ÁNGEL GONZÁLEZ, TRATADO DE URBANISMO (1967) CIUDAD CERO Una revolución. que, por algún resquicio, Luego una guerra. entraban en mi alma En aquellos dos años -que eran para desvanecerse luego, pronto, la quinta parte de toda mi vida-, ante uno de los muchos yo había experimentado prodigios cotidianos: el hallazgo sensaciones distintas. de una bala aún caliente, Imaginé más tarde el incendio lo que es la lucha en calidad de de un edificio próximo, hombre. los restos de un saqueo Pero como tal niño, -papeles y retratos la guerra, para mí, era tan sólo: en medio de la calle... suspensión de clases escolares, Isabelita en bragas en el sótano, Todo pasó, cementerios de coches, pisos todo es borroso ahora, todo abandonados, hambre indefinible, menos eso que apenas percibía sangre descubierta en aquel tiempo en la tierra o las losas de la calle, y que, años más tarde, un terror que duraba resurgió en mi interior, ya para lo que el frágil rumor de los siempre: cristales este miedo difuso, después de la explosión, esta ira repentina, y el casi incomprensible estas imprevisibles dolor de los adultos, y verdaderas ganas de llorar. sus lágrimas, su miedo, su ira sofocada,