5.4. Los reinos cristianos en la baja edad media: Las rutas atlánticas: Castellanos y portugueses. Las Islas Canarias. El interés de Castilla por el control del Atlántico se debía razones económicas: La ruta hacia el Atlántico Norte era la vía principal de exportación de la lana castellana y de la importación de productos manufacturados y artículos de lujo. En el Atlántico Sur, la toma de Tarifa a fines del siglo XIII por Sancho IV fue fundamental para cortar toda ayuda norteafricana al reino de Granada. Las conquistas posteriores, la de Algeciras (siglo XIV) y la de Gibraltar (siglo XV) abrieron definitivamente a Castilla las rutas atlánticas. Portugal fue el gran rival de Castilla en los proyectos de expansión atlántica. El intento de los Trastámaras castellanos de apoderarse del reino de Portugal fracasó tras la derrota de los castellanos en la batalla de Aljubarrota (siglo XIV) frente a las tropas de Juan I rey de Portugal (dinastía Avis). Su hijo, Enrique el Navegante, fue el gran promotor de las expediciones portuguesas atlánticas. Portugal, en el siglo XV ocupó Ceuta , Tánger y colonizó Madeira y las islas Azores. Además los portugueses, primero con la finalidad de buscar oro y luego con la idea de abrir una ruta hacia Oriente en busca de las especies, iniciaron la exploración de las costas occidentales del continente africano. La conquista de las islas Canarias. El archipiélago canario, constituía una excelente base marítima de operaciones y aprovisionamiento. Aunque parecía lógico que fuera un objetivo de los portugueses, las expediciones a Canarias fueron realizadas por los reyes de Castilla en concreto, Enrique III y Enrique IV. La iniciativa de las primeras conquistas estuvo a cargo de la nobleza, que incorporó las nuevas tierras al régimen señorial. Al final, las islas pequeñas quedaron en manos de los señores mientras que las islas mayores quedaron bajo poder real.