— 70 — polvillo y las uvas siguieron crecieniio como si no hubiesen sido maleadas. Las de dos viñas que se encuentran tocando á la de que se trata situadas la una á oriente y la otra á poniente de la misma, y que fueron abandonadas al curso natural de la enfermedad, sé pusieron después negras y muchos de sus granos dejaron de crecer, otros quedaron despachurrados y abiertos, en cuya situación se están secando. A mediados del presente ha reaparecido el mismo polvillo blanco en las propias viñas y aplicado de nuevo el remedio en la de Fonolleras va desapareciendo dicho polvillo por segunda vez, al paso que toma incremento en las uvas de las otras dos viñas, apoderándose en ellas de los granos que quedaron negros de resultas de la primera invasión y que acabará por secarlos completamente según lo hace temer lo acaecido en los años anteriores. Los sarmientos de las tres viñas se ven con las manchas negruzcas de la enfermedad, que creen algunos efecto de la aglomeración de insectos microscópicos en aquellos puntos; ello es que se ha observado que estas manchas en el momento de aparecer suelen presentarse en la cara del sarmiento opuesta al viento que sopla en aquella ocasión. Los pámpanos se ven también mustios y blanquizcos en las tres viñas indistintamente, lo que unido á la anterior observación acerca los sarmientos deja ver que el remedio aplicado á la uva, si bien ejerce un poderoso influjo sobre la misma, no altera las condiciones de la vid enferma. ¿Será que se limite á librar las uvas de la presencia y tortura de los insectos desalojándolos de ellas, ó haciéndoles incómoda su mansión en las mismas? Me considero incompetente para sentar teorias, y me he propuesto únicamente dejar establecidos los hechos que por mí mismo he observado, asi es que sin empeñarme en dar la razón de estos mismos hechos, ya porque no tengo reparo en decir que la ignoro, ya porque sé que el limitado espíritu liumano se afana inútilmente en buscarla para todas las cosas, debiendo contentarse muchas veces con decir como Moliere: Opium fácil dormiré quia esl in eo virliis dormilim, ya también porque recuerdo con Dezeimeris, que una noción práctica bien justificada, no es menos digna que un principio científico. Me limitaré pues á aducir hechos tales como los he visto, Diputació de Girona — Servei de Biblioteques