QUEBEC – SALTO El valor de la limosna Siempre estaremos tentados de decir “no es mi problema”, “que se ocupe el Estado”, “es asunto de los padres” o “... de los curas”, etc. Felizmente, hay gente que no obra así y está dispuesta a dar una mano. En Montreal (Quebec, Canadá) los salesianos tienen una Procura Misionera, es decir una oficina dedicada a pedir limosna para contribuir a la formación de los sacerdotes salesianos y ayudar a los más pobres de cualquier lugar del mundo. Hace varios años, a instancias de esa oficina, en Quebec se formó un grupo de católicos que se comprometió a apadrinar a un salesiano uruguayo del cual solo conocían su nombre. Desde entonces y cada tanto, le envía, a través de la Procura, una pequeña cantidad de dinero para que él la invierta “en los muchachos”. Así, en el colegio del Carmen, un día pudieron comprar las mesas de ping pong para la sala de juego; algunos meses más tarde pintar y acondicionar una capilla, y en los últimos tiempos comprar bancos de madera y juegos para los más chiquitos. A cambio, el padre reza e invita a hacerlo por sus bienhechores a cuantos se benefician por tanta generosidad. Por otra parte, no se olvida de contarles, por medio de alguna carta y de fotografías, lo que ha podido hacer gracias a ellos.