LAS PROVINCIAS EN 2001
por PEDRO J. FRIAS1
Plazo vencido. La ruptura de la cadena de pagos y créditos mantuvo este año en
insolvencia a todos los niveles de gobierno. Vencía el plazo para los acreedores, los jubilados,
los sueldos y las inversiones. El mal menor fue el “déficit cero” para acostumbrarnos a vivir con
lo que tenemos. No sin gran resistencia, y alguna vez justificada.
Declaraciones contradictorias sobre el cumplimiento del Pacto Fiscal con recursos de
coparticipación, concluyeron en la retención de parte de ellos, que unificaron la queja de los
gobernadores justicialistas y radicales.
Pero las provincias estuvieron en un plano de exposición pocas veces vista. Los medios de
comunicación divulgaron sus presupuestos, sus déficit, el costo de su política y de sus
Legislaturas, que obligaron a algunas correcciones para atenuar la crítica y diría la indignación
de la sociedad.
El “plazo vencido” afectó también a la ciudad autónoma de Buenos Aires que lo incumplió
en la creación de alcaidías para una efectiva descentralización administrativa.
Las elecciones. Aunque el tema electoral no integra las relaciones federales entre provincia
y Nación, no podemos ignorarlo esta vez. El 14 de octubre dio el triunfo al justicialismo en 18
provincias y cinco al radicalismo o partidos provinciales como el neuquino. El gobierno
nacional tiene el Congreso en contra, lo que obligará a políticas de consenso. No se prevé
eliminar ni la convertibilidad ni el déficit cero, que es aprobado por el 69 % de los encuestados.
El Senado nacional fue renovado íntegramente, con la esperanza de que ese cambio llegue
más profundamente. Pero no bien recibido el juramento de los electos, reapareció el
alineamiento partidario. Eligieron como Presidente provisorio, primero en el orden de sucesión
al justicialista Puerta de Misiones. Pero ¿será el Senado verdaderamente una Cámara de las
autonomías?
Bailando en el Titanic. La expresión es acertada con referencia al acuerdo Nación –
provincias, porque de él dependía la superación de la gravísima crisis que afecta a todos los
gobiernos del país. Las negociaciones extenuantes obtuvieron el 8 de noviembre sólo la
conformidad de nueve provincias gobernadas por la Alianza y también Neuquén.
En la síntesis de Florencia Carbone (“La Nación, 9/11) los principales puntos del acuerdo
son :
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A partir del 1° de enero próximo, las provincias podrán recibir hasta el 13%
menos en los fondos de coparticipación. Como compensación, la Nación se
compromete a pagar la diferencia en títulos públicos para las provincias no
endeudadas y reconocerla como crédito para el cumplimiento de otros préstamos
con organismos internacionales para los distritos con deudas.
Presidente honorario de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba y de la Asociación
Argentina de Derecho Constitucional
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El Estado se compromete a gestionar ante los Bancos una refinanciación de las
deudas provinciales para reducir la tasa de interés al 7%.
El impuesto al cheque, que se prorrogará hasta el 2031, será afectado como
garantía para la conversión de deuda nacional y provincial.
Los fondos que los distritos reciben en concepto de coparticipación serán
pagados, a partir del mes actual, un 60 % en efectivo y el resto en Letras de
Cancelación de Obligaciones Provinciales (Lecop)
Las deudas por el incumplimiento del piso de las transferencias entre julio último
y diciembre próximo serán pagadas íntegramente en Lecop.
El Gobierno se compromete a colaborar con las provincias que retiren Lecop
durante este mes y el próximo para “lograr que los grandes contribuyentes de
impuestos nacionales los canjeen por pesos hasta 300 millones”. La petrolera
YPF-Repsol ya anticipó su disposición
Las provincias justicialistas no cedieron y desafiaron al gobierno nacional con su
contrapropuesta.
Festival de bonos. Pero finalmente todas firmaron, a veces con un trato bilateral desde la
situación particular de cada una. El gobierno nacional podrá exhibir el indispensable acuerdo
político para obtener el canje de deuda con apoyo de bancos, organismos internacionales y
EE.UU. Pero los bonos cubren gran parte del país con alguna incertidumbre sobre su aceptación.
Las restricciones en el uso de efectivo, facilitará la circulación de los bonos. Pero no sin
esperanza, a pesar de la incertidumbre.
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