Aportaciones de Hull y Tolman La aspiración fundamental de Hull (1884-1952) fue formular una teoría de la conducta de acuerdo con la estructura lógico-formal de un sistema proposicional hipotético - deductivo. El sistema de Hull alcanzó su primera formulación madura, después de muchos cambios, en su obra “Los principios de la conducta” (1943), donde establece que la conducta se inicia con la estimulación que proviene del medio y termina con la producción de una respuesta manifiesta. De todas maneras no profundizaremos mucho en este autor porque es un teórico de la conducta y no aborda el tema educativo de forma directa. De todas maneras si hay algo por destacar de Hull, es: * Su enfoque de la reducción del impulso, como modelo homeostático de la conducta y como explicación del aprendizaje. De ahí que el educador debe saber desarrollar necesidades intrínsecas o extrínsecas a los contenidos de aprendizaje. * El principio motivacional de la Implicación, lograr que el educando desarrolle las conductas instrumentales sintiéndose protagonista de las mismas. * La hipótesis de continuidad; es decir, el aprendizaje es continuo y acumulativo. Cada refuerzo fortalece el aprendizaje, aunque no se manifieste en un principio. * Si el aprendizaje consiste en fortalecer, dentro de una jerarquía de hábitos, aquellos que son más endebles, tiene que reforzar éstos y evitar extinguir los que son más probables. * La Inhibición reactiva, como protección natural del organismo. La psicología de Tolman (1886-1959) constituye un temprano esfuerzo por elaborar la propuesta conductista watsoniana en el sentido de incorporar a ella los aspectos propositivos y cognoscitivos de la conducta. En tal sentido, para Tolman, propósitos y cogniciones son rasgos inmanentes de la conducta, rasgos que ésta expresa en su ejercicio y que se imponen en una descripción y explicación adecuadas y objetivas de la misma. El conductismo de Tolman alcanza su expresión más acabada en su obra “La conducta propositiva en los animales y el hombre” (1932), donde presenta una concepción sistemática de la conducta donde la cual ésta dependería, en última instancia, de toda una serie de factores o variables independientes en los que se incluye la herencia, la maduración, el adiestramiento, el estado fisiológico del organismo y los estímulos ambientales que inciden en él. Pero este tipo de variables necesita de variables intervinientes como mediación. Concibe la conducta de forma molar, no molecular, acercándose en tal sentido a la Gestalt. En cuanto al aprendizaje, hay que resaltar su teoría E-E (signo-significado), defendiendo que el aprendizaje no tiene lugar por reforzamiento, sino por significación. "Cuando un estímulo (signo) va seguido de un segundo estímulo (significado), el sujeto adquirirá una asociación entre estos estímulos. Una de sus importantes aplicaciones, se refiere al aspecto motivacional, como punto de arranque a lo que suponga cognición-motivación (Hernández, 1984). Las expectativas, para él, son variables motivacionales donde el sujeto relaciona sus creencias-valores, necesidades, su constituyendo un espacio o campo conductual inmediato. propia imagen,...