REVISTA CUBANA DE PSICOLOGÍA Vol. V I I , No. 3, 1990 La formación de una relación emocional positiva hacia Jas t a r e a s cognoscitivas en la primera infancia Franklin Martínez Mendoza, (-acuitad de psicología, Universidad de La Habana F<E:E3LIMELIM En el presente trabajo se presentan los' resultados de una investigador) experimental realizada con niños de edad temprana, que tuvo como objeto eí surgimiento de las emociones dentro de la actividad cognoscitiva, en específico el proceso de aparición, , -formación y consolidación de un^ relación emocional positiva hacia las tareas de tipo cognoscitivo, con un enfoque integral en el que los aspectos afectivos y cognoscitivos del desarrollo psíquico del niño se valoran de forma conjunta, y en estrecha unidad e interre 1acion. El análisis de los principios generales del surgit miento de esta relación emocional positiva en una actividad, cognoscitiva como es la actividad con objetos, y los resultados obtenidos con los 42Q niños con los que se trabajó en el:curso de siete años de investigación, confirman la hipótesis de que la formación de la misma guarda una mutua interacción y dependencia con la asimilación de los procedimientos de acción en la solución exitosa de las tareas de tipo cognoscitivo, lo que se comprobó tanto en su carácter experimental como en la propia experiencia pedaqóqica en el circulo infantil;. Como uno -de los resultados del trabajo, se estructura un sistema de acciones instrumentales basado en los principios teóricos que fundamentan esta investigación, para su inclusion en el programa de educación de las edades objetos de estudio, como un modesto aparte al perfeccionamiento del programa de Educación Prescolar, nrimer subsistema del Sistema Nacional de Educación. A B S T R A C T This work presents the results of an experimental research with children o if early age, which had the object of studying the arousal of emotions withih cognitive ac tivi ty , speci f ical ly the process o-f appearance , formation arwd 1 71 ¡consolidation of a positive emotional relationship towards cognitive tasks, ¡with an integral approach in which, affective and cognitive aspects of 'psychical development are jointly considered, and in close unity and •interrelation. The analysis of general principles of the arousal of this positive emotional relationship within1 a cognitive activity like objectal activity, and the results obtained 'in the work with 420 children during seven years of research, confirm the hypothesis that its formation maintains a mutual interaction and i dependence with the assimilation of action procedures in the successful solution of cognitive tasks, something that was pro/ed experimentally as Well in the proper pedagogical experience in the day care center. As a result of, this work a system of instrumental actions is created, for its inclusion ini the educational program of these ages, as a modest contribution ' for the perfectioning of the program of Preschool Education, first subsystem of it he National System of Education Desde el punto de vista de la, psic'ología materialista dialéctica, las emociones se definen como una forma especial del reflejo de la realidad objetiva, provocado por los objetos j y fenómenos de cuyas propiedades dependen, y que expresa en forma de vivencia, la relación que el hombre establece hacia el medio circundante, 'los que lo rodean y a sí mismo. Son las primeras formas de expresión 'afectiva en el orden filogenético y¡ ontogenético, y las más sencillas, 'primitivas y rudimentarias. Constituyen, por lo tanto, un reflejo subjetivo del mundo de los! objetos, que poseen no solamente yá un c'arácter cognoscitivo, sino también' un sentido o valor de orden afecitívo para el sujeto. Las emociones estáni condicionadas históricamente, y tanto su1 forma como su contenido, dependen de estas condiciones, van a surcjir en, la actividad del individuo, y a sui vez, influyen sobre el carácter y éroduot i v idad de esta actividad. En este; sentido, lo externo, el medio ,sociajl, va a ser lo determinante en la génesis y desarrollo de las emociones, lias cuales van a manifestarse a! través de variadas vías organ icof uric ionaíles, que constituyen el substrato y! correlato fisiológico de lo que sucede e¡n el plano psíquico, en una unidad! dialéctica de lo psicológico y lo fisiológico que se contrapone a cualquier! concepción reduccionista. ' ¡ De la misma manera, las emociones constituyen el fondo energético de la actividad, y actúan sobre su dirección para regular su dinámica y sg fuerza. Al respecto, A.V. Zaporozhets y ! Y.Z. Neverovich señalan que 1 aj emoción es una forma de reflejo de la realidad mediante la cual se produce la regulación psíquica de la tendértela cjeneral y dinámica de la conducta,! en la que poseen una dirección psíquica ,y de corrección emocional, lo cual, al decir de A.N. Leontiev, tampoco tpuede tergiversarse, ya que lad emociones no subordinan a ellas la ' actividad, sino que constituyen urj resultado de la misma y del mecanismo de su movimiento, lo que defind claramente el papel determinante de ! la actividad en su relación con lq emocional ínter rio. i , No obstante, la exacta comprensión dejl papel que juegan las emociones et] la regulación de la actividad y su interreíacion con los aspectos cognos[ citivos, ha sido un tema tratado insuficientemente dentro de la cieñe 13 psicológica más tradicional, que ha centrado su atención preferentemente en la investigación aislada de los procesos afectivos y los cognítivos, que en su análisis conjunto, particularmente dentro de la psicología idealistaj Pero, a decir verdad, esto también ha '• sido una particularidad de leas; estudios psicológicos en los países Socialistas, lo que se refleja en Id planteado por- N.A. Vasí 1 íev y co 1 alparadcjres, cuando señalan que es caractei rístirn que el problema de la requlacidfn emocional del pensamiento no sólt! no está < ataluqada entre las tendencias principales de la psicología soviética, sino que en general, los autpres no le han concedido mucha atención. i 1 Al respecto, tanto en la psicología! materialista como en la idealistaj Ran existido tres tendéncíás fandaijientalesr - err el estadio de la---interJ 1 72- relación e n t r e los p r o c e s o s a-tectiyos y los c o g n i t i v o s : . La gue considera a lo afectivo ^ lo que no tienen relación alguna entre cen posturas reduccionistas en esta cognitivo como procesos si, o si la reconocen, ¡relación. aislados estable- Esta p r i m e r a t e n d e n c i a a g r u p a a la m a y o r í a d e las t e o r í a s , y d e a c u e r d o con el é n f a s i s en a l g u n o d e e s t o s f a c t o r e s , van d e s d e una postura racionalista (como son los c a s o s d e A r i s t ó t e l e s , D e s c a r t e s , H e r b a r t , L e e p e r ; e t c . ) ; f isiologista (James, Shorrington, C a n n o n ) ; biologista m á s radical' (Darwing, McDougall, F r e u d ) : c o g n i t i v i s t a ( A r n o l d , S c h e c h t e r , Lazarus)'; q conductista (Watson, S k i n n e r ) . . La que plantea y reconoce una reí ación entre los procesos afectivos y los cognitivos, pero estableckn un paralelismo e isomor-fismo entre ambos, con lo gue hacen en la d^cotomización de la personalidad. Aquí la m á x i m a e x p r e s i ó n es J. P i a g e t , q u i e n , a p e s a r d e reconocer una indisociabi1idad e n t r e los p r o c e s o s a f e c t i v o s y los c o g n i t i v o s , n i e g a tod4 posibilidad d e in ter re 1 ac ion casual e n t r e a m b o s , v a l o r á n d o l o s c o m o comple-* mentarios, isomór+icos y paralelos, y en el q u e la c o g n i c i ó n p r o v e e 14 e s t r u c t u r a , y la e m o c i ó n el c o m p o n e n t e e n e r g é t i c o d e la c o n d u c t a . í . La gue establece la necesaria unidad e interrelación entre tiva y lo ¿ogtTi tivo, concibiendo ambos fenómenos en mutua cia y reí ación, y por tanto, a la personalidad como un todo y complejo. lo afecdependenintegral Se corresponde, en lo -fundamental, con los p l a n t e a m i e n t o s de psicología m a t e r i a l i s t a d i a l é c t i c a , y en 1.a q u e s e d e s t a c a n los n o m b r e s L. W i g o t s k i , S.L. R u b i n s t e i n , A . N . L e o n t i v e y D. E l k o n i n , para quienes unidad e interre 1acion d e e s t o s p r o c e s o s c o n s t i t u y e u n a p r e m i s a b á s i c a sus e n f o q u e s t e ó r i c o s . la de la dé La actual tendencia en el estudio de la p e r s o n a l i d a d radica en su carácter i n t e g r a l , por lo q u e , el enfocjue u n i t a r i o d e la r e l a c i ó n e n t r e lo a f e c t i v o y lo c o g n i t i v o , e s d e por s í , la o r i e n t a c i ó n más actualizada y dialéctica en el e s t u d i o d e IOÍ. f e n ó m e n o s i n t e l e c t u a l e s y e m o c i o n a l e s , y donde é s t o s se r e l a c i o n a n m u t u a m e n t e , i n t e r a c t ú a n , se c o m b i n a n e s t r u c t u r a l mente, en una unidad en la q u e c a d a u n o d e e s t o s f a c t o r e s del p s i q u i s m o humano m a n t i e n e su c a r a c t e r í s t i c a d i s t i n t i v a sin d i l u i r s e entre s í , pues implican una u n i d a d , y no una identidad d e f e n ó m e n o s . Ll estudio que hemos realizado se eniiiarcc* d e n t r o d e los i n t e n t o s d e a n á l i s i s d e e s t o s p r o c e s o s en ínter r e l a c i ó n , y con e s t e e n f o q u e conceptual se c o n c i b i ó una i n v e s t i g a c i ó n e x p e r i m e n t a l q u e en el c u r s o d e s i e t e a ñ o s , y trabajando con una m u e s t r a total d e '420 ni no d e edad temprana en las distintas fases d e la i n v e s t i g a c i ó n , s e p l a n t e ó c o m o o b j e t o el s u r g i m i e n t o de e m o c i o n e s dentro de la a c t i v i d a d cognoscitiva, específicamente el e s t u d i o del p r o c e s o d e a p a r i c i ó n , f o r m a c i ó n y c o n s o l i d a c i ó n d e u n a r e l a c i ó n emocional positiva hacia las t a r e a s d e tipo c o g n o s c i t i v o , con un enfoque inteqral en el que los a s p e c t o s a f e c t i v o s y c o g n i t i v o s del d e s a r r o l l a psíquico del n i ñ o s e v a l o r a n d e forma c o n j u n t a , y en estrecha unidad e ínter re i ac; ion . Para ello se seleccionó la a c t i v i d a d con o b j e t o s . La razón d e su selección radicó en el h e c h o d e q u e , a d e m á s de constituir la actividad rectora o principal d e la edad t e m p r a n a , m e d í a n t e la cuni s e p o s i b i l i t a en un mejor g r a d o el desarrollo psíquico del niño, y particularmente su desarrollo i n t e l e c t u a l , en la r e a l i z a c i ó n d e la a c t i v i d a d con o b j e t o s está s i e m p r e implícita la e j e c u c i ó n y asin,ilación d e u n a acción de tipo cognoscitivo, lo cual la hacía idónea para el o b j e t o d e e s t u d i o con los niños de estas edades. 173 En la estrategia de investigación, nos propusimos una primera fase dei constatación, dirigida a determinar el !grado inicial de desarrollo de esta; relación emocional positiva en la actividad independiente y la actividad: i ' i í I ; programada del circulo infantil; iuna etapa formativa, encaminada a garan-j ti'zar su surgimiento, formación y desarrollo, y a valorar su interrelación ,¡ dependencia y funciones mutuas 'con los aspectos cognoscitivos de la actividad; y una etapa de control, para ¡la comprobación de los resultados, obtenidos como consecuencia de su formación. La hipótesis planteada fue la siguiente: el surgimiento, formación y consolidación de una relación emocional ¡positiva hacia las tareas cognoscitivas, depende fundamentalmente'de la asimilación de los procedimientos, de su solución, en las condiciones del niedio organizado pedagógicamente (en actividades con objetas: de correlación, de construcción y coni I instrumentos). Entre los objetivos se señalaron el conocer las manifestaciones del. surgimiento y formación de esta relación emocional positiva y el nivel dé realización de los procedimientos de la actividad; caracterizar las fases| por las que transcurre esta formación y la contribución de cada tipa específico de acciones a la misma; y demostrar experimentalmente que la1 unidad de los factores afectivos y cognitivos, garantiza una mejor asimilación de los contenidos cognoscitivos de la actividad y la formación de^ una relación emocional positiva que contribuye a su vez a un mayor interés! y fijación de estos contenidos cognoscitivos, y como consecuencia, a un mejor desarrollo intelectual del niño de esta edad. Para estos fines, y en una fase de la investigación que denominaremos principal i se trabajó con 30. niños del segundo año de vida, creando urj grupo experimental y dos controles de1 10 niños cada uno, emparejadas estadísticamente con respecto a determinadas variables. La toma de datos se realizó mediante la observación en condiciones naturales, utilizando protocolos elaborados al efecto, y la realización dé fotografías seriadas, que se contrastaban con la situación para garantizar la confiabi1idad de los datos. En el caso de los experimentos de constatación y control, esta observación sé hizo mediante la técnica del muestrea del tiempo, en la actividad independiente y la actividad programada. Los resultados de la fase de constatación evidenciaron que, tanto en uno como en otro tipo de actividad (ver Tablas I y I I ) , el estado emocional del grupo y su actividad cognoscitiva eran muy deficientes, con marcado predominio de los estados neutros, presencia de reacciones negativas, pocas expresiones emocionales positivas, siendo los comportamientos referentes a una relación emocional positiva, muy bajos. En el caso de la actividad programada, los datos mostraron que gran parte del tiempo los niños se entretienen con diversas conductas de tipo manipulatorio, lo que unido á distracciones frecuentes y cambios posturales que desvían su atención 4 determinaban que más de la mitad; del tiempo que duraba la actividad programada, los niños estaban interesados por estímulos ajenos a los qué realizaba la educadora, y por lo tanto, no estaban asimilando los contenidos de la actividad. Específicamente, la presencia de comportamientos de una relación emocional positiva abarcaron menos de la quinta parte del tiempo total de observación, lo que indica su gran probreza. El análisis de estos datos tan elocuentes, determinó la realización de una constatación complementaria en ; ocho provincias del país, con 30 niños en cada una, para un total de 240 sujetos. Los resultados demostraron que no existían, en términos generales, diferencias entre la muestra de investigación principal y la de los niños de los círculos infantiles del interior del país, a un grado estadísticamente significativo, por lo que estos datos son generalizables entre las muestras, al ser prácticamente similar el nivel del trabajo educativo en todos estos centros. 174 Igualmente se comprobó que el tipo de contenido de la actividad progra-S mada no guardaba relación con el ¡surgimiento y formación de esta relación! emocional positiva, y que esto dependía de lo que se hubiera consolidado; emociohalmente respecto a la actividad cognoscitiva como tal, y no de uní contenido u otro de la actividad programada en particular. 1 El experimento formativo consistió en la aplicación de diversas tareasj que implicaban acciones con objetos: una acción de correlación (construc-j ción de una pirámide); una acción de construcción (torre de bloques); y unaj acción con instrumentos (utilización de una varilla para el acercamiento de un objeto) a los grupos objeto de estudio. A todos los niños de los tres grupos se les planteó hacer los tres tipos de tareas, pero solamente al grupo experimental se le enseñó como hacerlo hasta su ejecución cabal. j i Las manifestaciones y comportamientos emocionales se registraron yj correlacionaron con el dominio progresivo por el niño de los elementos d^ la acción en la solución de la tarea, desde el momento en que no poseyeran ningún procedimiento, tuvieran un dominio parcial de los modos de acción, ai un dominio total de los elementos de la acción. La interpretación de los resultados del experimento formativo, permitió distinguir tres fases en el dominio gradual de la ejecución exitosa de I4 acción, en la medida que surge y se manifiestan los comportamiento^ emocionales, hasta la consolidation ¡de una relación emocional positiva estable: Fase de no dominio de los elementos de realización de la acción , Resulta típico en la conducta del niño que no domina las operaciones qué permiten la realización de la acción, el predominio de la inmovilidad, pocq o ningún cambio postural, o pocos movimientos no dirigidos en el sentido de la tarea. Por lo general, no hay vocalizaciones, y la comunicación con elj adulto es intermitente, y cuando se da es en sentido de reclamo o ayuda,: más que de orientación. Hay micromani f estaciones de movimientos en manos >f dedos que no cristalizan en ejecuciones, la expresión del rostro es dé duda, incertidumbre, apocamiento o extrañeza, y hay reacciones negativa^ muy marcadas, incluso reacciones catastróficas. En ocasiones hay reacciones psicosornáticas muy visibles, tales qomo sudoración, temblor, y en casoá extremos, no control esfinteriano como consecuencia de la ansiedad. •' . Fase de dominio parcial de los elementos dé realización de la acción En la medida en que el niño empieza a dominar algunas operaciones, las manifestaciones emocionales varían. Ahora se observa una comunicación muy reiterada con el adulto, con frecuentes vocalizaciones en busca de apoyo, aprobación u orientación. Son habituales las reacciones mímicas globales, y cambios posturales no relacionados con el sentido de la actividad. La expresión emocional es de interés y concentración, sin embargo, la presen^ cía de reacciones negativas es mínima, no hay llanto ni negativismo, y no se observan reacciones psicosomátícas marcadas. . Fase de dominio total de los elementos de la acción Con el perfeccionamiento de la realización de la acción, y el dominio de todas las operaciones, el comportamiento del niño se hace muy Caracterís-7 tico. En este caso la comunicación con el adulto es prácticamente nula, eí niño se concentra profundamente en su ejecución, y cuando establece el contacto con el adulto es, por lo general, al final de una fase o al concluir la actividad, para buscar' aprobación a una nueva tarea. La vocalización se reduce al mínimo, apoyan la ejecución. Los cambios posturales son pocos, y siempre en sentido de la tarea. No obstante, las reacciones mímicas qlobales <>iquen siendo frecuentes, particularmente sé observa el morderse la lengua, ti niño se muestra muy concentrado,- y- lar* 175 expresiones de risa o . satisfacción se man 1 + isstain al final de una fase o de la tarea. Hay ausencia total de reacciones:, negativas o psicosomáticas. El análisis de manifestación de estos datos permitió concluir enfáticamente que la les emociones en la formación de una relación emocional positiva, guarda una estrecha relación' y dependencia con el nivel de dominio de las operaciones en la ejecución de la tarea, con el hecho de si tiene o no asimilados los elementos de la acción para la realización exitosa de la tarea cognoscitiva. De esto se desprende que la relación emocional positiva del niño hacia éstas,tareas, comienza a formarse cuando éste asimila algunos de los elementos de la acción, y se consolida en la medida en que se desarrolla el nivel de. sus acciones prácticas, hasta alcanzar un estado emocional francamente positivo cuando se logra el pleno dominio de las operaciones que permiten la solución de la, tarea, lo que comprueba la hipótesis fundamental de la investigación. En el experimento se comprobó, a un grado estadísticamente significativo que los niños del grupo experimental tenían una relación emocional positiva bien consolidada, en oposición a los niños oe los grupos controles, que se caracterizaron por el predominio de los estados neutros, y una gran pasividad y desinterés por las actividades cognoscitivas, incluso mayor que en la constatación. En el caso de la actividad programada, la consolidación de esta relación es tan marcada en el grupo experimental, que unida a comportamientos tendentes a una asimilación adecuada de la actividad, determinan que más del' 70 '/. del tiempo que dura la actividad, los niños muestran un notable grado de interés y concentración en la misma, y una asimilación mucho más efectiva del contenido de las tareas. En contradicción, los niños de los grupos controles, en el que prima un •aumento considerable de distracción por estímulos ajenos, muestran que el no establecimiento de una relación emocional positiva estable y consolidada, influye desfavorablemente en su comportamiento hacia la actividad cognoscitiva, que no les llama suficientemente su atención e interés, a pesar de que las educadoras hayan logrado que el estado emocional general del grupo sea mejor en ese momento que cuando la constatación. Esta relación emocional positiva, se consolida, se interioriza, se vuelve relativamente estable, y permite su manifestación con ot^as tareas cognoscitivas diferentes a las enseñadas en su formación, creando un estado emocional consolidado, interiorizado, como producto más acabado de todo este proceso de formación. Este estado emocional, que hemos denominado positivo, tiene un carácter regulador de. la actividad cognoscitiva, y prepara interiormente al niño para la realización de este tipo de actividad. A su vez, la ejecución exitosa de esta actividad genera emociones que consolidan aún más el estado emocional positivo, en una constante interacción de los factores afectivos y cognitivos que determina una mejor realización de la acción y una asimilación más efectiva de sus contenidos cognoscitivos, lo que, decididamente, tiene una significación muy importante en el desarrollo intelectual. Los datos de la investigación principal evidenciaban también que la estructura de la tarea parecía tener algún grado de significación en estos resultados, observándose algunas diferencias notables entre los dos primeros tipos de acciones (construcción y correlación), y las realizadas con instrumentos, que aparentemente favorecían en mayor medida el surgimiento de esta relación emocional positiva, por lo que se decidió hacer una investigación complementaria en la que, además, se incorporaran tareas de tipo sensorial, basándose en el hecho de que cabía preguntarse si las acciones de orientación que se hacen en las acciones con instrumentos podían ser un elemento '. urecedor en los resultados, lo que igualmente oodría suceder en est.i- tareas de tipo sensorial en las que el niño tiene •• iue realizar acciones de orientación externas bien definidas, y encontrar por si mismo la solución. 176 En este sentido, se conformaron tres grupos,"""dé"lO'liI'nos cada""uno",''iíéT¡ primer semestre del tercer año de v'ida, uno que trabajaría acciones con instrumentos (acercar un objeto mediapte una varilla); otro en tareas de tipo sensorial (inserción de clavijas de dos colores, en un tablero bicolor simétrico, con cinco -formas distintas); y otro, en acciones simples con objetos (de correlación y construcción) semejantes a las utilizadas en la investigación principal. En la de¡ acción con instrumentos se introdujo unj elemento novedoso: la construcción .del medio auxiliar por el niño, en dos y! tres partes, lo que incorporó un elemento de mayor complejidad intelectual; en la tarea. ¡ Los resultados del experimento eje constatación y del formativo con los! tres tipos de tareas, mostraron resultados semejantes a los obtenidos en la! muestra de la investigación principal, por lo que no se hace necesario su! repetición. Al analizar los datos del experimento control se destaca que, tanto en la actividad independiente como en la programada, las acciones con instrumentos resultan más eficaces para ! la manifestación, surgimiento y consolidación de una relación emocional ^positiva hacia las tareas de tipa cognoscitivo, que las de construcción-correlación y sensoriales. Estas últimas se mantienen a un nivel intermedio, y superan en buen grado a las acciones simples con objetos que, no obstante, logran también un cierta nivel de desarrollo de esta relación. Esjto parece relacionarse muy directamente con el marcado interés Que el instrumento parece despertar en el niño, que incluso, en ocasiones, se desvía de la obtención del ob¿eto-fin para concentrarse en la manipulación del propio instrumento, o a la repetición de la acción instrumental, algo semejante a lo planteado por J. Bruner uun respecto a la preocupación operatoria en su experiencia de las palancas. Como consecuencia de estos hallazgos se determinó, como resultado de los| principios teóricos de la investigación, la elaboración de un sistema da acciones instrumentales para la educación intelectual de los niños de edad temprana, máxime considerando que el actual programa de educación de estas! edades en el circulo infantil, carece de este tipo de acciones, lo cual eg altamente contradictorio, sobre todo si se considera que éstas son las acciones fundamentales para el desarrollo intelectual del niño en estas edades. El sistema de acciones instrumentales elaborado se muestra en el anexo üe este artículo. Consiste en nueve tareas de acciones con instrumentos, \| dos tareas preparatorias, que funcionan como introductorias al sistema. Eli mismo se completa con varias tareas que se realizan en la actividad independlente. Las tareas instrumentales fueron .seleccionadas a partir de tareas semejantes de un sistema creado por S.L. Novosolova, unas utilizadas por A.li. Siverio en su investigación sobre solución de tareas prácticas instruí mentales, y otras aportadas por ei autor de este trabajo. Este sistema de tareas tiene implícito algo extraordinariamente novedoso y que no había sido nunca antes usado en este tipo de tareas con los niños de edad temprana: la construcción del propio instrumento por el niño como condición indispensable para poder realizar su acción instrumental, y resolver la tarea práctica que se le plantea, con dos partes, para todas las tareas, y con tres piezas, para cinco de ellas. El principio de la construcción de| instrumento añade un grado de mayor complejidad intelectual a la acción con instrumentos, y en nuestra experiencia se comprobó que promueve en el niño una notable concentración e interés por la tarea, y lo más importante, una generalización de este principio a tarecs de tipo cognoscitivo que no fueron previamente enseñadas al niño, y que éste aplica de manera mdepen-fdiente cuando se enfrenta a una tarea en la que para su solución tenga necesidad de elaborar un instrumento. i 177 El sistema de tareas sigue 'el mismo principio de S.L. Novosolova dé complicación progresiva de la acci¿n mediatizada, es decir, el estableci-i miento progresivo de una relación más ¡compleja entre el objeto auxiliar y el fin. En este sentido, la primera tarea preparatoria plantea la compren-^ sión de una relación totalmente 4 s t á t i c a , mientras que la segunda, de una relación dinámica entre el cordón que tiene el objeto-fin, el orificio poH dónde se inserta, juguete atractivo. y el propio ¡objeto-f in que el niño debe alcanzar, un i El sistema de acciones instrumentales incluye la utilización de una una varilla con un aro, un jamo, ,un cucharón, una vara de pescar, un martillo y una pala. La primera tarea implica para el niño establecer una nueva relación dinámica entre el instrumento (la varilla) y el objetivo; la segunda, trasladar este modo de acción a una situación distinta con nuevas relaciones espaciales; en la tercera y cuarta tareas usar el instrumento teniendo en cuenta el diseño del objetivo; en la quinta, sexta y séptima, utilizar este instrumento en condiciones nuevas de un medio acuático e implicando una complicación gradual de la habilidad motora manual; en la octava tarea, el establecimiento de una nueva relación de tipo instrumental ; y -finalmente, la'última tarea, semejante en un principio a la anterior, pero implicando condiciones materiales del medio, como la arena. Lo importante del sistema nó radica en cada tarea especifica en si misma, sino en los principios que deben estar en su base: complicación gradual de la acción mediatizada por los instrumentos, y construcción de éstos para dar solución a las tareas. Esto lve da una gran flexibilidad al sistema, y permite la inclusión de óticos tipos de acciones con instrumentos, siempre que se respeten los principios que fueron experimentalmente comprobados en este trabajo. Para demostrar la efectividad del sistema de acciones instrumentales, se realizó una experimentación pedagógica, que constó de dos fases: una primera, en la que el sistema se probó de forma experimental por el propio investigador, y una segunda, en la que se aplicó directamente en la práctica pedagógica por las educadoras, en las condiciones habituales del trabajo docente-educativo del circulo infantil, con niños del segundo semestre del segundo año de vida, y primer semestre del tercer año, en cinco provincias del país. El método de enseñanza utilizado en ambas fases de la experimentación pedagógica consistió en permitir la acción espontánea inicial del niño con el medio auxiliar, para después pasar a la demostración práctica y a la adquisición de la experiencia en la propia actividad, mediante la acción conjunta del adulto y el niño, dé ser necesario se le enseñaba cómo utilizar y construir el instrumento para dar solución a las diferentes tareas,, se le destacaban las relaciones esenciales entre el medio auxiliar y el objeto-fin, se le ejercitaba la coordinación motora mediante el uso del instrumento, y se hacía con él el análisis de sus logros y errores. Cada tarea fue siempre enseñada de manera completa antes de pasar a la siguiente, es decir, se realizaba el aprendizaje de la utilización del medio auxiliar, y luego, su construcción, en dos y tres partes. Una vez dominados los elementos de la acción correspondiente, se pasaba a la otra tarea, y así sucesivamente hasta completar el sistema de acciones instrumentales. El sistema se aplicó en las condiciones naturales de los grupos, preferentemente en el área exterior. En el caso de las educadoras, las mismas fueron entrenadas en los principios, estructura y aplicación métodológ.ua del sistema, y su ejecución fue controlada por el investigador y sus colaboradores durante el curso de la aplicación, a la vez que se les reentrenaba periódicamente al incorporar cada nueva tarea, para garantizar unidad de criterios teóricos y el dominio metodológico necesario en cada nueva tarea. 178 En tres de las provincias seleccionadas, el sistema se aplicó de -forma! individual exactamente semejante a'la faise experimental por el investigador! y en las otras, de -forma grupal, incorporando hasta cuatro niños¡ simultáneamente, por ser. ésta la manera- usual de impartirse las actividades', en el círculo in-fantil. ¡ ! i Los resultados obtenidos demuestran que, en ambas condiciones de experii mentación pedagógica, el sistema de acciones instrumentales elaborado, esj asequible a los niños de las edades objeto de estudio, por lo que el! conjunto de acciones instrumentales implícitas, su gradual complejidad, yj la construcción del instrumento, son asimilados incluso por los niños más pequeños, si bien con algunas diferencias cualitativas no significativas con los niños del tercer año, dadas en una mayor destreza motriz y unaj mejor calidad de las acciones de orientación de éstos en la solución de las¡ tareas, quienes logran asimilar el sistema completo en un lapso algo menor! que los niños del segundo año de vida. j Se valora que el sistema posibilita la rápida aparición y consolidaciór de la relación emocional positiva hacia las tareas de tipo cognoscitivo, que se observa desde que el niño asimila los principios de utilización > construcción del instrumento, y se mantiene como una -formación interna que lo prepara para la realización de la actividad cognoscitiva y una mejor asimilación de sus contenidos. Se destaca que en las condiciones habituales de la práctica pedagógica se garantiza sin dificultades la formacióri interna de esta relación emocional positiva. La aplicación grupal delj sistema, aunque tiene algunas diferencias cualitativas con la forma individual, éstas no son significativas, y permite la generalización del sistema en las condiciones habituales de la práctica pedagógica. j i El qrado de interiorización de los principios del sistema de acciones instrumentales es tan sólido en tos niños del grupo experimental, que en las condiciones de la actividad independiente, son capaces de resolver otras tareas instrumentales no conocidas previamente, e incluso, d^ trasmitir su experiencia de manera espontánea a otros niños, a los qué enseñan cómo solucionar la situación sin requerir la orientación d e | adulto, lo que nos enfrenta, como dijera el conocido pedagogo Paulo Freiré al conocer e^tos resultados, al educador de año y medio. Es importante, además, destacar el valor pedagógico de esta experiencia. El hecho de que durante la formación de esta relación emocional positiva, y en dependencia de la asimilación pqr el niño de los procedimientos de acción, las manifestaciones emocionales que surgen permiten caracterizar las distintas etapas por las que transcurre en su formación hasta su consolidación, posibilita a las educadoras valorar el nivel de asimilación de dichos procedimientos y el grado'de consolidación interna de esta relación, Esto tiene importantes implicaciones pedagógicas, ya que, por esta valoración que puede hacer la educadora, le ha de ser posible estimar el nivel de interiorización del contenido cognoscitivo en actividades de esté tipo, y determinar la dirección de su acción pedagógica. El conocimiento de la existencia de esta relación emocional positiva le posibilita tener un medio que le permita saber el grado en que los niños a los cuales enseña han asimilado, o están asimilando, los contenidos cognoscitivos de las distintas actividades, y puede entonces planificar de manera más precisa su acción pedagógica con los niños de estas edades. Cómo se observa, la consideración de los componentes afectivos en la realización de una actividad cognoscitiva, añade un grado de mayor cientifícidad a la acción pedagógica, y de hecho, propicia una asimilación mucho más efectiva v consolidada de los contenidos de dicha actividad cognosci T tiva, algo fehacientemente comprobado por esta investigación: los niños que habían formado v consolidado esta relación emocional positiva, decididamente y significativamente, tenían un mejor comportamiento, motivación e interés hacia este tipo de actividades, asimilaron de manera mucho más 179 /efectiva sus contenidos, y consecuentemente, tuvieron posibilidades 'mayor desarrollo intelectual. ! .[ de un t Finalmente, el análisis conjunto de los resultados de las diversas etapas de la investigación, perrpite a-firmar que existe una estrecha independencia entre los factores afectivos y los cognitivos en la realización de tareas que implican la asimilación de un contenido cognoscitivo. En este sentido, lo.afectivo constituye no sólo la energética del funcionamiento de la estructura cognitive, sino que, además, tiene un carácter regulador de la misma, a su ve¿, la realización de la actividad cognoscitiva genera manifestaciones de tipo afectivo, que se estructuran y propenden a garantizar la mejor realización de la actividad, que se consolidan en 1 a medida en que se van dominando las operaciones de la acción hasta su éxito total. Una vez consolidada esta relación emocional positiva, conforma un estado emocional característico, que va a influenciar notablemente en la actitud y disposición del niño hacia una actividad de tipo cognoscitivo, que conlleva una asimilación más efectiva de sus contenidos cognoscitivos, y como consecuencia, un mejor desarrollo intelectual del niño en estas edades. Esto constituye una decisiva demostración de que la unidad de lo afectivo y lo cognitivo está presente, y es 1 a mejor manera de enfocar la realización de actividades de tipo cognoscitivo. Desde el punto de vista teórico ello significa una rotunda superación de las concepciones isomórficas y paralelistas en el desarrollo de la personalidad, o de aquellas otras que la enfocan de manera aislada o reduccionista. A su vez, estos datos confirman la concepción marxísta eje que las emociones surgen y se desarrollan en la actividad, y por lo tanto, tienen un carácter social, en contraposición con las tendencias biologistas y fisioloqistas. que tienden a ver los fenómenos afectivos partiendo de lo interno, de la propia constitución del sujeto, sin vínculo alguno con el medio social en que se desenvuelve. En la medida en que esta investigación ha colaborado a comprobar estos asertos, deviene, quizás, su mayor utilidad teórica. Bruner, J.S. y B. Koslowski (1982) Learning to use a lever. Child Development, Vol. 43, Nro. 3, sep. págs. /90-799. Chicago, • ' Fonarey, A.M. (1980) Comunicación personal. Instituto de Investigaciones Científicas de la Edad Fresco lar de la ACP de la URSS, Moscú González Rey, F. (1980) La relación de lo afectivo y lo cognitivo. Impresión ligera. de Psicología, Universidad de La Habana Leontiev, A.N. (1983) Actividad, conciencia, Habana personalidad. Ed . Pueblo y Facultad Educación. La Martínez Mendoza, P. (1986) Dependencia de la formación de una relación emocional positiva hacia las tareas cognoscitivas de la asimilación de los procedimientos de su solución. Revista Cubana de Psicología, La Habana, Nro. 1, págs. 51-60. Novosolova, S.L. (1980) El desarrollo del pensamiento Educación, La Habana 180 en la edad . temprana. Ed. Pueblo y Piaget, J. (1981) . . , Intelligence and a-f -fectivity. Their relationship during development. Ed. Annual Reviews Inc.-, Palo Alto, California chili ! Vasiliev, N.A.; V.L. Poplushnii y O.K. Tijomirov <19B0) Emociones y pensamiento. Ed. Universidad de Moscú, (en ruso). Volosova, E.B. (19B6) La -formación de las reaccipnes emocionales. Doshkolnoyo Vospitaniel Nro. 3, Moscú, págs. 2B-30 (en ruso). Zaporozhets, A.V. y Y.Z. Neverovich (1977) Acerca del problema de la génesis,.de la -función y de la estructura di los procesos emocionales en el niño /en/ Antología de la psicología] bajo redac. A.V. Petrovski, Ed. Prosveschenie, Moscú S 181