Mac Glanahie sufrió también persecuciones; la
corona confiscó sus bienes, y uno de los descendientes directos recibe
actualmente en monasterio de España la hospitalidad que tan generosamente
dieron sus antepasados á los infelices de la Invencible.
30 Enero 1890.
_____________________________________
Facilitado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
2006 - Reservados todos los derechos
Permitido el uso sin fines comerciales
Súmese como voluntario o donante , para promover el crecimiento y la difusión de la
Biblioteca Virtual Universal www.biblioteca.org.ar
Si se advierte algún tipo de error, o desea realizar alguna sugerencia le solicitamos visite
el siguiente enlace. www.biblioteca.org.ar/comentario
Descargar