Primera Parte 277 La acción de plena jurisdicción, entonces, tiene por fin restablecer el derecho violado a través del acto administrativo, siempre y cuando se logre la nulidad del mismo; siendo la nulidad del acto requisito previo y obligatorio para el restablecimiento del derecho. Los derechos respecto de los cuales se puede solicitar el restablecimiento en el Código de 1941, hacen referencia únicamente a los consagrados en normas civiles y administrativas, dejando por fuera los demás, como es el caso de los derechos políticos, laborales, constitucionales, etc. La acción de plena jurisdicción como se venía conociendo hasta entonces, fue consagrada en el Decreto 01 de 1984 como acción de restablecimiento del derecho; pero los efectos son los de acción de nulidad y restablecimiento del derecho. En efecto, el artículo 85 original del Código Contencioso Administrativo de 1984 expresaba: “Art. 85. Acción de restablecimiento del derecho. Toda persona que se crea lesionada en un derecho suyo, amparado por una norma jurídica, podrá pedir que además de la anulación del acto administrativo, se le restablezca en su derecho, o se le repare el daño. La misma acción tendrá quien además pretenda que se le modifique una obligación fiscal, o de otra clase, o la devolución de lo que pagó indebidamente”377. Como se puede ver en la consagración original, la acción no se titula de nulidad y restablecimiento del derecho, sino únicamente de restablecimiento del derecho, pero en el texto de la disposición sí se hace referencia a la nulidad de los actos administrativos, como condición para restablecer el derecho vulnerado. Ya en el Decreto 01 de 1984 se adiciona a la norma, pues da la posibilidad de solicitar la modificación de una obligación fiscal o de otra clase o la devolución de lo que se pagó indebidamente, las cuales no estaban contempladas en la disposición de 1941, tal vez porque existía el proceso de revisión de impuestos. La norma de 1984 es más amplia en permitir respecto de qué derechos se pueden solicitar en el restablecimiento, pues hace referencia a los amparados en normas jurídicas; es decir, que no los restringe a los consagrados en normas civiles o administrativas, como lo hacía la norma de 1941. 377 Decreto 01 de 1984, artículo 85. En: Código Contencioso Administrativo, Bogotá: Ed. Legis, 1996.