GASTRONOMÍA NAVIDEÑA Las delicias servidas en todas las mesas españolas en Navidad tienen como base comidas copiosas precedidas por marisco (como gambas y langostinos), queso y jamón ibérico o ciertas frituras. El plato principal suelen ser carnes como pavo, cordero o cerdo, rellenas o no y acompañadas de patatas asadas y salsas. Los postres y dulces son los grandes protagonistas de la Navidad con el famoso turrón de Jijona a la cabeza, una pasta dulce y caramelizada, normalmente cocida con miel y aderezada de frutos secos, predominando el llamado turrón duro o de muchos otros tipos como arroz con chocolate o yema. Los mazapanes, pasteliTos de azucar y almendras o polvorones, un dulce hecho principalmente de manteca y azúcar que se deshace en la boca. El día 31, los españoles inician la cuenta atrás hacia el Año Nuevo con 12 uvas que representan las doce campanas hasta alcanzar las 0:00 en cualquier reloj, ya sea televisado o en algún evento callejero. La finalidad es tragar las 12 uvas justo antes del momento en que llega el Año Nuevo. El día 5 de Enero, como bien hemos comentado en el punto anterior, se procede a degustar en familia el Roscón de Reyes, una torta azucarada con textura "brioche", aderezada de porciones de frutas desecadas y que esconde en su interior la famosa "haba" (la tradición dicta que quien la encuentre debe pagar el Roscón", o alguna figurita (que coronará Rey a quien la tenga, luciendo la corona que generalmente acompaña la torta). Se suele comer con chocolate caliente. ORIGEN DE LA ROSCA DE REYES Después de que los Reyes adoraron a Jesús, un ángel les avisó que no regresaran donde Herodes y ellos regresaron por otro camino. Herodes al enterarse que había nacido el Rey que todos esperaban, tuvo miedo de perder su puesto y ordenó matar a todos los niños menores de dos años entre los cuales se encontraría dicho Rey. La Sagrada Familia huyó a Egipto y el niño Dios se salvó, otras familias escondieron a los bebés en tinajas de harina y así no fueron vistios y salvaron sus vidas. Desde entonces, los judíos comían pan ázimo el 6 de enero en el que escondían un muñeco de barro recordando este acontecimiento. Los primeros cristianos tomaron un poco de esta tradición y la mezclaron con la historia de la visita de los Reyes Magos para la celebración de la Epifanía: cambiaron el pan ázimo por pan de harina blanca y levadura, cocida en forma de Rosca, endulzándolo con miel y adornándolo con frutos del desierto, como higos, dátiles y algunas nueces. Antiguamente, desde mediados de diciembre a finales de marzo era el tiempo de las fiestas Saturnales (en honor de Saturno, dios de la agricultura), durante las cuales Roma celebraba la protección de este dios. Se elaboraban unas tortas redondas con higos, dátiles y miel que se repartían a todos, incluyendo los esclavos. En su interior se introducía una haba y al afortunado al que tocaba era nombrado «rey» y se le permitía casi todo. Hacia el año 1000, la Iglesia transformó la fiesta y la figura del «rey haba» recaía sobre el niño más pobre. Felipe V trajo a España esta tradición del rosco al final de las fiestas de Navidad, cubierto de frutas escarchadas con una o dos sorpresas escondida en su interior Para los cristianos, la forma circular de la rosca simboliza el amor eterno de Dios, que no tiene principio ni fin. Los confites son las distracciones del mundo que nos impiden encontrar a Jesús. El muñequito escondido dentro de la rosca, simboliza al Niño Jesús que los reyes no encontraban porque la estrella desaparecía. Esta costumbre de los cristianos de Palestina llegó a Europa y posteriormente a América.(Fuente: catholic.net)