/// El Epígrafe de Epicteto al Tristram Shandy. Referencia

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L. Sterne
/// El Epígrafe de Epicteto al Tristram Shandy. Referencia
Paratextual y Programa de Escritura
Vida y opiniones de Tristram Shandy, caballero, es una construcción laberíntica, sus
caminos intrincados fluctúan entre una y todas las historias a la vez; dicha obra cuenta
con una multiplicidad de entradas y salidas que permiten decir que se "está haciendo"
permanentemente.
Laurence Sterne ha cuidado cada uno de los detalles; por más caótica que esta obra pueda
parecer todos los tramos están en perfecto orden bajo la tutela del autor. El "Sr. Shandy", como le llama Sterne a Tristram-, ha previsto que "...cuando un hombre se sienta a
escribir una historia, (...) no tiene ni la más remota idea de con qué trabas u obstáculos
va a topar, -o a qué son habrá de bailar o en qué se va a meter antes de terminarla...".
Esta afirmación se comprueba en cada capítulo de esta pieza; así también la abundancia
de: "...Relatos que compaginar; anécdotas que recoger; inscripciones que descifrar;
cuentos que entretejer; tradiciones que examinar; personajes que visitar; panegíricos
que pegar en esa puerta; pasquines para esa otra..."; elementos que el autor debe
consultar y consulta, para escribir su libro.
El carácter biográfico revelado por el título contiene además un agregado especial
(alusivo a Montaigne),que constituirá un elemento primordial: la opinión; su valor será
subrayado citando a Epicteto: "Lo que turba a los hombres no son las cosas, sino las
opiniones sobre las cosas"; ésta, es la frase que elige Sterne como epígrafe para iniciar
su libro, en el que en realidad los acontecimientos de la vida de Tristram Shandy,
constituyen tan sólo una excusa para exhibir y parodiar las distintas opiniones y
concepciones circulantes en aquella época, usando como portavoces a los personajes que
ocupan la obra.
Sterne introducirá distintas innovaciones y quiebres con los cánones hasta entonces
vigentes que conllevarán a la renovación del horizonte de expectativas, es decir a la
elaboración de un nuevo tipo de lector que pueda ser capaz de seguir las rupturas y
digresiones, partes esenciales del libro, y también, sea capaz de participar de la escritura a
través de los tramos que Sterne ha dejado abiertos.
El problema del "efecto verosímil", causado por la caída del narrador omnisciente, es uno
de los obstáculos encontrados por Sterne en la elaboración de esta obra. El hecho de que
lo observado no haya sido presenciado por el narrador constituye un inconveniente en el
plano de la verosimilitud, hasta entonces resuelto por el narrador "testigo"; éste establecía
una relación directa relator-relato, donde la verdad no era cuestionada. Sterne apelará,
entonces, al uso de las notas al pie de página y de la colación de información como
garantes, como fuentes que certifican o, dado sea el caso corrigen, las aseveraciones del
"Sr. Shandy".
Este uso del paratexto, de las notas al pie de página, produce además un efecto de
distanciamiento entre el autor Sterne y el narrador Shandy; de esta manera el artificio se
descubre y Tristram Shandy se convierte en una gran puesta en abismo, donde se devela
la construcción, se ponen en evidencia sus cimientos y el lector pierde la lectura inocente.
En el Cap.19. Vol. II., cuando se narran las preocupaciones de Walter Shandy con
respecto al nacimiento de su hijo, existe una nota al pie que corrige una observación del
"Sr. Shandy" acerca del "... Lithopaedus Semonesis de Partu difficili...", la llamada
corrige esta alusión diciendo:
... El autor se equivoca aquí doblemente; porque Lithopaedus debería escribirse así, Lithopaedii
Semonesis Icon. El segundo error es que este Lithopaedus no es un autor, sino
el dibujo de un niño petrificado. Este relato, publicado por Albosius en 1580, se encuentra
al final de las obras de Cordaeus en Spachius. El error del señor Tristam Shandy se debe, o bien a que
vio el nombre de Lithopaedus en un catálogo de escritores eruditos en el Dr--, o
bien a que cofunde Lithopaedus con Trinecavellius, - por la gran semejanza de los nombres...
Este tipo de aclaraciones separan claramente ambas figuras y agregan un grado mayor de
veracidad al relato. Por otra parte, dicha cita es un buen ejemplo para mostrar la actitud
irónica de Sterne con respecto al saber. En Tristram Shandy se toman citas de todos los
ámbitos: la filosofía, la ciencia, la literatura, etc.; se hace alarde de todos estos
conocimientos pero adquiriendo al mismo tiempo, una postura relajada y de cierta
ligereza con respecto a ellos. Es por esto que el autor se permite la introducción de
información que puede no ser verdadera, como el caso de Hafen Slawkenbergius, quien
es mencionado y citado largamente por el "Sr. Shandy" cuando se refiere a las narices
(Cap.1.Vol.VI). Este tipo de procedimiento, aquél en el que Sterne pierde los rastros y
ridiculiza en cierta medida el saber, será repetido con diferentes variantes a lo largo de la
obra. La información, ya sea documentada o referida, puede estar canalizada en notas al
pie (como en el caso del Lithopaedus); puede formar parte del fluir de la narración (como
el tratado de las narices o el Sermón que lee el cabo Trim); o puede, también, estar elidida
o confundida como se puede ver en esta otra nota al pie en donde Sterne corrigiendo al
"Sr. Shandy", no aclara en realidad de quién se trata sino que lo deja en manos del lector:
"...Se supone que el Sr. Shandy se refiere al caballero **** ******; miembro de
******, y no al legislador chino...". Se puede observar como Sterne deja un espacio
abierto para que los sentidos del lector se disipen, abriendo la obra a múltiples
interpretaciones.
Otro de los recursos a los que Sterne apela, consiste en el uso de la página como un valor
en sí misma, es decir con dimensiones y significado propios. Así es que encontramos
páginas marmoladas, en blanco o en negro. Este procedimiento junto con el uso de los
grafemas y el juego con el dibujo sobre la página, a los que Sterne puede recurrir por el
avance de la tecnología de imprenta, constituyen al igual que las frases inconclusas,
elementos dispersores, disgregadores de los sentidos del lector...Las páginas en blanco,
negro o marmoladas, funcionan como "hojas de quiebre", producen un efecto de shock en
el lector, sirviendo como un instrumento de disrupción más, que ayuda a la caída de la
linealidad. Es necesario tener en cuenta que el método disgresivo parece ser la única
manera de avanzar. Las asociaciones de pensamientos que van llevando de una historia a
otra son siempre un paso más, sin importar la dirección. Sterne tiene sistematizado dicho
método y a pesar de que Tristram Shandy parezca ser una obra imperfecta, la biografía
frustrada de un hombre, es, en realidad, una carrera contra el tiempo perdida mucho antes
de comenzar. Sterne expone la imposibilidad de rellenar el vacío del pasado, de recuperar
el tiempo perdido, mediante la escritura o el pensamiento.
En Tristam Shandy existen muchos niveles de autorreferencialidad; se encuentran
párrafos sobre la escritura, (citas 1 y 2); sobre el lenguaje y los malentendidos que puede
provocar su uso, (recordar el episodio en el que los hermanos Shandy discuten sobre las
posibles razones por las que la Sra. Shandy no querría ser atendida por el Dr. Slop,
(Cap.6.Vol. II.); y también sobre la necesidad de la digresión:
... Las digresiones son indiscutiblemente como la luz del sol; -son la vida y la sal de la lectura;- sacadlas
de este libro, por ejemplo, -y es como si quitarais el libro entero (...) toda la destreza reside en el buen
condimento y arreglo de ellas, lo cual no sólo es una ventaja para el lector, sino también para el autor,
cuya desesperación en este asunto resulta de lo más penosa: Porque, en cuanto empieza una digresión,
desde ese momento su trabajo queda parado;
-y en cuanto retoma a su tema principal, entonces la que se detiene es la digresión....
El problema del tiempo, el desfasaje producido entre el tiempo cronológico y el tiempo
de la conciencia está presente durante todo el relato, enfatizando las imposibilidades de
contar todo de una sola vez, sincrónicamente...sin digresiones.
Como se ha visto Sterne recurre a innovaciones estilísticas que transgreden
continuamente los encuadres de la linealidad, permitiendo que surja una novedosa
relación entre el lector y el autor, concibiendo a un nuevo tipo de lector. El autor pretende
contar una historia, pero no es la historia de la vida de un hombre sino la historia de las
ideas y opiniones que han surgido a partir de las reflexiones sobre la vida de ese hombre,
cuyo tiempo huye sin pedir permiso. Sterne recurre a la técnica de las complicaciones del
argumento, así el mensaje se convierte en algo no verdaderamente importante, lo que
importa es el ruido producido... Volviendo al epígrafe de Epicteto: no importa la cosa en
sí, sino lo que se opina acerca de ella, aquello que la circunda.
El uso de recursos como las notas al pie; los grafemas; los epígrafes y dedicatorias; los
asteriscos; los juegos con el blanco (el "material cero"), y las páginas; la inclusión de
documentación, que permite hablar de una refundición de géneros literarios; la constante
alusión al saber desde una postura irónica, relativizando la auctoritas y el discurso
monológico; la autorreferencialidad; la nueva relación lector-autor; y las inumerables
aperturas a los sentidos; realzan el quiebre que se produce entre esta obra y sus
antecesoras y permiten leer a Tristram Shandy como un campo de batalla, lleno de fugas
y desencuentros, en el que el pasado y el presente luchan por remontar los orígenes de
una historia ausente. Esta observación de Foucault: "....todas las líneas interiores del
cuadro, (...) apuntan hacia aquello que es representado, pero que está ausente..."
respecto al cuadro "Las Meninas" de Velázquez, puede aplicarse a Tristram Shandy: todas
las digresiones apuntan hacia su historia, cada una de ellas es necesaria para seguir
adelante; pero esa misma historia aparece como un eco lejano, un reflejo distorsionado.
Esencialmente, lo representado está ausente, llegando sólo hasta nosotros los vestigios,
los pequeños retazos de una figura desintegrada en el afán por ser concebida;...la máquina
de pensar;...los círculos concéntricos indefinidamente alejados del núcleo;...aquello que
hace existir a esta historia interminable: Tristram Shandy.
Talatandrea X. Rodriguez R.
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