¿Qué tanto le importa el precio a los consumidores, realmente? Por: Nicolás Restrepo Abad* En cualquier mercado, ya sea de productos o servicios, masivo o industrial, existen cuatro tipos de compradores. En primer lugar, están los compradores de relación, los cuales compran la misma marca en el mismo lugar de siempre, porque es la que les gusta y nunca han tenido problemas con ella. En segundo lugar están los compradores de conveniencia que buscan su comodidad yendo al lugar más cercano y no le dan mucha importancia ni al precio ni a otros aspectos del producto. Luego están los compradores de valor, los cuales comparan las distintas opciones que tienen y eligen la que les ofrece la mejor relación costo-beneficio. Finalmente, se encuentran los compradores de precio, quienes buscan el producto que tenga el precio más bajo y no se fijan en otros aspectos del mismo. Son precisamente estos dos últimos tipos de compradores (valor y precio) los que comúnmente llamamos “altamente sensibles al precio”. Cuantificar su proporción dentro del mercado puede ser de gran ayuda a las empresas para definir sus estrategias de precios y no dejar dinero sobre la mesa. Prexus y MarketTeam realizaron una investigación de mercado en las cinco principales ciudades de Colombia, en cinco categorías de consumo masivo (vestuario, champú, pan tajado, papas fritas y arroz) para determinar, realmente, que tan importante es el precio para los consumidores colombianos. Y los resultados son sorprendentes. En el promedio de las cinco categorías analizadas, la gran mayoría de los consumidores no compara precios al momento de tomar la decisión de compra: sólo uno de cada cuatro consumidores compara precios, uno compra por conveniencia, y dos compran la marca de siempre. Obviamente existen ciertas diferencias entre las categorías. En vestuario, donde el desembolso promedio es de $94,000/mes, el 37% de los compradores compara precios, mientras que en champú, pan tajado, papas fritas y arroz, donde el desembolso promedio es de tan sólo $16,000/mes, dicha proporción no llega sino al 20%. Y esto tiene sentido: los compradores tienden a ser más sensibles al precio al comprar productos o servicios que representan una mayor proporción de sus ingresos. Por otro lado, es posible encontrar ciertas diferencias interesantes entre las ciudades analizadas. En Medellín, Cali y Bogotá hay 2.5 veces más compradores de precio que en Barranquilla y Bucaramanga. En las primeras tres ciudades, el 12% de los encuestados dijo decantarse por el producto de precio más bajo, mientras que en Barranquilla y Bucaramanga, tan solo el 5% lo hace de esa forma. Igualmente existen ciertas diferencias entre estratos socioeconómicos. En el estrato dos hay el doble de compradores de precio que en los demás estratos socioeconómicos; mientras que en el estrato dos el 15% de los compradores elige sólo por precio, esta proporción es de sólo el 7% en los demás estratos. Nuevamente, este hallazgo tiene mucho sentido, pues los compradores tienden a ser más sensibles al precio en la medida en que sus ingresos son más bajos, y el desembolso asociado a un producto representa una mayor proporción medido sobre los ingresos. Estos resultados indican que los consumidores son mucho menos sensibles al precio de lo que la mayoría de las empresas cree. Cuando las compañías realizan promociones masivas de precios, están vendiendo barato a un 75% de consumidores cuya decisión de compra no está motivada por el precio. Para esa gran mayoría de consumidores es clave invertir en posicionamiento de marca para estar en su mente y maximizar la distribución para que nos encuentren en el momento de la compra. Finalmente, la mayor sensibilidad al precio existente en las tres principales ciudades, y en el estrato dos, obliga a las compañías a ofrecer opciones básicas en sus portafolios de productos, con precios altamente competitivos. * Nicolás Restrepo es consultor de PREXUS Consultoría [email protected]