“En Memoria de tan maravilloso Apóstol, Gracias por todo lo que nos dejaste, siempre te recordaremos” Habla lo que Dios Habla - El Poder de tu Declaración Por: Apóstol Randy MacMillan www.comunifecali.org Tu ciudad está esperando que tú hables en nombre de Dios. Dios está soltando nuestra jurisdicción de intercesión para que nosotros podamos interferir contra los poderes de las tinieblas, contra las leyes de la naturaleza y las injusticias del hombre al entrar en la presencia del Rey y declarar declaraciones de reino juntamente con Él. El Señor nos está enseñando a afectar los poderes de las tinieblas y afectar este mundo en que vivimos. Somos una nación santa, escogida, pueblo especial, que tenemos el privilegio de hacer la obra mayor y más grande de la tierra: cambiar las cosas y establecer Su reino. El poder de la declaración El rey David le dio a Israel las mayores victorias militares. ¿Cuál fue el entrenamiento que Dios le hizo a David? ¿Él era un soldado? No. ¿Fue entrenado en el ejército de Israel? No. Entonces, ¿qué fue lo que dio esa victoria? Que cuando David era un muchacho, antes de ser rey, aprendió a ser adorador y a declarar la Palabra de Dios. Mientras cuidaba sus ovejas y adoraba a Dios, David aprendió la estrategia de guerra más importante para su vida: entender de quién era él y quién era su Dios. En esos tiempos de adoración, meditando la Palabra de Dios, David entendió cuál era su identidad y a quién le pertenecía. Ahí aprendió a creer a Dios y a sus promesas por encima de las circunstancias naturales. Todas las estrategias que el diablo lanza contra ti son para robarte tu alabanza. Son para arrebatarte la declaración de tu boca que le dé gloria a Dios todo tiempo. Robar de tu corazón el reconocimiento hacia quién es tu Dios por encima de cualquier imposible de tu vida. Cuando el diablo logra robar tu alabanza y tu declaración de fe, entonces logra debilitarte, logra intimidarte y hacerte huir de la batalla. En 1 Samuel 17:8 descubrimos al enemigo en Goliat: ese filisteo que llegó a ocupar el territorio que le pertenecía a Israel, Judá (alabanza). Dice la Palabra que Goliat estaba lleno de hierro y de bronce desde la cabeza hasta los pies, además de que era inmenso. Y ahí se paró él, delante de todo el ejército de Israel que está en orden de batalla y sólo abre su boca y qué sucede: los intimida. Revela la Biblia que él "dio voces a los escuadrones de Israel". ¿Qué quiere decir, "dio voces"? Quiere decir que él habló, declaró, vociferó. 1 “En Memoria de tan maravilloso Apóstol, Gracias por todo lo que nos dejaste, siempre te recordaremos” Y sigue la Biblia así: "diciéndoles para qué os habéis puesto en orden de batalla". ¿Cuántas veces no vienen esas voces y te dicen a ti para qué te pones a orar, para qué alabas, para qué adoras, para qué haces como si... Si la verdad es que... Esto pasa porque el diablo no ha cambiado sus estrategias: Él quiere robarnos la adoración, quiere robarnos la Palabra de Dios que está guardada en nuestro corazón y quiere impedir que salga de nuestra boca. Dios te dice hoy que tú no sólo eres parte de la Iglesia Comunidad Cristiana de Fe, tú eres parte del ejército de Jehová y tienes que vivir como un ejército. Tienes que vivir en orden de batalla. Tienes que ejercitarte, prepararte, tienes que entrenar para ser usado en la batalla, como adorador, dándole gloria al Señor, declarando la Palabra de Él, hablando la Palabra de Él, corriendo tú contra esos gigantes para derribarlos y vencerlos. Tú eres parte del ejército de adoradores que sabemos cómo vencer: a través de la declaración de la Palabra de Dios y poniendo nuestros ojos y nuestra fe sólo en Él. Escucha ejército de Dios, ejército que estás en orden de batalla: no te desanimes, no bajes la mirada, no mires las circunstancias. Cree en Dios y pelea la batalla usando la espada del Espíritu. Cuando David usó su honda para lanzar la piedra contra Goliat, ésta lo mató de inmediato. El advirtió que lo haría: "Yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza..." (1 Samuel 17: 45,46). En lo natural eso sí pasó, pero esa acción es también simbólica de la fuerza que tienen tus intercesiones y declaraciones de acuerdo con la Palabra de Dios. Siendo la honda como tu boca y la piedra como la Palabra, que al ser hablada (lanzada) salió con tal fuerza explosiva que atravesó los aires (la fuerza del nombre de Jehová de los ejércitos) irrumpiendo los aires y rompiendo todo lo que se le atravesara e interpusiera a su paso (las palabras de acusación, intimidación, temor), hasta llegar al destino ya conquistado por Jesucristo, ¡la victoria sobre el ataque del enemigo! La ESPADA DEL ESPÍRITU es la PALABRA DE DIOS Así que el poder de la espada está en la oración, es decir en lo que hablas: "orando (hablando) en todo tiempo con toda clase de oración (palabras) en el espíritu". No existe otra espada en el reino de Dios y es un arma ofensiva, no defensiva. Al hablar la Palabra de Dios atacas al enemigo y lo vences porque estás usando la espada de la Palabra. La espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, debe salir de TU BOCA y no de tu mano (Ap. 19:15) "Su nombre es el Verbo de Dios... y de su boca sale la espada" En el ataque contra el diablo no le puedes tirar la Biblia, no puedes pelear físicamente porque nuestra batalla no es contra carne ni sangre, sino contra principados... contra huestes de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12). Así que tu espada la usas cuando hablas la Palabra escrita de Dios. Si vas a ganar la batalla, la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios, debe estar saliendo de tu espíritu por tu boca... ¡para vencer al enemigo! Debes tomar la Palabra de Dios y aplicarla a tu vida. ¡La estrategia de Dios es alabarle a Él antes, durante y después de la batalla! 2 “En Memoria de tan maravilloso Apóstol, Gracias por todo lo que nos dejaste, siempre te recordaremos” La diferencia entre la palabra RHEMA y LOGOS no es una revelación especial sino una aplicación especial y específica de la Palabra escrita de Dios en tu vida. La Palabra de Dios se hace RHEMA en ti cuando escoges un versículo de la Palabra escrita de Dios y usas esa promesa en oración, en la batalla y como espada contra el enemigo. ¿Cómo usa Jesús la espada? ¡Con su boca! (Apocalipsis 19:15) "De su boca sale una espada aguda". El secreto para que la Palabra de Dios salga de tu boca es ponerla primero en tu corazón. El secreto para desatar tu fe y usarla es tomar la Palabra de Dios guardada en tu corazón (al meditarla y memorizarla) y confesarla. CONFESAR significa "decir con". Tienes que confesar la Palabra de Dios sobre tu vida de acuerdo con Cristo. La espada de Dios tiene dos filos: un filo es orar con entendimiento y el segundo filo es orar en lenguas. La espada se toma, se usa, se habla. Efesios 6:18 te da la orden, el permiso y el privilegio de orar con toda clase de oración y en todo tiempo. Hay tres formas de usar la Espada del Espíritu: Habla la Palabra de Dios a tus circunstancias (Marcos 11:23-24) Habla la Palabra profética dada a ti en profecía (1 Timoteo 1:18) (2 Crónicas 20:20 "Cree en la palabra de los profetas") Habla la Palabra de fe a tus propios deseos ¡Continúa orando, declarando, confesando! ¡Continúa usando la espada de la Palabra de Dios...en todo tiempo! 3