mera colección, digna de llamarse tal, que conste haberse hecho en

Anuncio
mera colección, digna de llamarse tal, que conste haberse hecho
en la Península, y aún diría en todo el globo, si no fuera por la
de Tesier hecha poco antes en París, menos numerosa con mucho,
y menos interesante, sin controversia, que la granadina. Me esforcé
por aumentarla, valiéndome de mis corresponsales de las provincias, y habiéndola participado a D.Esteban Boutelou, que le agregó unas seis castas más, dispusimos, en 1806 y 1807, dos siembras
ordenadas, en el Real Jardín Botánico de la corte y en los del
sitio de Aran juez. Los resultados de las últimas se publicaron por
D . Esteban en el tomo 22 del Semanario dirigido a los párrocos.
Las siembras de Madrid, menos afortunadas, los dieron por entonces muy poco cumplidos. Mi inmediata vuelta a Andalucía, me
proporcionó entablar allí otras dos, aun más ricas de castas, que las
convulsiones políticas impidieron acabase de estudiar. Pero la misma necesidad de vagar de provincia en provincia, que la invasión
nos impuso a mí, y principalmente a Lagasca, nos procuró ocasiones de enriquecer la proyectada Ceres hispánica, ya entonces
opulenta, con nuevas castas y con nuevas luces. Así hemos logrado, reunidos otra vez en el Jardín Botánico de la capital, y puesto Lagasca al frente de él, avanzar nuestra antigua y favorita empresa, sin estorbos ni azares, auxiliándonos generosamente con
notas y remesas, no sólo de España, sino de toda Europa, del Asia,
África y América, los corresponsales del establecimiento, y singularísimamente D. Antonio Sandalio Arias, quien, tomando por
su cuenta el cultivo, y decidido en favor de ella con el más noble
y desinteresado entusiasmo, ninguna diligencia ha omitido por
activar su conclusión. Este deseado momento se halla ya tan cerca,
que no dudamos anunciar al público nuestras esperanzas de darle
impresa la Ceres española, en todo el año próximo.
Entre tanto, contemplamos muy oportuno aprovechar la coyuntura de la edición del Herrera, para anticiparle un estracto de
solo las observaciones generales hechas hasta el día sobre los trigos,
resumiéndonos lo posible, para no salimos demasiado de los límites de una adición.
Descargar