El Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita INTRODUCCIÓN Contexto histórico-social Siglo XIV: crisis social y económica - luchas nobiliarias entre señores feudales y poder real; - epidemias de peste (Castilla); - despoblación de los campos (pobreza y miseria). Expansión cultural: continúa la expansión iniciada en el siglo XIII - labor educativa de la Iglesia; creación de escuelas y universidades; - afianzamiento de la burguesía como clase social (demanda de literatura); - la labor cultural de Alfonso X el Sabio: traducción al romance de obras científicas y de entretenimiento (estas obras de ponen al alcance de mayor número de lectores). La literatura en el siglo XIV Rasgos generales: - decadencia del mester de clerecía (en general, ya no se respetan sus normas ni su estilo); - decadencia de la épica (desaparecen los ideales caballerescos en busca de un sentido práctico de la vida); - comienzo del Romancero; - personalidades literarias: ARCIPRESTE DE HITA (Libro de Buen Amor), DON JUAN MANUEL (El conde Lucanor o Libro de Patronio), CANCILLER AYALA (Rimado de palacio), SEM TOB (Proverbios morales). Ideología: crisis de la ideología medieval - humanismo vs. teocentrismo: poco a poco se observa una mayor valoración de los placeres de la vida terrena y el ansia de gozar antes de la muerte (el hombre medieval tenía una visión del mundo teocéntrica: la vida era “valle de lágrimas” que acababa con la muerte; la verdadera felicidad sólo se conseguía en la vida eterna); - visión realista y práctica de la vida: el ideal de vida de la nueva clase social (la burguesía) ya no coincide con el heroísmo guerrero o el honor exaltados en el Poema de Mio Cid ni en la renuncia a los placeres mundanos de los clérigos. LIBRO DE BUEN AMOR Autor, texto y título Autor: - nombre y oficio: Juan Ruiz, arcipreste de Hita ............................yo, Joan Ruiz, açipreste de Fita....................... - la descripción que la vieja Trotaconventos hace a la monja doña Garoza del arcipreste podría ser un retrato del autor, pero tal descripción se ajusta al canon retórico medieval para describir hombres sanguíneos y buenos amadores: El cuerpo á bien largo, miembros grandes, trefudo; la cabeça non chica, velloso, pescoçudo, el cuello non muy luengo, cabel prieto, orejudo, las çeias apartadas, prietas como carbón, el su andar enfiesto, bien como de pavón, su paso sosegado e de buena razón; la su nariz es luenga: esto le descompón. Las enzías bermejas e la fabla tunbal, la boca non pequeña, labros al comunal, más gordos que delgados, bermejos como coral, las espaldas bien grandes, las muñecas atal [...] - en varios pasajes el autor dice estar en la cárcel y un copista anotó en uno de los manuscritos del Libro, que Juan Ruiz escribió su obra durante la prisión que sufrió por orden del arzobispo don Gil de Albornoz. No es dato seguro: tal prisión puede hacer alusión al mundo, del cual quiere salir el autor para ir al cielo: Señor Dios........................................ saca a mí, coitado, desta mala presión Texto: - La obra se ha conservado en tres copias manuscritas: dos del siglo XIV (Real Academia Española y Biblioteca Nacional) y otra de principios del XV (Biblioteca de la Universidad de Salamanca). - Se conservan, además, una versión portuguesa de fines del XIV, y breves fragmentos en manuscritos de los siglos XV y XVI. Título: No consta el título de la obra en ninguno de los códices. Por lo que se dice en varios pasajes, el hispanista alemán Wolf dedujo que debía ser Libro de Buen Amor, título aceptado por Menéndez Pidal en 1989. que pueda fazar Libro de Buen Amor aqueste, que los cuerpos alegre y las almas preste. Por amor de la vieja e por decir razón Buen Amor dixe al Libro... Contenido Unidad del Libro: - autobiografía ficticia del arcipreste (ilusión de realidad): narra sus supuestos amoríos con trece mujeres; - arte de amar donde se exponen diferentes posibilidades amatorias (desde la tosca pastora a la gran dama, de la mora a la monja...; se expone de manera discontinua una teoría del amor, entre cínica y arrepentida, entre espiritual y carnal...) Partes que lo componen: - PARTE INTRODUCTORIA : La obra aparece encabezada con una introducción piadosa en donde el autor proclama que la escribe para inducir en los lectores el Buen Amor, que es el profesado a Dios, y el que se ajusta a la moral cristiana. Sin embargo, como la condición humana le parece inclinada al vicio, se dispone a contar sucesos poco edificantes, para que sean evitados: es preciso conocer el mal y el bien, para elegir lo mejor. Esta parte contiene: una oración en verso (semejante a los que aparecían en los cantares de gesta), un prólogo en prosa en el que señala la intencionalidad de la obra y parodia los sermones cultos para clérigos, y varias coplas sobre cómo entender el libro, - - - - - - ilustradas con el ejemplo de la “Disputación que los griegos e los romanos en uno ovieron”. Esta parte introductoria tendrá una correspondencia en otra parte final del libro, donde se vuelve al tema del sentido y la interpretación de la obra. RELATO AMOROSO EN FORMA AUTOBIOGRÁFICA : Se narran sucesivas aventuras del protagonista, que suelen terminar con el fracaso del amante: sufre el desdén de la dama, la dueña rechaza a la mensajera, es burlado por el mensajero (la panadera Cruz y Ferrán García), resulta forzado por las serranas, la dama conseguida se le muere (doña Garoza). La mayor parte de las aventuras suceden en ambiente urbano, sólo cuatro tienen un escenario agreste (“probar la sierra”). Aparecen diferentes tipos femeninos: la dueña rica y noble, la panadera Cruz, doña Endriña, la dueña de pocos años, las serranas, la viuda lozana y rica, la monja doña Garoza, la mora. Todos estos lances amorosos forman episodios independientes de diferente extensión. En todas estas aventuras el protagonista recurre a la intercesión de un mensajero: el taimado Ferrán García, la sabia Trotaconventos, el necio don Furón. FÁBULAS Y CUENTOS: Aparecen engastados en el relato autobiográfico una serie de fábulas, procedentes de la tradición esópica medieval y de las colecciones orientales, y de cuentos, cuyo origen está en los fabliaux franceses u otras fuentes eruditas. La distribución de tales relatos no guarda ninguna simetría ni proporción dentro de la obra, sino que suelen aparecer arbitrariamente agrupados en determinados pasajes. Su función tampoco es independiente, sino que siempre se vinculan al tema o a la acción principal: sirven de ilustración a alguna enseñanza o verdad moral, sirven de conclusión o cierre a alguna aventura, o son utilizados como refuerzo dialéctico en las discusiones de unos personajes con otros. DIGRESIONES DE CARÁCTER DIDÁCTICO O MORAL: Aparecen esparcidas por todo el libro. Las didácticas versan sobre asuntos literarios o musicales, sobre astrología, sobre derecho civil y canónico, sobre el arte de amar. Las morales tratan sobre los pecados capitales, la confesión, las armas del cristiano, la muerte. Con todo ello, el libro ponía en circulación y al servicio de un amplio público una serie de conocimientos elementales, una cultura tanto laica como religiosa. UNA PARÁFRASIS LIBRE DEL PAMPHILUS: Comedia latina del siglo XII de enorme éxito durante la Edad Media que, frente al amor cortés, difundió una trama amorosa de tono burgués, menos artificiosa y más realista y verosímil. Juan Ruiz la reelabora artísticamente hasta superar el modelo (mayor complejidad psicológica en los personajes, amplificando el diálogo con numerosas fábulas en boca de los interlocutores, ej. doña Endrina y Trotaconventos, y concretando más la ambientación realista de las escenas, ej. encuentro de los amantes en la plaza del lugar ante las miradas atentas de los curiosos). UN RELATO ALEGÓRICO: La batalla de don Carnal y doña Cuaresma, que culmina en el triunfo de don Carnal y la llegada de don Amor. Recoge diversas tradiciones literarias de la Edad Media: los poemas de debate entre Carnal y Cuaresma, cuyo enfrentamiento describe Juan Ruiz parodiando los relatos de gesta, o el motivo de la exaltación del Amor coincidiendo con la llegada de la primavera y al que salen a recibir triunfante diversos géneros de plantas, aves, instrumentos musicales, jerarquías y órdenes religiosas que entonan burlescamente diversas oraciones litúrgicas. Todo el episodio, dentro del plan general del libro, tiene una clara función humorística y paródica. COMPOSICIONES LÍRICAS: Unas son de inspiración devota, como los Gozos, las Cánticas a Santa María o dos composiciones a la pasión de Cristo, y otras de carácter profano, como los cantares de escolares y de ciegos y las composiciones de asunto más o menos amoroso. Sobre éstas últimas hay que mencionar que, repetidamente, en diversas aventuras, el arcipreste habla de cantigas de amores que compuso para su dama o que le envía con la mensajera, y que se dispone a incluir en el texto. Sin embargo, excepto la “troba cazurra” dedicada a la panadera Cruz o las cuatro cantigas de serrana, también burlescas, tales composiciones no aparecen nunca en el texto. Aunque cabe pensar que se hayan perdido, lo más probable es que Juan Ruiz no las escribiera jamás y que su carácter jovial y burlón le llevara a una inhibición espiritual dada su interpretación constante en tono burlesco y paródico. Métrica y estilo Métrica: convivencia de los mesteres de clerecía y juglaría - mester de clerecía: emplea la cuaderna vía (cuatro versos monorrimos con rima única); a diferencia de los poetas anteriores (versos alejandrinos con pausa en el medio, 7 + 7), a veces utiliza versos de dieciséis sílabas (8 + 8); - mester de juglaría: presencia de poemas en versos cortos, de inspiración lírica popular (loores a la Virgen, cantigas de serrana, de ciegos, de estudiantes...) Estilo: mezcla de lengua culta y vulgar - lengua culta: recursos literarios, abundancia de sinónimos - lengua vulgar: se introduce el diálogo; el lenguaje de la calle con su afectividad: diminutivos, comparaciones pintorescas, refranes, modismos, juramentos y maldiciones, frases de doble sentido, juegos de palabras... Ambigüedad de la obra El sentido último de la obra escapa al lector. La finalidad moralizadora que proclama con verdadera sinceridad cristiana se pone en duda en numerosas ocasiones por la lozanía y desgarro con el narra. Él mismo se declara creyente y pecador: esta contradicción de su alma se comunica a la obra.