MENSAJE DE PASCUA DE RESURRECCION AÑO DE LA MISIÓN TERRITORIAL “EL EVANGELIO EN EL CORAZÓN DE MAGALLANES” (Mt 28,20) Queridos hermanos y hermanas en el Señor, Hoy, resuenan en nuestros oídos la gran noticia que ha revolucionado a la Humanidad: ¡JESÚS HA RESUCITADO! Jesús ya no está entre los muertos. Él vive. Él ha vencido. Él es más fuerte que el mal, el pecado y la muerte. Él vive. Proclama el Evangelio de hoy: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí. ¡Ha resucitado!”, así con estas palabras el ángel, que se encuentra junto al “sepulcro vacío”, recibe a las mujeres que llegan, muy de mañana, buscando el lugar donde habían colocado el cuerpo de Jesús (Jn 20,1-9). Podemos imaginarnos, la inmensa alegría, que tuvo María Magdalena, al constatar que esa mañana de Domingo, su “Rabbuní”, había cumplido con su palabra: “YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA” (Jn. 11, 25) Hoy el “sepulcro está vacío”, y así, el discípulo que amaba Jesús proclama su RESURRECCIÓN, y desde aquel momento, el primer día de la semana pasó a llamarse: Domingo, día del Señor. Jesús de Nazareth, con su Resurrección, es el Señor de nuestra fe. Los cristianos centramos y fundamentamos nuestra fe en la persona de Jesucristo, quien vivió en Nazaret, paso “haciendo el bien”, predico el Evangelio, padeció bajo Poncio Pilatos y como confiesa San Pablo: “murió por nuestros pecados según las Escrituras; que fue sepultado y Resucitó al tercer día, según las Escrituras, que se apareció Cefas y después a los Doce; luego se apareció a más de quinientos hermanos de una sola vez…” (1 Cor 15,3-6). Para quienes creemos en Cristo Resucitado, tenemos que ser los primeros promotores de esperanza. Proclamar “la alegría del Evangelio”, no ha recordado el Papa Francisco, supone un compromiso total en que hemos de jugarnos la vida. Cristo Resucitado nos convoca, para que hoy, nosotros seamos sus discípulos misioneros y salgamos a nuestros barrios, a nuestros vecinos, a nuestra ciudad, a dar testimonio de su Resurrección. Este año como Iglesia, estamos empeñados en nuestra “misión territorial”. Hemos asumido el desafío de salir a las “periferias” existenciales y lugares de mayor pobreza. Como discípulos misioneros de Cristo Resucitado, deseamos proclamar con nuestra vida, la esperanza que contiene el Evangelio, siendo cálidos con todos, entregando nuestra disposición a saber acoger y escuchar al otro, a mirar a los demás con los ojos de Jesús y a tener el optimismo que nace de nuestra certeza de Fe, que todos resucitaremos con Cristo para la vida eterna. En esta fiesta de la Resurrección del Señor, es cuando más deberíamos dar testimonio de “la alegría del Evangelio” a la que tanto nos invita el Papa Francisco y como tal nos hace una Iglesia en “salida” al igual que los primeros cristianos a comunicar y proclamar “a este Jesús que Dios lo resucitó” (Hech 2,32). “El Evangelio en el corazón de Magallanes”, es la gran tarea que nos hemos fijado para este año y contamos con la fuerza y la esperanza del Señor Resucitado. Hoy, los cristianos, estamos felices, no sólo porque Jesús salió vivo del sepulcro, sino porque nos abre a la esperanza que al final de nuestra vida y de la historia, siempre vence y triunfa Dios. ¡Jesús ha Resucitado! A todos les deseo, una feliz Pascua de Resurrección. + Bernardo Bastres Florence Padre Obispo de Magallanes Punta Arenas, 20 de Abril de 2014 Domingo de Resurrección